Hoy vamos a hablar del comportamiento del profeta Muhammad (P) con los jóvenes.
Como Uds. saben la llegada de la adolescencia, es una de las etapas cruciales en la vida del ser humano, pues se suceden una serie de cambios tanto físicos como psicológicos y espirituales. Es una etapa de crecimiento en todos los aspectos, el joven deja de ser el niño irresponsable e independiente; para empezar a transitar por el camino de la responsabilidad social y la dependencia.
El Islam ha puesto bajo su especial atención a los jóvenes desde el punto de vista material y espiritual, psicológico, educativo, moral, social, en lo relacionado a lo mundanal, al Más Allá, y en definitiva, a todos los aspectos, en tanto en otras religiones y culturas solo se pone atención a un solo aspecto del mundo de los jóvenes.
Dijo el Mensajero de Dios (la paz sea con él y su bendita familia):
“Os encomiendo ser benevolentes con los adolescentes y jóvenes, puesto que ellos poseen un alma más sensible y un corazón que acepta más fácilmente las virtudes. Dios me envió como Profeta para dar albricias a la gente de la misericordia divina y advertirla respecto de Su castigo. Los jóvenes aceptaron mis palabras y sellaron pacto conmigo, pero los mayores se abstuvieron de aceptar mi convocatoria y se levantaron en mi contra”.
(Bâ Tarbîat-e Maktabî Ashnâ Shavîm, p. 320).
El profeta nos dice que tratemos con benevolencia, con respeto, con amor a nuestros jóvenes, algo que debemos aplicar incluso a la hora de corregir los también.
El Imam Sadiq (P) le dijo:
“Tú concentra tu atención en la difusión entre la generación joven; emplea tus fuerzas en el camino de guiarles a ellos, puesto que los jóvenes aceptan más rápido la verdad y tienden más rápido hacia todo bien y rectitud”.
Una de las señales de la juventud, es el espíritu reflexivo, y la capacidad de análisis de las situaciones que se presentan en su vida cotidiana. Por lo cual tanto a la hora de guiarlos, como de educarlos debemos hacerlo basándonos en el desarrollo de la actitud crítica, y la capacidad de reflexión, pues así estaremos formando jóvenes musulmanes fuertes, sensatos, inteligentes…
En la adolescencia se produce un fenómeno a nivel espiritual, el cual lleva a muchos jóvenes a afianzar su fe y a otros a transitar por las llamadas crisis de fe, que más que nada son cuestionamientos teorico-practicos a cerca de la existencia de Dios, de la efectividad de las prácticas religiosas, entre otros. Hay un dicho del imam Sadiq (p) que habla sobre este tema claramente: “Si es que el joven creyente lee el Corán, el Corán se entremezcla con su carne y su sangre, dejando efecto en todos los miembros de su cuerpo”.
(Wasâ’il ash-Shî‘ah, t. 2, p. 140.).
Inshallah, Dios quiera que nuestros jóvenes sean luces que iluminen el mundo, que amen tanto el Corán que se entremezclan con su carne y sangre; pues así todas sus acciones es estarán basadas en la moral y ética islámica.
¿Qué pasa si tratamos mal a nuestros jóvenes y si no le damos importancia a su formación religiosa?
Desestimar e ignorar la sensibilidad de los adolescentes y jóvenes, es contrario a las leyes de la fitrah (naturaleza innata) y de la tradición de la creación, y transgredir los preceptos y estipulaciones de la creación no quedará impune, puesto que el resultado de estas transgresiones e insubordinaciones, será la obstinación y el descontrol en incremento de los jóvenes.
Según lo que revelan precisas estadísticas, cada día aumentan las infracciones y crímenes cometidos por jóvenes en el mundo occidental y en los países en los que se encuentran alejados de la religión y de las creencias religiosas. Esta procura de trasgresión, robo e infracción de la ley, el menosprecio por los estudios y la búsqueda de conocimiento, la drogadicción, la impudicia y los diferentes tipos de comportamientos improcedentes, son el resultado de una formación sin fe y de contravenir la ley de la creación, puesto que el pecado y la impureza son efecto de la irreligiosidad que ha tornado desagradable la vida para los jóvenes y sus tutores, disponiendo a la sociedad en un escabroso atolladero.
Es decir que dejar a nuestros sin formación religiosa, tendrá consecuencias como la rebeldía, la transgresión de la ley social, de las normas religiosas, hijos que solo le interesa satisfacer sus propios deseos, sin medir las consecuencias.
Quizás muchas personas se preguntan, si sólo debe aprender religión si hijo y los demás tipos de conocimiento no importan, para ello voy a hacer referencia a un dicho del imam Ali (P) que dijo:
“Las ciencias experimentales, que proveen las necesidades materiales y que también son útiles al servicio de la sociedad, y los conocimientos literarios y el resto de las ciencias humanas, cada una de las cuales es, de alguna manera, necesaria para el individuo y la sociedad, todas son adecuadas para ser adquiridas por los jóvenes”
(Sharh Nahÿ al-Balâgah, de Ibn Abî al-Hadîd, p. 20, Máxima nº 817).
Es decir que el conocimiento y desarrollo intelectual, es fundamental en la juventud, debemos apoyar a nuestros hijos en la búsqueda de conocimiento. Hoy en día se ven muchos jóvenes sin estudio y sin trabajo, jóvenes que no hacen nada, sólo escuchar música, drogarse, tomar alcohol, juntarse con amigos y pasar el tiempo… sin ningún objetivo en su vida, solo pasar el día en banalidades, mirando tv, con el celular, etc… jóvenes que perdieron el rumbo de sus vidas.
Por eso nuestra labor como padres es apoyar a los jóvenes a desarrollar su potencial, a crecer física, psicológica y espiritualmente; a través de la búsqueda del conocimiento, la actitud crítica y la práctica religiosa.
Nuestros jóvenes son el futuro, que clase de jóvenes queremos en nuestros hogares y comunidades? Jóvenes rebeldes, vacíos, que no tienen un objetivo en su vida o jóvenes llenos de amor, empatía, solidarios y con un objetivo claro en la vida.
Allah permita que nuestros jóvenes musulmanes tengan una fe activa y busquen siempre la vedad y el conocimiento para crecer y ser luces del Islam…