(Saludo en Árabe)

            En el nombre de Dios, el clementísimo, el misericordiosísimo, las bendiciones y la paz sean con el Profeta Muhammad y con su familia purificada, especialmente con Jesús y con Moisés y todos los profetas a lo largo la historia.

            Dijimos que íbamos a comenzar con la sura 56 capítulo 56, El Acontecimiento Al Waqia, en el Sagrado Corán, bismillah rahman rahim, la primera de ellas es “En el nombre de Dios, el clementísimo, el  misericordiosísimo”, así se traduce, este es un versículo bismillah rahman rahim “en el nombre de Dios, el clementísimo, el misericordiosísimo”, que acompaña los 114 capítulos del Sagrado Corán menos uno, 113, uno de ellos la sura At-Tawba, el capítulo 9, no está encabezado con bismillah rahman rahim, pero como bismillah rahman rahim, esta aleya está mencionada en otro versículo del Corán, digamos, son 114 veces.

            Ahora, todos los capítulos están encabezados, el comienzo de la Revelación del Arcángel Gabriel al profeta Muhammad  allí en el año 610 de la era cristiana, en Arabia, en La Meca; así como el Arcángel Gabriel le había revelado a Jesús, a Moisés,a Abraham, etcétera, los profetas, entonces comienza con “en el nombre de Dios, él clementísimo, el misericordiosísimo”. Los sabios islámicos consideran, de acuerdo a las tradiciones proféticas, que estos versículos son partes de la sura -dicen algunos, otros dicen que no- pero los sabios islámicos, seguidores de la escuela (...) la mayoría de ellos sostiene que esté bismillah rahman rahim es parte de todas las suras y debe ser leído cuando uno lee una sura y cada bismillah tiene relación con esa sura y es parte de esa sura y en las oraciones debe ser leído en voz alta, incluso en las oraciones que se leen en voz baja, como la del mediodía y la de la tarde, (...) tiene que ser leída en voz alta, el resto de la sura no y debe ser leído cualquier sura que se lea, salvo la sura 9, como dijimos que no comienza con el nombre de Dios y los atributos de la misericordia y de la clemencia porque es un capítulo que se refiere a la ira de Dios sobre aquellos que han roto los pactos, que han desobedecido, que han atacado al Islam, al profeta, siendo que el profeta llamó a un mensaje de paz, de diálogo, de convivencia, de no agresión y de buen trato y dio -desde el poder, teniendo poder- dio oportunidad de vivir pacíficamente, aun respetando las diferencias, siendo que él había recibido la Revelación y lo que dice y lo que dijo era cierto y era verdadero y era beneficioso para los hombres, aquellos que no quisieron creer el profeta no los persiguió y no los obligó por la fuerza a creer, pero ellos se rebelaron, ellos intentaron destruir el mensaje profético y llegó un momento que despiertan la ira de Dios.

            Así como el ejemplo de Moisés que llevó signos, milagros, e incluso formas amables -por recomendación divina- de presentarle al faraón, nada menos, al faraón que había matado a los hijos de Israel para que no nazca Moisés, imaginemos que matar niños, bebés, es un crimen aberrante, es la contradicción con la pureza, la bondad, la bendición, la belleza que es un niño, asesinar a un niño es muy grave, asesinarlo para que no nazca un mensajero de Dios es aún mucho peor, sin embargo Dios le dice a Moisés que vaya y que hable en forma suave porque se ha rebelado, está enfermo de arrogancia, (...) podría decir “ve y destrúyelo, o yo, ni siquiera ve tú, yo donde mandó un rayo, le quito el aire por tres minutos, se muere y listo, todo en mi poder está”, dice Dios, pero Dios le manda su mensajero como prueba y signo con sus milagros y sin embargo el faraón lo va a desobedecer en forma reiterada, aún con los milagros que hace y van a venir las plagas y ante la persistencia del ataque y de la negación del faraón, de la arrogancia del faraón y de la agresión sobre los monoteístas judíos, entonces Dios va a disponer el castigo, si llega un momento que la ira de Dios se desata y el faraón va a ser ahogado en el Mar Rojo o en el Nilo, donde fuera que fuera.

            La cuestión es que como dijimos el bismillah es el versículo que encabeza El Corán y es una de las aleyas en la tradición profética, en las enseñanzas proféticas, una de las aleyas más extraordinarias, más grandes, que muestra el comienzo, Dios, comienza su Revelación, su guía, recordando, enseñando, que Él es clementísimo y misericordiosísimo (vamos a ver su significado), hay un dicho profético que dice “alguien que recite este versículo bismillah rahman rahim” “en el nombre de Dios” o “con el nombre de Dios” (también Bi puede ser con/en) es (...) distintos dichos (...) la diferencia entre uno y otro, quien recita a conciencia este versículo, Dios crea, si es hombre crea una mujer hermosa, una hurí, una mujer del Paraíso que en su frente dice (...) y dice en su mejilla derecha (...) y en su mejilla izquierda (...) y esta hurí es como una recompensa, una mujer bellísima. Vamos a ver porque esta sura Al Waqia habla de las recompensas del Paraíso y entre estas recompensas, una de ellas menciona a las huríes y vamos a ver, las mujeres ¿qué recompensa tienen? ¿tienen hombres también? ¿tienen sirvientes también? el hombre tiene como recompensas esposas en El Paraíso ¿y qué pasa con su esposa? y esto no suena bien  para una persona que está casada con su esposa, que le hablen de que la recompensa en Paraíso serán otras esposas, inclusive en plural, varias, ¿y dónde queda el lugar de ella? Si nosotros dijéramos que en este mundo voy a tener muchas esposas, se armaría un lío bárbaro con la esposa, pero eso no vamos a explicarlo en este programa sino en los que vienen; de modo que le anticipo que Dios no oprime a nadie, ni un átomo, y que la explicación profética de estos versículos y de estas realidades dejará plenamente satisfecha a la esposa y usted, si ve los próximos capítulos, va a entender cómo se resuelve esto, de algo que está en El Corán expresamente enunciado, una de las recompensas para el hombre, varón, en El Paraíso son las huríes, sin embargo la esposa no sufre ningún tipo de menoscabo; ¿y qué recompensa tiene la esposa? ¿acaso tiene muchos maridos?

            Vamos a ver esa cuestión más adelante porque es una cuestión importante, que de alguna manera muchos se confunden aquí y creen que una suerte de patriarcado y una suerte de machismo reina en esta cultura del Islam y del Corán, nada más alejado de la realidad y vamos a ver la autoridad del hombre con condiciones, la autoridad de la mujer, la complementariedad del hombre la mujer, es un tema que es largo, ahora no me puedo meter en ello, no es el momento pero ya va a venir ese momento y vamos a hablar, pero les puedo anticipar de la perfección, de la sabiduría de Dios, la misericordia, la bendición y la no injusticia y la no opresión de Dios, ni un átomo ni menos que ello, de modo que vamos a encontrar la explicación de esto que a primera vista puede resultar -sobre todo hoy en día que se habla tanto de la cuestión de género- como una discriminación a la mujer que no lo es.

            Volviendo a nuestro tema de de la importancia del bismillah rahman rahim antes de entrar a ver su significado, podemos decir qué es muy importante la recitación de este versículo, la comprensión de este versículo y la actuación en relación al significado de este versículo y son muy grandes las recompensas, por decirlo, como introducción a meditarlo y la meditación como introducción a practicar las consecuencias que tienen, los efectos que tiene este este versículo, de modo que nosotros tenemos que la persona que le enseña a sus hijos este versículo como introducción al Corán, este versículo en sí tiene muchísimas recompensa, Dios perdona al padre que enseña estos versículos, cuando el niño lee esos versículos y aprende de su padre él le suma las bendiciones a su padre; una vez se narra que un profeta pasó por un cementerio, pasó por una tumba y dijo a sus discípulos que estaban con él “apuren el paso”, le dijeron ¿por qué? , “porque en esta tumba hay un hombre que está siendo castigado por los ángeles, escuchó sus gritos, sé de su situación, pasemos rápido, es un lugar de castigo, no quiero estar aquí”, los otros que no veían más que una tumba, no había nada más, ni se percataron, ni sabían, ni escuchaban los gritos, ni sabía que estaba diciendo, por la aceptación que tenían del profeta y los signos que habían visto de la veracidad de ese profeta obviamente lo siguieron inmediatamente. Pasó un tiempo y volvieron a pasar por esa misma tumba y le recordaron “esa tumba es la que tú dijiste” y él dijo “no, detengámonos ahora allí”, “pero cómo si tú dijiste que el hombre era castigado”, “no, no,  detengamonos ahora aquí porque está siendo bendecido”, “¿pero cómo él mismo había sido castigado está siendo bendecido?, “Sí” -dijo- “está en una situación de comodidad, de perfume, de bendición”, “¿Pero cómo?”, dijo “porque su hijo estaba recitando el Corán y él le había enseñado bismillah rahman rahim”, nada más que este versículo bismillah rahman rahim había cambiado su situación, la del padre, en la tumba; y dijo no es correcto -Dios le reveló al profeta- Dios me dijo “no es correcto que yo castigue al padre cuando el hijo me invoca, invoca mi misericordia y yo esté castigando al padre, que en definitiva va a afectar al hijo”, obviamente el hijo no puede ver a su padre castigado sin ponerse mal, siendo que está invocando la misericordia de Dios, por eso la invocación de la misericordia de Dios tiene efecto, entonces nosotros no creemos, no estamos consustanciados en que decir bismillah rahman rahim el recuerdo, la repetición la concentración, si nos dicen que repitamos tal o cual mantra del budismo, la verdad si yo me concentro, medito y digo “Ohm”, digo ciertas palabras sagradas, eso tiene un efecto y tiene una iluminación.

            Bueno, yo creo, obviamente después este curso esperemos que estemos mucho más fuertes en la creencia de la realidad sagrada del Corán, que evidentemente tiene un efecto luminoso, un efecto expansivo y un efecto bendito en nuestra alma, la recitación del Sagrado Corán.

(Despedida en Árabe)

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