En el nombre de Dios, el Clemente, el Misericordioso. La paz de Dios sea con todos los profetas desde Adan hasta Muhammad (paz y bendiciones para él y su familia purificada).
Llegamos a dos historias que nos cuenta el Corán acerca de la resurrección corporal. Una es la historia de Uzair, uno de los Profetas que aparece su nombre en el Corán y la otra es la de Abraham con ellos sea la paz. En la aleya 259 y 260 de la sura La Vaca aparecen estas dos historias en donde las dos son ejemplos de esta resurrección corporal. En un diálogo que tienen con Dios, en una pregunta que le hacen a Dios Y Dios les contesta de una forma práctica para que tengan conciencia de Cómo será la resurrección corporal.
Uzair era un hombre de bien, un profeta que un día salía de su casa para viajar a un lugar muy lejano y en el camino se encuentra con una población que había sido destruida por fenómenos naturales como un terremoto o algo así. Él vio todo el pueblo destruido, no había quedado casa en pie, toda la gente estaba muerta, muchos de ellos los habían comido los animales, otros eran polvo, otros eran Hueso y todo era una escena de destrucción. Dice el Corán “igual que aquel que pasó por una ciudad en ruinas”. Dice que cuando Uzair vio esa escena se quedó un tiempo pensativo, rreflexivo acerca de esos espectáculos que normalmente uno no ve. Internamente le pareció muy raro que una escena de esas se puede transformar en la otra vida en una resurrección, que todas esas personas que ya habían sido comidas por los animales o se habían convertido en polvo vuelvan a ser hombres normales. Entonces se dijo entre sí cómo es que Dios podrá hacer resucitar o dar vida a esto después de su muerte? Ahora uno dice si es profeta Cómo es que no creía en la resurrección o que Dios tiene el poder de resucitar? Obviamente él creía lo que pasa es que muchas veces la creencia no tiene esa certeza en el corazón que nos da el 100% y la tranquilidad. La creencia en primera instancia pasa por la mente y en un primer nivel es una creencia racional e intelectual hasta que llegue al corazón y se transforme en una certeza al 100%. Pasa por un estado de duda, aunque sea de interrogante, hay una convicción mental pero todavía no emocional, a veces uno cree algo Pero emocionalmente no lo acepta y necesita un tiempo para que dentro de la estructura psicológica se transforme en una certeza emocional. En ese momento ocurrió algo milagroso de Dios con Uzair, le permitió morirse durante 100 años y lo hizo resucitar, Uzair estaba junto a un burro y tenía también sus víveres. Cando resucita después de 100 años, Dios le preguntó cuánto tiempo estuviste dormido? Uzair responde yo he estado dormido un día o menos y Dios le responde No! has dormido 100 años, mira tu comida y tu bebida que no ha cambiado, mira a tu burro que ha muerto y se ha transformado en polvo; así hicimos lo que hicimos para establecerte como una excusa, una evidencia, un signo nuestro ante la gente. Mira ahora los huesos del burro como los unimos, le damos la estructura de burro y los revestimos con carne y dice finalmente Uzair que Dios es el que todo lo puede.
A veces uno tiene una idea pero no ha llegado al Estado de certeza, la verdadera certeza. Esta es una de las leyes que hablan de la forma en que Dios puede hacer de la resurrección una realidad sin ningún problema.
La segunda aleya es la 260 que cuenta cuando Abraham, la paz sea con él dijo Dios muéstrame cómo resucitar a los muertos. Acaso no crees? Sí, pero es para que se tranquilice mi corazón. Dios le dijo, agarra cuatro aves, partelas y pon cada parte en una montaña, luego llámalo y verás como vienen hacia ti rápidamente volando. Ibrahim hizo eso y cuando los llamó regresaron las cuatro aves volando y luego de ver eso Abraham dijo Dios Todo lo puede y es Omnisapiente.
Estas son las dos muestras que pone el Corán acerca de la resurrección, por lo tanto así como se le permitió a los profetas experimentar ese tipo de resurrección corporal no es imposible entonces que en la otra vida Dios pueda permitir que resuciten los cuerpos de la misma forma que los experimentamos en esta vida.
Las alabanzas son para Dios el Señor de los Mundos.