Hola soy Mahdi y les presento, “Hechos sobre el Islam”.
Este mensaje es traído a todos ustedes, por FatimaTv.es
¿Qué dice el Islam sobre la caridad? ¿El Islam fomenta la caridad?
Por supuesto que lo hace, de la misma forma que otras religiones como el judaísmo o el cristianismo hablan de la “Sadaqah” o caridad.
Encontraremos que la religión del Islam habla de la caridad de muchas maneras y formas diferentes, por igual.
El primer punto principal en el que siempre se pone en énfasis, cuando alguien nos pregunta si ¿El Islam anima a los musulmanes a ser caritativos?, es que el “dar” en el pensamiento islámico es en realidad una forma de purificarse a uno mismo.
Y es que ¿Alguien puede saber de qué manera? Pues la manera es purificarnos de una enfermedad que si nos llegase a afectar, puede resultarnos muy destructiva y esa enfermedad es la tacañería.
A nadie le gusta estar cerca de gente tacaña.
¿Cuántas veces hemos estado entre amigos y se han hecho bromas sobre la persona más tacaña de nuestro círculo social?
Ese que siempre dice que ha olvidado la billetera en casa en prácticamente todas las cenas en las que ha participado, o ese que siempre comienza a sudar cuando paga la cuenta.
Descubrirán que la tacañería, es conocida en la ética islámica como una enfermedad espiritual.
Tenemos toda clase de enfermedades físicas, como seres humanos que somos, mismas de las cuales muchas veces sacamos en alguna conversación.
Hay gente que habla del COVID 19, de arriba a abajo, pero debemos saber que también hay enfermedades espirituales como la ira, la lujuria, la hipocresía, la envidia y sí, la tacañería, la cual es también una de ellas.
Es así como entonces, podemos encontrar un término en el Islam que logra sortear esa enfermedad del alma y que se conoce como “Zakat” o “Divina Caridad”.
“Zakat-Tasqîah”, o simple “zakat”, todos términos que nos permiten comprender el significado de pureza o purificación. Y es que cuando una persona paga caridad, desde la perspectiva del pensamiento islámico, se lleva a cabo una purificación y se genera en la persona, esa misma sensación de estarse purificando.
Y es que las palabras “Tahara” y “Tasqîah” siempre se juntan, por que existe este entendimiento de que “Sädaqah” o “Zakat” son diferentes formas de caridad en el Islam.
Algunas obligatorias, otras recomendadas y es ahí en donde nos enrumbamos al segundo punto.
El Islam dice que hay una forma de caridad que es obligatoria para nosotros y el cual es el “Zakat” mismo que es como ya dijimos, considerado un deber para cada uno de los musulmanes, claro está, si cumple con ciertas condiciones particulares, según el criterio de la ley islámica.
De la misma manera tienes el “Sadaqah”el cual no es obligatorio, pero, desde el ángulo de lo humano, “si vemos a alguien en condición de calle y se nota que está hambriento, no necesitamos de una ley islámica que me diga, si puedo o no darle a esa persona” y debería ser yo mismo por mi humanidad el instarme a dar, sin que nadie me lo pida, obligue o vea.
Es entonces cuando comprendemos que con este tipo de acciones, (las cuales provienen de nuestro propio corazón y no bajo un mandato legal), que estamos evitando o purificándonos de la tacañería y ayudando a la humanidad en general al mismo tiempo; ya que gente con necesidades hay en todas partes del mundo sin diferencia.
Hay quienes culpan a Dios de la situación de las gentes, diciendo por ejemplo, que si bien “Dios es el sustentador”
¿Por qué no da a todos por igual?
El dramaturgo y polemista Irlandés George Bernard Shaw respondió a esta pregunta de una manera maravillosa, cuando alguien le preguntó “¿Por qué hay tanta gente pobre en el mundo de hoy?”
George Bernard Shaw, tenía una pequeña calvicie o línea de cabello que retrocedía en el tope de su cabeza y una frondosa cabellera, lo bastante saludable en otros lados de la misma. A lo que respondió con cierta maña, que
“Es por mi cabello que hay gente pobre en el mundo” consternando a las personas que escuchaban su respuesta y es entonces que a modo de explicación decía; “Simple, buena producción, mala distribución”, ¡ojalá tuviera mucho más en la parte superior y no tanto a los lados!”
La producción es grandiosa en este mundo, pero la distribución de esa producción y de la riqueza en sí, deja muchísimo que desear.
A veces nosotros como seres humanos, si entregáramos más en caridad, entonces veríamos muchas menos personas en calidad de pobreza y aflicción en cualquier parte del mundo.
Tenemos en relación a este punto en particular, un hadiz del Imam Ali (La Paz sea con él) que dice: “La situación de los pobres no es si no, a causa de la indiferencia de los ricos”. Una tradición lo suficientemente entendible para todos y es esto lo que nos lleva al tercer punto, sobre la caridad en el pensamiento islámico y que habla acerca de la intención detrás de la caridad.
Hay quienes dan caridad, pero lo hacen solo con el propósito de lucirse ante las miradas de sus más cercanos o de toda una comunidad en particular.
Hay otros quienes dan caridad, pero desean que siempre sean sus nombres mencionados en cuanta fórmula de caridad exista.
Esto en si no es tan malo, si dicha acción no es desmedida y sirva para alentar a otros a dar de la misma forma.
Pero hay otros que dan y no quieren ninguna recompensa o distinción a cambio.
Quieren dar, por el simple hecho de ayudar a otros seres humanos, muchos de ellos que se encuentran en un punto de carencia o dificultad en sus vidas.
Y es que aún así, hay quienes se preguntan, ¿Porqué dar o por que hay quienes no pueden estar en una condición de vida o económica mejor, especialmente si son igual a ellos mismos?
Y es que seamos realistas en este punto. No podemos comparar muchas de nuestras condiciones, facilidades o cualidades propias con las de otros.
Cada cual estamos ante realidades y oportunidades diferentes, o lapsos en nuestras vidas, que nos hacen estar donde estamos, por ejemplo el hecho tan sencillo de dónde nos tocó nacer o crecer.
Y es que este tema es realmente arbitrario.
Podríamos tal véz haber nacido o crecido en las calles, en medio de la pobreza, haber sido testigos del desempleo o de la condición de precariedad, haber nacido en una nación en caos, guerra o pobreza.
Afortunadamente en el país en el que nos encontramos a hoy y tener una particular forma de sustento o “rizq” es una bendición que otros no tienen.
Más allá de todo esto, el dar, el retuibuir, el entregar lo mejor de uno mismo y ser parte del proyecto divino de la caridad y la bendita consciencia que ello despierta (en nosotros y los que nos rodean); es sin duda recompensado en este mundo y en el más allá y es parte del agradecer por lo otorgado a nosotros.
La concepción islámica del más allá habla de hecho, de que la caridad no solo te ayuda en este plano existencial material o “dunia”, si no que cuando mueres y por ejemplo, lo dado en caridad o lo que tu familia siga dando en tu nombre como “sadaqa”, es sin duda alguna, un gran apoyo para alcanzar la meta de la otra vida y especialmente en el lapso del “Barzakh” o el mundo intermedio (concepto similar al limbo) hasta la llegada del día del Juicio, y de lo cual hablaremos en otra ocasión.
Por lo tanto, ¿da el Islam caridad? ¿Habla el Islam de caridad? ¿Alienta el Islam a sus adeptos a dar caridad? ¿Hablan los musulmanes sobre el hecho de dar caridad? Por supuesto que sí, ya sabemos que en algunos casos, es obligatorio, en otros recomendado y es que al fin y al cabo, el mundo entero, especialmente a hoy día, ocupa más gente caritativa que abonen a la cuenta de las buenas acciones para el éxito en la otra vida.
…
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