En el nombre de Dios, el Clemente el Misericordioso,
la paz de Dios sea con todos sus Profetas
desde Adán hasta Muhammad (s)
En esta clase vamos a continuar hablando del tema de la espiritualidad como veníamos ya conversando y dialogando en la clase anterior.
Si ustedes notan, hoy en el día en el siglo XXI que es el siglo de la espiritualidad se ha hablado mucho sobre el tema de la espiritualidad, y este nuevo vuelco o esta nueva tendencia hacia lo espiritual está creciendo cada vez más. Obviamente que no estamos hablando solamente de las espiritualidades del medio oriente o del mundo islámico o de los países del mundo islámico, sino que estamos hablando de un fenómeno que a nivel mundial se está dando en el siglo XXI y que ya comenzó desde hace algunas décadas. Hay una gran sed de espiritualidad y un gran interés por eso. Por otra parte, se están dando muchos movimientos a nivel de Iglesia, a nivel de institutos de enseñanza, a nivel de seminarios, a nivel de traducciones de libros, de cursos, de retiros espirituales, de viajes y toda una serie de cuestiones que en este fenómeno de las religiones se está representado, se está manifestando en el siglo XXI. Sin embrago nosotros quisiéramos tocar el tema de cuál es el verdadero rol de la espiritualidad y hacia dónde debe dirigirnos la espiritualidad verdadera, porque muchas veces existen confusiones en las personas. También estuvimos hablando un poco de ese tema que se está dando también en esta época de la “new age” por ejemplo, de estos nuevos movimientos, de este neo misticismo y neo espiritualidades del siglo XXI.
Hoy nos interesaría hablar un poco de la verdadera espiritualidad y hacia dónde va el camino de la espiritualidad real y fidedigna. El primer punto es que nosotros en la verdadera espiritualidad, siempre que hablamos de la espiritualidad hablamos de la relación del hombre con Dios, es decir que el camino de la espiritualidad tiene que llevar al hombre a acrecentar y fortalecer su relación con Dios. Por ello no entendemos un camino religioso y un camino espiritual sin el concepto de Dios como eje fundamental de esa relación entre el hombre y Dios. O sea, es necesario que el ser humano sepa que la espiritualidad tiene que ver con el contacto con Dios, tiene que ver con el encuentro con Dios con la comunicación con Dios. Es por eso que estamos totalmente en contra de esos movimientos espirituales, o seudo-espirituales que no proponen a Dios como eje fundamental de su movimiento. Por ejemplo hay religiones especialmente entre las religiones orientales como el budismo que no creen directamente en Dios como lo creen otros movimientos religiones monoteístas o celestiales basados en las revelaciones, como es el cristianismo, el judaísmo o el Islam. Entonces nosotros creemos que toda espiritualidad que no esté contactada a Dios, y que no quiera contactar al hombre con Dios, o transportar al hombre de un estado de lejanía hacia un estado de cercanía con Dios, es una espiritualidad inválida, es una espiritualidad que en realidad solamente tendría el nombre de “espiritualidad” pero su contenido sería tan secular como cualquier actividad no religiosa.
Por lo tanto el punto número uno de la espiritualidad es que el eje y el principio y el fin y la meta de la espiritualidad es Dios. Dios es el que llena todo este camino de espiritualidad y el que llena toda esta sed que tiene el ser humano con respecto a la espiritualidad. Por lo tanto como “sed” justamente es una “sed de Dios” y como el vacío existencial del hombre es un vacío “de Dios” no se puede llenar más que con Dios. Por eso la espiritualidad si o si tiene que estar conectada con Dios, porque si no estaríamos hablando de llenar un vacío con algo que no saciaría las verdaderas necesidades. Cuando nosotros hablamos que la espiritualidad es una tendencia natural, es porque hay una necesidad real de saciar o llenar ese vacío; hay una necesidad real de un encuentro con Dios para que se apacigüen los corazones como dice el Corán:
â أَلا بِذِكْرِ اللَّهِ تَطْمَئِنُّ الْقُلُوبُ á
“¿Acaso no es con el recuerdo de Dios como se tranquilizan los corazones?” Y ciertamente con el recuerdo de Dios se apaciguan, se pacifican los corazones, por lo tanto, es necesario saber que una espiritualidad sin Dios es una espiritualidad sin valor, es una espiritualidad mentirosa, es una espiritualidad vacía de aquel valor que realmente la filosofía de la existencia le da a la espiritualidad. Si existe la espiritualidad justamente existe para permitirnos llegar a Dios, para abrir un camino hacia Dios, para guiarnos hacia Dios. Por eso la religión es una guía hacia Dios, las normas son referentes hacia Dios, las enseñanzas de los Profetas son el criterio para encontrarnos con Dios, la lucha espiritual es el camino de encuentro con Dios, la purificación del alma es la introducciones en el camino de Dios. Es decir que toda la espiritualidad debe estar manchada de este tinte divino, tiene que estar unida a este movimiento divino, tiene que ir de la mano de esa tendencia hacia lo absoluto, hacia lo ilimitado, hacia lo bondadoso, lo perfecto y lo bello que es finalmente Dios. Por lo tanto Dios es el comienzo del camino de la espiritualidad, por Dios nos movemos, el motor de nuestro movimiento es esa tendencia innata hacia Dios y Dios es la meta final. Es decir hacia Dios nos dirigimos, hacia Dios es el camino.
Entonces una de las caracterizas fundamentales de la espiritualidad en el Islam es que se basa en esta visión de Dios. Por eso para ser un ser espiritual y poder transitar la senda de la espiritualidad debemos buscar a Dios, debemos querer encontrarnos con Dios, debemos conocer a Dios, debemos amar a Dios, debemos tender hacia Dios y debemos luchar por finalmente llegar a esa meta que es justamente Dios y el encuentro con Dios.
ALAHAMDU LIL.LAHI RABBIL ‘ALAMIN,
WA SALAM ‘ALIKUM WA RAHMATUL.LAHI WA BARAKATU