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Descripción

En este video, vemos cuánto la propaganda positiva de Mu'awiyah y las mentiras sobre sí mismo hicieron que la gente de Sham confiara en sus palabras.
También examinamos ¿con qué propósito utilizaba esta ignorancia del pueblo?

Transcripción

En el nombre de Dios, hola

Este mensaje especial es traído a ustedes por FátimaTV.

Damos continuidad a la serie “Conociendo la verdad” la cual es una clase en la que examinamos a profundidad la filosofía y razones del Levantamiento del Imam al Hussain (P).

En el video anterior hablábamos de cómo Mu´awiah se encargó de llevar correr toda un arsenal de propaganda y artimañas en contra de Dios, el Islam, el Profeta Muhammad y su descendencia. 

Una de estas fue el hecho de que propagó entre los habitantes del Sham la idea de que el Imam Ali (P) no practicaba el rezo o el Islam en sí, hecho que no fue refutado por nadie entre el pueblo ignorante de esa época y lugar, siendo más bien una idea que se volvió común entre este gente, a lo cual cuando un harijita martiriza al Imam Ali mientras éste se prosternaba en oración durante las plegarias de la mañana, y dicho suceso a modo de noticia llegase a oídos de la gente de Sham, todos se sorprendieron puesto que con esto, se derribaba la imagen falsa que había sido propagada falsamente sobre Amir Al Muminin Ali (P).

Dejando en evidencia de que Mu'awiyah lo había planeado de una manera que les había tomado la razón y el pensamiento, propagándose    la falsedad de tal manera que pensaron que todo lo que decía Mu'awiyah era definitivamente cierto y correcto, pero nunca había nacido una intención del pueblo de debatir lo que recibían de información, negarlo o desmentir esas falsedades, al menos investigar tan siquiera. 

Ahora quiero contarles una historia, con la cual podrán comprender hasta qué punto la gente de Sham pensaba que todo lo que Mu'awiyah decía era certero y cuan realmente profunda fue la tragedia.

Massoudi menciona en el libro Murūj aḏ-Ḏhahab مُرُوج ٱلذَّهَب, que después de la batalla de Siffin, un hombre de Kufa, cruza el desierto con su camello, en las cercanías de Sham.

Debido a que tanto los iraquíes y como los habitantes de Sham habían luchado en Siffin, uno de los de Sham se adelantó, tomó el camello y dijo:

Esta naqah o camella es mía puesto que me fue saqueada en Siffin y ahora ha caído en tus manos.

El iraquí de Kufa por su parte dijo que dicha camella en realidad le pertenecía y que esa camella no era botín de guerra, pero el sirio por su lado dijo: 

“No; es mía y así fue cómo la disputa entre estas dos personas fue arrastrada hasta la ciudad de Sham, siendo que ambos con tal de resolver el problema fueron hasta donde el califa, Mu’awiyah."

El hombre de Sham trajo cincuenta testigos, y todos ellos declararon que sí, que le pertenecía a él, ya que la había obtenido durante la guerra.

Mu'awiyah también juzgó según sus testimonios y dijo:

Ordeno al hombre de Sham que tome la camella y se retire de acá.

Curiosamente, el hombre de Sham trajo a 50 testigos los cuales habían sido reclutados para dar falso testimonio, mintiendo sobre lo ocurrido y poder así dejarse a la camella que no le pertenecía y simplemente había sido robada.

A pesar de la gran mentira abierta con la que se intentaba embaucar al verdadero dueño del animal, Mu'awiyah decretó que le pertenecía al hombre mentiroso y ladrón de Sham.

En eso el hombre de Kufa dijo que no se trataba de una camella o Nagha, si no de un Yamal o camello, dejando en evidencia la mentira, el robo, engaño y la injusticia de quien gobernaba, siendo a pesar de todo esto que la diferencia entre camellos machos y hembras es muy clara y no podría haber quedado espacio para el error en el dictamen de justicia.

Sin embargo a pesar de todo esto Mu'awiyah dijo: 

He dado el veredicto y no hay más protestas.

Cuando todos se fueron, Mu'awiyah, que sabía que el hombre de Kufa tenía razón y le dijo: 

Adelante, dime cuánto valía tu camello.

Él dijo: Valió una cierta cantidad.

Mu'awiyah le dio más que esa cantidad y lo satisfizo.

Mu'awiyah luego dijo:

Quiero darte un mensaje; cuando regreses a Kufa, dile al Imam Ali que Mu'awiyah dijo:

Tengo cien mil espadachines en Sham que si les digo: 

"Un camello macho es una hembra", todos dirán: 

"Sí; es correcto, es una camello hembra.

Con esto podemos observar cómo evidentemente la gente del Spam bajo el gobierno de Mu’awiyah estaba totalmente cegada y embelesada no solo por la propaganda generada por el poder en cuestión si no por su propia ignorancia.

Masoudi escribe. En Siffin, Mu'awiyah hizo la oración del viernes, el día miércoles y dijo: "¡Porque vamos a la guerra y no tenemos la oportunidad, hacemos la oración del viernes, el día miércoles!"

Toda esta gente ignorante y enajenada siguieron la orden de quién fuese un alma espuria, rezando sin mayor resistencia la oración del viernes detrás de Mu'awiyah el día miércoles.

De estos eventos se desprende claramente que no tenían derecho a pensar y Mu'awiyah les había quitado el intelecto de golpe, siendo el caso de la mayoría de las personas en Sham.

Pero nace la pregunta de ¿Cómo Mu'awiyah pudo ganar tanto poder sobre el pueblo de Sham? Cosa que explicaré más adelante.

Ahora quiero entrar en el tema principal, para el cual di algunas sesiones introductorias. 

¿Qué significa hacer la oración del viernes en el día miércoles?

¿Qué quiere hacer Mu'awiyah?

¿Era cuestión de mostrar su poder y querer garantizar así su gobierno?

Ninguna de las anteriores fueron razones para este tipo de accionar, en lo absoluto.

Mu’awiyah simplemente quería cambiar el rumbo del Islam y destruirlo por completo, mediante artimañas y acciones que debilitarían la fe de las personas, su capacidad de pensar, y sobre todo de oponerse a aquello que les había sido arrebatado y más aún, ni tan siquiera habían conocido por completo ni de forma correcta.

Fíjense, que como ya habíamos mencionado de que el Imam Hussein conocía de las verdaderas intenciones de quien fuese hijo de Abu Sufian y sabía con mucha claridad que el Islam estaba en peligro.

Mu'awiyah no decía abierta ni oficialmente a la gente lo que quería hacer, pero si  lo había mencionado en privado a un grupo cerrado de cercanos y amigos, lo cual está registrado en la historia  y a eso llegaremos muy pronto. 

A diferencia de su padre (Mu’awiyah), Yazid no tenía diplomacia ni sentido político y en sus poemas abiertamente decía que no había revelación, dejando al descubierto de forma abierta y pública que este (Yazid) no creía en el Islam, a diferencia de su padre que se escudaba en el Islam tan solo con el propósito de manipular a las masas y poco a poco destruir los cimientos de su creencia y eso era claro para el Imam Al Hussain, quien lo venía denunciando desde hacía ya mucho tiempo atrás.

El gobierno vicioso y corrupto de Mu'awiyah utilizó los mismos trucos de los gobiernos corruptos de todas las épocas, creando codicia en la gente con la promesa de muchas recompensas y bajo amenazas, así como aprovechar a ignorancia de la gente, creando falsas creencias religiosas entre las personas que resultarían engañadas.

Es por eso que nadie en Sham decía la verdad y ni siquiera se atrevieron a pensar en ello ni tan solo por un instante.

La única persona que pudo derrocar al gobierno corrupto de Mu'awiyah fue el Imam Ali y sus hijos quienes incansablemente luchaban contra un sistema que pretendía acabar con la revelación y la santidad del mensaje de Dios a su Mensajero Muhammad (BPD)

Hasta Pronto.

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Fatima TV

Fatima TV

Los efectos de la propaganda falsa y positiva de Muawiyah sobre sí mismo

Descripción

Transcripción

En este video, vemos cuánto la propaganda positiva de Mu'awiyah y las mentiras sobre sí mismo hicieron que la gente de Sham confiara en sus palabras.
También examinamos ¿con qué propósito utilizaba esta ignorancia del pueblo?

En el nombre de Dios, hola

Este mensaje especial es traído a ustedes por FátimaTV.

Damos continuidad a la serie “Conociendo la verdad” la cual es una clase en la que examinamos a profundidad la filosofía y razones del Levantamiento del Imam al Hussain (P).

En el video anterior hablábamos de cómo Mu´awiah se encargó de llevar correr toda un arsenal de propaganda y artimañas en contra de Dios, el Islam, el Profeta Muhammad y su descendencia. 

Una de estas fue el hecho de que propagó entre los habitantes del Sham la idea de que el Imam Ali (P) no practicaba el rezo o el Islam en sí, hecho que no fue refutado por nadie entre el pueblo ignorante de esa época y lugar, siendo más bien una idea que se volvió común entre este gente, a lo cual cuando un harijita martiriza al Imam Ali mientras éste se prosternaba en oración durante las plegarias de la mañana, y dicho suceso a modo de noticia llegase a oídos de la gente de Sham, todos se sorprendieron puesto que con esto, se derribaba la imagen falsa que había sido propagada falsamente sobre Amir Al Muminin Ali (P).

Dejando en evidencia de que Mu'awiyah lo había planeado de una manera que les había tomado la razón y el pensamiento, propagándose    la falsedad de tal manera que pensaron que todo lo que decía Mu'awiyah era definitivamente cierto y correcto, pero nunca había nacido una intención del pueblo de debatir lo que recibían de información, negarlo o desmentir esas falsedades, al menos investigar tan siquiera. 

Ahora quiero contarles una historia, con la cual podrán comprender hasta qué punto la gente de Sham pensaba que todo lo que Mu'awiyah decía era certero y cuan realmente profunda fue la tragedia.

Massoudi menciona en el libro Murūj aḏ-Ḏhahab مُرُوج ٱلذَّهَب, que después de la batalla de Siffin, un hombre de Kufa, cruza el desierto con su camello, en las cercanías de Sham.

Debido a que tanto los iraquíes y como los habitantes de Sham habían luchado en Siffin, uno de los de Sham se adelantó, tomó el camello y dijo:

Esta naqah o camella es mía puesto que me fue saqueada en Siffin y ahora ha caído en tus manos.

El iraquí de Kufa por su parte dijo que dicha camella en realidad le pertenecía y que esa camella no era botín de guerra, pero el sirio por su lado dijo: 

“No; es mía y así fue cómo la disputa entre estas dos personas fue arrastrada hasta la ciudad de Sham, siendo que ambos con tal de resolver el problema fueron hasta donde el califa, Mu’awiyah."

El hombre de Sham trajo cincuenta testigos, y todos ellos declararon que sí, que le pertenecía a él, ya que la había obtenido durante la guerra.

Mu'awiyah también juzgó según sus testimonios y dijo:

Ordeno al hombre de Sham que tome la camella y se retire de acá.

Curiosamente, el hombre de Sham trajo a 50 testigos los cuales habían sido reclutados para dar falso testimonio, mintiendo sobre lo ocurrido y poder así dejarse a la camella que no le pertenecía y simplemente había sido robada.

A pesar de la gran mentira abierta con la que se intentaba embaucar al verdadero dueño del animal, Mu'awiyah decretó que le pertenecía al hombre mentiroso y ladrón de Sham.

En eso el hombre de Kufa dijo que no se trataba de una camella o Nagha, si no de un Yamal o camello, dejando en evidencia la mentira, el robo, engaño y la injusticia de quien gobernaba, siendo a pesar de todo esto que la diferencia entre camellos machos y hembras es muy clara y no podría haber quedado espacio para el error en el dictamen de justicia.

Sin embargo a pesar de todo esto Mu'awiyah dijo: 

He dado el veredicto y no hay más protestas.

Cuando todos se fueron, Mu'awiyah, que sabía que el hombre de Kufa tenía razón y le dijo: 

Adelante, dime cuánto valía tu camello.

Él dijo: Valió una cierta cantidad.

Mu'awiyah le dio más que esa cantidad y lo satisfizo.

Mu'awiyah luego dijo:

Quiero darte un mensaje; cuando regreses a Kufa, dile al Imam Ali que Mu'awiyah dijo:

Tengo cien mil espadachines en Sham que si les digo: 

"Un camello macho es una hembra", todos dirán: 

"Sí; es correcto, es una camello hembra.

Con esto podemos observar cómo evidentemente la gente del Spam bajo el gobierno de Mu’awiyah estaba totalmente cegada y embelesada no solo por la propaganda generada por el poder en cuestión si no por su propia ignorancia.

Masoudi escribe. En Siffin, Mu'awiyah hizo la oración del viernes, el día miércoles y dijo: "¡Porque vamos a la guerra y no tenemos la oportunidad, hacemos la oración del viernes, el día miércoles!"

Toda esta gente ignorante y enajenada siguieron la orden de quién fuese un alma espuria, rezando sin mayor resistencia la oración del viernes detrás de Mu'awiyah el día miércoles.

De estos eventos se desprende claramente que no tenían derecho a pensar y Mu'awiyah les había quitado el intelecto de golpe, siendo el caso de la mayoría de las personas en Sham.

Pero nace la pregunta de ¿Cómo Mu'awiyah pudo ganar tanto poder sobre el pueblo de Sham? Cosa que explicaré más adelante.

Ahora quiero entrar en el tema principal, para el cual di algunas sesiones introductorias. 

¿Qué significa hacer la oración del viernes en el día miércoles?

¿Qué quiere hacer Mu'awiyah?

¿Era cuestión de mostrar su poder y querer garantizar así su gobierno?

Ninguna de las anteriores fueron razones para este tipo de accionar, en lo absoluto.

Mu’awiyah simplemente quería cambiar el rumbo del Islam y destruirlo por completo, mediante artimañas y acciones que debilitarían la fe de las personas, su capacidad de pensar, y sobre todo de oponerse a aquello que les había sido arrebatado y más aún, ni tan siquiera habían conocido por completo ni de forma correcta.

Fíjense, que como ya habíamos mencionado de que el Imam Hussein conocía de las verdaderas intenciones de quien fuese hijo de Abu Sufian y sabía con mucha claridad que el Islam estaba en peligro.

Mu'awiyah no decía abierta ni oficialmente a la gente lo que quería hacer, pero si  lo había mencionado en privado a un grupo cerrado de cercanos y amigos, lo cual está registrado en la historia  y a eso llegaremos muy pronto. 

A diferencia de su padre (Mu’awiyah), Yazid no tenía diplomacia ni sentido político y en sus poemas abiertamente decía que no había revelación, dejando al descubierto de forma abierta y pública que este (Yazid) no creía en el Islam, a diferencia de su padre que se escudaba en el Islam tan solo con el propósito de manipular a las masas y poco a poco destruir los cimientos de su creencia y eso era claro para el Imam Al Hussain, quien lo venía denunciando desde hacía ya mucho tiempo atrás.

El gobierno vicioso y corrupto de Mu'awiyah utilizó los mismos trucos de los gobiernos corruptos de todas las épocas, creando codicia en la gente con la promesa de muchas recompensas y bajo amenazas, así como aprovechar a ignorancia de la gente, creando falsas creencias religiosas entre las personas que resultarían engañadas.

Es por eso que nadie en Sham decía la verdad y ni siquiera se atrevieron a pensar en ello ni tan solo por un instante.

La única persona que pudo derrocar al gobierno corrupto de Mu'awiyah fue el Imam Ali y sus hijos quienes incansablemente luchaban contra un sistema que pretendía acabar con la revelación y la santidad del mensaje de Dios a su Mensajero Muhammad (BPD)

Hasta Pronto.