Una Mano Que Se Cierra, Mil Que Se Alejan
🎙️ En el nombre de Dios, el Compasivo, el Misericordioso.
Hola, soy Batoul Zahra, y te doy la bienvenida a Voces de la Fe.
Hoy quiero compartir contigo un hermoso fragmento del sermón número 23 del Nahj al-Balagha, pronunciado por el Imam Ali, la paz sea con él, sobre el valor de la familia y el vínculo con los parientes.
En muchos versículos del Corán y narraciones, el tema de la consanguinidad y de mantener relaciones correctas con los familiares se presenta como un deber tanto humano como divino. Es algo que debemos cumplir con intención sincera.
Pero además de ser una responsabilidad espiritual, este deber también trae consigo bendiciones visibles en nuestras vidas. En el sermón 23 del Nahj al-Balagha, el Imam Ali (la paz sea con él) habla de esto con palabras muy profundas y conmovedoras.
El Príncipe de los Creyentes, dice:
أَيُّهَا النَّاسُ إِنَّهُ لَا يَسْتَغْنِي الرَّجُلُ وَ إِنْ كَانَ ذَا مَالٍ عَنْ [عَشِيرَتِهِ] عِتْرَتِهِ وَ دِفَاعِهِمْ عَنْهُ بِأَيْدِيهِمْ وَ أَلْسِنَتِهِمْ، وَ هُمْ أَعْظَمُ النَّاسِ حَيْطَةً مِنْ وَرَائِهِ وَ أَلَمُّهُمْ لِشَعَثِهِ وَ أَعْطَفُهُمْ عَلَيْهِ عِنْدَ نَازِلَةٍ إِذَا [إِنْ] نَزَلَتْ بِهِ، وَ لِسَانُ الصِّدْقِ يَجْعَلُهُ اللَّهُ لِلْمَرْءِ فِي النَّاسِ خَيْرٌ لَهُ مِنَ الْمَالِ [يُوَرِّثُهُ غَيْرَهُ] يَرِثُهُ غَيْرُهُ. أَلَا لَا يَعْدِلَنَّ أَحَدُكُمْ عَنِ الْقَرَابَةِ يَرَى بِهَا الْخَصَاصَةَ أَنْ يَسُدَّهَا بِالَّذِي لَا يَزِيدُهُ إِنْ أَمْسَكَهُ وَ لَا يَنْقُصُهُ إِنْ أَهْلَكَهُ، وَ مَنْ يَقْبِضْ يَدَهُ عَنْ عَشِيرَتِهِ فَإِنَّمَا تُقْبَضُ مِنْهُ عَنْهُمْ يَدٌ وَاحِدَةٌ وَ تُقْبَضُ مِنْهُمْ عَنْهُ أَيْدٍ كَثِيرَةٌ، وَ مَنْ تَلِنْ حَاشِيَتُهُ يَسْتَدِمْ مِنْ قَوْمِهِ الْمَوَدَّةَ.
"¡Oh, gente! El ser humano, por rico que sea, no puede prescindir de sus parientes y familiares que lo defienden con sus manos y sus palabras. Ellos son su mayor apoyo, los que alivian sus penas, los más compasivos cuando la desgracia llega. La buena fama que Dios otorga a una persona por sus buenas acciones es más valiosa que una riqueza que, al final, heredarán otros. Tengan cuidado. No le den la espalda a los familiares necesitados. No les nieguen ayuda, pues guardar riqueza no aumenta lo que está destinado, ni compartirla lo disminuye. El que deja de ayudar a sus parientes, solo está retirando una mano, es decir, la suya. Pero a cambio, ellos retiran muchas manos de apoyo hacia él. En cambio, quien es amable y humilde con sus parientes, conservará siempre su cariño y su apoyo."
Estas palabras nos muestran una gran verdad:
el hombre debe fortalecer estos lazos y evitar romperlos por egoísmo o descuido. Si uno es generoso y bondadoso con sus familiares en tiempos de paz, recibirá su ayuda cuando llegue la tormenta.
Porque, muchas veces, superar los problemas de la vida no es tarea de una sola persona. Requiere el apoyo de un grupo, y ¿quién mejor que los propios familiares, con quienes compartimos sangre, historia y afecto?
Pero, tristemente, hay quienes, al alcanzar cierta posición o fama, olvidan todo esto. Se alejan de sus raíces, rompen los vínculos y pierden así su verdadera fortaleza cuando la vida se vuelve difícil.
Las palabras del Imam Ali nos invitan a reflexionar y a volver el corazón hacia nuestra familia.
A cuidar esos lazos antes de que sea demasiado tarde.
Además del sermón del Imam Ali (la paz sea con él), también encontramos narraciones de otros Imames que confirman esta gran verdad.
Por ejemplo, en un hadiz del Imam Sadiq (la paz sea con él) leemos:
صِلَةُ الرَّحِمِ وَ حُسْنُ الْجِوارِ، یُعَمِّرانِ الدّیارَ وَ یَزیدانِ فِی الاَْعْمارِ
"La conexión con los familiares y la bondad con los vecinos hacen prósperas las casas y ciudades, y alargan las vidas."
(Al-Kafi, tomo 2, página 152)
Esto significa que cuando cultivamos nuestras relaciones con los parientes y tratamos bien a nuestros vecinos, nuestras comunidades prosperan, y nuestras vidas se llenan de paz y de bendición.
También el Imam Baqir (la paz sea con él) nos dice:
صِلَةُ اَلْأَرْحَامِ وَ حُسْنُ اَلْجِوَارِ زِيَادَةٌ فِي اَلْأَمْوَالِ.
"Tener vínculos con los familiares y ser bondadoso con los vecinos, aumenta la riqueza."
(Bihar Al-Anwar, vol. 71, pág. 97)
Es decir, no se trata solo de valores espirituales, sino de resultados muy reales.
La generosidad, el respeto y el cuidado por quienes nos rodean abren las puertas a la abundancia.
Y en otro relato del mismo Imam Baqir, encontramos aún más bendiciones:
صِلَةُ الأَرْحامِ تُزَکَّی الاَْعمالُ و تُنْجِى الأَموالُ و تُرْفَعُ الْبَلْوى وَ تُیَسَّرُ الْحِسابُ وَ تُنْسى فِی الاْجَلِ
"Mantener los lazos familiares, purifica las acciones, aumenta las riquezas, aleja las aflicciones, facilita el ajuste de cuentas (en el Día del Juicio) y pospone el plazo de la vida."
(Bihar Al-Anwar, vol. 71, pág. 111)
Es una lista impresionante de beneficios.
¿Quién no desea que sus obras sean más valiosas, que sus bienes estén protegidos, que las dificultades se alejen, que el juicio final sea más fácil, y que la vida se prolongue?
Todo esto es posible con algo tan esencial y sencillo como cuidar los lazos familiares y el buen trato con quienes nos rodean.
Pero así como mantener los lazos familiares trae luz, bendiciones y protección, romperlos tiene consecuencias muy dolorosas.
Cortar el vínculo con los parientes —romper lo que Dios ha mandado unir— provoca efectos negativos en esta vida y también conlleva un castigo severo en la otra.
Escucha este hadiz impactante del Mensajero de Dios, la paz y las bendiciones de Dios, sean con él y su bendita familia:
أَخْبَرَنی جبْرئیلُ إنَّ ریحَ الْجَنَّةَ تُوجَدُ مِنْ مَسیرةِ أَلْفِ عام ما یَجِدُها عاقٌّ وَ لاقاطِعُ رَحِم وَلاشَیْخُ زان
“Gabriel me informó que el olor del Paraíso se percibe desde una distancia de mil años… pero hay tres personas que no lo olerán: quien desobedece a sus padres, quien rompe los lazos con sus parientes, y el anciano que comete fornicación.”
(Bihar al-Anwar, vol. 76, pág. 24)
Esta narración tiene un significado profundo:
Estos tres grupos no solo serán privados del Paraíso… sino que ni siquiera podrán acercarse a él.
Entonces, tal vez alguien se pregunte:
¿Qué significa realmente mantener la conexión familiar? ¿Qué tengo que hacer para cumplir con este deber divino?
La respuesta es sencilla y hermosa:
Significa crear lazos de amor.
Significa ayudarse mutuamente cuando uno lo necesita, no ser indiferente, y actuar según las circunstancias: a veces con una visita, a veces con una ayuda económica, otras veces con una simple palabra amable o una llamada telefónica.
Incluso, en un hadiz del Imam Ali (la paz sea con él), leemos:
صِلُوا أرحامَکُمْ وَ لَو بِالتَّسلیمِ
“Mantén los lazos familiares, aunque sea con un simple saludo.”
(Al-Kafi, tomo 2, página 155)
Qué profundo.
A veces una sola palabra puede mantener viva una relación, evitar un malentendido o sanar una herida.
En resumen, mantener los lazos familiares es un acto de fe, de humanidad, y de amor.
Un deber que nos protege, nos bendice y nos prepara para una vida mejor… aquí y en la eternidad.
Que Dios nos ayude a ser de los que unen, de los que sanan, y no de los que rompen