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Descripción

El Sheij nos narra sobre cómo se debe interpretar las culturas. Según la sociología Islámica tenemos tres dimensiones para analizar la cultura; la primero dimensión que tenemos la apariencia, que en términos prácticos es como esta se ve a simple vista, la segundo dimensión que tenemos son los derechos y deberes de este pueblo, y finalmente llegamos a la tercera dimensión, la cual es la cosmovisión de los pueblos, la que la teología llame Fe.

Transcripción

En el nombre de Dios, el Clemente el Misericordioso,
la paz de Dios sea con todos sus Profetas
desde Adán hasta Muhammad (s)

En la clase de hoy queremos hablar acerca de esta cuestión que estábamos tocando en las anteriores clases sobre la cultura. Hay un tema que generalmente se debe tocar referente a la interpretación de las culturas, cómo interpretamos las culturas. Generalmente se suele tener una visión muy superflua acerca de la cultura y se tiende a juzgar a las culturas desde sus apariencias, desde una visión externa y materialista, o sea, lo que uno ve, lo que uno percibe desde afuera es lo que generalmente queda como imagen de la cultura, entonces solemos juzgar a las culturas según esa imagen. Eso es un grave error, porque el tema que queremos debatir justamente hoy es sobre las dimensiones de la cultura: ¿acaso la cultura tiene únicamente una imagen y fuera de esa imagen no hay ninguna otra realidad? O ¿acaso esa imagen es producto de diversas profundidades, de diversas dimensiones culturales? De eso es lo que queremos hablar.

Generalmente en sociología islámica se habla de tres dimensiones o tres distintas esferas de la cultura. Imaginemos a la cultura como un triángulo en donde la base del triángulo sería la apariencia de esa cultura, es lo que vemos y lo que tenemos a mano, es lo que podemos percibir a simple vista; por ejemplo, si uno entrara a un país por primera vez y esa primera vista que tiene del país, de las costumbres, de los usos, de los hábitos, de la cultura en apariencia: cómo se viste el pueblo o la sociedad de ese país, cómo come, cuál es su idioma, las costumbres en el matrimonio, las costumbres para enterrar a los muerto, como se desarrolla la familia, las construcciones, la arquitectura, los parques, la distribución de la naturaleza, en fin, todo eso haría a la apariencia, a la imagen de la cultura. Entonces muchas veces uno como no tiene acceso a algo más profundo tiende a juzgar dicho país y dicha cultura, simplemente con lo que ve, mientras que nosotros sabemos muy bien que la base del triángulo es simplemente la parte externa, pero detrás de ello también se esconden realidades que son parte de la cultura, son de alguna forma los orígenes de esa cultura. Eso que nosotros conocemos como apariencia, no es más que lo que se puede ver y es lo que la cultura generalmente tiende a mostrar hacia el exterior, es como quiere verse al exterior. Pero eso no es una cuestión de cultura en el sentido de realidad, sino es la imagen que nos queda a nosotros del cuadro cultural. Sin embargo esa base del triángulo y esa imagen que nos queda tiene detrás de ello otra realidad que es la segunda dimensión o la segunda esfera cultural o el segundo elemento que construye este edificio de la cultura, y que tiene que ver con los deberes, las obligaciones y los derechos de este pueblo; es decir que detrás de esa imagen que venimos viendo a simple vista o a primera instancia, descansan una serie de obligaciones, de normas, de responsabilidades, de deberes y de derechos, que es justamente por esos deberes y esos derechos que esa imagen se desarrolla o se manifiesta de esta forma. Entonces hay que entender que cuando uno quiere juzgar a una cultura es necesario juzgarla no sólo a través de la apariencia y de la imagen, sino también hacernos cargos de aquello que está detrás de esa apariencia y de esa imagen. Es decir, de aquellos deberes, obligaciones y normas que rigen en esa sociedad y que son el origen y la causa de dicha apariencia. Por ello es fundamental que uno cuando quiera profundizar en el estudio o la investigación de una cultura, lo haga no sólo desde la apariencia, sino que profundice a la segunda esfera o a la segunda dimensión que es justamente aquella dimensión que va a ser la dimensión legal, la dimensión del comportamiento basada en las normas. Todos los seres humanos se sienten responsable en cierto grado y obedecen a ciertas normas que pueden ser religiosas, pueden ser gubernamentales, pueden ser familiares, culturales y de cualquier índole, pero al fin y al cabo el movimiento del hombre, la conducta y el comportamiento del ser humano está basado siempre en una serie de normas, hasta en los sistemas que supuestamente son caóticos, que no aceptan la ley, que son anarquistas, que no aceptan ningún tipo de limitación legal. En esos tipos de sistemas también existen normas y leyes a su manera, según su propia cosmovisión, pero siempre hay leyes que uno está obedeciendo. Por lo tanto tenemos que conocer dichas leyes, dichas normas, dichos derechos y obligaciones, que en algunos grupos representan responsabilidades, para poder decir estamos conociendo la profundidad de la cultura, o sea vamos en un salto intermedio desde la base del triángulo a la parte media del triángulo ya acercándonos a la punta, a la cumbre de esta montaña cultural.

Por lo tanto, tenemos dos dimensiones claras que veníamos explicando. La primera dimensión es la dimensión de la apariencia y la imagen, la segunda dimensión es la dimensión de las normas y las leyes. Hay una tercera profundidad y una tercera esfera cultural que tiene que ver con la cosmovisión de los pueblos o de las sociedades, es decir la creencia que gobierna en una cultura, la doctrina que se maneja en dicha cultura, porque esas normas y esas leyes generalmente son el producto de una forma de pensar, de una serie de convicciones, de una creencia, de una fe en algo, y es basado en esa fe y en esa creencia que el hombre desarrolla después toda esta serie de normas, leyes y responsabilidades.

Por lo tanto para poder tener una imagen general de la cultura debemos conocer el triángulo en todas sus dimensiones, tanto la base como las demás profundidades. La base serían entonces las apariencias, que es lo que se puede ver a simple vista; luego tenemos la segunda dimensión, que son las dimensiones del derecho y de la ley, las normas, aquellas obligaciones y responsabilidades del hombres, aquello que se le permite hacer y lo que no se le permite hacer. Y finalmente atrás de ellos tenemos las convicciones del hombre o del pueblo o de la sociedad, esa sección que llamamos doctrina, o que podemos llamar en terminología islámica o religiosa “teológica” “fe”. Por lo tanto es así como se debe conocer una cultura y es en base de estas tres dimensiones que uno puede juzgar una cultura.

En fin, cualquier tipo de sentencia valórica o de cualquier índole que uno quiera de alguna manera establecer como un juicio para juzgar a esa cultura debe basarse en el estudio de las diversas esferas, o dimensiones de la cultura y en una visión profunda de la realidad de todas estas dimensiones de la cultura, de no ser así estaríamos cayendo de un error. Por eso muchas veces desagraciadamente en occidente cuando juzgan al Islam, en su ámbito cultural, lo juzgan simplemente por la apariencia, y cuando ven por ejemplo a una mujer que se tapa, no ven qué hay detrás de ese hiyab, de esa vestimenta; no ven el pudor de la mujer, no ven su ámbito familiar, no ven su castidad, no ven su postura frente al tema de mostrar su belleza. Sólo ven un pedazo de tela que cubre su cuerpo y dicen: bueno como nuestra cultura está en contra de tapar el cuerpo de la mujer, entonces esa cultura no vale, esa cultura no nos sirve, no se puede dialogar con esa cultura. De este tema vamos a hablar justamente cuando toquemos el dialogo entre las civilizaciones o las culturas, por lo tanto hay que saber que detrás de ese hiyab o detrás de cualquier fenómeno social que uno lo ve como un fenómeno popular a la simple vista —como la imagen y la manifestación de lo exterior de ese pueblo— detrás de ello hay normas y leyes, y eso hay que juzgar, si esas normas son válidas o no, si esas leyes son válidas o no, y no simplemente la apariencia o la imagen. Del mismo modo debemos ver qué hay detrás de esas leyes y normas, si esa creencia es válida o no, si esas convicciones son válidas o no.

Por lo tanto ese es el tema que queríamos tocar hoy, acerca de las dimensiones de la cultura, la imagen y apariencia como primera dimensión, las leyes y normas como segunda dimensión y la tercera dimensión que representaría las creencias y la doctrina.

 ALAHAMDU LIL.LAHI RABBIL ‘ALAMIN,
WA SALAM ‘ALIKUM WA RAHMATUL.LAHI WA BARAKATU

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Las dimensiones de la cultura

Descripción

Transcripción

El Sheij nos narra sobre cómo se debe interpretar las culturas. Según la sociología Islámica tenemos tres dimensiones para analizar la cultura; la primero dimensión que tenemos la apariencia, que en términos prácticos es como esta se ve a simple vista, la segundo dimensión que tenemos son los derechos y deberes de este pueblo, y finalmente llegamos a la tercera dimensión, la cual es la cosmovisión de los pueblos, la que la teología llame Fe.

En el nombre de Dios, el Clemente el Misericordioso,
la paz de Dios sea con todos sus Profetas
desde Adán hasta Muhammad (s)

En la clase de hoy queremos hablar acerca de esta cuestión que estábamos tocando en las anteriores clases sobre la cultura. Hay un tema que generalmente se debe tocar referente a la interpretación de las culturas, cómo interpretamos las culturas. Generalmente se suele tener una visión muy superflua acerca de la cultura y se tiende a juzgar a las culturas desde sus apariencias, desde una visión externa y materialista, o sea, lo que uno ve, lo que uno percibe desde afuera es lo que generalmente queda como imagen de la cultura, entonces solemos juzgar a las culturas según esa imagen. Eso es un grave error, porque el tema que queremos debatir justamente hoy es sobre las dimensiones de la cultura: ¿acaso la cultura tiene únicamente una imagen y fuera de esa imagen no hay ninguna otra realidad? O ¿acaso esa imagen es producto de diversas profundidades, de diversas dimensiones culturales? De eso es lo que queremos hablar.

Generalmente en sociología islámica se habla de tres dimensiones o tres distintas esferas de la cultura. Imaginemos a la cultura como un triángulo en donde la base del triángulo sería la apariencia de esa cultura, es lo que vemos y lo que tenemos a mano, es lo que podemos percibir a simple vista; por ejemplo, si uno entrara a un país por primera vez y esa primera vista que tiene del país, de las costumbres, de los usos, de los hábitos, de la cultura en apariencia: cómo se viste el pueblo o la sociedad de ese país, cómo come, cuál es su idioma, las costumbres en el matrimonio, las costumbres para enterrar a los muerto, como se desarrolla la familia, las construcciones, la arquitectura, los parques, la distribución de la naturaleza, en fin, todo eso haría a la apariencia, a la imagen de la cultura. Entonces muchas veces uno como no tiene acceso a algo más profundo tiende a juzgar dicho país y dicha cultura, simplemente con lo que ve, mientras que nosotros sabemos muy bien que la base del triángulo es simplemente la parte externa, pero detrás de ello también se esconden realidades que son parte de la cultura, son de alguna forma los orígenes de esa cultura. Eso que nosotros conocemos como apariencia, no es más que lo que se puede ver y es lo que la cultura generalmente tiende a mostrar hacia el exterior, es como quiere verse al exterior. Pero eso no es una cuestión de cultura en el sentido de realidad, sino es la imagen que nos queda a nosotros del cuadro cultural. Sin embargo esa base del triángulo y esa imagen que nos queda tiene detrás de ello otra realidad que es la segunda dimensión o la segunda esfera cultural o el segundo elemento que construye este edificio de la cultura, y que tiene que ver con los deberes, las obligaciones y los derechos de este pueblo; es decir que detrás de esa imagen que venimos viendo a simple vista o a primera instancia, descansan una serie de obligaciones, de normas, de responsabilidades, de deberes y de derechos, que es justamente por esos deberes y esos derechos que esa imagen se desarrolla o se manifiesta de esta forma. Entonces hay que entender que cuando uno quiere juzgar a una cultura es necesario juzgarla no sólo a través de la apariencia y de la imagen, sino también hacernos cargos de aquello que está detrás de esa apariencia y de esa imagen. Es decir, de aquellos deberes, obligaciones y normas que rigen en esa sociedad y que son el origen y la causa de dicha apariencia. Por ello es fundamental que uno cuando quiera profundizar en el estudio o la investigación de una cultura, lo haga no sólo desde la apariencia, sino que profundice a la segunda esfera o a la segunda dimensión que es justamente aquella dimensión que va a ser la dimensión legal, la dimensión del comportamiento basada en las normas. Todos los seres humanos se sienten responsable en cierto grado y obedecen a ciertas normas que pueden ser religiosas, pueden ser gubernamentales, pueden ser familiares, culturales y de cualquier índole, pero al fin y al cabo el movimiento del hombre, la conducta y el comportamiento del ser humano está basado siempre en una serie de normas, hasta en los sistemas que supuestamente son caóticos, que no aceptan la ley, que son anarquistas, que no aceptan ningún tipo de limitación legal. En esos tipos de sistemas también existen normas y leyes a su manera, según su propia cosmovisión, pero siempre hay leyes que uno está obedeciendo. Por lo tanto tenemos que conocer dichas leyes, dichas normas, dichos derechos y obligaciones, que en algunos grupos representan responsabilidades, para poder decir estamos conociendo la profundidad de la cultura, o sea vamos en un salto intermedio desde la base del triángulo a la parte media del triángulo ya acercándonos a la punta, a la cumbre de esta montaña cultural.

Por lo tanto, tenemos dos dimensiones claras que veníamos explicando. La primera dimensión es la dimensión de la apariencia y la imagen, la segunda dimensión es la dimensión de las normas y las leyes. Hay una tercera profundidad y una tercera esfera cultural que tiene que ver con la cosmovisión de los pueblos o de las sociedades, es decir la creencia que gobierna en una cultura, la doctrina que se maneja en dicha cultura, porque esas normas y esas leyes generalmente son el producto de una forma de pensar, de una serie de convicciones, de una creencia, de una fe en algo, y es basado en esa fe y en esa creencia que el hombre desarrolla después toda esta serie de normas, leyes y responsabilidades.

Por lo tanto para poder tener una imagen general de la cultura debemos conocer el triángulo en todas sus dimensiones, tanto la base como las demás profundidades. La base serían entonces las apariencias, que es lo que se puede ver a simple vista; luego tenemos la segunda dimensión, que son las dimensiones del derecho y de la ley, las normas, aquellas obligaciones y responsabilidades del hombres, aquello que se le permite hacer y lo que no se le permite hacer. Y finalmente atrás de ellos tenemos las convicciones del hombre o del pueblo o de la sociedad, esa sección que llamamos doctrina, o que podemos llamar en terminología islámica o religiosa “teológica” “fe”. Por lo tanto es así como se debe conocer una cultura y es en base de estas tres dimensiones que uno puede juzgar una cultura.

En fin, cualquier tipo de sentencia valórica o de cualquier índole que uno quiera de alguna manera establecer como un juicio para juzgar a esa cultura debe basarse en el estudio de las diversas esferas, o dimensiones de la cultura y en una visión profunda de la realidad de todas estas dimensiones de la cultura, de no ser así estaríamos cayendo de un error. Por eso muchas veces desagraciadamente en occidente cuando juzgan al Islam, en su ámbito cultural, lo juzgan simplemente por la apariencia, y cuando ven por ejemplo a una mujer que se tapa, no ven qué hay detrás de ese hiyab, de esa vestimenta; no ven el pudor de la mujer, no ven su ámbito familiar, no ven su castidad, no ven su postura frente al tema de mostrar su belleza. Sólo ven un pedazo de tela que cubre su cuerpo y dicen: bueno como nuestra cultura está en contra de tapar el cuerpo de la mujer, entonces esa cultura no vale, esa cultura no nos sirve, no se puede dialogar con esa cultura. De este tema vamos a hablar justamente cuando toquemos el dialogo entre las civilizaciones o las culturas, por lo tanto hay que saber que detrás de ese hiyab o detrás de cualquier fenómeno social que uno lo ve como un fenómeno popular a la simple vista —como la imagen y la manifestación de lo exterior de ese pueblo— detrás de ello hay normas y leyes, y eso hay que juzgar, si esas normas son válidas o no, si esas leyes son válidas o no, y no simplemente la apariencia o la imagen. Del mismo modo debemos ver qué hay detrás de esas leyes y normas, si esa creencia es válida o no, si esas convicciones son válidas o no.

Por lo tanto ese es el tema que queríamos tocar hoy, acerca de las dimensiones de la cultura, la imagen y apariencia como primera dimensión, las leyes y normas como segunda dimensión y la tercera dimensión que representaría las creencias y la doctrina.

 ALAHAMDU LIL.LAHI RABBIL ‘ALAMIN,
WA SALAM ‘ALIKUM WA RAHMATUL.LAHI WA BARAKATU