En el nombre de Dios, el Clemente el Misericordioso,
la paz de Dios sea con todos sus Profetas
desde Adán hasta Muhammad (s)

En la clase de hoy vamos a hablar de un tema que es casi una necesidad justamente por la cantidad de publicidad que se le hizo a este tema y la cantidad de medios de comunicación que están constantemente atacando a las personas sobre este tema, y ésta es la cuestión del terrorismo, el Islam y el terrorismo.

Desgraciadamente desde el 11 de septiembre a estos días se ha tratado al Islam de una forma muy poco humana, se ha tratado a los musulmanes de una forma muy poco humana, no se ha respetado la reputación del mundo islámico, la reputación de los musulmanes, de la comunidad islámica ni de la sociedad islámica. Desgraciadamente se ha tratado al mundo islámico con una estigmatización de la cual no es responsable en ningún sentido. Se ha tratado al Islam como dueño de una doctrina y una ideología totalmente distante de lo que es su propia ideología y doctrina. Han tratado a los musulmanes de terroristas, han tratado al Islam como la religión de la espada y la violencia, han tratado a los grupos de creyentes de muchos países como salvajes, han atentado contra muchas mezquitas, han destruido la imagen del Islam y de los musulmanes en los medios de comunicación, han planeado distorsionar y tergiversar la imagen del Islam, y han sido injustos muchas veces con el Islam por lo menos en la generalización del tema del terrorismo.

El Islam obviamente como todas las religiones divinas y todos los mensajes de Dios es una revelación divina que viene a guiar al ser humano y no tiene ningún tipo de intensión de utilizar la violencia para guiar al hombre, ni de hacer la lucha armada o la guerra para guiar a los hombres ni tampoco la cuestión de establecer un movimiento salvaje en pro de que gobierne el Islam. El Islam primero que todo tiene una forma muy humana y muy civilizada de dialogar con el ser humano para poder proponer su realidad y para poder guiarlo. La tradición del Islam es la tradición de los Profetas, y los Profetas en ningún momento agarraron una espada para que a través de la fuerza y a través de la coerción, de la coacción o a través de la intimidación se presione a las personas para que acepten el Islam o las religiones. Los Profetas tenían un método muy claro que era el método de la enseñanza, el método del dialogo, el método del debate, el método de la guía o el método del consejo. Es decir, los Profetas eran maestros de la religión en todo el sentido de la palabra, de la maestría en el sentido del conocimiento y la sabiduría, de la maestría en el sentido de la enseñanza y la pedagogía, de la maestría en el sentido de la grandeza de la ética y la moral, en su trato. Entonces esa es la tradición profética y eso es lo que nos enseña el Islam. De esa forma tiene que llegar el Islam a la mente de los seres humanos para que en todo caso ellos puedan decidir aceptarlo o no. El Corán dice:

âفَمَنْ شاءَ فَلْيُؤْمِنْ وَ مَنْ شاءَ فَلْيَكْفُرْ á

“El que desea puede creer o no creer”, puede uno aceptar la religión o no, dice:

âلا إِكْراهَ فِي الدِّينِá

“no hay coacción en materia de religión”, nadie puede obligar a nadie en creer en nada.

Entonces el Islam es una religión que tiene como objetivo simplemente guiar al hombre a través de sus enseñanzas y de la muestra de sus verdades. El terrorismo es la imagen que trataron los enemigos del Islam de imponer y de generalizar; o sea, hicieron una estigmatización de los musulmanes a través de esas imágenes de terrorismo. Yo no quiero negar que exista el terrorismo, fundamentalismo y el extremismo en el mundo islámico como fenómenos particulares de grupos o de personas o hasta de gobiernos. Ese es un tema que no hace falta investigar tanto para ser testigo de esa realidad. A lo que me refiero es que en realidad ese tipo de actos, como cualquier tipo, debe ser juzgado de una forma quirúrgica, es decir la persona que es culpable, la persona extremista, la persona terrorista o el grupo o el partido, esos deben juzgarse, no los 1,500 o los 1,400 millones de musulmanes, no los 55 países de la conferencia del mundo islámico, no todos los gobiernos musulmanes, no todo el Islam, no todo el Corán, no toda la tradición. Nuestro problema con la cuestión del terrorismo, no es que decimos que no existe el terrorismo en el mundo islámico, puede existir, como existió también en el mundo cristiano, como existió en el mundo judío y como existió en todas las religiones a través de toda la historia. No obstante esos son casos particulares que no son representativos de los musulmanes; o sea, una cosa es decir que existe terrorismo en el mundo islámico, y otra es transformar a ese fenómeno particular de un momento determinado, de un grupo determinado en una realidad generalizada a toda la comunidad islámica, a todo el Islam y a toda fuente del Islam. Entonces primero hay que hacer una distinción entre el Islam y los musulmanes, es decir, cualquier acto de un musulmán no necesariamente debe adjudicársele al Islam, ya que el Islam no es responsable de los actos de los musulmanes, las personas son responsables de sus actos.

Por otro lado hay que hacer una distinción entre un pequeño grupo y todo el Islam, o todo el mundo islámico.

Pasan dos cosas. Generalmente cuando cualquier musulmán hace un acto de terrorismo, dicen ¡el Islam promueve el terrorismo! (primera confusión). Hay que distinguir entre el Islam como religión con el terrorismo. Por otro lado, si una persona hace un acto de terrorismo dicen “todos los musulmanes son terroristas”, “todos los musulmanes son unos salvajes”, y eso es una injusticia (segunda confusión). Entonces nosotros tenemos derecho a defendernos, a defender el Islam, a defender a los musulmanes inocentes, a defender a los países que están en contra del terrorismo y, ¡sí!, enérgicamente criticar y condenar a aquellos grupos terroristas, como lo fueron los Talibanes en su momento, Al Qaeda, Bin Laden y muchos de estos grupos que ahora mismo estamos viendo, como este nuevo grupo del Daesh o el grupo que intenta volver o retornar al Califato Islámico o al Gobierno Islámico o al Estado Islámico.

Nosotros debemos saber distinguir y separar. Si separamos las aguas de esa manera entonces es muy simple condenar al terrorista por sus actos y nada más, no transformar al pensamiento del mundo islámico, al comportamiento del mundo islámico, a los musulmanes, al Corán, a la tradición profética todo en salvajismo y en terrorismo, por lo tanto hay que dejar muy claro eso.

Otra cosa es no confundir el terrorismo con el concepto de yihad, que nosotros dijimos en alguna oportunidades el yihad tiene que ver con la defensa legitima. Hoy en día las Naciones Unidas establecen que la defensa legítima es un derecho de los pueblos que son ocupadas sus tierras, por ejemplo, que son usurpados sus derechos. Entonces cuando las Naciones Unidas y las Instituciones Internacionales, los Organismos Internacionales permiten un tipo de concepto que tiene que ver con la defensa legítima ¿cuál es el problema que el Islam también lo permita? El yihad no es más que la lucha con un ejército armado que ocupa una tierra, un territorio islámico y bueno uno como tiene derecho a defenderse como sociedad y como tierra, como país islámico, entonces no hay ningún problema de que el Islam permita ese tipo de cuestiones. Estamos hablando de algo que está aprobado y, de una forma, aceptado por las leyes internacionales y por la historia de la humanidad así como por el sentido común. Es decir nadie dice que cuando alguien es atacado, es violado y son transgredidos sus límites, sus derechos uno debe permitir que se juegue con su reputación, con sus pertenencias, con su vida de la manera que quiera el enemigo. No, no es así.

Entonces estas distinciones son importantes: distinguir entre el Islam y los musulmanes, distinguir entre un pequeño grupo y todo el mundo islámico, distinguir entre el terrorismo y la guerra o la lucha armada. Todas estas distinciones nos ayudan para tener una imagen mucho más clara del concepto del Islam y la relación con el terrorismo.

 ALAHAMDU LIL.LAHI RABBIL ‘ALAMIN,
WA SALAM ‘ALIKUM WA RAHMATUL.LAHI WA BARAKATU