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Descripción

Conozcamos a una mujer que tuvo la responsabilidad de dar continuidad al movimiento divino. El amor hacia su hermano y familia le otorgó determinación y elocuencia. Su sermón silenció el entorno y permitió que la verdad caminara entre la gente y señalara sus debilidades. Fue un grito celestial y victorioso.

Transcripción

Zeinab, modelo de paciencia y guía humana

La honorable Zeinab (la paz sea con ella) fue la primera hija de la honorable Fátima y del Imam Ali (la paz sea con ellos dos) y, por tanto, nieta del Profeta del Islam (la paz y las bendiciones de Dios sean con él y su bendita familia). Hoy vamos a conocerla un poco más.

Zeinab, desde muy niña, sentía un gran afecto  hacia su hermano Husein (la paz sea con él). Cada vez que este se ausentaba, ella se inquietaba mucho, pero cuando lo veía regresar, sonreía y sus ojos brillaban de alegría. Cuando lloraba en la cuna, lo único que la tranquilizaba era el rostro o la voz de Husein.

Durante su infancia con quien más jugaba era con Husein. Siempre que se encontraba en presencia de su hermano, lo miraba intensamente y nunca pudo soportar estar lejos de él durante más de una hora.

Un día, la honorable Fátima, sorprendida por ese profundo amor, le planteó al profeta Mohammad este tema y dijo:

–Me asombra el amor que Zeinab muestra hacia Husein, es en tal grado que Zeinab no puede soportar ni siquiera unos momentos sin verlo.

El Mensajero de Dios, al escuchar estas palabras, le rodaron lágrimas por sus mejillas y dijo:

¡Luz de mis ojos! Esta niña acompañará a Husein cuando él se dirija a Karbala, y tomará parte en los sufrimientos y penas de su hermano.

El amor de Zeinab hacia Husein era a tal grado que iba a visitarlo varias veces durante el día. El día del suceso de Ashura, se presentó ante el Imam Husein, acompañada por sus dos hijos de corta edad, Muhammad y Oun, y le dijo:

–Mi ancestro Abraham aceptó un sacrificio por Dios, tú también acepta este sacrificio de mi parte. Deja que mis hijos participen en la guerra junto a ti y alcancen el martirio en tu camino. Si no fuera por el hecho de que no hay  “yihad”  (es decir, la guerra armada en el sendero de Dios) para las mujeres, habría sacrificado mi vida por ti en cada momento.

Después de que Zeinab alcanzó la edad adulta, tuvo muchos pretendientes, algunos de los cuales eran aristócratas y jefes de tribu. Pensaron que, debido a su riqueza o posición en la sociedad, podían lograr el honor de casarse con Zeinab.

Por ejemplo, Ash’az ibn Qays, que era considerado uno de los adinerados de las tribus árabes y mantenía un parentesco cercano con el primer califa, estaba orgulloso de sí mismo y pensaba que, debido a su relación con la familia del primer califa, podría también ser el yerno del Príncipe de los Creyentes.

Parece ser que en una ocasión, cuando se encontraba en casa del imam Ali, vio a Zeinab pasar a lo lejos. En ese momento, pidió a Ali la mano de su hija, pero el Príncipe de los Creyentes rechazó su solicitud y lo reprendió por el orgullo y osadía que lo había llevado a atreverse a realizar esa solicitud.

Entre los pretendientes de Zeinab, también aparece el nombre de Abdul.lah ibn Ya'far. Él visitaba la casa de Ali y era un joven querido por el Mensajero de Dios y el Imam Ali.

Abdul.lah ibn Ya’far fue hijo de Ya'far Tai.iar, quien dirigió un grupo de musulmanes que emigraron a Abisinia por orden del Profeta del Islam (Ya antes publicamos la historia de la migración a Abisinia en el programa de “Cuentos de la semana”, ahí pueden escuchar esta historia que se llama LOS EMIGRANTES A ABISINA). Ya’far Tai.iar fue martirizado en la batalla de Tabuk y, respecto a él, el Profeta dijo que volaría al Paraíso con dos alas paradisiacas. Ya’far Tai.iar fue hermano del Imam Ali, estuvo a la vanguardia en el camino del islam y fue uno de los “muyahidines”, es decir,  personas que luchan en el camino de Dios. Su generosidad y perdón llevaron a la gente a llamarlo “el padre de los pobres”, porque era como un padre bondadoso para los necesitados. Luego, su hijo Abdul.lah heredó la misma virtud de su padre, de modo que fue apodado “el eje de la generosidad”.

El Imam Ali confiaba en Abdul.lah ibn Ya'far a tal punto que en la batalla de Sef.fin fue considerado uno de los comandantes del ejército del Imam.

Abdul.lah también estaba interesado en casarse con Zeinab, pero sentía vergüenza por pedir al Imam Ali la mano de su hija en matrimonio. Por tal razón, envió a un mensajero para que en su representación hiciera la petición al Imam. El Imam Ali lo consideró como más merecedor de la mano de su hija y aceptó. Como dote para Zeinab, el imam fijó la misma que la de su madre Fátima. Pero este matrimonio bendecido tenía una condición que había puesto Zeinab. La condición de este matrimonio era que, si su hermano Husein se iba de viaje, Zeinab podría acompañarlo y Abdul.lah no se lo impediría. Esta condición incluía el encuentro cotidiano de estos dos hermanos y, por supuesto, rara vez sucedió que durante un día no se visitaran.

Finalmente, el matrimonio se llevó a cabo y Zeinab fue a la casa de su esposo, Abdul.lah ibn Ya'far, quien también era su primo.

Cuando el Imam Husein renunció a realizar el acto de obediencia a yazid, tirano y gobernante ilegítimo de esa época, y con el fin de preservar la religión divina y los principios de su abuelo el profeta Muhammad, comenzó su movimiento divino y avanzó hacia Kufa. Zeinab, que nunca pudo separarse de su hermano Husein, también lo acompañó en este viaje sagrado. Ella se asemejaba a su abuela, Jadiya, la esposa del profeta, quien con su ayuda espiritual, apoyo económico y la gran compañía que le brindó al Profeta, jugó un papel muy importante en el crecimiento del islam. Del mismo modo, Zeinab jugó un papel decisivo en el movimiento de Karbala y la preservación de este gran movimiento divino. Tras el acontecimiento de Ashura, en Karbala, Zeinab asumió una gran responsabilidad. El Imam Husein fue el creador de este movimiento divino, pero su hermana Zeinab fue quien lo continuó. Tras el martirio del Imam Husein y sus compañeros en Karbala, esta dama cumplió bien su misión en Kufa y Sham, y con sus determinantes discursos anuló la falsa propaganda de los Omeya y mostró el rostro sucio y siniestro de Yazid a toda la comunidad musulmana. Ella despertó al pueblo de Kufa del sueño de la negligencia, porque esta gente había roto su pacto con el Imam Husein y no había acudido en ayuda de este. Este escándalo obligó a Yazid a liberar a la familia del Profeta, que había apresado después de la guerra. Luego de su liberación y antes de regresar a Medina, la familia del Profeta fue a visitar las tumbas del Imam Husein y sus fieles compañeros. Había pasado cuarenta días desde su martirio. Como resultado de este suceso, hoy en día millones de amantes del Imam Husein, provenientes de todas las religiones, especialmente shi’itas, cada año visitan su santuario a pie por el aniversario de  Arbain. Es decir, cada año, cuarenta días después del día de su martirio,  tiene lugar este acontecimiento religioso multitudinario, el más grande del mundo.

Zeinab entró en Darul-Amára o la casa del gobernador, con el Imam Sayyad (la paz sea con él) y otros cautivos. Zeinab arribó al lugar al igual que un general victorioso sin hacer caso a Ibn Ziad. Este comportamiento enojó a Ibn Ziad. Cuando él conoció a la honorable Zeinab, su enojo se intensificó y para calmar su corazón sucio insultó a la familia del profeta y dijo: “¡Alabado sea Dios, los deshonró, mató y expuso sus mentiras!”

La hija del Príncipe de los Creyentes (la paz sea con él) le dio una respuesta firme y breve a sus tonterías:

اَلحَمدُلِلّهِ الَّذِی اَکرَمَنا بِنَبِیّهِ مُحَمَّد(صلی الله علیه وآله) وَ طَهَّرَنا مِنَ الرِّجسِ تَطهِیراً اِنَّما یَفتَضِحُ الفَاسِقُ وَ یکذِبُ الفاجِرُ وَ هُوَ غَیرُنا.

“Alabado sea Dios, quien nos honró por  Su Profeta que nosotros somos su familia y nos purificó de los males. Dios hace deshonrar al impío y desmiente  al mentiroso, y sabrán que tal será ajena de nosotros [es decir que tú eres el deshonrado y desmentido por Dios].

Estas palabras de Zeinab aluden al versículo del Corán respecto al Profeta y  su familia:

﴿إِنَّمَا يُرِيدُ اللَّـهُ لِيُذْهِبَ عَنكُمُ الرِّجْسَ أَهْلَ الْبَيْتِ وَيُطَهِّرَكُمْ تَطْهِيرًا

“Ciertamente, Dios quiere apartar de vosotros la impureza ¡Oh Ahlul Bait (Gente de la Casa del profeta)! y purificaos absolutamente”

Ibn Ziad, que se sintió preso con las palabras y humillaciones de Zeinab, cambió de tema. Para intensificar el dolor de ella (la paz sea con ella), preguntó con tono de burla:

–¡¿Cómo encontraste la obra de Dios con tu hermano y tu familia?!

 Zeinab en un tono satisfactorio y valiente respondió:

ما رَأَیتُ اِلاَّ جَمِیلا، هؤلاءِ قَومٌ کَتَبَ الُلهُ عَلَیهِمُ القَتل فَبَرَزُوا اِلی مَضاجِعِهِم وَسَیَجمَعَ اللّهُ بَینَکَ وَ بَینَهُم وَ تُخاصِمُونَ عِندَهُ...

–De Dios Clemente y Misericordioso no he visto más que bondad. Ellos son aquellos que Dios les había escrito el destino de ser martirios, así que  acudieron a su yacija, y muy pronto Dios los reunirá a ustedes y a ellos ante Su presencia y Juzgará en el tribunal de justicia entre ustedes.

Boshr ibn Jozim Asadi dice lo siguiente acerca del sermón que dió la honorable Zeinab (la paz sea con ella) en el umbral de la puerta de la ciudad de Kufa, en presencia de Ibn Ziad y los enemigos de Ahlul Bayt :

–Ese día, miré a Zeinab, la hija de Ali. ¡Juro por Dios! No vi a nadie más capaz en la elocuencia que Zeinab; era como si la boca del Príncipe de los Creyentes, Ali, estuviese hablando.

Gritó a la gente:

–¡¡Callad!!

Con este grito, no solo la multitud silenció, ¡sino que inclusive dejaron de sonar las campanas de los camellos!

Entonces Zeinab, después de alabar a Dios y saludar al Profeta y a su familia, se dirigió a la gente:

–¡Oh gente engañosa y traidora!

En este momento se alzó los gritos de esta gente por su propia maldición y empezaron a llorar.

Y Zeinab continuó: En verdad que no se paren vuestras lágrimas y no se calme vuestros  suspiros. Ciertamente que sois como una hilandera que deshace su tejido después de haberlo hecho fuertemente, puesto que tomasteis los juramentos entre vosotros como un instrumento de fraude.

 

Sois como la hierba que crece entre la basura, o como la plata que solo sirve para adornar las lápidas sobre las tumbas; tenéis una apariencia engañosa y un intrínseco grotesco y sucio. ¡Habéis enviado un mal equipaje para vuestro Más Allá! Con la Ira de Dios, y seréis en el castigo del infierno eternamente. ¿Acaso lloráis por el martirio de mi hermano Husein? Sí, juro por Dios que vosotros merecéis llorar, entonces llorad mucho y reíos poco. En verdad que os habéis ensuciado por la desgracia de esta sangre derramada y jamás podéis limpiar sus manos de la matanza del nieto de ultimo profeta quien es el señor de los jóvenes del paraíso…

Zeinab (la paz sea con ella) terminó el sermón. Sus palabras, que salían desde lo más profundo de su corazón herido y describían una tras otra las tragedias de Karbala, causaron una gran revuelta en Kufa y el estado de ánimo de la gente se transformó. El narrador continúa diciendo:

–Después del sermón de la hija del honorable Ali, la gente de Kufa se mordía los dedos de su propia maldición.

 

Las palabras de Zeinab, como un grito celestial, invadieron el entorno de Kufa y entristecieron a todos por su comportamiento. Abiertamente reseñó la tragedia de Karbala, llevada a cabo por esta misma gente, a la que condenó enérgicamente para que Ibn Ziad no pudiera distorsionar las amargas verdades de la tragedia de Ashura ni de la naturaleza del movimiento divino del Imam Husein (la paz sea con él).

La honorable Zeinab (la paz sea con ella) fue modelo de paciencia y aguante ante las calamidades en el mundo. Primero, el martirio de su abuelo, el Profeta Muhammad; no transcurrido mucho tiempo de esto, el martirio de su amada madre, la Señora entre las mujeres del mundo, la honorable Fátima Zahra; luego el martirio de su padre el Príncipe de los Creyentes; el martirio de su hermano mayor, Imam Hasan; y, finalmente, la tragedia de Karbala y el martirio de sus hermanos y demás familiares, especialmente esta última tragedia es  decir martirio del Imam Husein (la paz sea con todos ellos). Pero ya no podía soportar la ausencia de su amado hermano. Sin Husein parecía como si este mundo careciese de sentido y valor, y poco después del martirio del Imam Husein se despidió de este mundo.

Hoy es el aniversario del martirio de la honorable Zeinab, modelo de paciencia y perseverancia. Mujer que completó el movimiento divino de Ashura. Mujer que con cuyos esfuerzos e iluminación salvó a la religión divina del islam del peligro de la destrucción y desviación.

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Internacional de Creative Commons Attribution 4.0.

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Transcripción

Conozcamos a una mujer que tuvo la responsabilidad de dar continuidad al movimiento divino. El amor hacia su hermano y familia le otorgó determinación y elocuencia. Su sermón silenció el entorno y permitió que la verdad caminara entre la gente y señalara sus debilidades. Fue un grito celestial y victorioso.

Zeinab, modelo de paciencia y guía humana

La honorable Zeinab (la paz sea con ella) fue la primera hija de la honorable Fátima y del Imam Ali (la paz sea con ellos dos) y, por tanto, nieta del Profeta del Islam (la paz y las bendiciones de Dios sean con él y su bendita familia). Hoy vamos a conocerla un poco más.

Zeinab, desde muy niña, sentía un gran afecto  hacia su hermano Husein (la paz sea con él). Cada vez que este se ausentaba, ella se inquietaba mucho, pero cuando lo veía regresar, sonreía y sus ojos brillaban de alegría. Cuando lloraba en la cuna, lo único que la tranquilizaba era el rostro o la voz de Husein.

Durante su infancia con quien más jugaba era con Husein. Siempre que se encontraba en presencia de su hermano, lo miraba intensamente y nunca pudo soportar estar lejos de él durante más de una hora.

Un día, la honorable Fátima, sorprendida por ese profundo amor, le planteó al profeta Mohammad este tema y dijo:

–Me asombra el amor que Zeinab muestra hacia Husein, es en tal grado que Zeinab no puede soportar ni siquiera unos momentos sin verlo.

El Mensajero de Dios, al escuchar estas palabras, le rodaron lágrimas por sus mejillas y dijo:

¡Luz de mis ojos! Esta niña acompañará a Husein cuando él se dirija a Karbala, y tomará parte en los sufrimientos y penas de su hermano.

El amor de Zeinab hacia Husein era a tal grado que iba a visitarlo varias veces durante el día. El día del suceso de Ashura, se presentó ante el Imam Husein, acompañada por sus dos hijos de corta edad, Muhammad y Oun, y le dijo:

–Mi ancestro Abraham aceptó un sacrificio por Dios, tú también acepta este sacrificio de mi parte. Deja que mis hijos participen en la guerra junto a ti y alcancen el martirio en tu camino. Si no fuera por el hecho de que no hay  “yihad”  (es decir, la guerra armada en el sendero de Dios) para las mujeres, habría sacrificado mi vida por ti en cada momento.

Después de que Zeinab alcanzó la edad adulta, tuvo muchos pretendientes, algunos de los cuales eran aristócratas y jefes de tribu. Pensaron que, debido a su riqueza o posición en la sociedad, podían lograr el honor de casarse con Zeinab.

Por ejemplo, Ash’az ibn Qays, que era considerado uno de los adinerados de las tribus árabes y mantenía un parentesco cercano con el primer califa, estaba orgulloso de sí mismo y pensaba que, debido a su relación con la familia del primer califa, podría también ser el yerno del Príncipe de los Creyentes.

Parece ser que en una ocasión, cuando se encontraba en casa del imam Ali, vio a Zeinab pasar a lo lejos. En ese momento, pidió a Ali la mano de su hija, pero el Príncipe de los Creyentes rechazó su solicitud y lo reprendió por el orgullo y osadía que lo había llevado a atreverse a realizar esa solicitud.

Entre los pretendientes de Zeinab, también aparece el nombre de Abdul.lah ibn Ya'far. Él visitaba la casa de Ali y era un joven querido por el Mensajero de Dios y el Imam Ali.

Abdul.lah ibn Ya’far fue hijo de Ya'far Tai.iar, quien dirigió un grupo de musulmanes que emigraron a Abisinia por orden del Profeta del Islam (Ya antes publicamos la historia de la migración a Abisinia en el programa de “Cuentos de la semana”, ahí pueden escuchar esta historia que se llama LOS EMIGRANTES A ABISINA). Ya’far Tai.iar fue martirizado en la batalla de Tabuk y, respecto a él, el Profeta dijo que volaría al Paraíso con dos alas paradisiacas. Ya’far Tai.iar fue hermano del Imam Ali, estuvo a la vanguardia en el camino del islam y fue uno de los “muyahidines”, es decir,  personas que luchan en el camino de Dios. Su generosidad y perdón llevaron a la gente a llamarlo “el padre de los pobres”, porque era como un padre bondadoso para los necesitados. Luego, su hijo Abdul.lah heredó la misma virtud de su padre, de modo que fue apodado “el eje de la generosidad”.

El Imam Ali confiaba en Abdul.lah ibn Ya'far a tal punto que en la batalla de Sef.fin fue considerado uno de los comandantes del ejército del Imam.

Abdul.lah también estaba interesado en casarse con Zeinab, pero sentía vergüenza por pedir al Imam Ali la mano de su hija en matrimonio. Por tal razón, envió a un mensajero para que en su representación hiciera la petición al Imam. El Imam Ali lo consideró como más merecedor de la mano de su hija y aceptó. Como dote para Zeinab, el imam fijó la misma que la de su madre Fátima. Pero este matrimonio bendecido tenía una condición que había puesto Zeinab. La condición de este matrimonio era que, si su hermano Husein se iba de viaje, Zeinab podría acompañarlo y Abdul.lah no se lo impediría. Esta condición incluía el encuentro cotidiano de estos dos hermanos y, por supuesto, rara vez sucedió que durante un día no se visitaran.

Finalmente, el matrimonio se llevó a cabo y Zeinab fue a la casa de su esposo, Abdul.lah ibn Ya'far, quien también era su primo.

Cuando el Imam Husein renunció a realizar el acto de obediencia a yazid, tirano y gobernante ilegítimo de esa época, y con el fin de preservar la religión divina y los principios de su abuelo el profeta Muhammad, comenzó su movimiento divino y avanzó hacia Kufa. Zeinab, que nunca pudo separarse de su hermano Husein, también lo acompañó en este viaje sagrado. Ella se asemejaba a su abuela, Jadiya, la esposa del profeta, quien con su ayuda espiritual, apoyo económico y la gran compañía que le brindó al Profeta, jugó un papel muy importante en el crecimiento del islam. Del mismo modo, Zeinab jugó un papel decisivo en el movimiento de Karbala y la preservación de este gran movimiento divino. Tras el acontecimiento de Ashura, en Karbala, Zeinab asumió una gran responsabilidad. El Imam Husein fue el creador de este movimiento divino, pero su hermana Zeinab fue quien lo continuó. Tras el martirio del Imam Husein y sus compañeros en Karbala, esta dama cumplió bien su misión en Kufa y Sham, y con sus determinantes discursos anuló la falsa propaganda de los Omeya y mostró el rostro sucio y siniestro de Yazid a toda la comunidad musulmana. Ella despertó al pueblo de Kufa del sueño de la negligencia, porque esta gente había roto su pacto con el Imam Husein y no había acudido en ayuda de este. Este escándalo obligó a Yazid a liberar a la familia del Profeta, que había apresado después de la guerra. Luego de su liberación y antes de regresar a Medina, la familia del Profeta fue a visitar las tumbas del Imam Husein y sus fieles compañeros. Había pasado cuarenta días desde su martirio. Como resultado de este suceso, hoy en día millones de amantes del Imam Husein, provenientes de todas las religiones, especialmente shi’itas, cada año visitan su santuario a pie por el aniversario de  Arbain. Es decir, cada año, cuarenta días después del día de su martirio,  tiene lugar este acontecimiento religioso multitudinario, el más grande del mundo.

Zeinab entró en Darul-Amára o la casa del gobernador, con el Imam Sayyad (la paz sea con él) y otros cautivos. Zeinab arribó al lugar al igual que un general victorioso sin hacer caso a Ibn Ziad. Este comportamiento enojó a Ibn Ziad. Cuando él conoció a la honorable Zeinab, su enojo se intensificó y para calmar su corazón sucio insultó a la familia del profeta y dijo: “¡Alabado sea Dios, los deshonró, mató y expuso sus mentiras!”

La hija del Príncipe de los Creyentes (la paz sea con él) le dio una respuesta firme y breve a sus tonterías:

اَلحَمدُلِلّهِ الَّذِی اَکرَمَنا بِنَبِیّهِ مُحَمَّد(صلی الله علیه وآله) وَ طَهَّرَنا مِنَ الرِّجسِ تَطهِیراً اِنَّما یَفتَضِحُ الفَاسِقُ وَ یکذِبُ الفاجِرُ وَ هُوَ غَیرُنا.

“Alabado sea Dios, quien nos honró por  Su Profeta que nosotros somos su familia y nos purificó de los males. Dios hace deshonrar al impío y desmiente  al mentiroso, y sabrán que tal será ajena de nosotros [es decir que tú eres el deshonrado y desmentido por Dios].

Estas palabras de Zeinab aluden al versículo del Corán respecto al Profeta y  su familia:

﴿إِنَّمَا يُرِيدُ اللَّـهُ لِيُذْهِبَ عَنكُمُ الرِّجْسَ أَهْلَ الْبَيْتِ وَيُطَهِّرَكُمْ تَطْهِيرًا

“Ciertamente, Dios quiere apartar de vosotros la impureza ¡Oh Ahlul Bait (Gente de la Casa del profeta)! y purificaos absolutamente”

Ibn Ziad, que se sintió preso con las palabras y humillaciones de Zeinab, cambió de tema. Para intensificar el dolor de ella (la paz sea con ella), preguntó con tono de burla:

–¡¿Cómo encontraste la obra de Dios con tu hermano y tu familia?!

 Zeinab en un tono satisfactorio y valiente respondió:

ما رَأَیتُ اِلاَّ جَمِیلا، هؤلاءِ قَومٌ کَتَبَ الُلهُ عَلَیهِمُ القَتل فَبَرَزُوا اِلی مَضاجِعِهِم وَسَیَجمَعَ اللّهُ بَینَکَ وَ بَینَهُم وَ تُخاصِمُونَ عِندَهُ...

–De Dios Clemente y Misericordioso no he visto más que bondad. Ellos son aquellos que Dios les había escrito el destino de ser martirios, así que  acudieron a su yacija, y muy pronto Dios los reunirá a ustedes y a ellos ante Su presencia y Juzgará en el tribunal de justicia entre ustedes.

Boshr ibn Jozim Asadi dice lo siguiente acerca del sermón que dió la honorable Zeinab (la paz sea con ella) en el umbral de la puerta de la ciudad de Kufa, en presencia de Ibn Ziad y los enemigos de Ahlul Bayt :

–Ese día, miré a Zeinab, la hija de Ali. ¡Juro por Dios! No vi a nadie más capaz en la elocuencia que Zeinab; era como si la boca del Príncipe de los Creyentes, Ali, estuviese hablando.

Gritó a la gente:

–¡¡Callad!!

Con este grito, no solo la multitud silenció, ¡sino que inclusive dejaron de sonar las campanas de los camellos!

Entonces Zeinab, después de alabar a Dios y saludar al Profeta y a su familia, se dirigió a la gente:

–¡Oh gente engañosa y traidora!

En este momento se alzó los gritos de esta gente por su propia maldición y empezaron a llorar.

Y Zeinab continuó: En verdad que no se paren vuestras lágrimas y no se calme vuestros  suspiros. Ciertamente que sois como una hilandera que deshace su tejido después de haberlo hecho fuertemente, puesto que tomasteis los juramentos entre vosotros como un instrumento de fraude.

 

Sois como la hierba que crece entre la basura, o como la plata que solo sirve para adornar las lápidas sobre las tumbas; tenéis una apariencia engañosa y un intrínseco grotesco y sucio. ¡Habéis enviado un mal equipaje para vuestro Más Allá! Con la Ira de Dios, y seréis en el castigo del infierno eternamente. ¿Acaso lloráis por el martirio de mi hermano Husein? Sí, juro por Dios que vosotros merecéis llorar, entonces llorad mucho y reíos poco. En verdad que os habéis ensuciado por la desgracia de esta sangre derramada y jamás podéis limpiar sus manos de la matanza del nieto de ultimo profeta quien es el señor de los jóvenes del paraíso…

Zeinab (la paz sea con ella) terminó el sermón. Sus palabras, que salían desde lo más profundo de su corazón herido y describían una tras otra las tragedias de Karbala, causaron una gran revuelta en Kufa y el estado de ánimo de la gente se transformó. El narrador continúa diciendo:

–Después del sermón de la hija del honorable Ali, la gente de Kufa se mordía los dedos de su propia maldición.

 

Las palabras de Zeinab, como un grito celestial, invadieron el entorno de Kufa y entristecieron a todos por su comportamiento. Abiertamente reseñó la tragedia de Karbala, llevada a cabo por esta misma gente, a la que condenó enérgicamente para que Ibn Ziad no pudiera distorsionar las amargas verdades de la tragedia de Ashura ni de la naturaleza del movimiento divino del Imam Husein (la paz sea con él).

La honorable Zeinab (la paz sea con ella) fue modelo de paciencia y aguante ante las calamidades en el mundo. Primero, el martirio de su abuelo, el Profeta Muhammad; no transcurrido mucho tiempo de esto, el martirio de su amada madre, la Señora entre las mujeres del mundo, la honorable Fátima Zahra; luego el martirio de su padre el Príncipe de los Creyentes; el martirio de su hermano mayor, Imam Hasan; y, finalmente, la tragedia de Karbala y el martirio de sus hermanos y demás familiares, especialmente esta última tragedia es  decir martirio del Imam Husein (la paz sea con todos ellos). Pero ya no podía soportar la ausencia de su amado hermano. Sin Husein parecía como si este mundo careciese de sentido y valor, y poco después del martirio del Imam Husein se despidió de este mundo.

Hoy es el aniversario del martirio de la honorable Zeinab, modelo de paciencia y perseverancia. Mujer que completó el movimiento divino de Ashura. Mujer que con cuyos esfuerzos e iluminación salvó a la religión divina del islam del peligro de la destrucción y desviación.