En el nombre de Dios, el Clemente el Misericordioso,
la paz de Dios sea con todos sus Profetas
desde Adán hasta Muhammad (s)

En la última clase habíamos hablado acerca del terrorismo y el Islam. En resumen lo que quisimos decir es que desgraciadamente el Islam es víctima de una campaña mediática muy injusta en contra de la comunidad islámica, de los musulmanes, del mundo islámico, de muchos gobiernos sin ser ellos culpables de nada de esas cuestiones que se les acusa. Generalmente los medios de comunicación en su gran mayoría no sólo no sirven para informar a la gente, especialmente estos medios tendenciosos con capitales por parte de los enemigos del Islam que se dedican justamente a destruir la imagen de los musulmanes y del Islam, no sólo no dan información sino que además su rol es cambiar la información, mentir. Su rol en realidad es tergiversar la realidad. Por eso generalmente los métodos que utilizan tienen que ver con hacer focus en cuestiones que generalmente no son representativas de la mayoría de los musulmanes o del mundo islámico, o simplemente hacer hincapié en cuestiones que son particulares de pequeños grupos en el Islam y que no representan tampoco el espíritu del Islam en sus Textos Sagrados, en sus enseñanzas.

Desgraciadamente la gente ignora muchas veces la realidad del Islam, por esta distancia cultural que existe especialmente en occidente entre occidente e Islam, por esta distancia geográfica que existe. Occidente tuvo una presencia islámica por casi ocho siglos con el fenómeno de Al Andaluz en España entonces también ha sido injusta la historia al tratar de demostrar una Europa que basa su historia únicamente en la experiencia de Grecia y de Roma, del judaísmo y el cristianismo, y deja de lado su experiencia con el mundo islámico. A mí me ha tocado leer en libros de historia en España que, por ejemplo, los casi 800 años de presencia islámica en el Al Andaluz lo resumen en una sola página de historia. Entonces ahí estamos viendo obviamente un acto de injusticia de recopilación histórica y de la información que le dan a sus habitantes.

Continuando con el tema del terrorismo decíamos que gran parte de esta campaña es en realidad un fenómeno creado, un proyecto creado por los enemigos del Islam, para tergiversar la imagen del Islam y para demostrar que el Islam es una religión de salvajismo, una religión de terrorismo, una religión extremista, una religión de fundamentalismos, una religión que no tienen en cuenta la humanidad ni tampoco la cultura ni la civilización. Nosotros sabemos muy bien que el Islam no sólo no aprueba ese tipo de actos, sino que además los condena desde una postura muy clara a nivel legal, a nivel gubernamental, a nivel política, a nivel cultural. El pueblo musulmán, la comunidad islámica, la llamada Ummah islámica es conocido a nivel histórico por ser una comunidad pacifista. Nosotros si evaluamos nada más la presencia musulmana en Europa vemos que en algunos países —según escuchaba a un académico alemán decir— tiene una presencia de más de 200 años. En Alemania por ejemplo nunca hemos escuchado de un musulmán terrorista, de un musulmán fundamentalista, de un musulmán extremista durante todos estos años de convivencia entre los musulmanes y los europeos. Nunca hemos escuchado de algún musulmán que desea hacer un acto contrario a la civilización occidental, un acto contra la población civil, eso no es simplemente más que un fenómeno inventado por los medios de comunicación. Yo no quiero negar que existan casos de grupos terroristas y personas que, al fin y al cabo, manifiestan un fundamentalismo muy lejano al Islam dentro del mundo islámico. Existen, obviamente que existen, como también existe terrorismo en el mundo cristiano, como también existe en el mundo judío. Si uno estudia la historia del terrorismo generalmente el terrorismo no nace ni muere con el Islam. El terrorismo es un fenómeno humano de salvajismo humano, de animalidad humana, que se desarrolla a través de la historia, pero no solamente en la geografía islámica o el mundo islámico, sino que en todo el mundo. Es decir el mundo occidental estuvo lleno de terroristas, el judaísmo estuvo lleno de terroristas, el cristianismo estuvo lleno de terroristas, el terrorismo no es exclusivo de un pueblo.

Lo que deseo aclarar es que hoy en día cuando hablamos de terrorismo no debemos hablar de terrorismo islámico, hay que hacer distinción y una división entre la conducta y el comportamiento de los musulmanes o de algunos musulmanes o de un grupo de musulmanes, y del Islam. Entonces la primera cuestión es que no es el Islam el que promueve el terrorismo, sino algunos grupos. Pero yo voy más allá que eso, esos mismos grupos que aprueban el terrorismo y que de alguna forma se manifiestan en la sociedad occidental especialmente y no sólo occidental porque en el mundo islámico desgraciadamente también somos víctimas del terrorismo, esos grupos no representan la visión del Islam ni tampoco la visión de los musulmanes. Es decir que es un grupo particular con una especie de salvajismo muy sui generis, muy de ellos, que quieren imponer su propia doctrina y su propia ideología en el nombre del Islam y que nada tiene que ver con el Islam. Hay que hacer una distinción y una diferencia entre estos dos fenómenos, una cosa es que el Islam promueva el terrorismo o apruebe el terrorismo, otra cosa es que un grupo de personas que se hacen llamar musulmanes en el nombre del Islam hagan actos terroristas. Entonces estamos hablando de dos fenómenos totalmente diferentes, y es importante hacer hincapié sobre que el Islam en sí es un mensaje de paz, que el Islam es un mensaje al igual que los demás mensajes divinos que promueve la convivencia pacífica.

Anteriormente dijimos que en el Islam se promueve el dialogo entre las civilización, se promueve el dialogo entre las religiones, el dialogo entre los pueblos, el encuentro entre los pueblos. Si nosotros vemos solamente la historia del Islam en sus comienzos, el mismo Profeta Muhammad (s) —que tanto se ha hablado mal de él acerca de que ha impuesto la religión a través de la fuerza y la violencia y que ha expandido al Islam a través de las guerras— vivió 23 años como Profeta, 13 años en La Meca y 10 años en Medina. Durante los 13 años de La Meca tuvo que sufrir por todo tipo de perjuicio, todo tipo de daño por parte de la gente de Quraish, el pueblo de Quraish. En esos 13 años el Profeta no alzó ninguna espada, ni interactuó en esa realidad desde la violencia, solamente se dedicó a soportar el sufrimiento con mucha paciencia y lo único que hizo como acción es que mandó, envió y dio la orden a algunos musulmanes de emigrar, que en una etapa emigraron a Etiopia y después emigraron finalmente a Medina.

Entonces nos damos cuenta de que si el espíritu del Islam fuera un espíritu violento el Profeta tendría que haber tenido el derecho de defenderse justamente desde los primeros tiempos, mientras que vemos que durante 13 años el Profeta no se movió, y cuando comienzan las guerras, recién comienzan en la etapa de Medina, es cuando él ya construye y forma el Estado Islámico, el gobierno islámico, tema que veremos en un momento en el concepto de la guerra en el Islam.

 ALAHAMDU LIL.LAHI RABBIL ‘ALAMIN,
WA SALAM ‘ALIKUM WA RAHMATUL.LAHI WA BARAKATU