En el nombre de Dios, el Clemente el Misericordioso,
la paz de Dios sea con todos sus Profetas
desde Adán hasta Muhammad (s)

En la clase anterior comenzamos a hablar de la relación entre la fe y la acción o, mejor dicho, la creencia y la práctica, y tocamos el tema de que la creencia tiene un efecto en la acción en el sentido de que uno actúa como generalmente piensa. Es decir todo el comportamiento humano se basa en la forma de pensar; por eso muchas veces, si tenemos algún tipo de problema de conducta o de comportamiento en la psicología islámica se hace hincapié en que no siempre el cambio de conducta o la solución de un problema de conducta es verdaderamente el camino recto. Con frecuencia uno tiene en realidad un problema en la creencia, que es lo que está afectando su conducta. Por lo tanto, algunas personas si su problema es un problema de conducta como las personas débiles de voluntad o ante las tentaciones o, por ejemplo, es creyente mientras vive en un ámbito donde no existen tentaciones, pero su fe se debilita cuando se muda a un lugar que existe tentaciones y no es creyente. Un ejemplo que tenemos es que en el Islam está prohibido que un musulmán que vive en el mundo islámico, bajo un gobierno islámico, bajo las leyes islámicas, bajo la cultura islámica, un ámbito islámico, deje ese país para trasladarse a un país donde no existe el Islam y hay posibilidades de que su fe se debilite. Puede viajar sin ningún tipo de problema y vivir en cualquier país que desee aquél que permanezca su fe fortalecida, pero aquél que teme o sabe con certeza que su fe se debilitará, entonces no se le permite viajar o establecerse en un país que no es islámico. ¿Por qué? Justamente porque muchas personas hay que necesitan de un ámbito y ambiente religioso para poder ser religiosas, para poder mantenerse en su grado de fe. Esto a menudo muestra que el problema es un problema de conducta, o sea, son personas que en su conducta tienen debilidad, ya sea por falta de voluntad o por esto de sentirse afectadas por sus alrededores. Por eso en el Islam se hace tanto hincapié en, por ejemplo: la elección de la esposa o el esposo para que el ambiente familiar sea también un ambiente islámico; se hace mucho hincapié en brindar un ámbito religioso a los hijos y en el tema de la educación, del mismo modo de la sociedad, de la elección de los gobiernos que sean lo más cercano al Islam y a las enseñanzas del Islam. Por eso se insiste tanto en la elección de las amistades. De hecho tenemos narraciones que hablan sobre amistades, y tenemos el mismo Corán que dice que muchos se desviaron en esta vida y el día del Juicio Final. Dice:

âلَيْتَنِي لَمْ أَتَّخِذْ فُلاناً خَلِيلاًá

“¡Ojalá no hubiese tomado a fulano como amigo!” es decir: ojalá no hubiese elegido a tal persona como un compañero, como un amigo, porque muchas veces el ámbito de amistad suele afectar directamente a la conducta.

Entonces el problema a veces es un problema de conducta, pero muchas veces ese problema no es un problema de conducta, en realidad el problema está en la fe o en los principios de la fe o en las convicciones del hombre o en esa certeza que tiene o en ese conocimiento, digamos, limitado que tiene de la realidad de Dios. Por lo tanto muchas veces en la psicología islámica, como bien decía al principio, en vez de solucionar el problema desde la conducta directamente, se ataca a ese virus del pensamiento. Es decir se cura la enfermedad desde el pensamiento, porque si se sana el pensamiento entonces por naturaleza el comportamiento se va sanar, ya que el pensamiento es fundamental en la construcción de la personalidad del ser humano en pro de la acción y del comportamiento humano. Por lo tanto, este punto fundamental es que nosotros tenemos que saber que el efecto que tiene el pensamiento sobre la acción es tan importante a tal punto que muchas veces los errores de conducta y de comportamiento del individuo no se deben a un error de conducta, sino a un error o una confusión o una duda o un problema de creencia, y por eso desde el principio di este orden que se debe comenzar con el pensamiento, porque el pensamiento es la base fundamental. Por eso en el Islam, por ejemplo, para aceptar el Islam, para convertirse al Islam, para abrazar el Islam uno tiene que tener en claro el tema del pensamiento y la famosa frase que es la shahada o el testimonio de fe que dice: Ashhadu an la il.laha il.lal.lah wa ashahadu anna muhammadan rasuli.lah, “atestiguo que no hay más dios más que Dios y atestiguo que Muhammad (s) es el mensajero de Dios”. Es decir, se hace hincapié en el hecho de la creencia, creer en la Unicidad Divina: creo en Él, creo en el mensaje, creo en la unicidad. El creer es la condición fundamental para la islamización. En el Islam no tenemos que una persona tiene que rezar para convertirse al Islam. Si no es musulmán, no tiene que ayunar para convertirse al Islam, no tiene que ser peregrino o peregrinar para convertirse al Islam. Tiene que creer, o sea, tiene que aceptar con convicción y con certeza los principios de la religión. Si los aceptó se hizo musulmán, y una vez que se hizo musulmán después comienza con la práctica; pero la práctica no es una condición para la islamización, lo que es una condición es la creencia, la fe y el poder decirlo con la lengua, es decir, el poder atestiguarlo, testimoniarlo.

Por lo tanto la segunda condición fundamental de esta relación entre conocimiento, pensamiento, fe y práctica es que la fe tiene tanto efecto que no sólo debe ser una introducción para la posterior práctica, sino que además está constantemente afectando a la práctica ya que uno actúa como piensa. Uno cuando dice, bueno yo vivo de tal forma, sepan que su creencia es esa. Uno tiene una forma de vida determinada, una cultura determinada, una costumbres determinada —creo que este tema lo tocamos el día que estuvimos hablando de las dimensiones de la cultura o de las profundidades de la cultura cuando dijimos que detrás de todas estas costumbres que vemos desde la apariencia, desde la imagen de una sociedad se encuentra una serie de órdenes, de obligaciones, responsabilidades y derechos— y detrás de eso se encuentra una doctrina, es decir: la gente primero piensa, y según su pensamiento, según sus creencias, sus convicción, su fe, su doctrina, entonces actúa. Por lo tanto si uno es monoteísta, por ejemplo, actúa en obediencia a Dios; si uno es incrédulo no actúa para Dios; si uno es monoteísta la intención de sus acciones es acercarse a Dios; si uno no es monoteísta la intención es acercarse a sí mismo, es perfeccionarse en el ámbito material, auto-beneficiarse, auto-abastecerse de los placeres de esta vida, es vivir la vida libremente. Entonces todo eso que vemos en la conducta y en el comportamiento de un individuo o de una sociedad, está basado en su doctrina, en su creencia, y ésta es la relación entre pensamiento y práctica.

Ese era el tema que nos interesaba tocar hoy.

ALAHAMDU LIL.LAHI RABBIL ‘ALAMIN,
WA SALAM ‘ALIKUM WA RAHMATUL.LAHI WA BARAKATU