En el nombre de Dios, el Clemente el Misericordioso,
la paz de Dios sea con todos sus Profetas
desde Adán hasta Muhammad (s)
Como venimos hablando del tema de la espiritualidad en estos días estuvimos tocando la relación entre el Islam y la espiritualidad y dijimos que lo fundamental en esto del estudio de la espiritualidad tiene que ver con cuál es el verdadero sentido de la espiritualidad. Luego estuvimos definiendo un poco la calidad de la espiritualidad de la cual venimos hablando y aquella espiritualidad que es aceptada por el Islam, ya que desgraciadamente en esto del mercado de las religiones existen muchas seudo-espiritualidades y falsos misticismos que en realidad solamente tienen una imagen externa de la espiritualidad sin tener ningún tipo de contenido espiritual o sin cumplir con las condiciones fundamentes que logran los objetivos de la verdadera espiritualidad. Entonces es necesario en esto de la distinción entre la falsa espiritualidad y la verdadera espiritualidad, o la espiritualidad real, aquella que se basa en los mensajes divinos, aquella que se basa en las enseñanzas de los Profetas, en la revelación coránica en este caso (en el caso de la espiritualidad islámica), hace falta en esta cuestión conocer cuáles son los criterios y los referentes de la verdadera espiritualidad, para que en base de esos criterios uno elegía un camino de espiritualidad y sepa de qué forma desarrollarse en este camino.
Dijimos que era necesario contar con una condición fundamental que era la conformidad o la concordancia entre la espiritualidad y la razón o el intelecto, y dijimos que está totalmente rechazado por el Islam ese tipo de espiritualidad que no conduce a un camino racional de la fe y de la purificación del alma. Por lo tanto así como dijimos también que una de las cuestiones fundamentales de la espiritualidad —y quizás sería la condición más importante de la espiritualidad— es que la espiritualidad en realidad comience con Dios, comience con este motor del corpus espiritual que es justamente Dios, y que el objetivo sea en realidad como ultima meta el llegar a Dios y reencontrarnos con Dios que el mismo camino también esté basado en las ordenes divinas. Por eso dijimos que además de que Dios sea el eje fundamental de la espiritualidad, hay una gran necesidad de encontrar en este camino de la espiritualidad también un marco legal. Es decir que la espiritualidad se desarrolla bajo la obediencia, y la obediencia a Dios está basada en el amor y el conocimiento de Dios y como lo explicamos anteriormente tiene que tener también un orden. El orden de esa obediencia es justamente la obediencia a la ley o sea cumplir con la ley, la aplicación de la ley. Si no existiera ley entonces uno podría estar libre en el camino y esa libertad no le permitiría poder lograr llegar al objetivo o a la meta final que es el encuentro con Dios.
Por lo tanto: aquél que quiere llegar a Dios que es el objetivo de la espiritualidad, aquél que quiere o desea encontrarse con Dios para poder experimentar la espiritualidad, es necesario que en esa experiencia espiritual haya recorrido un camino de la aplicación de la ley, de obediencia de las normas. Es decir, una espiritualidad que está lejana a las obligaciones y a las prohibiciones, una espiritualidad que está lejana de las responsabilidades, una espiritualidad que no hace del ser humano un hombre responsable frente a sus actos, un hombre que tiene que —como dice la palabra responsabilidad— responder por sus actos, aquel que no espera un día del Juicio Final ni un Juicio Divino, donde tendrá que dar cuenta de cada uno de sus actos y como dice el Corán, “aunque sea en una mínima fracción”, aunque sea un acto minúsculo y que uno no es responsable de sí mismo y tendrá justamente que responder por sus acciones, entonces una religiosidad, un misticismo, un camino espiritual que no tenga estas condiciones de Dios, de la razón, del intelecto, de la ley, es un camino “lejano” a Dios.
Esto es lo que habíamos dicho hasta ahora en las anteriores clases. Lo que nos interesa decir hoy en día es también que una de las cualidades de las falsas espiritualidades está ligada justamente al hecho de que muchas veces son caminos para ganar el dunia, o sea para ganar la vida terrenal y no pone hincapié en la otra vida. Ustedes saben muy bien que las religiones y las revelaciones divinas generalmente fueron basadas para poder guiar al hombre hacia la felicidad de esta vida y la salvación de la otra vida; pero esta vida no es únicamente el objetivo de la creación del hombre, ni el objetivo de la espiritualidad como para que la religión nos dé únicamente respuesta para esta vida terrenal y nada más, o nos de las herramientas para poder lograr el éxito en esta vida y nada más, sino que esta vida es una dimensión intermedia, un paso intermedio hacia la otra vida. En realidad cuando hablamos de la verdadera vida del hombre, la verdadera existencia del hombre, estamos hablando del Más Allá, o sea, justamente con la muerte y después de la muerte comienza la verdadera existencia del hombre en el sentido de la eternidad, de la salvación, de la felicidad verdadera. Por lo tanto tenemos que hacer una distinción entre la vida terrenal y la otra vida, y saber que realmente el objetivo final es la otra vida, es poder lograr la salvación en la otra vida. Entonces es necesario que en esta vida uno se prepare para conseguir la otra vida, se prepare para poder alejarse del castigo de la otra vida, se prepare para poder tener un estado de perfección tal que al momento de poder encontrarse con Dios, tenga la capacidad de poder presentar un libro de acciones buenas, un libro de creencias buenas, un libro de sentimientos buenos, de pensamientos buenos, de valores y principios con un carácter de bondad y belleza. Entonces esa persona, es la persona que lucha por la otra vida y trabaja para la otra vida y se esfuerza y se sacrifica por la otra vida. Por lo tanto aquella espiritualidad que quita del tablero religioso la otra vida, aquella espiritualidad que no es un camino hacia el Más Allá, hacia la salvación de la otra vida, hacia el Paraíso para nosotros no es una espiritualidad que valga la pena. Nosotros desgraciadamente con respecto con el tema de la espiritualidad tenemos muchas espiritualidades que hoy en día plantean, por ejemplo, un camino de espiritualidad para lograr la felicidad en esta vida, plantean un camino de éxito, un camino de riqueza, como lograr una salud sana, como lograr el triunfo en esta vida, bueno eso es necesario, son herramientas fundamentales para el crecimiento del ser humano, no es obviamente el objetivo. Es decir tenemos que hacer una distención entre la vida terrenal o el dunia cómo parte de un todo que finalmente uno tiene que llegar al Más Allá para que se complete ese todo y distinguirlo con eso de que el dunia es el único objetivo del ser humano, es la única realidad del ser humano.
Para nosotros el dunia o la vida terrenal no es mas que un puente, no es mas que una herramienta para lograr el Más Allá, como dicen las narraciones. El hadiz dice:
"الدنيا مزرعة الاخرة"
“La vida terrenal es (la granja es) donde uno siembra para poder cosechar en el Más Allá”. Entonces acá tenemos que actuar para poder lograr la recompensa en la otra vida, pero no es el dunia o la vida terrenal el objetivo final, no queremos, ser recompensados únicamente con la felicidad de esta vida, porque esta vida es pasajera como ustedes saben muy bien, y de esto vamos a hablar en la próxima clase.
ALAHAMDU LIL.LAHI RABBIL ‘ALAMIN,
WA SALAM ‘ALIKUM WA RAHMATUL.LAHI WA BARAKATU