Varios fueron los factores que influenciaron el triunfo de los musulmanes dentro de los cuales se encuentra la planificación militar el trabajo de inteligencia de los musulmanes y el rol fundamentales que jugó Imam Ali (P).
Luego de la batalla los musulmanes quedaron divididos en tres grupos claros, los débiles de fe, los hipócritas y los verdaderos creyentes.
La posición de los musulmanes se encontraba fortalecida luego de haber logrado la victoria en las diversas batallas frente al enemigo, por lo que el Profeta (P) decidió partir junto a los musulmanes a Meca para participar de la peregrinación menor.
Pasados dos años del pacto entre el Profeta (P) y Quraish, estos incumplieron uno de los puntos fundamentales del pacto y rompieron la tregua.
Luego de la islamización y rendición de Abu Sufian, el Profeta (P) entra en Meca junto con los musulmanes y la conquista pacíficamente.
Dos de las tribus que no se habían islamizado, la de Hauazen y Zaquif, decidieron hacerle la guerra al Profeta (P). Guerra que termina ganando el Profeta (P) y logrando además la islamización de estas dos tribus.
Los judíos que habitaban Medina desde los comienzos se mostraron reticentes a la idea del desarrollo del Islam y el crecimiento de la comunidad islámica. Por lo que hicieron todo lo posible por debilitar al Profeta (P) y conspirar contra él.
Finalmente el Profeta (P) decidió presionar a Bani Qainqa por la fuerza hasta expulsarlos de Medina.
El otro grupo de judíos al cual se enfrentó el Profeta (P) y los terminó expulsando de Medina fue Bani Nadir.
El tercer grupo de judíos a los cuales se enfrentó el Profeta (P) del Islam fue Bani Quraida. A los que enfrentó hasta expulsarlos de Medina.
Los judíos de Jaibar también fueron atacados por el ejercito de los musulmanes y fueron derrotados, especialmente, gracias a la valentía del Imam Ali (P).
Una vez derrotados los judíos de Jaibar los demás grupos como los de Fadak, Taima y Uadi Al Qula se rindieron.