En el nombre de Dios, el Clemente el Misericordioso,
la paz de Dios sea con todos sus Profetas
desde Adán hasta Muhammad (s)
Venimos hablando acerca de la forma en que los musulmanes o los creyentes tienen acceso al Corán y de qué forma conocen las leyes y las enseñanzas del Islam. Dijimos anteriormente que hay una necesidad de que la enseñanza islámica se mantenga protegida a través de la infalibilidad del Profeta, del Corán, de Gabriel y de Dios, en el sentido que este mismo mensaje tiene que llegar desde el cielo hasta los hombres en la tierra a través de un canal que sea infalible para que no exista tergiversación, ni en la revelación, ni en la forma que se recibe, ni en la interpretación, ni en la difusión. Por lo tanto, el Profeta, además de ser el receptáculo de la revelación es el intérprete de la revelación y es quien de alguna manera se encarga de traducir, digamos, las enseñanzas de Dios a los seres humanos. Después del Profeta, dijimos que en la escuela de Ahlul Bayt, aparecen los Imames de la descendencia de la familia profética, que son los encargados de proteger justamente el mensaje del Profeta en sus dos versiones: en la versión del Corán como aquél que recibió el Corán a partir de Dios y la revelación divina y también son protectores de la sunnah profética porque lo mismo ocurre con el tema de la tradición. Por ejemplo, si una persona ha escuchado un hadiz del Profeta o ha escuchado una narración o ha escuchado una historia o ha escuchado un discurso, una clase, una lección, si no es infalible puede ser que existiera la posibilidad de que esta persona se equivoque en la transmisión o se haya equivocado al escuchar o al interpretarlo o haya cambiado las palabras. Ahí aparece el rol de Ahlul Bayt (a.s) también como protectores de la tradición profética, intérpretes de la tradición profética, porque son los herederos de la sabiduría del Profeta de una forma directa.
Por lo tanto, el acceso que los musulmanes después de la muerte del Profeta tienen al Corán y a la tradición, por naturaleza debería haber sido Ahlul Bayt. Ocurrieron algunas cuestiones históricas que desviaron este devenir natural del Islam para que no terminara en las manos de Ahlul Bayt aunque sea de forma oficial, y fue ahí donde comenzó el primer problema de la interpretación del Corán y la forma de poder tener acceso a este Libro Sagrado. Por eso las escuelas de jurisprudencia de nuestros hermanos sunnitas se vuelven a los cuatro imames como son Ibn Hanbal, como son Shafiai’, Maliki y Hanafi, y de alguna manera estos cuatro imames y todos los imames ya sean de la Escuela Sunnita que no son considerados por nosotros como imames, pero son los sabios de la Escuela Sunnita, de alguna manera por no ser infalibles tienen un nivel de interpretación totalmente diferente al nivel que puede tener alguno de los Imames por ejemplo de Ahlul Bayt por el simple hecho de que no han sido estos sabios sunnitas elegidos por Dios, ni han sido tampoco personas que tuvieran un contacto directo con el Profeta, ni han sido siquiera compañeros del Profeta. Entonces está muy claro que los separa una gran distancia. Algo similar a lo que paso con los Evangelios, en donde los Evangelios no son el producto de una revelación directa —por lo menos los Evangelios que hoy día están en nuestras manos—, una revelación directa de Jesús ni de una trasmisión directa de Jesús, sino fue la inspiración de los escribas de los evangelios. Podríamos decir que algo parecido ocurre con la interpretación del Corán y de la sunnah profética con aquellos sabios que no fueron los Imames que Dios propuso como continuidad.
Bueno yo no voy a entrar en el tema histórico de las diferencias, ya se habló cuando hablamos del tema del sunismo y del shiísmo, ahora lo que interesa saber es que ¿cuál debería ser el canal del creyente, del ser humano musulmán para lograr las enseñanzas del Islam, o sea, para poder obtener esas enseñanzas, para poder recibir y percibir y comprender esas enseñanzas? Después de la muerte de la Profeta comienza con Ahlul Bayt (a.s) y llega el onceavo Imam, el Imam Hasan al Askari, cuando fallece comienza el imamato del Imam Mahdi (a.ÿ). Con la ida del Imam Mahdi, ahí comienza una nueva etapa que es la etapa de los sabios. Generalmente hay una interpretación muy clara de cuál es el rol que cumplen los sabios en el Islam en pro de trasmitir la tradición y la interpretación del Corán. El tema del ocultamiento del Imam Mahdi, obviamente, crea una nueva instancia que en realidad es una instancia de dificultades. A nivel de conocimiento caemos en el mismo problema que se cae cuando no tenemos al Profeta frente a nosotros, no está delante de nosotros. Lo que quiero decir es que con la desaparición del Imam o el ocultamiento del Imam Mahdi, obviamente, lo que continua es una etapa de dificultades en el sentido que ya no tenemos acceso al infalible. Es decir, estamos en el mismo problema que cayó la comunidad sunnita después de la muerte del Profeta, que siguen a gente no infalible, con la diferencia que en la época del Profeta, el Profeta había dicho cuál era el camino de solución y los hermanos sunnitas siguieron otro camino; o sea, en vez de seguir a Ahlul Bayt como la continuidad del Profeta, siguieron a los califas. En este caso el tema también se da de esta forma, y es que el Imam cuando desaparece o se oculta, se oculta también teniendo en cuenta esta necesidad de la comunidad del Imam. Por lo tanto dice, bueno, a partir de ahora se sigue a aquellos sabios que siguen nuestras narraciones, que narran o transmiten nuestras narraciones. Por lo tanto, la continuidad va a ser a través de aquellos narradores o trasmisores de las narraciones de Ahlul Bayt (a.s). Por eso ahí existe especialmente el tema de las normas del Islam, y para aprender un poco sobre las leyes y las reglas del Islam lo que llaman el taqlid o la imitación debe seguirse a un sabio. Aquí nosotros cuando uno quiere conocer las normas del Islam, lo hace a través del taqlid, o sea, imita a un sabio. ¿Qué es imitar a un sabio? Un sabio es una persona que ha dedicado su vida al estudio del Corán y las tradiciones, y que tiene la capacidad de extraer del Corán y de las fuentes del Islam las leyes, como para decir: esto está permitido en el Islam y esto no está permitido, por lo menos al nivel de su conocimiento. Entonces quién sigue a ese sabio en las normas, es decir, quien obedece a las interpretaciones que este sabio hace de la sunnah, de la tradición y del Corán es un imitador, es un muqalid. El muqalid es quien imita, es quien cumple con la ley de Dios según la fatwas o los dictámenes de algunos de estos sabios. Por eso decimos que la forma de tener contacto con las enseñanzas del Islam, por lo menos en materia legal y en las normas y reglas del Islam, es hoy en día, en la época del ocultamiento del Imam Mahdi, a través de los sabios con esta nueva instancia, que es la instancia del iytihad que es justamente la capacidad que tiene el sabio de extraer las leyes prácticas de las fuentes del Islam.
ALAHAMDU LIL.LAHI RABBIL ‘ALAMIN,
WA SALAM ‘ALIKUM WA RAHMATUL.LAHI WA BARAKATU