En el nombre de Dios, el clemente, el misericordioso.
La paz de Dios sea con todos sus profetas, desde Adán hasta Muhammad.
En estas clases venimos hablando acerca de la fitrah y de cómo el conocimiento del corazón es diferente al conocimiento de la razón. Dijimos que el conocimiento del corazón además de ser percepción es un sentimiento. Dios es para el corazón un ser que uno puede sentir del mismo modo que siente los demás fenómenos, como pueden ser por ejemplo los fenómenos naturales del sueño, del hambre, de la sed o los sentimientos internos de tristeza, de amor, de odio o cualquier tipo de sentimiento. Les habíamos prometido en esta clase hablar de las palabras del imam Hussein en el día de Arafat en donde en su du’a famoso toca temas que hablan justamente de esta diferencia entre el camino de la razón y el camino del corazón.
El imán en una de estas palabras y esta estas expresiones del du’a dice: Oh Dios, el encontrarme yendo de un lado a otro, entre los efectos, entre tus criaturas, entre este mundo que creaste, entre lugar y lugar, entre objeto y objeto, para llegar a ti, lo que hace es alejar mi camino hacia ti. O sea, ese objetivo y esa última estación a la cual quiero llegar, que es llegar a ti, cuando uno trata de llegar a ti a través del universo de las criaturas, de tus efectos, de tus creaciones, se aleja el camino.
Entonces dice: úneme a ti a través de un servicio, de una acción, de algo que me permita llegar a ti. Es decir, imaginemos que uno desea comenzar un movimiento y un viaje hacia Dios: Dios se encuentra al final del camino, si uno comienza este camino a través de la creación de Dios, de las criaturas de Dios, entonces termina
en primer lugar cansándose, en segundo lugar llegando tarde. O sea, cuesta más, se aleja el camino. Mientras que hay algunos caminos que directamente llegan a Dios, o sea, podríamos decir que el camino de la creación y de los efectos de Dios es un camino lleno de curvas, de subidas, de bajadas, de pozos, y que cuesta mucho llegar; mientras que hay otros caminos, como el camino del corazón, en donde uno directamente a través de una acción, que es justamente volver en este camino introspectivo de conocerse y conocer lo que ocurre en nuestro interior, directamente nos transporta a Dios.
Dice el imam: Dios mío, ¿cómo podría argumentar tu existencia a través de aquello que depende de ti para ser? O sea, dios que es el creador, crea el universo, el universo depende de Dios. Ahora, ¿cómo puede ser que el universo es un camino hacia Dios, cuando el mismo universo depende de él?
Dice: ¿Por ventura acaso existe un ser más manifiesto que tú, de manera que fuera él el que te manifestará? Para nosotros Dios es como el sol: es pura luz, y el sol ilumina el universo, y el universo se ilumina con la luz del sol. Entonces ¿cómo llegar al sol a través del universo?, o sea acaso, ¿hay algo más manifiesto que el sol como para utilizarlo como un camino hacia el sol? el sol es lo más manifiesto.
En otra parte dice: ¿cuándo estuviste oculto para necesitar de una prueba que guía hacia ti?, o sea, en el corazón del hombre siempre existió Dios, porque Dios a cada momento nos está dando la existencia. Dios está a cada momento enviándonos de su propia bendición para existir, si no existiríamos.
Entonces dice el imam: ¿cuándo estuviste ausente?, o sea, ¿cuándo saliste de mi corazón, como para que yo ahora necesite algo para poder conocerte?, ¿cuándo te alejaste, para que sean los efectos los que hagan acercarse a ti?. En el Corán, por ejemplo, aparece que Dios está más cerca de uno que su propia vena yugular, entonces ¿cómo es que Dios se aleja como para después necesitar llegar a través de los efectos?
Dice: ciego loco que no te ve vigilándolo. O sea, tú eres el que vigila, ¿y él no te ve? ¡es ciego! Y mal negocio es para el siervo aquel que no le apareja tu amor como provecho.
Dice: Dios mío, tú has ordenado recurrir a tus efectos, a tus creaciones, así pues, hazme volverme a ti mediante una envoltura de luces y la orientación que se produce de la percepción interior, de manera que por ello finalmente retorne a ti, así como primeramente por ello me encaminé hacia ti.
Entonces en estas palabras el imam Hussein (as) lo que quiere decir es que Dios está dentro nuestro, o sea, ¿cómo buscar a Dios afuera, cuando él está dentro nuestro? ¿cómo buscar a Dios como algo lejano, cuando es lo más cercano que tenemos, porque está en nuestro interior y puede ser percibido por nosotros? ¿cómo buscar a Dios a través de otro que no sea Dios, cuando ese otro depende de Dios?
o sea, Dios cuando es abarcador de todas las cosas, como dice el Du’a Kumail, a sus nombres abarcan todas las cosas, su misericordia abarca todas las cosas. Cuando él es originador del universo, de las creaciones, cuando él da origen, cuando él crea el universo, todo depende de él, entonces ¿cómo es que alguien más que Dios va a ser quien me guía y quien me hace llegar a Dios?
Por lo tanto, ese sentimiento del corazón es lo que nosotros conocemos como el conocimiento de Dios a través de la fitrah: algo que se puede sentir porque hay una tendencia innata o natural en el hombre que lo lleva hacia el conocimiento de Dios, que finalmente esto lo hablaremos en las próximas clases, acerca de cuál es el camino de la fitrah hacia Dios, que con algunas aleyas se nos aclararán muchos temas.
Wa alhamdulillahi rabbil al’amin, y que Dios los bendiga.