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¿Es posible que la gente olvide el mandato de Dios y del Profeta?
Les quiero hacer una pregunta…
Si el Profeta del Islam, en el día de Ghadir, presentó a Ali (as) para dirigir la ya consolidada comunidad islámica ¿Cómo podría ser que algunos de los compañeros del Profeta se opusieran a él completamente y hacer que la orden del Profeta sobre la Wilayat fuera violada por los musulmanes?
¿Es posible oponerse a este orden tan importante después del Profeta Muhammad (BPD)?
Tristemente la respuesta es afirmativa y evidente desde la histórico y lo teológico.
Tenemos muchos incidentes de este tipo en la historia, e incluso la oposición al mandato del profeta Muhammad por parte de sus compañeros no fue sólo en el caso de Ghadir y la sucesión del Imam Ali (P).
Hay muchos ejemplos en la historia de las diferentes comunidades del pasado, las cuales incluso después de ver muchos milagros otorgados por Dios a los diferentes mensajeros y profetas, y siendo testigos de la verdad, no pudieron mantener su fe y finalmente siguieron a Satanás.
Por ejemplo, el Profeta Moisés fue a una misión de 30 días por mandato de Dios y le dijo a la gente que no estaría entre ellos por ese lapso de tiempo y que durante su ausencia su hermano Aarón sería su sucesor y representantes por lo que todos debían obedecerle.
Después de que Moisés se fue a cumplir su misión, Dios le ordenó que se quedara 10 días más, siendo que paso de 30 a 40 días el total de ausencia entre su gente.
Cuando Moisés regresó luego de esos 40, fue testigo que su pueblo para el cual había trabajado tan duro para guiarlos, estaban adorando a un becerro de oro e incluso querían matar a Aarón a quien había designado como su suceso, durante el poco tiempo que duraría su ausencia.
Otro claro ejemplo, son todas las calumnias que llevaron a cabo quienes se denominaban seguidores de Jesús, calumnias que afectaron tanto a Jesús como a su madre bendita, María. ¡Y qué gran distancia tomaron del monoteísmo a partir de ese momento!
Otro ejemplo triste y evidente, es el que sucedió durante la vida del Profeta del Islam.
En la batalla de Uhud, que fue la segunda guerra de los musulmanes en contra de los idólatras, el Profeta Bendito del Islam, había colocado a un gran número de soldados en una parte del monte Uhud ordenándoles que por nada del mundo se movieran de donde habían sido dispuesto, ya que era un área estratégica y muy importante, puesto que el enemigo podía atacar a los musulmanes desde detrás de la montaña y asediar a los asediarles sin tregua.
La presencia de muchos soldados en esa zona de la montaña, facilitaría la lucha contra los idólatras que habían creado las condiciones del enfrentamiento, con tanta insistencia y violencia, siendo que esa posición en lo alto de Uhud, era motivo de tranquilidad al tener tomado un área tan estratégica y determinante en el triunfo, ya que el hecho de contar con esta posición en la batalla, impediría que fuese atacados por la espalda, sin capacidad de defensa alguna.
Cuando los musulmanes estaban ganando la guerra, muchas de las personas que se encontraban en lo alto de la montaña se opusieron al Profeta Muhammad (BPD) y bajaron de ella a toda prisa con tal de tomar el botín de guerra, que según ellos eran merecedores, y con sus corazones llenos de codicia y sin orden alguna de moverse de ahí, tan solo apresuraron su paso cuesta abajo como bestias de monta desbocados para apaciguar su codicia sin fin, deseando tomar aquellas propiedades y tesoros dejados por los idólatras. Simplemente dieron la espalda al su Mawlana (El Profeta Muhammad), para obtener más riqueza en este mundo tan engañoso.
La historia ha demostrado que solo 40 de ellos permanecieron en la cima de esa montaña, llevando a que los idólatras quienes perdían la guerra y procedían a retirarse, volviesen sin dudarlo para dar una fulminante emboscada y así atacar a los musulmanes, matando a esos 40 fieles hombres que no dudaron en la palabra del su amado Profeta y luego como consecuencia de ello que los musulmanes fueran sitiados y derrotados.
En esa guerra, el tío del Profeta, Hazrat Hamza, también fue martirizado, y si no fuera por el coraje, valentía y los esfuerzos del Amir al-Mu'minin Ali (P) para salvar la vida del Profeta, el Profeta podría haber sido martirizado en esta guerra.
Lo mismo sucedió después del martirio del Profeta Muhammad. Algunos de los compañeros del Profeta, por prejuicios étnicos, por celos hacia el Imam Ali y por el deseo corrosivo de ganar poder, no quisieron aceptar que de acuerdo con la orden de Dios y el Profeta, el Imam Ali sería el sucesor del Profeta, su primo, yerno y según boca del Propio Mensajero de Dios, su hermano (por su cercanía, amor y preferencia)
El cuerpo bendito y puro del Profeta del Islam aún no había sido enterrado, cuando en el mismo instante que el Imam Ali (as) efectuaba las honras fúnebres dictadas por el Islam y su rezo; que algunos de estos “compañeros” que eran conocidos entre los musulmanes, juntos tuvieron una reunión y decidieron elegir un sucesor no legítimo entre ellos mismos, desobedeciendo la orden de Dios y a su Mensajero.
Estos personajes llevaron a cabo este y muchos otros planes, con la intención de para hacer realidad la elección de un Califa y traer gente para su congregación en particular.
En cuanto a las personas que se les opusieron, se vieron obligadas a aceptar su decisión a través de la fuerza y el miedo, llegando incluso a atacar la casa de Amir al-Mu'minin y Hazrat Fatima (La paz sea con ellos) llevando al martirio a la amada hija del Mensajero de Dios.
No conformes con ese crimen y con toda mala intención ordenaron que los hadices o tradiciones y escritos registrados del Profeta Muhammad fueran destruidos y declararon como crimen narrar o tan siquiera recordar estas tradiciones del Santo Profeta Muhammad (BPD).
La mayoría de los musulmanes no se enfrentaron a esta decisión por miedo, ya sea para ganar el mundo y sus falsas delicias o por ignorancia.
Al igual que sucedió en ausencia del Profeta Moisés, en ella historia se repitió y golpeó hasta el alma a quien finalmente era el legítimo sucesor del último mensajero de Dios.
Bueno no me queda más que agradecer una vez más el tiempo compartido en este espacio, ruego a Dios les otorgue lo mejor de esta y la otra vida, tanto a ustedes como para con sus seres queridos. Cuídense y hasta pronto.