En el nombre de Dios.

Hola soy Mahdi y este mensaje es traído a ustedes por Fatima TV.

Hablamos en el capítulo anterior sobre una advertencia dada por el Imam Hussain (P) durante la época en la que Mu'awiyah estaba aún con vida y en donde frente a más de 1000 personas, todos ellos eruditos invitados y reunidos en Mina, durante los ritos del Hajj, este corrupto tirano hijo de Sufian, era expuesto tal como lo que era, y este sermón tiene varias características y razones para haberse llevado a cabo.

Pero ¿Fue apresurada la revolución del Imam Hussein entonces? Obviamente no. Hay que ver la realidad de la historia.

La revolución del Imam Hussein no fue una de esas revoluciones que buscaban un gobierno mundial y propio de esta tierra.

Cuando los pueblos del mundo llevan a cabo revoluciones y golpes de estado, queriendo derrocar al régimen existente y ocupar su lugar, si lo hiciesen y lograsen su cometido, dirían; !esta revolución y movimiento ha tenido éxito! Pero si no, dicen, nuestra revolución fracasó.

Pero la revolución del Imam Hussein no fue así no fue que buscó el dominio mundano.

Es aquí donde algunos se han equivocado y han pensado que esta revolución iba en dirección de poder llegar al poder.

La verdad es que la revolución del imam Hussain fue una lucha contra alguien que quería derrocar al Islam y el Imam quería mantener el Islam y su verdad, es entonces que con certeza el Imam Al Hussein ganó este movimiento y su revolución llegó a su fin; ya que el Islam aún permanece.

El punto que tengo que señalar y enfatizar es que la herramienta de una revolución Divina es diferente a las que usan en otras revoluciones.

Cada revolución tiene sus propias herramientas.

La herramienta de quien quería mantener vivo el Islam es otra a la de aquel que quiere apoderarse del gobierno y su poder para así beneficiarse.

¿Qué herramienta utiliza la persona que quiere tomar el poder de cualquier forma que pueda y ocupar su lugar? Claramente, sus herramientas son el dinero, las armas y la propaganda.

Por un lado, lanza anuncios que impiden que la gente piense, por otro lado, también paga dinero para comprar algunas personas que son más codiciosas y finalmente por otro lado, amenazar a los cobardes con tal de que nadie se pronuncie en contra del sistema.

Esta es la herramienta de los gobiernos diabólicos, pero la herramienta de las revoluciones divinas es diferente.

Cualquiera que quiera mantener la religión del Islam ya no tiene nada que ver con el gobierno mundano y no busca sobrevivir y gobernar por su cuenta.

Su único objetivo es mantener viva la religión de Dios y para ello da todo lo que tiene.

Aquí el poeta Sheikh Mohsen Abul-Hab, ha escrito un hermoso poema sobre el Imam Al Hussein, que también explica su propósito.

Les traduciré este:

“Si la religión de Muhammad permanece solo por mi martirio, entonces venid hacia mí, oh espadas.”

 Este objetivo se logró en la epopeya de Karbala solo mediante el camino del martirio, es por eso que el Imam Hussein explicó a cualquiera que viniese a ayudar de que su destino inevitablemente era el ser martirizado, es decir, no había dinero de por medio ni poder.

Y que ese destino del martirio, era ya una certeza por las condiciones políticas, sociales e históricas y sobre todo por el rechazo de quienes dieron la espalda al Imam a último momento.

Entonces el Imam sabía que este martirio era una victoria; y que su martirio era una buena herramienta para mantener estable el Islam, alejándose de la falsedad y recordando a los demás en el futuro de la historia, la diferencia entre la verdad y la falsedad.

A los ojos de la gente, si el Imam Hussein hubiese matado a todas las tropas de Omar Sa'd y Yazid y luego se hubiera apoderado del gobierno, no habría ganado religiosamente y no habría logrado su objetivo de hacer sobrevivir al Islam.

El Imam sabía que cada uno de sus compañeros martirizados resucitaría a lo largo de la historia y en los corazones de quienes año a año les recuerdan y lloran de amor.

¿Quién puede ocultar el hecho de que alguien sostiene a su bebé en la mano y le dice:

"Denle agua, tiene sed, entonces en lugar de darle agua, le disparan y lo martirizan con una flecha de tres puntas?"

¿Hay algún ser humano que pueda pasar por esta historia y olvidar la opresión de los Omeyas? ¿Es posible olvidar la opresión sobre los hijos del Profeta y su cautiverio por Yazid?

El Imam sabía bien que el final era el martirio, entonces, ¿por qué trajo a su familia a Karbala? Siempre, para que el Islam nos alcance hoy día co su verdad.

Esta fue su mejor razón para decir, quiero el Islam. Porque se preguntan algunos,¡¿Qué quería que le hicieran a él y a su familia y a sus fieles compañeros?!

La respuesta es que el Imam sólo quería el Islam y su eternidad.

El Imam Al Hussein sabía que "la sangre vence a la espada".

No sabes lo hermosa y profunda que es esta frase.

Sí; en relación con la meta santa, la mejor manera es que el hombre sea sacrificado y de su sangre de esta manera divina.

El Islam no se podía mantener con la espada; pero al permanecer ensangrentado y con la realidad del sacrificio en el camino de Dios, el Islam permanece hasta hoy día.

¿Fue apresurada la revolución del Imam Hussein entonces?

Obviamente no. Hay que ver la realidad de la historia.

La revolución del Imam Hussein no fue una de esas revoluciones que buscaban un gobierno mundial y propio de esta tierra.

Cuando los pueblos del mundo llevan a cabo revoluciones y golpes de estado, queriendo derrocar al régimen existente y ocupar su lugar, si lo hiciesen y lograsen su cometido, dirían; !esta revolución y movimiento ha tenido éxito! Pero si no, dicen:

nuestra revolución fracasó.

Pero la revolución del Imam Hussein no buscó el dominio mundano.

 Es aquí donde algunos se han equivocado y han pensado que esta revolución iba en dirección de poder llegar al poder.

La verdad es que la revolución del imam Hussain fue una lucha contra alguien que quería derrocar al Islam y el Imam quería mantener el Islam y su verdad, es entonces que con certeza el Imam Al Hussein ganó este movimiento y su revolución llegó a su fin; ya que el Islam aún permanece.

El punto que tengo que señalar y enfatizar es que la herramienta de una revolución Divina es diferente a las que usan en otras revoluciones.

Cada revolución tiene sus propias herramientas.

La herramienta de quien quería mantener vivo el Islam es otra a la de aquel que quiere apoderarse del gobierno y su poder para así beneficiarse.

¿Qué herramienta utiliza la persona que quiere tomar el poder de cualquier forma que pueda y ocupar su lugar?

Claramente, sus herramientas son el dinero, las armas y la propaganda.

Por un lado, lanza anuncios que impiden que la gente piense, por otro lado, también paga dinero para comprar algunas personas que son más codiciosas y finalmente por otro lado, amenazar a los cobardes con tal de que nadie se pronuncie en contra del sistema.

Esta es la herramienta de los gobiernos diabólicos, pero la herramienta de las revoluciones divinas es diferente.

Cualquiera que quiera mantener la religión del Islam ya no tiene nada que ver con el gobierno mundano y no busca sobrevivir y gobernar por su cuenta.

Su único objetivo es mantener viva la religión de Dios y para ello da todo lo que tiene.

Aquí el poeta Sheikh Mohsen Abul-Hab ha escrito un hermoso poema sobre el Imam Al Hussein, que también explica su propósito.

Les traduciré este poema.

“Si la religión de Muhammad permanece solo por mi martirio, entonces venid hacia mí, oh espadas.”

Este objetivo se logró en la epopeya de Karbala solo mediante el camino del martirio, es por eso que el Imam Hussein explicó a cualquiera que viniese a ayudar de que su destino inevitablemente era el ser martirizado, es decir, no había dinero de por medio ni poder.

Y que ese destino del martirio, era ya una certeza por las condiciones políticas, sociales e históricas y sobre todo por el rechazo de quienes dieron la espalda al Imam a último momento.

Entonces el Imam sabía que este martirio era una victoria; y que su martirio era una buena herramienta para mantener estable el Islam, alejándose de la falsedad y recordando a los demás en el futuro de la historia, la diferencia entre la verdad y la falsedad.

A los ojos de la gente, si el Imam Hussein hubiese matado a todas las tropas de Omar Sa'd y Yazid y luego se hubiera apoderado del gobierno, no habría ganado religiosamente y no habría logrado su objetivo de hacer sobrevivir al Islam.

El Imam sabía que cada uno de sus compañeros martirizados resucitaría a lo largo de la historia y en los corazones de quienes año a año les recuerdan y lloran de amor.

¿Quién puede ocultar el hecho de que alguien sostiene a su bebé en la mano y le dice:

 "Denle agua, tiene sed, entonces en lugar de darle agua, le disparan y lo martirizan con una flecha de tres puntas?"

¿Hay algún ser humano que pueda pasar por esta historia y olvidar la opresión de los Omeyas? ¿Es posible olvidar la opresión sobre los hijos del Profeta y su cautiverio por Yazid?

El Imam sabía bien que el final era el martirio, entonces, ¿por qué trajo a su familia a Karbala? Simpre, para que el Islam nos alcance hoy día co su verdad.

Esta fue su mejor razón para decir, quiero el Islam. Porque se preguntan algunos,¡¿Qué quería que le hicieran a él y a su familia y a sus fieles compañeros?!

La respuesta es que el Imam sólo quería el Islam y su eternidad.

El Imam Al Hussein sabía que "la sangre vence a la espada".

No sabes lo hermosa y profunda que es esta frase.

Sí; en relación con la meta santa, la mejor manera es que el hombre sea sacrificado y de su sangre de esta manera divina.

El Islam no se podía mantener con la espada; pero al permanecer ensangrentado y con la realidad del sacrificio en el camino de Dios, el Islam permanece hasta hoy día.

Durante siglos, el Islam ha permanecido vivo y latiendo con fuerza, gracias a la sangre del Imam Al Hussein y sus compañeros y aún continúa así, vivo.

El Imam Hussein enseñó esta nueva lección a los seres humanos de que "la sangre vence a la espada” y entró de esta manera para poder mantener el Islam.

Los materialistas y secularistas consideran al Imam Al Hussein como un fracaso. Pero desde un punto de vista superior, el Imam Al Hussein no tuvo más remedio que ser martirizado para lograr su objetivo, y lo logró con los mismos medios divinos y ganó.

Hasta la próxima lección.