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Descripción

El Sheij nos narra sobre el Proyecto Divino que nos lleva a pasar de los Infalibles (Profeta e imames) a los sabios que son falibles. El Sheij nos explica cómo llegamos a poner las Leyes e interpretaciones de nuestras fuentes en manos de falibles al igual que nuestros hermanos sunnitas, aparentemente pareciese eso, pero la respuesta es otra. Nosotros al seguir al Sabio, no es por una elección creada por nosotros mismos, es una imposición que forma parte del Plan Divino, y fue informado antes de la ocultación del Imam Mahdi (a.y).

Transcripción

En el nombre de Dios, el Clemente el Misericordioso,
la paz de Dios sea con todos sus Profetas
desde Adán hasta Muhammad (s)

Estamos hablando acerca de las formas a través de las cuales los musulmanes conocen las leyes del Islam, conocer las enseñanzas del Corán y de la sunnah del Profeta. Dijimos que una vez que Dios revela el Corán al Profeta, el Profeta se encarga de difundir la religión. Luego de la muerte del Profeta comienza la instancia del imamato como una nueva institución en el Islam para continuar con la misión profética de la difusión del Islam y la protección infalible del Corán, de las enseñanzas y la sunnah. Dijimos que con la ocultación del Imam Mahdi, el doceavo Imam, comienza una nueva instancia, que es la instancia del iytihad y de los muytahid, es decir, los sabios que tienen la capacidad de extraer e interpretar las leyes a partir de las fuentes del Islam.

El tema del iytihad es que en realidad uno tendría que tener un acceso directo a la revelación a través del Profeta o el Imam, pero como el Imam en este caso se oculta, consecuentemente los creyentes ya no tienen un acceso directo al infalible para poder extraer las leyes, o para poder interpretar el Corán y la sunnah. Ahí es donde se crea una nueva instancia que es la instancia de la imitación, el taqlid, y es que los ignorantes en las leyes prácticas o aquellos que no tienen conocimiento en las leyes prácticas, sigan a los sabios, a los que conocen las leyes prácticas porque tienen la capacidad de interpretar la ley a partir de sus fuentes. Esa es una regla normal que se da en todo fenómeno que tenga que ver con el conocimiento. En la sociedad humana generalmente en el tema del conocimiento —especialmente cuando se trata de un conocimiento particular, una especialidad con determinada precisión y un estudio, digamos, que necesita de profundidad en el desarrollo de esa ciencia o esa actividad o esa disciplina— la gente que ignora esa disciplina vuelve a la gente que conoce y tiene experiencia. Por ejemplo, en el tema de la medicina el enfermo que ignora acerca de la medicina vuelve al médico que es el que sabe y que conoce, en el tema de ingeniería, en el tema de la arquitectura, en el tema de la mecánica. Por ejemplo, yo tengo un auto que se descompone, tengo problemas con el motor, como soy ignorante de la mecánica, entonces voy y me dirijo al mecánico. Si quiero construir una casa me dirijo al arquitecto, si quiero involucrarme de cualquier fenómeno que necesite de especialidad, entonces generalmente la persona ignorante de la especialidad vuelve a la persona sabía, a la persona que tiene conocimiento, que tiene, de una manera idoneidad, experiencia.

Con en el tema del fiq (la jurisprudencia, que es la ciencia que cuida las leyes del Islam, las leyes prácticas) sucede del mismo modo; la persona que ignora sobre esas ciencias necesita o requiere de volver al sabio y a la persona que conoce para poder aprovechar su conocimiento y de esa manera tener acceso a las leyes y a lo que Dios desea para el ser humano. Por lo tanto la operación en sí de que el ignorante vuelva al sabio es algo que, consuetudinariamente hablando, se ha desarrollado durante toda la historia de la humanidad en muchos campo y ámbitos, por lo tanto no hay nada raro. La pregunta que surge acá es que, la gente dice si ustedes habían dicho al principio que necesitábamos continuar con esta idea de la infalibilidad tanto del Corán como del mensaje y de la sunnah, y es por eso que Dios mismo elegía a los Profetas, elegía a los Imames y tenía que estar en este tema de la trasmisión de la tradición profética y del Corán o la interpretación de estas fuentes dada a través de una persona infalible, un Imam, una persona que de alguna manera representaba a Dios en Su mensaje, una persona elegida por Dios, una persona lejos del pecado, lejos de la equivocación, lejos de los errores, lejos del olvido; por consiguiente si esa persona tiene que ser el Profeta o el Imam (a.s) entonces hay una gran necesidad de que con el ocultamiento del Imam pase lo mismo. Nosotros allá hacíamos la crítica al sunismo, en donde dijimos que la línea profética continúa con la familia o la descendencia del Profeta, los Imames; y ustedes habían dicho que no, podemos armar esta instancia del califato para poder continuar la cuestión del Profeta o esta experiencia de la dirigencia o de la administración de la sociedad. Entonces yo pregunto si allá ustedes criticaban al califato o a esta opinión de la Escuela Sunnita, o sea, el tema de continuar la enseñanza del Islam a través de los califas ¿por qué acá ustedes no siguen también a un Imam, y de repente permiten seguir a los sabios? La diferencia entre estos dos puntos está en esto: nosotros en realidad no tenemos fanatismo por un sabio o por un Imam o por un califa o por un Profeta. Nosotros tenemos que seguir la orden de Dios, nosotros conocemos de qué forma Dios en ese sentido propone Su enseñanza, propone Su religión. En la religión hasta el Profeta Muhammad (s) había propuesto la profecía y ese era plan divino. Con la muerte del Profeta Muhammad (s) ya no hay más Profetas. Entonces el plan divino requiere que continúe el tema de la profecía a través de los Imames, es decir, que nosotros en realidad esto de pasar del Profeta al Imam y del Imam al sabio es parte de un proyecto Divino, parte de un plan Divino que comienza con la revelación a través de la profecía, a través del imamato llegando al sabio. Es decir que cuando nosotros seguimos al sabio en la época del ocultamiento del Imam Mahdi, no lo seguimos por capricho, o porque se nos antoja o porque nos interesa seguir a un sabio. Lo seguimos porque el plan divino requiere eso, o sea, Dios mismo ordena al Profeta que el Profeta ordene al Imam que el Imam ordene a la comunidad seguir al sabio. Es decir eso es una cadena que viene como una orden divina y como es una orden divina nosotros la aceptamos, nosotros no tenemos la libertad de poder elegir otra cuestión.

Por ello se hace necesario saber que el tema del califato allá, no era una cuestión de capricho, era que nosotros queríamos que se siga el plan divino. En aquel momento el plan divino decía después del Profeta hay que seguir al Imam. Como ahora el plan divino dice cuando después del Imam, cuando se oculte hay que seguir al sabio. Entonces está el tema del iytihad y del taqlid o de la imitación.

Por lo tanto, esa es la diferencia que uno hace entre la interpretación de la Escuela Sunnita acerca del califato con la interpretación de la Escuela Shiíta acerca del iytihad. Sobre esto continuaremos hablando en la próxima clase.

ALAHAMDU LIL.LAHI RABBIL ‘ALAMIN,
WA SALAM ‘ALIKUM WA RAHMATUL.LAHI WA BARAKATU

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Iytihad e imitación (1)

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El Sheij nos narra sobre el Proyecto Divino que nos lleva a pasar de los Infalibles (Profeta e imames) a los sabios que son falibles. El Sheij nos explica cómo llegamos a poner las Leyes e interpretaciones de nuestras fuentes en manos de falibles al igual que nuestros hermanos sunnitas, aparentemente pareciese eso, pero la respuesta es otra. Nosotros al seguir al Sabio, no es por una elección creada por nosotros mismos, es una imposición que forma parte del Plan Divino, y fue informado antes de la ocultación del Imam Mahdi (a.y).

En el nombre de Dios, el Clemente el Misericordioso,
la paz de Dios sea con todos sus Profetas
desde Adán hasta Muhammad (s)

Estamos hablando acerca de las formas a través de las cuales los musulmanes conocen las leyes del Islam, conocer las enseñanzas del Corán y de la sunnah del Profeta. Dijimos que una vez que Dios revela el Corán al Profeta, el Profeta se encarga de difundir la religión. Luego de la muerte del Profeta comienza la instancia del imamato como una nueva institución en el Islam para continuar con la misión profética de la difusión del Islam y la protección infalible del Corán, de las enseñanzas y la sunnah. Dijimos que con la ocultación del Imam Mahdi, el doceavo Imam, comienza una nueva instancia, que es la instancia del iytihad y de los muytahid, es decir, los sabios que tienen la capacidad de extraer e interpretar las leyes a partir de las fuentes del Islam.

El tema del iytihad es que en realidad uno tendría que tener un acceso directo a la revelación a través del Profeta o el Imam, pero como el Imam en este caso se oculta, consecuentemente los creyentes ya no tienen un acceso directo al infalible para poder extraer las leyes, o para poder interpretar el Corán y la sunnah. Ahí es donde se crea una nueva instancia que es la instancia de la imitación, el taqlid, y es que los ignorantes en las leyes prácticas o aquellos que no tienen conocimiento en las leyes prácticas, sigan a los sabios, a los que conocen las leyes prácticas porque tienen la capacidad de interpretar la ley a partir de sus fuentes. Esa es una regla normal que se da en todo fenómeno que tenga que ver con el conocimiento. En la sociedad humana generalmente en el tema del conocimiento —especialmente cuando se trata de un conocimiento particular, una especialidad con determinada precisión y un estudio, digamos, que necesita de profundidad en el desarrollo de esa ciencia o esa actividad o esa disciplina— la gente que ignora esa disciplina vuelve a la gente que conoce y tiene experiencia. Por ejemplo, en el tema de la medicina el enfermo que ignora acerca de la medicina vuelve al médico que es el que sabe y que conoce, en el tema de ingeniería, en el tema de la arquitectura, en el tema de la mecánica. Por ejemplo, yo tengo un auto que se descompone, tengo problemas con el motor, como soy ignorante de la mecánica, entonces voy y me dirijo al mecánico. Si quiero construir una casa me dirijo al arquitecto, si quiero involucrarme de cualquier fenómeno que necesite de especialidad, entonces generalmente la persona ignorante de la especialidad vuelve a la persona sabía, a la persona que tiene conocimiento, que tiene, de una manera idoneidad, experiencia.

Con en el tema del fiq (la jurisprudencia, que es la ciencia que cuida las leyes del Islam, las leyes prácticas) sucede del mismo modo; la persona que ignora sobre esas ciencias necesita o requiere de volver al sabio y a la persona que conoce para poder aprovechar su conocimiento y de esa manera tener acceso a las leyes y a lo que Dios desea para el ser humano. Por lo tanto la operación en sí de que el ignorante vuelva al sabio es algo que, consuetudinariamente hablando, se ha desarrollado durante toda la historia de la humanidad en muchos campo y ámbitos, por lo tanto no hay nada raro. La pregunta que surge acá es que, la gente dice si ustedes habían dicho al principio que necesitábamos continuar con esta idea de la infalibilidad tanto del Corán como del mensaje y de la sunnah, y es por eso que Dios mismo elegía a los Profetas, elegía a los Imames y tenía que estar en este tema de la trasmisión de la tradición profética y del Corán o la interpretación de estas fuentes dada a través de una persona infalible, un Imam, una persona que de alguna manera representaba a Dios en Su mensaje, una persona elegida por Dios, una persona lejos del pecado, lejos de la equivocación, lejos de los errores, lejos del olvido; por consiguiente si esa persona tiene que ser el Profeta o el Imam (a.s) entonces hay una gran necesidad de que con el ocultamiento del Imam pase lo mismo. Nosotros allá hacíamos la crítica al sunismo, en donde dijimos que la línea profética continúa con la familia o la descendencia del Profeta, los Imames; y ustedes habían dicho que no, podemos armar esta instancia del califato para poder continuar la cuestión del Profeta o esta experiencia de la dirigencia o de la administración de la sociedad. Entonces yo pregunto si allá ustedes criticaban al califato o a esta opinión de la Escuela Sunnita, o sea, el tema de continuar la enseñanza del Islam a través de los califas ¿por qué acá ustedes no siguen también a un Imam, y de repente permiten seguir a los sabios? La diferencia entre estos dos puntos está en esto: nosotros en realidad no tenemos fanatismo por un sabio o por un Imam o por un califa o por un Profeta. Nosotros tenemos que seguir la orden de Dios, nosotros conocemos de qué forma Dios en ese sentido propone Su enseñanza, propone Su religión. En la religión hasta el Profeta Muhammad (s) había propuesto la profecía y ese era plan divino. Con la muerte del Profeta Muhammad (s) ya no hay más Profetas. Entonces el plan divino requiere que continúe el tema de la profecía a través de los Imames, es decir, que nosotros en realidad esto de pasar del Profeta al Imam y del Imam al sabio es parte de un proyecto Divino, parte de un plan Divino que comienza con la revelación a través de la profecía, a través del imamato llegando al sabio. Es decir que cuando nosotros seguimos al sabio en la época del ocultamiento del Imam Mahdi, no lo seguimos por capricho, o porque se nos antoja o porque nos interesa seguir a un sabio. Lo seguimos porque el plan divino requiere eso, o sea, Dios mismo ordena al Profeta que el Profeta ordene al Imam que el Imam ordene a la comunidad seguir al sabio. Es decir eso es una cadena que viene como una orden divina y como es una orden divina nosotros la aceptamos, nosotros no tenemos la libertad de poder elegir otra cuestión.

Por ello se hace necesario saber que el tema del califato allá, no era una cuestión de capricho, era que nosotros queríamos que se siga el plan divino. En aquel momento el plan divino decía después del Profeta hay que seguir al Imam. Como ahora el plan divino dice cuando después del Imam, cuando se oculte hay que seguir al sabio. Entonces está el tema del iytihad y del taqlid o de la imitación.

Por lo tanto, esa es la diferencia que uno hace entre la interpretación de la Escuela Sunnita acerca del califato con la interpretación de la Escuela Shiíta acerca del iytihad. Sobre esto continuaremos hablando en la próxima clase.

ALAHAMDU LIL.LAHI RABBIL ‘ALAMIN,
WA SALAM ‘ALIKUM WA RAHMATUL.LAHI WA BARAKATU