(Saludo en Árabe)
En el nombre de Dios, el clementísimo, el misericordiosísimo, la bendición y la paz sean con Muhammad y su familia purificada y con los profetas a lo largo de la historia, especialmente Jesús y Muhammad.
Estamos viendo los efectos que tiene el recuerdo de Dios, la recitación del Corán, la lectura del Corán, posar la mirada en los versículos coránicos; y habíamos empezado con bismillah rahman rahim “en el nombre de Dios, el clementísimo, el misericordiosísimo”, en la oración que rezamos y recitamos El Corán, en la oración diaria cinco veces por día, aquel que intencionalmente no recite el bismillah en la escuela (...), en la escuela (...), su ¿salad? es anulado tiene que decir bismillah rahman rahim, no puede quitarlo del capítulo que lee, no todos los musulmanes concuerdan con esto pero de todas maneras sí concuerdan los musulmanes en la importancia que tiene el bismillah rahman rahim.
Hay una narración del profeta Moisés, que en un momento el profeta Moisés maldice al faraón, pero la maldición de Moisés no es seguida de una aceptación por parte de Dios y un castigo inminente o inmediato al faraón y Moisés se asombra porque le pide a Dios esa maldición por todas las opresiones sufridas, por todos los problemas que le hace la incredulidad y la negación de sus milagros y la esclavitud del pueblo creyente y la maldad que tiene este faraón, y pregunta Moisés a Dios porqué no atiende su súplica -que por lo general los profetas su súplica es respondida- y Dios le responde que el faraón en su palacio, antes de llegar Moisés, había puesto bismillah rahman rahim “en el nombre de Dios el clementísimo, el misericordiosísimo”, que es un versículo divino que de alguna manera figuraba antes del Corán y no figuraba de esa forma o parecida, había puesto el nombre de Dios, el nombre de la misericordia de Dios, o el nombre de Dios solamente, pero lo cierto es que tenía en su palacio, saben, el faraón decía que él era Dios (...) “yo soy el Dios”, elevadísimo decía él, tenía esos aires y petulancias y delirios, como otros tiranos de la historia; ahora es más refinado el tema porque nadie dice “yo soy Dios” (se reiría la gente), pero si de alguna manera se comportan como si fueran un Dios -algunos-. Es decir, hacen, castigan, premian, ordenan, prohíben, sin tener en cuenta más que sus propios deseos o los de aquellos que los sostienen en el poder aunque contradiga al beneficio, la bondad, al bien, la solidaridad de los demás, o que conlleve en la opresión, el robo, la injusticia.
De modo que de alguna manera se postulan como divinidad, no como todopoderosos pero ya no se dice como se decía antes, ahora la cuestión es que Dios le responde “tú me invocas el castigo pero su escrito invoca mi misericordia” y entonces parece que después, en algún momento, el faraón enojado con esto y viendo el peligro de que en su palacio esté el nombre de Dios y la gente adore al Dios invisible en lugar del visible, va a sacar eso y finalmente le llegará también al faraón su turno.
La cuestión es que entonces bismillah rahman rahim es una preposición, Bi, qué significa en el nombre/ con el nombre de Dios; algunos intérpretes o exégetas dicen que con este nombre, con la ayuda de Dios, voy a guiarme, voy a aprender, voy a practicar y voy a seguir este camino con la ayuda de Dios, es imposible sin ayuda de Dios, cada paso que doy hacia Dios es gracias a él, estoy vivo gracias a él, cada paso que elijo viene gracias a él y es el guía y él es el sostenedor y él es el (...) quiere decir aquello que todo está sustentado, sujeto y mantenido por él y todo está relacionado con él y todo está dependiendo de él, es el Creador, el sostenedor. De modo que es “con el nombre de Dios” o “en el nombre de Dios” también, en el nombre de Dios, estas revelaciones de Dios, pertenece a Dios, viene de Dios, le dice el arcángel al profeta y su fuente es divina; y el arcángel es un ángel de los grandes ángeles, de los más grandes, que tiene como misión la guía o la revelación.
El ángel fiel, le dicen, el ángel confiable, el ángel que no cambia el mensaje, que transmite en forma pura la revelación a sus mensajeros. La palabra (...) viene de (...) elevado, algo destacable, o también quiere decir (...) que es algo como un una marca de fuego, una señal, y acá el profeta enseñó que esta señal o esta marca en realidad es la marca del nombre divino, como lo trascendente y como el adorado y como la fuente de toda la vida y la fuente de todo ser, el principio y el fin de todo lo que existe y también la marca del siervo, cuando nosotros decimos “en el nombre de Dios” estamos también marcándonos como siervos, como dependientes él, él es el autosuficiente, rico por excelencia, nosotros somos los pobres, es decir, como la sombra de la mano, la sombra la mano es pobre en relación a las manos, la sombra depende de la mano y no es sin la mano, y así nuestra realidad, es una realidad dependiente, es una realidad dependiente y la realidad no está en nosotros de forma autónoma o independiente sino dependiente; de modo que estamos vinculados a Dios y ese bismillah es el reconocimiento de esa dependencia y de ese señorío divino que vamos a ver en el nombre de Allah.
Somos siervos de Dios, no siervos de nuestros gustos, intereses, o nuestra comprensión, o el alcance de nuestra mente, o el sólo esfuerzo, siervos de nuestras pasiones, (...) dicen en árabe, un siervo de sus pasiones hace siempre lo que quiere, no importa si está bien o mal, no importa si está aceptado o no por Dios, no importa si hace el bien o no, hace lo que quiere, (...) decimos que no hay adorado sino Dios y hacemos lo que Dios quiere, un siervo que tiene un amo, el siervo no tiene libre albedrío, no decide por sí, sino lo que el alma le autorice, lo que el amo quiere, el siervo está en una dependencia total, el siervo no es dueño de sí, no puede decir voy a hacer esto, voy a hacer aquello, sin tener en cuenta el deseo de su señor. Hay una anécdota de Musa Al-Kazim, él séptimo de los imames, sobre la descendiente de la casa profética que iba caminando, pasó por una casa grande y escuchó música y escuchó baile y una mujer sirvienta de esa casa saca en ese momento una basura, en una gran mansión, una gran fiesta y un gran jolgorio, mucho ruido y música y todo, se veía que ahí había una fiesta donde hombres, mujeres, quizás también bebida, una cosa desmesurada, entonces el Imám Kazim le dice a la mujer “¿el dueño de esta casa es siervo o es señor/amo?” porque en ese entonces existía la esclavitud y el Islam siempre abolió la esclavitud, el Islam, Dios, jamás aceptó la esclavitud, dice no seas siervo esclavo, en el sentido de esclavo, dependiente de otro que no es Dios, puedes servir a alguien como un contrato, yo te sirvo - tú me sirves, yo te sirvo - tú me pagas, yo te sirvo - tú me das tal o cual favor e intercambiamos favores, pero yo sirvo, sí te sirvo, te voy a comprar las cosas, te doy de comer, etcétera, te sirvo y a cambio tú me das refugio, plata, etcétera; es un contrato, eso no hay problema, el hombre guarda su dignidad. Pero otra cosa es la servidumbre en el sentido del esclavo, el esclavo no era independiente, era comprado, no tenía voluntad propia, no podía hacer nada sin el permiso del dueño y además a eso se sumaba, además de esa indignidad de quitarle a alguien su independencia, su dignidad, su libre albedrío, había un maltrato y un abuso, entonces lo recargaba como sucedió en América Latina, como sucedió en África, como sucedió en en Asia, en Europa, etcétera.
La esclavitud además de ser en sí misma algo prohibido por Dios, o sea, esclavizar a alguien está prohibido por Dios, pero existía como institución y entonces el profeta y los imames permanentemente liberaban esclavos y exhortaban a la liberación de los esclavos y lo ponían como una de las grandes acciones morales de purificación, de perdón, de acercamiento a Dios, de justicia, de modo que el Islam tiene una actitud de liberación de los esclavos pero lo cierto entonces es que el Imám Musa Al-Kazim le dice “¿es siervo o es esclavo?”, estaba instituida la esclavitud como dijimos y era una injusticia propia del sistema social reinante en esa época que -sabemos- el Islam lo fue aboliendo paulatina y gradualmente y exhortando a la importancia de esa liberación de los esclavos y en Occidente tuvo también su fecha en el siglo XIX, de abolición legal de la esclavitud, algunos dicen que la esclavitud continúa con otras formas, abusos y desigualdades pero lo cierto es que el Imám Kazim dice “¿es siervo o señor el dueño de esta casa?”, la sirvienta dijo “pero por favor si él tiene muchos esclavos, es un señor, es un amo, no es un siervo”; entonces el Imám le dijo “ah entiendo, porque si hubiera sido siervo no se comportaría así” y siguió caminando, ella volvió y el hombre le dijo “te vi hablando con alguien, quién era”, “era el Imán Kazim o era Musa Al-Kazim”, el hombre este sabía algo de que Musa Al-Kazim era un hombre muy especial, muy sabio, un hombre bendito, dijo “¿Qué dijo?”, “me pregunto si tú eras señor o siervo, o esclavo” , “¿y tú qué le dijiste?”, “que eras señor, que tú eras amo”, “¿Y qué dijo?” dijo “Ah, entiendo, si hubiera sido siervo no se comportaría así”. Dicen que el hombre se estremeció y salió corriendo -estaba descalzo- salió corriendo descalzo detrás del Imám hasta alcanzarlo y se arrodilló allí y dijo #perdón, perdón, estoy mal, estoy actuando mal”, se lo conoce como un gran místico, después fue un gran místico, un gran asceta, un gran creyente y se le conoce como “El hombre descalzo”, (...) creo que se dice en árabe y muestra esta condición entonces de que uno diciendo bismillah (...) en reconocimiento del señorío de Dios y de la condición de siervo ante Él.
Tenemos que bismillah, la palabra Allah, el origen de esta palabra, algunos dicen es el (...) “el adorado” que se contrae y se convierte en árabe en (...) dice en hebreo también o (...) son todos raíces semíticas que hablan de el adorado, es decir no describen a Dios, porque Dios es absoluto, no tiene límites, entonces simplemente lo señalan como El Adorado, aquel que es el rico, el autosuficiente, que todo depende de él, El Adorado en el sentido de que todos son siervos, todos dependemos, toda la existencia depende de él y él es el dueño y él no depende de nadie, él es autosuficiente. Allah entonces es el nombre que alude a la esencia divina y alude a la totalidad de los atributos de Dios, a su esencia con sus atributos todos, es decir que cada tributo por separado, en realidad es un atributo que junto con todos los demás atributos de Dios, multidimensionales, perdonador, creador, eterno, vivo, señor, único, que da la vida, que da la muerte, etcétera, todos los atributos divinos, todos atributos de perfección, están de alguna manera incluidos; este Allah es extraordinario, Allah es el nombre con el que Dios se revela, revela su esencia, que no lo describe -como dijimos- no dice, por ejemplo, la luz que es algo descriptivo, Dios -dicen- según algunas fuentes vendría de Zeus y tiene que ver con una connotación de iluminación.
El Corán dice “Dios es luz de luces”, o sea, no es la luz del Sol, sino que la luz inclusive también se utiliza como símbolo porque muestra las cosas y ella muestra las cosas por sí mismas, las cosas son mostradas por la luz, la luz muestra por sí misma; pero obviamente la luz material no es Dios, Dios no es luz en el sentido material, Dios no es material, no ocupa lugar, no ocupa tiempo, no es divisible, no tiene las limitaciones de la materia, es sapientísimo es todopoderosísimo y como dijimos tiene todos los nombres de perfección
Nosotros cuando vemos la Creación y vemos las cosas, distinguimos en ellas una serie de atributos como el ser, que son como el orden, la perfección, la belleza en las cosas naturales, en el cuerpo mismo, en el universo, de alguna manera vemos los signos de de Dios en ello y si a nosotros nos dijeran que, por ejemplo, un bolígrafo se creó en forma autónoma, se creó a sí mismo, tiene escrito (...) tiene un número, tiene una marca y seguramente tendrá escrito de dónde es, el origen, pero cualquiera sea si alguien dice que este bolígrafo se creó en forma autónoma, apareció de golpe, nadie lo hizo, se “auto-hizo”, cualquiera en su sano juicio dirá que es un absurdo sostener eso porque las probabilidades o las estadísticas de casualidad para que esto se haya formado por sí mismo son nulas, es decir, son tan ínfimas en la totalidad de las posibilidades, tan inconmensurable e inimaginablemente ínfima que llegan a cero, de modo que en cambio que tengan un diseñador, un creador, un planificador, un hacedor, las posibilidades son totales. Entonces aceptamos que ese bolígrafo, de dónde es, quién lo hizo y decimos que es bueno, que es malo, cuánta sabiduría, cuánta capacidad hay puesta en esto, cuánta belleza, el diseño es bello o no, el colorido es lindo o no, efectivo o no, este escribe bastante bien, o sea que es un buen bolígrafo, entonces se habla bien de su creador, decimos es de tal lugar, es de tal marca, lo hizo tal fábrica, y tal país o tal persona, de modo que habla de su creador también. Ahora, cómo puede ser que todos coincidamos en la hechura o en la creación de un bolígrafo, lo cual no requiere demasiada argumentación y demasiada pérdida de tiempo para mostrar que efectivamente tiene un planificador y tiene un creador, pero cuando hablamos de la naturaleza, del mundo, del universo, de las galaxias o de los universos, como se habla hoy en día, que se ha descubierto que ya este universo, que nosotros decíamos “el universo” del sistema galáctico y demás, no es más que un punto en los universos y los universos se pierden en la inmensidad inconmensurable, inimaginable, insondable, para el ser humano, se habla de millones de años luz que obviamente no podemos ni siquiera concebir en la mente, no tiene dueño, se hizo una cosa que pequeña como ésta y no puede ser casual pero ¿la totalidad de la existencia es casual? ¿el ser humano es casual? ¿el ojo es casual?
El principio de la sabiduría -decía Platón- es el asombro, el asombro es detenerse ante una cosa y meditar en ella y analizar sus cualidades, sus atributos o conocer a través de ello a su creador. Todo esto está inmerso en este versículo bismillah rahman rahim que inshallah después vamos a seguir viendo.
(Despedida en Árabe)
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