Hola, les saludo muy fervorosamente, deseándoles un bendecido año nuevo, hoy 1ero de Enero damos la bienvenida al nuevo año, rogándole a Dios, Todo Poderoso conceda el perdón de nuestras faltas y nos llene de bendiciones sin fin, nos haga invivibles a las calamidades y a la enfermedad en este año que recién ve el amanecer y espero todos encuentren en él, lo mejor de esta y la otra vida en especial, obtener el conocimiento y la fortaleza de nuestro cuerpo y espíritu para agradar a Dios y beneficiar a la humanidad entera.
Así que iniciamos el año, con un nuevo cuento, el cual es muy enriquecedor y sabemos nos llevará a un análisis de nuestra realidad, pero sin más preámbulo vamos juntos a escuchar el cuento de esta semana.
Durante cierto tiempo el nombre de una persona era muy frecuentemente mencionado entre las personas, y la celebridad de aquel hombre, no era ni más ni menos, debido a su piedad y al acatamiento a Dios, razón que hizo que se convirtiera en alguien recordado por doquier y su nombre fuese finamente propagado por todas partes.
En todos lados, la gente común hablaba de su nobleza y grandeza, e incluso en varias ocasiones se lo nombró también en presencia del Imam Sadiq (P), a quien le remarcaron el cómo esta persona atraía la atención de la gente común.
El Imam As Sadiq (P) entonces ante esta buena noticia, se propuso a visitar a ese hombre del que todos hablaban para conocerlo de cerca, lejos de la mirada de la gente y poder así ver quién era aquel a quien la gente común tanto quería con sinceridad.
Así que un día fue, el Imam As Sadiq (P) a visitarlo y le encontró rodeado de los muchos de sus seguidores quienes a diario le acompañaban, siendo que el Imam (P) se mezcló entre la gente común sin mostrarse ni presentarse a sí mismo para poder observar la situación.
Le llamó la atención al Imam (P) que aquel hombre realizaba gestos con los que se suele engañar a las personas simples quienes por su ignorancia suelen ser fácilmente seducidas con determinadas actitudes.
Luego aquel hombre se apartó de sus seguidores y empezó a caminar solo hacia una dirección, el Imam (P) comenzó a seguirlo para poder entender quién era en verdad esta persona y conocer en definitiva sus verdaderos intereses y pretensiones, siendo que mientras aquel hombre caminó por un buen rato, el Imam le siguió, hasta que este hombre querido por las personas, se detuvo ante una panadería.
Fue entonces, que este hombre, aprovechando el momento en que el dueño del lugar no estaba controlándolo, rápidamente tomó dos panes y los ocultó bajo sus ropas para luego marcharse. El Imam (P) lo miró con mucho asombro y pensó que tal vez aquel hombre ya había pactado con aquel panadero y que quizás ya le había pagado con anticipación o tal vez se lo iba a pagar después. Pero a pesar de que todas esas probabilidades fuesen ciertas, ¿por qué tomaba los panes en el momento en que el panadero estaba distraído?
El Imam (P) continuó siguiéndolo mientras seguía pensando en lo sucedido hasta que el hombre se detuvo ante una verdulería y cuando su dueño no le prestaba atención, tomó dos granadas y las ocultó bajo sus ropas para luego seguir su camino.
El asombro del Imam (P) llegó al máximo cuando vio que aquel hombre finalmente llegó hasta donde se encontraba una persona enferma y le entregó los panes y las granadas para luego seguir su camino.
Entonces el Imam (P) se presentó finalmente ante el hombre y le comentó de que él había sido testigo de todo lo que había hecho durante su caminata y le pidió que por favor le explicara lo sucedido. Ante esto, el hombre lo miró a la cara y le dijo:
“Tú eres Ya’far ibn Muhammad, ¿verdad?”
“En efecto”, dijo el Imam (P).
“Yo soy Ya’far ibn Muhammad”.
El hombre le dijo: “Sin duda que tú eres el hijo del Profeta de Dios (BPD) y tienes la nobleza del parentesco o linaje del Profeta –BPD–, pero lamentablemente eres muy ignorante.”
El Imam (P) le preguntó: “¿Y qué es lo que ignoro?”
El hombre acotó: “Tu pregunta actual evidencia el máximo grado de tu ignorancia. Es obvio que no entiendes un cálculo muy simple que es un asunto común de la religión.
El Corán afirma que una buena obra es recompensada 10 veces mientras que una mala acción sólo conlleva una pena, esto se encuentra en la Aleya 6 versículo 160 del Sagrado Corán.
Así que con base en eso, yo robé 2 panes y 2 granadas, por lo cual cometí 4 faltas en total. Pero entregué los 4 objetos en caridad a un necesitado en el camino de Dios, y cada caridad recibe 10 recompensas, por lo que en total acumulo 40 recompensas. El cálculo es muy sencillo y hasta tú lo puedes entender: si resto las 4 faltas, me queda un total de 36 recompensas puras.”
El Imam (P) le dijo: “¡Que Dios te aniquile! ¡Tú eres el ignorante por este cálculo que conjeturas! No has escuchado que el Corán sostiene que Dios sólo acepta las acciones de quienes Le temen esto están en el Corán Sura 5 Aleya 27.
Ahora te mostraré un cálculo muy simple que es suficiente para hacerte entender tu error. De acuerdo a tu propia confesión, has cometido 4 delitos con el fin de entregar los bienes de otros, a la gente pobre, bajo el nombre de caridad o limosna.
Pero al entregarle a otro un bien que no era tuyo, no realizas una buena obra sino que cometes otra falta. Por lo tanto, sumas 4 malas acciones a las 4 anteriores, lo que hace un total de 8 faltas. No tienes nada a tu favor.”
El Imam (P) le dijo esto mientras el hombre lo miraba estupefacto. Luego, el Imam (P) se dio la vuelta y se marchó, dejándolo solo frente a su sorpresa. Más tarde, el Imam Sadiq (P) le narró esta historia a sus seguidores y les dijo:
“Con interpretaciones y justificaciones basadas en la ignorancia y en una incorrecta visión de los asuntos de la religión, existen personas que van a extraviarse y ellos a su vez harán que otros también se extravíen…”
Es así que el Imam, nos da un ejemplo no solo del error en el que este hombre popular entre las personas se encontraba, si no que nos da una lección en la que siempre debemos de estar atentos frente a aquellas personas que suelen ser atractivas a las masas, así como de aquellas ideas, pensamientos, filosofías, creencias y demás, que muchas veces suelen ser no más que espejismos disfrazados de bondad y correcta guía, pero que detrás de todos esos adornos, solo esconden perdición, ignorancia y un destino desatinado y perdido, no solo para quienes lo fundaron, si no para quienes les siguen por igual, al no prestar atención a la fuente de su conocimiento, creencia o fe.
Hoy día y por muchos siglos, la humanidad desdichadamente ha dado la espalda a quienes tienen en su poder el verdadero mensaje y guía de lo Divino y yéndose detrás de quienes se confabulan en contra de Dios y los amigos de Dios, para tan solo buscar su satisfacción y la de su perdido ego, sin importar las consecuencias de su accionar.
Bueno llegamos al final del cuento de esta semana, esperando una vez más que todo este contenido que creamos para ustedes, sea de utilidad y la misma sea fuente de saberes que iluminan sus almas.
Por favor cuídense, ruego a Dios, Todo poderoso les otorgue lo mejor de esta y la otra vida, así como el gran éxito, no solo a ustedes si no a sus seres queridos por igual y espero encontrarles en el próximo cuento de la semana.
Hasta PRONTO.
FatimaTV
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