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Descripción

El Sheij nos narra sobre la dimensión del interior del ser humano, donde son parte el carácter, la moral, los sentimientos, etc. Luego nos menciona que para poder desarrollar esa dimensión interna primero teníamos que embellecer el alma con las buenas acciones, creando buenos y positivos sentimientos, para mejor el carácter y convertirnos en buenas personas. La constante puesta en práctica de las leyes Divinas lograría lo anterior, junto con embellecer nuestro interior al igual como lo hacemos generalmente con nuestro exterior, mediante nuestras virtudes, alejándonos de los vicios que invaden el alma como la envidia, soberbia, etc.

Transcripción

En el nombre de Dios, el Clemente el Misericordioso,
la paz de Dios sea con todos sus Profetas
desde Adán hasta Muhammad (s)

Nosotros veníamos hablando del camino del Islam, y dijimos varias veces que es importante en esto del sentido de la vida y de conocer cual el objetivo de nuestra existencia, saber también cuál es el camino que nos lleva al objetivo y a eso le llamamos el camino del Islam. Hace tres o cuatro clases que venimos hablando justamente de este mismo tema. Estuvimos hablando en una primera instancia sobre la importancia del pensamiento, en la segunda parte hablamos acerca de la importancia del comportamiento y la acción, en donde dijimos las clases de normas que existen en el Islam y que cada acción del ser humano está representada por una de estas normas. Finalmente vamos a hablar de la tercera dimensión de este camino práctico que tiene que ver con la dimensión del interior del ser humano. Es decir que entre la creencia y la acción existe un punto medio, que no es ni pensamiento absoluto que tiene que ver con el intelecto y la razón, ni tampoco es acción que tiene que ver con las extremidades, sino que tiene que ver con el interior del ser humano, con su carácter, con su moral, con su ética, con sus valores, con sus principios y sus sentimientos. Significa que el ser humano de alguna manera tiene un interior, que a través de ese interior van a manifestarse sus comportamientos, sus conductas y sus acciones. ¿Qué quiero decir? El ser humano cuando va construyendo su personalidad, así como existe un exterior del ser humano que es nuestra imagen, existe también un interior que sería la imagen de nuestro espíritu, o sería nuestra alma. A esa alma que nosotros le llamamos corazón generalmente, tiene que ver con una cuestión interna del embellecimiento del alma. Uno para poder construir su interior debe embellecer su alma con las virtudes de la moral, de la ética y del buen carácter. Del mismo modo tiene que tratar de curar las enfermedades del interior. Aquél día que hablamos de la ética, hablamos de esa realidad representada por el carácter humano, de esa forma interna del ser humano. Entonces ese es el tercer camino, la forma de poder crear sentimientos positivos, la forma de poder hacer de los valores y principios morales un carácter humano. Es decir que nosotros nos trasformemos por naturaleza en persona generosas, en personas no envidiosas, en personas no soberbias, en personas de una intención sincera, en personas que se sientan servidoras de la humanidad y que sirvan al prójimo en los momentos de necesidad, en personas que puedan enfrentarse en contra de la opresión y la injusticia, todo eso va creando un carácter humano que a través de la constante reflexión y puesta en práctica de las leyes, va afectando también directamente el interior humano.

Entonces es necesario que el ser humano sepa de qué forma construir su interior, no sólo el tema de la acción tiene que ver con una cuestión exterior, sino detrás de la acción y del comportamiento práctico existe también una cuestión interior que va haciendo y va dando forma al carácter humano. Del mismo que uno trata de embellecer su apariencia, de embellecer su imagen, de estar constantemente limpio, higienizado, de estar constantemente por ejemplo con el pelo corto o la barba arreglada o las uñas limpias y cortadas o perfumado, se arregla la ropa, se lava la ropa, se limpia la ropa, se plancha la ropa, para tener una imagen correcta, aceptable, una imagen bella. Del mismo modo el interior del humano necesita de ese tipo de arreglo, de ese tipo de trato. Entonces el alma también tiene que ser higienizada, también tiene que ser perfumada, también tiene que ser arreglada, de tal modo que a través de las virtudes podamos embellecerla. De esta misma forma tenemos que acabar con los malos vicios. Cuando hablo de los malos vicios no estoy hablando de vicios instintivos, sino estoy hablando de vicios del alma, o sea, las enfermedades que destruyen el alma, como puede ser la envidia, como puede ser estar apegado mucho a lo material, como puede ser la soberbia, el egoísmo, todas esas cosas deben ir abandonándose en el Islam para poder construir un corazón puro. Eso es lo que el otro día hablamos con respecto a la lucha, justamente es el lugar de lucha, porque uno como animal, digamos, por su tendencia animal y sus debilidades animales constantemente está buscando los placeres mundanales, está buscando los placeres terrenales, y muchas veces para lograrse eso termina afectándose su carácter, se hace un ser apegado para lograr los places mundanales, las pertenencia o las riquezas. Entonces eso también es el camino que necesita desarrollar el ser humano para lograr justamente ese desarrollo individual, ese perfeccionamiento humano. Es decir, el ser humano además de pensar correctamente y actuar correctamente, tiene que ser correcto. Por eso si a la primera parte le llamamos “cómo pensar”, y a la segunda parte la llamamos “cómo actuar”, a esta la llamamos “cómo ser”. Es decir, que pensamiento y acción son dos cuestiones que están conectadas con el ser: ¡como yo soy, actuó!, ¡como yo soy, pienso! Entonces pensamiento y acción están conectadas con el ser. La dimensión interna, la dimensión ética y moral del ser humano, que es la construcción del carácter interno, es justamente el, como ser, o sea como transformarnos en un ser que de ese ser ocurran acciones válidas ante Dios y uno se trasforma en un ser obediente.

Entonces el trabajo interno tiene que ver con la purificación. Cuando hablemos de la ética y moral y, en detalle, cuando empecemos con las clases de ética y moral, ahí vamos a hablar más detalladamente de este tema.

ALAHAMDU LIL.LAHI RABBIL ‘ALAMIN,
WA SALAM ‘ALIKUM WA RAHMATUL.LAHI WA BARAKATU

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El camino del Islam (5)

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Transcripción

El Sheij nos narra sobre la dimensión del interior del ser humano, donde son parte el carácter, la moral, los sentimientos, etc. Luego nos menciona que para poder desarrollar esa dimensión interna primero teníamos que embellecer el alma con las buenas acciones, creando buenos y positivos sentimientos, para mejor el carácter y convertirnos en buenas personas. La constante puesta en práctica de las leyes Divinas lograría lo anterior, junto con embellecer nuestro interior al igual como lo hacemos generalmente con nuestro exterior, mediante nuestras virtudes, alejándonos de los vicios que invaden el alma como la envidia, soberbia, etc.

En el nombre de Dios, el Clemente el Misericordioso,
la paz de Dios sea con todos sus Profetas
desde Adán hasta Muhammad (s)

Nosotros veníamos hablando del camino del Islam, y dijimos varias veces que es importante en esto del sentido de la vida y de conocer cual el objetivo de nuestra existencia, saber también cuál es el camino que nos lleva al objetivo y a eso le llamamos el camino del Islam. Hace tres o cuatro clases que venimos hablando justamente de este mismo tema. Estuvimos hablando en una primera instancia sobre la importancia del pensamiento, en la segunda parte hablamos acerca de la importancia del comportamiento y la acción, en donde dijimos las clases de normas que existen en el Islam y que cada acción del ser humano está representada por una de estas normas. Finalmente vamos a hablar de la tercera dimensión de este camino práctico que tiene que ver con la dimensión del interior del ser humano. Es decir que entre la creencia y la acción existe un punto medio, que no es ni pensamiento absoluto que tiene que ver con el intelecto y la razón, ni tampoco es acción que tiene que ver con las extremidades, sino que tiene que ver con el interior del ser humano, con su carácter, con su moral, con su ética, con sus valores, con sus principios y sus sentimientos. Significa que el ser humano de alguna manera tiene un interior, que a través de ese interior van a manifestarse sus comportamientos, sus conductas y sus acciones. ¿Qué quiero decir? El ser humano cuando va construyendo su personalidad, así como existe un exterior del ser humano que es nuestra imagen, existe también un interior que sería la imagen de nuestro espíritu, o sería nuestra alma. A esa alma que nosotros le llamamos corazón generalmente, tiene que ver con una cuestión interna del embellecimiento del alma. Uno para poder construir su interior debe embellecer su alma con las virtudes de la moral, de la ética y del buen carácter. Del mismo modo tiene que tratar de curar las enfermedades del interior. Aquél día que hablamos de la ética, hablamos de esa realidad representada por el carácter humano, de esa forma interna del ser humano. Entonces ese es el tercer camino, la forma de poder crear sentimientos positivos, la forma de poder hacer de los valores y principios morales un carácter humano. Es decir que nosotros nos trasformemos por naturaleza en persona generosas, en personas no envidiosas, en personas no soberbias, en personas de una intención sincera, en personas que se sientan servidoras de la humanidad y que sirvan al prójimo en los momentos de necesidad, en personas que puedan enfrentarse en contra de la opresión y la injusticia, todo eso va creando un carácter humano que a través de la constante reflexión y puesta en práctica de las leyes, va afectando también directamente el interior humano.

Entonces es necesario que el ser humano sepa de qué forma construir su interior, no sólo el tema de la acción tiene que ver con una cuestión exterior, sino detrás de la acción y del comportamiento práctico existe también una cuestión interior que va haciendo y va dando forma al carácter humano. Del mismo que uno trata de embellecer su apariencia, de embellecer su imagen, de estar constantemente limpio, higienizado, de estar constantemente por ejemplo con el pelo corto o la barba arreglada o las uñas limpias y cortadas o perfumado, se arregla la ropa, se lava la ropa, se limpia la ropa, se plancha la ropa, para tener una imagen correcta, aceptable, una imagen bella. Del mismo modo el interior del humano necesita de ese tipo de arreglo, de ese tipo de trato. Entonces el alma también tiene que ser higienizada, también tiene que ser perfumada, también tiene que ser arreglada, de tal modo que a través de las virtudes podamos embellecerla. De esta misma forma tenemos que acabar con los malos vicios. Cuando hablo de los malos vicios no estoy hablando de vicios instintivos, sino estoy hablando de vicios del alma, o sea, las enfermedades que destruyen el alma, como puede ser la envidia, como puede ser estar apegado mucho a lo material, como puede ser la soberbia, el egoísmo, todas esas cosas deben ir abandonándose en el Islam para poder construir un corazón puro. Eso es lo que el otro día hablamos con respecto a la lucha, justamente es el lugar de lucha, porque uno como animal, digamos, por su tendencia animal y sus debilidades animales constantemente está buscando los placeres mundanales, está buscando los placeres terrenales, y muchas veces para lograrse eso termina afectándose su carácter, se hace un ser apegado para lograr los places mundanales, las pertenencia o las riquezas. Entonces eso también es el camino que necesita desarrollar el ser humano para lograr justamente ese desarrollo individual, ese perfeccionamiento humano. Es decir, el ser humano además de pensar correctamente y actuar correctamente, tiene que ser correcto. Por eso si a la primera parte le llamamos “cómo pensar”, y a la segunda parte la llamamos “cómo actuar”, a esta la llamamos “cómo ser”. Es decir, que pensamiento y acción son dos cuestiones que están conectadas con el ser: ¡como yo soy, actuó!, ¡como yo soy, pienso! Entonces pensamiento y acción están conectadas con el ser. La dimensión interna, la dimensión ética y moral del ser humano, que es la construcción del carácter interno, es justamente el, como ser, o sea como transformarnos en un ser que de ese ser ocurran acciones válidas ante Dios y uno se trasforma en un ser obediente.

Entonces el trabajo interno tiene que ver con la purificación. Cuando hablemos de la ética y moral y, en detalle, cuando empecemos con las clases de ética y moral, ahí vamos a hablar más detalladamente de este tema.

ALAHAMDU LIL.LAHI RABBIL ‘ALAMIN,
WA SALAM ‘ALIKUM WA RAHMATUL.LAHI WA BARAKATU