En el nombre de Dios, el Clemente el Misericordioso,
la paz de Dios sea con todos sus Profetas
desde Adán hasta Muhammad (s)

En esta clase hablaremos acerca del Islam y la modernidad. Muchas veces cuando se habla de la modernidad frente a la tradición hay una crítica a esa tradición que supuestamente no puede dar respuesta a los requerimientos del ser humano en los tiempos modernos. Hay una crítica a esa tradición que aparentemente está estancada, es una tradición no dinámica, una tradición que no permite poder responder a los interrogantes del hombre durante el desarrollo en este proceso histórico del tiempo, especialmente desde la modernidad hasta estos años.

La crítica es una crítica quizás válida para ciertas tradiciones o para ciertas corrientes de pensamiento que se han estancado en el tiempo, no una crítica que pueda darse con el Islam. El Islam cuando se desarrolla históricamente lo hace justamente porque tiene una calidad de dinamismo en su cosmovisión, en su doctrina, en sus leyes, en sus normas. Es decir que las normas del Islam no son normas estáticas, son normas que están en movimiento constante. ¿En qué sentido? En el sentido de que del Corán y las tradiciones proféticas se toman los principios, esos principios son aplicados a un tiempo y a un espacio. El Islam como la última de las religiones y, como dicen algunas aleyas, como el sello de las profecías del Profeta Muhammad (s) y el Corán como el sello de las revelaciones y el Islam como el sello de las religiones, tiene la obligación justamente de poder responder a todas las necesidades y requerimientos del ser humano a través de toda la historia.

El Corán es la última revelación y como última revelación debe poder llegar hasta el fin de los tiempos; y es por eso justamente que el Islam cuando se presenta como universal —y lo hablamos en una de las clases cuando estuvimos planteando el tema de la universalidad del Islam— se presenta como una religión que tiene que permanecer en el tiempo constantemente fresca, nueva, renovada, y eso lo vemos nosotros justamente en muchos principios como por ejemplo: el principio de la imitación del sabio vivo.

Cuando en la jurisprudencia se dice que uno para poder tener acceso a las normas del Islam y conocer lo permitido y lo prohibido según las reglas islámicas, según el Corán, según las tradiciones proféticas hace lo que llaman al-taqlid (imitación) a un muytahid (sabio que tiene la capacidad de poder extraer de las fuentes del Islam las normas y las reglas), ese muytahid es un referente y una autoridad legal que tiene la obligación de interpretar el Corán y extraer de ahí a las normas islámicas. Después a esas normas las ordena en un libro en forma sistematizada y con un método que después se va a transformar en una especie de referente para aquellos que desean conocer lo que se permite, lo que no se permite, lo que es prohibido, lo que es permitido, lo que es preferible, lo que es desaconsejable, etc. etc.

Entonces dentro de las reglas del iytihad o de esta capacidad que tiene este sabio para poder extraer las reglas de las fuentes originales del Islam, está la condición de que el sabio sea un sabio vivo para poder imitarlo. Eso de que el sabio esté vivo es justamente porque es quien puede ir acompañando al tiempo y al presente, según la realidad y los requerimientos de cada época. Si ese sabio estuviese muerto no tendría la capacidad de poder ver la realidad para saber aplicar la ley a esa realidad, o para poder responder a los requerimientos de cada época.

Entonces una de las filosofías de poder imitar al sabio o la obligación de imitar al sabio es justamente para que constantemente la ley esté fresca. Por eso todo aquello que está bajo el título de wilayah en el Islam —la autoridad de Dios que es pasada al Profeta, luego a los Imames, luego a los sabios—tiene que ver con lo que llaman al-ahkam al-mutaharrikah o las leyes dinámicas frente a lo que llaman al-ahkam zabita o de las leyes y normas estables que es lo que llamamos la-shariah.

En el Islam tenemos dos tipos de leyes, una ley estable que llamamos shariah que es lo que Dios permitió o prohibió y que eso es hasta el día del Juicio Final, porque está basado justamente en la naturaleza humana, que la naturaleza humana no es dinámica sino es estable en su esencia; y otra una dimensión del ser humano que es dinámica que es justamente esa dimensión cultural que va cambiando de época en época, de tiempo en tiempo, y ahí si hay una serie de normas que están bajo el círculo de la wilaiah de la cual venimos hablando y están en un constante movimiento. Con eso quiero decir que hay una compatibilidad y una armonía entre la modernidad y el Islam.

El Islam no es como otras religiones u otras tradiciones que por ser una religión que fue revelada hace 1,400 años no tiene derecho de gobernar hoy en día las vidas de los seres humanos porque estamos en el siglo XXI. O sea que el Islam hace 1,400 años tenía ya esa visión de tener que ser la religión que supuestamente debería permanecer hasta el fin de los tiempos, por eso es que su calidad en las normas y las leyes es una calidad dinámica que le permite al Islam ser compatible absolutamente con la modernidad.

Obviamente cuando hablamos de compatibilidad no significa que todo lo que ocurra como son los fenómenos sociales o históricos de la modernidad y la post modernidad sean aceptados por el Islam. Estamos hablando de compatibilidad en el sentido que el Islam en su corpus legal tiene la capacidad de poder responder a los interrogantes, y también de poder saciar las necesidades del hombre moderno.

 ALAHAMDU LIL.LAHI RABBIL ‘ALAMIN,
WA SALAM ‘ALIKUM WA RAHMATUL.LAHI WA BARAKATU