Hola Soy Mahdi y hoy nuevamente traigo un video de nuestra sección “Desayunos espirituales”, espacio traído por FatimaTV.
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A lo largo de nuestra vida, experimentamos situaciones de situaciones, en lo que a relaciones humanas se refiere, y en muchos casos terminamos ataviados o lastimados por quienes se supone eran personas cercanas, como por ejemplo familiares, amigos cercanos u otros no tan cercanos, pero en las que igualmente habíamos depositado nuestro cariño y confianza.
Es ahí, en ese tipo de situaciones en la que sentimientos diversos que invaden nuestro corazón, como decepción, enojo, tristeza, entre muchos otros.
Pero muchas veces es necesario dar un giro drástico a nuestro accionar para con quienes hemos creado una barrera de alejamiento o simplemente roto relaciones a causa del problema suscitado, no solo por el bien nuestro, si no por el de la sociedad en general y en especial para quienes nos rodean, por lo que debemos de encontrar un espacio sin duda alguna, para el perdón y hablando sobre este tema:
¿Qué dice el Islam acerca del perdón?
El perdón tiene una serie de condiciones, y que está ligado al arrepentimiento en muchos casos, pero este ya es un tema del que hablaremos más adelante.
Dentro de la creencia islámica, tenemos al perdón como una de las mejores acciones que el ser humano puede llevar a cabo, de hecho el Sagrado Corán en el Capítulo 3, Versículo 132 al 134 dice:
“Y apresuraos hacia el perdón de vuestro Señor…Aquellos que reparten de sus riquezas en la prosperidad y en la adversidad y aquellos que contienen su ira y PERDONAN a las personas, pues Dios ama a los que hacen el bien.”
En el mismo Corán en innumerables partes, seguiremos viendo como Dios nos encomienda repetidamente el perdonar, veamos que dice el Capítulo 2, Versículo 263:
“Una palabra amable y un perdón son mejores que una caridad seguida de una ofensa…”
Viendo esto de forma muy fugaz, encontramos que el perdón es en sí, una acción muy amada por Dios, ya que Él como el Gran Perdonador, nos insta a perdonar de igual forma, para así alcanzar grandes niveles espirituales.
El Sagrado mes de Ramadán (que por cierto recién pasó), es uno de los mejores meses para el perdón, de hecho es el mes del perdón, pues se dice que es el mes en el que Dios, más perdona, combinado con todo el resto del año, pero en este caso particular, en lo que nos compete a nosotros, el perdón debería ser constante para con los demás.
Pero ¿Por qué quedarnos enfrascados en que ese es el único mes del perdón, de la caridad, de las buenas obras, del relacionarnos con el Corán, o hacer el bien?
Pero hay algo importante que tengo que mencionarles queridos amigos y amigas. Y es que de la misma manera en que esperamos que Dios nos perdone y sea compasivo con nosotros, debemos de aprovechar cada oportunidad para nosotros poder perdonar a los demás, especialmente si esperamos de verdad y con total sinceridad de que Dios nos perdone, ya que Dios también espera que nosotros perdonemos a los demás.
Tomen en cuenta que debemos de aprovechar cada oportunidad para perdonar y encontrar el perdón de las demás personas, puesto que muchas de nuestras acciones han sido posiblemente, hirientes o perniciosas para otros y ¿Qué pasa si al final de cuentas son los demás quienes me han mal interpretado o confundido mis hechos o mis palabras a como también posiblemente en más de una ocasión lo hemos hecho nosotros, creando un rencor sin causa?
Es sumamente importante saber, que hay algo que Dios no puede hacer hasta que ocurra algo antes y es el perdonar aquello, que fue hecho en contra del “Haq” o derecho de otra persona a quien hemos oprimido, y es que Dios no podrá perdonarnos esa falta, hasta que la persona ofendida nos conceda el perdón, puesto que es su derecho inviolable y en verdad, ¡que pesada carga habría sobre nuestros hombros, si muriésemos y llegase el día del juicio, cargando con una falta que no fue perdonada, por alguien a quien quitamos su derecho justo.
De hecho con relación al tema del “derecho ajeno” quiero enfatizar este punto, pues es una carga tanto para quienes estamos en vida, como para quienes pasan a la otra vida y para que quede esto claro, quiero contarles una historia, que nos hará comprender mejor la importancia del perdonar y ser perdonados, así como la relación que existen entre ambos:
“Se cuenta que hace ya mucho tiempo, una persona fue a hacer “Ziarat” a la ciudad de Najaf, ciudad bendita ubicada en Iraq, que alberga uno de los más sagrados Santuarios del Islam; ni más ni menos que el Santuario del Príncipe de los Creyentes el Imam Ali (P), además de ser una ciudad en donde se concentraba la sabiduría y la piedad, misma que reposaba sobre hombres y mujeres sabios y curtidos por el tiempo, el clima, la carestía, el estudio y la experiencia, a como también en sus jóvenes apresurados quienes corrían por alcanzar la cima de la ciencia, la conciencia y la pureza, y así también por haber sido un muy reconocido centro teológico durante muchos siglos.
Este hombre, quien había hecho grandes sacrificios por juntar dinero y hacer su viaje religioso de visita al Imam Ali, al segundo día de viaje, fue víctima de robo, quedando así sin un solo centavo para sobrevivir los siguientes días en dicha ciudad y mucho menos para devolverse a su tierra.
Cuando se dio cuenta del robo, fue al santuario y se aferró a la rejilla del “haram” rogando y llorando por su situación de desamparo, pidiendo a Dios, que por el derecho del Santo Imam que estaba en ese santuario, su súplica de ayuda, fuese escuchada.
Estando por horas el hombre, llorando y suplicando por su condición, se quedó dormido y en medo de su sueño, el Imam Ali (P) apareció y le dijo que antes de la oración de la madrugada o “Salatul Fajr” llegase, fuese a la entrada del cementerio “Wadi Salam” y esperase paciente en ese lugar, y a la primera persona que viese entrar por el umbral de la puerta de éste cementerio, la abordase y preguntase por su dinero y lo pidiese de vuelta.
Al momento de despertar, inmediatamente luego de este sueño, el hombre se condujo al cementerio a cumplir con la orden del Imam Ali (P).
Al momento de llegar, ve que quien entra de primero al Cementerio “Wadi Salam” era un gran sabio, un Referente Religioso o “Marja Taqlid” y quien es además el Imam o Guía de las Oraciones en el mismísimo Santuario.
Este hombre quien había sido robado, se dijo en sus adentros que era imposible que este hombre puro y sabio fuese quien robase el dinero de su viaje de Ziarat o visita, por lo que se negó a preguntar sobre su dinero y de inmediato volvió al Santuario del Imam a rogar por una solución a su terrible problema, ante lo que una vez más le aparece el Imam en su sueño con la misma directriz.
Esto mismo sucedió una segunda y tercera vez, ante la que en esta última, el Imam vuelve a su sueño y le da una directriz muy concreta al pobre hombre afectado, en el que insiste al éste, que sin temor, le pregunte a esa persona (al sabio) por su dinero.
Es así que en esa misma obscura madrugada, en la misma puerta que las otras veces, el mismo sabio se presenta antes del “Salatul Fayr” o Rezo de la madrugada y este hombre víctima de robo, se apresura hacia donde él y le dice:
¨¡As Salamu alaykum maestro, primero que todo, lo que le preguntaré no es un asunto mío, es el Imam Ali quien me está enviando a preguntarle por mi dinero robado!¨, ante lo cual el sabio le mira con atención y le dice:
¨Llegó el momento¨ y seguido lo lleva consigo a la oración comunal de la mañana en el mismo Santuario del Imam Ali.
Cuando termina la oración el Gran Sabio se dispone a dar un discurso o “Khutba”, el cual tenía un importantísimo mensaje, el cual comentaremos con detalle en la segunda entrega de este video, que nos enseñará una muy especial e importante clave y que nos otorgará un cambio crucial para nuestra vida…
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Les esperamos para segunda parte. Chao.
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