En el nombre de Dios, el Clemente el Misericordioso,
la paz de Dios sea con todos sus Profetas
desde Adán hasta Muhammad (s)

En esta clase es necesario hacer unas aclaraciones sobre lo que venimos tratando. Últimamente debatimos el tema del yihad, de la lucha armada o de la guerra, el tema del terrorismo y todas estas cuestiones que tienen que ver con esa dimensión no espiritual del Islam, que quizás en una visión occidental uno diría: cómo es que la religión se entromete en temas que tienen que ver con la defensa. Eso igualmente lo estuvimos hablando en las anteriores clases y detalladamente dijimos cuál es la visión del Islam y por qué la necesidad de que el Islam se entrometa en los asuntos sociales, en los asuntos políticos y de gobiernos. También es necesario entender que todo aquello que entra en el campo político o en el campo social, en el Islam no necesariamente es considerado espiritual, o sea quizás acá la confusión de muchos de pensar que cuando uno habla de política entonces no está hablando de un rasgo espiritual del Islam o está hablando de algo secular o algo separado del crecimiento espiritual o de la purificación del alma, eso es incorrecto. En la visión islámica en realidad nosotros no dividimos el mundo entre lo sagrado o no sagrado, lo profano. Nosotros en el Islam todo aquel acto que es dirigido hacia a Dios, se hace con intención de agradar a Dios, se hace con intención de lograr la perfección y lograr el encuentro con Dios, todo eso es considerado espiritualidad.

Entonces, el tema que queríamos tocar hoy justamente tiene relación con el Islam y la espiritualidad, o de qué forma entendemos la espiritualidad en el Islam para no confundir que mucha gente quizás piense que cualquier tipo de actividad que no sea devocional o ritual puede ser considerada una acción no espiritual. En el Islam en realidad toda acción puede transformarse en devoción, todo acto puede ser un acto devocional y en realidad tener la intención de conformar a Dios. Es por eso que cualquier tipo de acción, sea de la índole que sea, puede transformarse en un camino para llegar a Dios, en un camino de purificación y en un camino de perfeccionamiento humano. Por ello, cuando hablamos de espiritualidad obviamente, no estamos hablando de lo que generalmente se conoce como espiritualidad en un sentido amplio. Hoy en día —por lo menos en la cultura occidental— cuando se habla de espiritualidad muchas veces se entiende por ‘espiritualidad’ cualquier fenómeno que tenga que ver con el espíritu, cualquier fenómeno que tenga que ver con la dimensión metafísica del hombre, cualquier fenómeno que tenga que ver con el Mas Allá. Sin embargo muchas veces se confunden las cuestiones y, por ejemplo, una dimensión que está ligada a la tranquilidad o a apaciguar el alma desde el sistema nervioso como puede ser un relax, como pueden ser unos masajes, como puede ser un tema musical, muchas veces en occidente lo consideran espiritual simplemente porque trae paz al corazón. Eso es una confusión de occidente que tiene que ver con esto de creer que cualquier cuestión que nos da una paz interna tiene que ver con la espiritualidad. No, no es así. La espiritualidad verdadera tiene que estar conectada si o si a Dios; la espiritualidad verdadera no tiene que ver con una cuestión de relax del cuerpo ni del sistema nervioso ni de sentirme relajado; la espiritualidad verdadera tiene que ver con un camino que emprende el caminante, que emprende el viajero espiritual hacia Dios con la posibilidad de poder llegar a encontrarse con Dios. En ese camino hacia Dios que en árabe le llaman “al seir wal suluk” le llaman justamente el viaje y el comportamiento hacia Dios, esa senda que nos une hacia Dios, en esa senda debemos cumplir con nuestras obligaciones como creyentes, en este caso como musulmanes, es decir cumplir con todas aquellas leyes que aparecen como obligatorias, alejarnos de todas aquellas acciones que son consideradas como pecado y, de alguna forma, tener un programa de vida basado en las ordenes divinas. Por lo tanto cuando hablamos de espiritualidad estamos hablando de ese camino que une al siervo a Dios, a través del cumplimiento de la norma y la obediencia al Señor.

El segundo punto es que la espiritualidad puede también fusionarse con lo político. Es decir que muchas veces la idea que se tiene en occidente de la espiritualidad es que uno tiene que alejarse del campo social, alejarse de la sociedad, alejarse del ámbito gubernamental, alejarse de los temas políticos, de las crisis económicas y de la solución a los problemas, de la justicia social. Es como que la idea del hombre espiritual en occidente muchas veces tiene que ver con ‘no participar activamente en el progreso y el desarrollo de la sociedad en el sentido político y social’, cuestión que es totalmente equivocada. Nosotros tenemos en la historia del Islam muchos casos de personajes que lograron grandes niveles y posiciones místicas siendo ellos gente de política, gente de revolución, gente de lucha y de esfuerzo en pro del establecimiento de la justicia social. El caso más claro a nivel contemporáneo es la historia del Imam Jomeini, que al mismo tiempo era un hombre de gobierno, político, revolucionario que se interesaba por los asuntos de la sociedad y especialmente por la justicia social y, por otro lado, era un gran místico que ha desarrollado su alma en el ámbito de la mística y la espiritualidad.

Entonces si nosotros volvemos a la historia de la mística y planteamos a los Profetas, a los Mensajeros de Dios y a los Enviados de Dios como los padres de la mística, todos ellos fueron grandes místicos y al mismo tiempo fueron grandes reformadores sociales, fueron personas que dedicaron su vida tanto a la purificación del alma, como a la purificación de las sociedades. Cuando hablo de la purificación de las sociedades estoy hablando de la purificación de las sociedades de la opresión, de la purificación de las sociedades de la injusticia, de las anarquías, de las monarquías, de aquellos tiranos que de alguna forma oprimían a sus pueblos.

Lo que yo quería tocar es que, como veníamos hablando del tema político y ya en otras clases se habló del gobierno y se habló también de la lucha y se habló de la defensa legitima, no quise que ustedes confundan esta situación de que como el Islam se entromete en la justicia social y en el tema de la administración de las sociedades, entonces ello vaya a causar un alejamiento del verdadero camino de la mística y de la espiritualidad. La interpretación que nosotros tenemos de la espiritualidad es justamente la espiritualidad vista desde esta perspectiva, en dónde cualquier acto por más que sea social, político, económico hasta militar, si está conectado al tema de la purificación del alma, al tema de la justicia, al tema de acercarnos a Dios y de perfeccionarnos como seres humanos es considerado de alguna manera espiritual. Por eso personajes como el Imam ‘Ali (a.s) eran durante la noche una especie de monje dedicado de lleno a la oración, al rito y al encuentro con Dios, hombre de súplicas, de ruegos y de rezos y, durante el día, era una persona de trabajo, y una persona de gobierno, una persona que luchaba en contra del enemigo, que defendía los derechos de los oprimidos, que defendía a quienes se le hacía injusticia y que trabajaba para la administración justa de la sociedad.

Entonces el tema de esta clase que tiene que ver con el Islam y la espiritualidad, yo diría que tienen que ver también con esta fusión de lo espiritualidad y lo político en el Islam.

ALAHAMDU LIL.LAHI RABBIL ‘ALAMIN,
WA SALAM ‘ALIKUM WA RAHMATUL.LAHI WA BARAKATU