El significado de la palabra عبادت ‘ibadat es: hacer culto o adorar a Dios) y عبودیت ‘âbudiat es: adoración, servidumbre
¿Acaso adorar se refiere sólo a rezar y hablar con Dios?
¿Adoramos a Dios al realizar los actos diarios?
El vídeo de hoy lo iniciamos en el nombre de Dios y para responder a estas preguntas.
En el nombre sea de Dios
En las aleyas del Corán encontramos que el universo fue creado para los siervos de Dios, y que todos los Profetas enviados a cada comunidad llevaron el mismo mensaje y este fue “¡adorad a Dios!” Todos los Profetas enfatizaron en la adoración y servidumbre a Dios. Lo importante es el significado de adoración, de ese servicio devocional de Dios. Cuando entre la gente se habla de ‘abd y ‘âbudiat es decir de adorador y adoración, se supone que la persona que realiza el culto a Dios, se aparta y deja de relacionarse con los demás, hace a un lado la política, deja de importarle el sistema y en una palabra se aísla del mundo, hallándose siempre ensimismada. Ora, reza y recita el Corán, y ese es el verdadero devoto.
Pero esa idea es errónea.
Adoración significa sumisión, humildad, entrega a alguien digno de ser adorado. La adoración es especial de Dios, es decir, entregarse a esa Esencia que es nuestro creador y Esencia digna de ser adorada. Adoración es cualquier acto que muestre entrega. Por ejemplo: “no peco por agradar a Dios”. Este acto es adorar aunque no haya realizado la oración. Otro ejemplo, un hombre tiene la costumbre de decir malas palabras y tosquedades, pero un día decide dejar de hacerlo para agradar a Dios, todo el tiempo que se esfuerza por terminar con esa mala costumbre se encuentra adorando.
Porque la adoración más elevada es que hagamos algo por dominar esas costumbres desagradables. En una ocasión un joven fornido se presentó en la mezquita. Se veía robusto, muy guapo y atractivo. Los Compañeros Cercanos dijeron al Profeta: “¡Oh, Mensajero de Dios! Qué vergüenza”.
“¿Por qué?” —preguntó el Profeta.
Respondieron: “Ese hombre día y noche solamente trabaja. Desde la mañana hasta la noche se esfuerza en una granja. Ojalá dedicara un poco de ese tiempo para ir a la mezquita, adorar y suplicar”.
El Mensajero de Dios dijo: “La forma en que trabaja podemos dividirla en tres. Si lo hace por la comodidad de su mujer e hijos, es adorar a Dios. Si trabaja para no estar de ocioso y no ocasionar problemas en la sociedad, entonces está adorando a Dios. Si trabaja para gastar su dinero en actos ilícitos, esto es un acto del Demonio y prohibido”.
El Imam Baqir (a.s) trabajaba en el desierto, un hombre que consideraba que adorar es ir a la mezquita y suplicar le dijo: “¡Usted me sorprende! ¿Por qué usted?” El Imam contestó: “¿Qué sucede?” Dijo: “¡Oh, usted debería estar en la mezquita, suplicando y haciendo culto!”
— “¡Juro por Dios! que si en estos momentos muriese, moriría estando haciendo culto a Dios”–le respondió el Imam.
Una parte importante del culto, es obtener bienes permitidos para vivir y aminorar los problemas de la gente. Entonces un chofer de taxi puede están haciendo culto detrás del volante. Un ejecutivo, puede estar adorando a Dios, en su oficina. Todos pueden ser devotos en sus trabajos, siempre y cuando su motivo sea un motivo Divino. Pero también puede ser al contrario. Alguien en su plegaria puede ser hipócrita, es decir no recita su oración para Dios sino que para exhibirse y otros propósitos fuera de obtener la satisfacción divina, que en este caso esa plegaria no es adorar.
Naturalmente, tenemos también un culto definido. Por ejemplo que alguien diga: “Yo no ayuno en el mes santo de Ramadán y en su lugar trabajo”. ¡No!, para un musulmán es obligatorio ayunar en el mes de Ramadán a menos que esté enfermo o de viaje. Esta es una orden de Dios.
Cada cosa tiene un símbolo o emblema. Todos los países tienen su himno, su bandera y su emblema. En el Islam contamos con un emblema llamado “salat” u oración como lenguaje común entre todos los musulmanes. Esto debe ser protegido. Imaginen que tres millones de personas estando en la Mezquita Al-Haram en la época de la peregrinación oren, ¿qué sucedería si cada una lo hiciese con un método diferente? Debemos respetar el lugar de estas adoraciones definidas. Tal y como lo expliqué, adoración no es exclusivamente ayunar y rezar. El ser humano puede adorar a Dios durante todos los momentos de su vida y durante todos los actos que realiza a diario.