La aleya que explicaremos en esta oportunidad nos habla del efecto social que tiene la buena obra, especialmente ante el enemigo, y nos incita a tomar ese camino para transformar dicha enemistad por una amistad real.
Un anciano carpintero decide retirarse de su oficio y la persona para la que ha trabajado durante tantos años le hace un último encargo. Las mejores oportunidades son las que no se advierten.