En el nombre de Dios, el Clemente el Misericordioso,
la paz de Dios sea con todos sus Profetas
desde Adán hasta Muhammad (s)
Hoy comenzaremos a hablar sobre las leyes prácticas del Islam. Si recuerdan en una clase habíamos dicho que luego de la creencia y la fe, la segunda dimensión del Islam es la dimensión práctica; y que el Islam además de guiar al hombre en su pensamiento, en sus convicciones, en lo que lo llamamos su cosmovisión, en su creencia y en su doctrina, también lo guía en su comportamiento y en su conducta, y lo guía hacia la perfección y hacia una conducta que lleva al ser humano al encuentro con Dios, hacia la plenitud, hacia la felicidad. Obviamente esto lo hace a través de un corpus legal, de una serie de normas muy claras. Si recuerdan ya antes hablamos de las cinco dimensiones de la acción o los cinco tipos de acciones:
- las acciones prohibidas,
- las permitidas,
- las preferibles,
- las desaconsejables y
- las obligatorias.
Hoy hablaremos un poco sobre esto que llamamos las leyes prácticas y que en árabe se conocer como la shariah.
Hay que dejar en claro que el concepto de “religión” o “din” en el Islam —del cual hablaremos en algún momento— no solamente está supeditado a la relación del ser humano con Dios; no solamente está supeditado al campo moral y ético; no solamente se limita a la dimensión espiritual del hombre; sino que lo que conocemos como “religión” en el Islam tiene que ver con una serie de enseñanzas que abarcan todas las dimensiones del ser humano, y quizás acá haya una distinción entre la ley práctica en el Islam, las normas del Islam, la shariah islámica y las demás normas de otras religiones.
Muchas veces lo que entendemos por normas prácticas en otras religiones suele ser una serie de enseñanzas éticas y morales limitadas únicamente a la dimensión espiritual del hombre, a la relación del hombre con Dios, a lo que muchos llaman el rito o el ritual.
A diferencia de otras religiones lo que llamamos shariah en el Islam es una ley que va a abarca toda la vida del ser humano desde que nace hasta que muere, y no sólo en su dimensión individual sino también en su dimensión familiar y en su dimensión social. No sólo va a tener en cuenta la relación del hombre con Dios, sino también la relación del hombre consigo mismo, la relación del hombre con el universo; la relación del hombre con la realidad, con la verdad, con las distintas corrientes de pensamientos; la relación del hombre con los semejantes; la relación del hombre con sus allegados, con sus cercanos, con sus vecinos; la relación del hombre con sus amigos, con sus amistades, con los enemigos; la relación del hombre con los animales y la naturaleza. Es decir una serie de leyes que van a abarcar todos los movimientos prácticos y toda la conducta del ser humano, en todas sus fases, en todas sus dimensiones. Por eso en la “shariah islámica” o en la “ley del Islam” tenemos normas que van desde como rezar, ayunar, peregrinar y suplicar a Dios, hasta cuestiones que tienen que ver con la forma de gobernar una sociedad, la forma de establecer una justicia social para una sociedad. Normas que tienen que ver con la higiene; normas que tienen que ver con la alimentación; normas que tienen que ver con el cuidado y la protección de los animales; normas que tienen que ver con el matrimonio y la familia; normas que tienen que ver con la enseñanza y la educación; normas que tienen que ver con el protocolo de la vida en el dormir, en el comer, en el beber; cuestiones que tienen que ver con la adoración y la devoción de cómo rezar, de cómo purificarnos; las cosas puras y las cosas impuras; cosas que tienen que ver con los alimentos permitidos y los alimentos no permitidos, por qué algunos alimentos se pueden comer y otros no; por qué algunas bebidas se pueden beber y otras no; por qué algunas cosas son preferibles hacerlas y por qué otras desaconsejables; por qué Dios prohíbe algunas cosas y por qué Dios hace obligatorias otras. Cuestiones que tienen que ver con la educación escolar, con la educación terciaria; cuestiones que tienen que ver con los medios de comunicación; cuestiones que tienen que ver con lo militar, con la defensa de un pueblo, con la ocupación de una tierra islámica que debe ser liberada, con la resistencia; cuestión que tiene que ver con la economía y la banca; cuestiones que tienen que ver con el desarrollo científico, el rol de la ciencia en el Islam, la relación ente la ciencia y el desarrollo humano; cuestiones que tienen que ver con la tecnología.
Hoy en día en la shariah tenemos leyes que hasta nos especifican si la clonación está permitida o no en el Islam; leyes que nos especifican, por ejemplo, si el cambio de sexo se permite en el Islam o no; cuestiones que tienen que ver con la bisexualidad, con la homosexualidad; cuestiones que tienen que ver con la relación sexual; detalles sobre cómo debe ser la relación en pareja; detalles de cómo debe ser construida una casa, si la casa pequeña es mejor, si la casa grande es mejor; detalles que tienen que ver con la forma de transporte; detalles que tienen que ver con el estilo en que el Profeta, por ejemplo, agarraba la comida, si la comía con utensilios o la comía con la mano; si se puede beber antes de comer, después de comer, durante la comida. Es decir la shariah es una ley abarcadora de todas las dimensiones del ser humano, y podríamos decir que no existe en el Islam un vacío en materia de ley. Cualquier acción que el ser humano quiera de alguna forma desarrollar, tiene en la shariah islámica su ley específica.
Por lo tanto el hombre —islámicamente hablando—se siente guiado en todo sentido No hay un espacio en donde uno pueda decir que en tal comportamiento o en tal conducta “Dios no me ha guiado”, “Dios me ha dejado libre para que yo decida actuar de la forma en que sea”. ¡No, no es así! A eso es lo que llamamos justamente “Islam”.
Cuando dijimos que el Islam tiene que ver con el sometimiento, el sometimiento significa justamente someternos primero a esta creencia de la existencia de Dios; someternos a Su Gobierno, a Su Soberanía, a Su Orden y someternos en materia de obediencia. Nos sometemos a una ley que Dios propuso para guiar al hombre. Obviamente con respecto a las leyes, no son imposiciones. El Corán dice que no existe imposición en materia de religión, en el sentido que uno “libremente” adora a Dios y “libremente” decide obedecer a Dios; o sea de hecho es el “hombre libre” el que desea de alguna forma llegar a la perfección. Por lo tanto aquel que obedece a Dios lo hace libremente, y la shariah viene justamente para guiar a ese hombre libre que desea, a través del cumplimiento de la ley y de la norma, lograr su objetivo de perfeccionamiento humano.
Entonces la shariah es esa ley que Dios propone para que todo ser humano pueda actuar conforme a ella y a través de ese camino
—que justamente la palabra shariah tiene que ver con ese camino que lleva a Dios, ese camino que de una forma guía al hombre y lo hace un ser perfecto cuando la obedece y cumple con ella, es esa shariah la que nosotros consideramos una de las fuentes fundamentales de inspiración— lograr la perfección. Por eso el cumplimiento de la shariah, el cumplimiento de la ley y de la norma es fundamental al momento de querer creernos musulmanes. Lo que en árabe llaman "مسليم" muslim, “el hombre sometido a ley de Dios”, el hombre libre que decide a través de su libertad proponer un camino de práctica y obediencia basado en la shariah.
En la próxima clase continuaremos profundizando más sobre el tema de la religión islámica, y lo que viene acerca de la ley, la moral, la ética y muchos otros temas que continuaremos en esta cadena de lecciones islámicas.
ALAHAMDU LIL.LAHI RABBIL ‘ALAMIN,
WA SALAM ‘ALIKUM WA RAHMATUL.LAHI WA BARAKATU