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Descripción

En nuestra visión monoteísta de la vida humana creemos que la religión es fundamental para tener una vida ordenada. La religión permite al ser humano ordenar tanto su pensamiento, como sus sentamientos y su conducta.

Transcripción

En el nombre de Dios, el Clemente el Misericordioso,
la paz de Dios sea con todos sus Profetas
desde Adán hasta Muhammad (s)

Veníamos hablando en esta sesión de clases y diálogos acerca de la necesidad de la religión. Si recuerdan en la última clase habíamos hablamos que la religión también es una necesidad del ser humano para poder guiar el comportamiento y la conducta de éste; es decir, la acción del ser humana necesita también de la guía de la religión, es por eso que se hace obligatorio para él seguir una religión, que contenga una norma y una ley que va a ser las veces de guía en el camino hacia su objetivo, hacia su meta final y hacia la perfección humana.

Hoy vamos a hablar de una nueva dimensión, de esta necesidad de la religión que es justamente lo que tiene que ver con el orden. Hay una narración muy famosa del Imam ‘Ali en su testamento a sus hijos en donde dice:

"اوصيکم بتقوي الله و نظم امرکم"

“Les aconsejo (les recomiendo -les está enseñando) la piedad y el temor a Dios y el orden en vuestras cuestiones”.

Ustedes saben muy bien que la sociedad desde siempre necesitó de un orden para no volverse caótica. Ustedes saben muy bien que los pueblos a través de la historia hicieron de la ley justamente una norma para sus vidas para encontrar orden. En el derecho y en las leyes se estudia la filosofía y la filosofía de la ley es justamente poder encontrar un orden en la vida del ser humano. Pero ¿por qué un orden? Porque desgraciadamente el hombre perdido, el hombre desviado, el hombre que no cuenta con la guía de la religión, tiene una vida totalmente desordenada. Si queremos dar algunos ejemplos de este desorden en la vida del hombre podemos decir, por ejemplo, que muchas veces nosotros no conocemos cuáles son nuestras prioridades, entonces vemos a seres humanos ocupados en cuestiones que no son prioritarias para sus vidas, que al fin y al cabo terminan perjudicándole, porque no los acerca al objetivo o porque no los ayuda al perfeccionamiento humano.

En segundo punto muchas veces no conocemos cuales son nuestras obligaciones y responsabilidades. El orden en la vida del hombre es necesaria justamente para encontrar esas obligaciones y responsabilidades y poder dedicarnos de lleno a ellas, ya que a través del cumplimiento de las obligaciones y las responsabilidades uno logra sus objetivos. Muchas veces las personas que no han logrado el éxito en la vida, ya sea terrenal o en el Más Allá, es porque no conocieron cuáles son sus obligaciones y cuáles son sus responsabilidades. El orden nos da justamente esta pauta, de: qué es lo prioritario, qué es la responsabilidad, qué es lo obligatorio.

Otro tema es la cuestión de las necesidades. Muchas veces nos ocupamos en asuntos innecesarias y dejamos de lado aquello que realmente es una necesidad para nosotros y terminamos cayendo en el caos de aquello que simplemente se transforma en algo secundario, en algo innecesario, pero aquello que realmente es una necesidad para llegar al objetivo termina siendo algo sin ningún tipo de importancia para nuestra vida. Entonces la religión es ordenar a la vida del ser humano para que logre justamente esta vida plena, esta plenitud humana en su vida.

También tenemos cuestiones que tienen que ver con lo importante. Hay muchas acciones que son acciones válidas y positivas, pero no son importantes. Muchas veces dejamos de lado las acciones importantes por preocuparnos por lo no importante.

A lo que voy es que: si el ser humano no tiene prioridades en la vida, si no se fija en sus derechos y sus obligaciones, si no se fija en sus responsabilidades, si no se fija en lo importante de las acciones, si no se fija en lo necesario, termina dejando todo aquello que es fundamental para su desarrollo y termina desvaneciéndose y debilitándose. Por lo tanto una de las filosofías de la ley y el cumplimiento de la ley y la obediencia a Dios y seguir la guía de las enseñanzas proféticas, es justamente encontrar un orden, un orden para lograr tener un resultado positivo.

Ustedes saben que la construcción generalmente necesita de material y necesita de una construcción ordenada; o sea un orden que coloque esos materiales de tal forma que tienen que ver con lo importante para que pueda construir un edificio una casa o lo que uno desee. Entonces la construcción no sólo necesita de material, que es la materia prima justamente y el capital fundamental para que se dé la construcción, sino también necesita de un orden lógico. Imaginemos que uno quiera hacer una pared, ponga primero el agua, después los ladrillos, después el cemento, después la arena, después la cal, o lo mezcle sin ningún tipo de orden, o ponga cemento sin los ladrillos, o se confunda en el orden que se quiera darle a esa pared, es obvio que esa pared no se construirá nunca. La pared necesita del agua, del cemento, de la cal, de la arena y de los ladrillos, para que juntos todos esos materiales en un orden lógico establecido ya por los arquitectos, los ingenieros o por los maestros mayores de obra —ellos saben de qué forma darle el orden— termine construyéndose la pared. Por lo tanto la necesidad de la religión en esta nueva dimensión es justamente que al hombre no sólo le hace falta una guía, una norma y una ley que pueda regir en su vida, sino que también necesita de un orden; es por eso que muchas veces en la filosofía de la ley nosotros estudiamos que muchas de las leyes están propuestas justamente para ordenar la vida del hombre. Si ven la shariah islámica, es muy específica en el tema del orden, en el tema de los horarios. Por ejemplo: en el mes de Ramadán tenemos que ver el primer día que sale la luna para comenzar a ayunar, el último día del mes lunar para terminar el ayuno, durante la mañana tenemos que levantarnos en un horario determinado antes de la salida del sol para rezar, luego al medio día cuando el sol se pone senil, luego a la tarde, y así sucesivamente muchas de estas acciones tienen que ver con un orden y eso es una necesidad para el ser humano, porque sin orden no hay camino, no hay meta, no hay un objetivo de perfección.

 ALAHAMDU LIL.LAHI RABBIL ‘ALAMIN,
WA SALAM ‘ALIKUM WA RAHMATUL.LAHI WA BARAKATU

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La necesidad del religión (4)

Descripción

Transcripción

En nuestra visión monoteísta de la vida humana creemos que la religión es fundamental para tener una vida ordenada. La religión permite al ser humano ordenar tanto su pensamiento, como sus sentamientos y su conducta.

En el nombre de Dios, el Clemente el Misericordioso,
la paz de Dios sea con todos sus Profetas
desde Adán hasta Muhammad (s)

Veníamos hablando en esta sesión de clases y diálogos acerca de la necesidad de la religión. Si recuerdan en la última clase habíamos hablamos que la religión también es una necesidad del ser humano para poder guiar el comportamiento y la conducta de éste; es decir, la acción del ser humana necesita también de la guía de la religión, es por eso que se hace obligatorio para él seguir una religión, que contenga una norma y una ley que va a ser las veces de guía en el camino hacia su objetivo, hacia su meta final y hacia la perfección humana.

Hoy vamos a hablar de una nueva dimensión, de esta necesidad de la religión que es justamente lo que tiene que ver con el orden. Hay una narración muy famosa del Imam ‘Ali en su testamento a sus hijos en donde dice:

"اوصيکم بتقوي الله و نظم امرکم"

“Les aconsejo (les recomiendo -les está enseñando) la piedad y el temor a Dios y el orden en vuestras cuestiones”.

Ustedes saben muy bien que la sociedad desde siempre necesitó de un orden para no volverse caótica. Ustedes saben muy bien que los pueblos a través de la historia hicieron de la ley justamente una norma para sus vidas para encontrar orden. En el derecho y en las leyes se estudia la filosofía y la filosofía de la ley es justamente poder encontrar un orden en la vida del ser humano. Pero ¿por qué un orden? Porque desgraciadamente el hombre perdido, el hombre desviado, el hombre que no cuenta con la guía de la religión, tiene una vida totalmente desordenada. Si queremos dar algunos ejemplos de este desorden en la vida del hombre podemos decir, por ejemplo, que muchas veces nosotros no conocemos cuáles son nuestras prioridades, entonces vemos a seres humanos ocupados en cuestiones que no son prioritarias para sus vidas, que al fin y al cabo terminan perjudicándole, porque no los acerca al objetivo o porque no los ayuda al perfeccionamiento humano.

En segundo punto muchas veces no conocemos cuales son nuestras obligaciones y responsabilidades. El orden en la vida del hombre es necesaria justamente para encontrar esas obligaciones y responsabilidades y poder dedicarnos de lleno a ellas, ya que a través del cumplimiento de las obligaciones y las responsabilidades uno logra sus objetivos. Muchas veces las personas que no han logrado el éxito en la vida, ya sea terrenal o en el Más Allá, es porque no conocieron cuáles son sus obligaciones y cuáles son sus responsabilidades. El orden nos da justamente esta pauta, de: qué es lo prioritario, qué es la responsabilidad, qué es lo obligatorio.

Otro tema es la cuestión de las necesidades. Muchas veces nos ocupamos en asuntos innecesarias y dejamos de lado aquello que realmente es una necesidad para nosotros y terminamos cayendo en el caos de aquello que simplemente se transforma en algo secundario, en algo innecesario, pero aquello que realmente es una necesidad para llegar al objetivo termina siendo algo sin ningún tipo de importancia para nuestra vida. Entonces la religión es ordenar a la vida del ser humano para que logre justamente esta vida plena, esta plenitud humana en su vida.

También tenemos cuestiones que tienen que ver con lo importante. Hay muchas acciones que son acciones válidas y positivas, pero no son importantes. Muchas veces dejamos de lado las acciones importantes por preocuparnos por lo no importante.

A lo que voy es que: si el ser humano no tiene prioridades en la vida, si no se fija en sus derechos y sus obligaciones, si no se fija en sus responsabilidades, si no se fija en lo importante de las acciones, si no se fija en lo necesario, termina dejando todo aquello que es fundamental para su desarrollo y termina desvaneciéndose y debilitándose. Por lo tanto una de las filosofías de la ley y el cumplimiento de la ley y la obediencia a Dios y seguir la guía de las enseñanzas proféticas, es justamente encontrar un orden, un orden para lograr tener un resultado positivo.

Ustedes saben que la construcción generalmente necesita de material y necesita de una construcción ordenada; o sea un orden que coloque esos materiales de tal forma que tienen que ver con lo importante para que pueda construir un edificio una casa o lo que uno desee. Entonces la construcción no sólo necesita de material, que es la materia prima justamente y el capital fundamental para que se dé la construcción, sino también necesita de un orden lógico. Imaginemos que uno quiera hacer una pared, ponga primero el agua, después los ladrillos, después el cemento, después la arena, después la cal, o lo mezcle sin ningún tipo de orden, o ponga cemento sin los ladrillos, o se confunda en el orden que se quiera darle a esa pared, es obvio que esa pared no se construirá nunca. La pared necesita del agua, del cemento, de la cal, de la arena y de los ladrillos, para que juntos todos esos materiales en un orden lógico establecido ya por los arquitectos, los ingenieros o por los maestros mayores de obra —ellos saben de qué forma darle el orden— termine construyéndose la pared. Por lo tanto la necesidad de la religión en esta nueva dimensión es justamente que al hombre no sólo le hace falta una guía, una norma y una ley que pueda regir en su vida, sino que también necesita de un orden; es por eso que muchas veces en la filosofía de la ley nosotros estudiamos que muchas de las leyes están propuestas justamente para ordenar la vida del hombre. Si ven la shariah islámica, es muy específica en el tema del orden, en el tema de los horarios. Por ejemplo: en el mes de Ramadán tenemos que ver el primer día que sale la luna para comenzar a ayunar, el último día del mes lunar para terminar el ayuno, durante la mañana tenemos que levantarnos en un horario determinado antes de la salida del sol para rezar, luego al medio día cuando el sol se pone senil, luego a la tarde, y así sucesivamente muchas de estas acciones tienen que ver con un orden y eso es una necesidad para el ser humano, porque sin orden no hay camino, no hay meta, no hay un objetivo de perfección.

 ALAHAMDU LIL.LAHI RABBIL ‘ALAMIN,
WA SALAM ‘ALIKUM WA RAHMATUL.LAHI WA BARAKATU