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Descripción

Ante el Imam As Sadiq (P) llegó una vez un hombre quien preguntó la razón por la que el Bendito Imam, descendencia purificada del Profeta Muhammad (P) no había hasta el momento, iniciado un levantamiento para reivindicar el justo derecho del Ahlul Bait (P), sobre todo siendo que en la zona del Khorasán, habían según su conocimiento al menos 100 mil hombres listos para apoyarle en contra de la injusticia y tiranía reinante, históricamente sobre él y su familia purificada. A lo que el Imam quiso darle una respuesta la cual asombró a este hombre, no solo por el milagro que Dios permitió al convertir al fuego en frescor y seguridad para alguien que siguió sin titubear la orden de su Imam y con ello nos dejase no solo una respuesta para el momento, si no que una enseñanza que nos sirviese hasta hoy día, para entender la razón por la cual aún el Salvador del Mundo aún no inicia su misión rectificadora y llena de Misericordia. Así que te invito a oír todo el cuento y conocer las razones que empujaron muchas veces al silencio y quietud de los Imames.

Transcripción

En el nombre de Dios. Hola. Bienvenidos.

Nuevamente te traemos el cuento de la semana, con una fascinante historia la cual sabemos te será de gran interés. Estoy muy feliz de estar a tu servicio una vez más a través de FátimaTV y como siempre, te recuerdo suscribirte a nuestro canal de YouTube/FatimaTVes en donde encontrarás saberes que iluminan el alma y enriquecen el saber. Ahora sin más preámbulos vamos juntos a escuchar el cuento de la semana.

Tranquilo sentado en el fuego.

Un día un hombre estaba sentado ante el Imam Sadiq (P), cuando de repente Sahl ibn Hassan Al Khorasani سَهْل بْن حَسَن اَلْخُرَاسَانِی entró al cuarto donde estábamos, saludó al Imam y se sentó junto a él (P).

Luego le dijo al Imam:

¡Oh Hijo del Profeta de Dios!, Imamat (es decir liderazgo de la comunidad) por el derecho que te corresponde y por el derecho de tu familia, la cual está llena de compasión y misericordia, ¿por qué no, Oh mi maestro, Se levanta usted para reivindicar vuestro derecho? ¡Hay en este instante más de cien mil de vuestros seguidores con espadas listos y dispuestos a luchar contra vuestros enemigos al lado suyo!

A lo que el Imam As-Sadiq (P) le respondió:

¡Sahl! Espera hasta que la verdad sea clara para ti y comprenderás la respuesta a  tu pregunta.

Entonces el Imam ordenó que encendieran el horno y cuando el fuego ya estaba encendido y las enormes e incandescentes llamas casi fundían la parte superior del horno, el Imam se volvió hacia Sahl y le dijo:

-¡Oh Sahl! ¡Levántate y siéntate dentro de ese horno!

Entonces Sahl, quien estaba muy sorprendido por la solicitud del Imam, comenzó a disculparse y dijo:

¡Oh Hijo del Profeta de Dios! ¡No me castigues con el fuego y perdóname!

A lo que el Imam As-Sadiq (P) , quien era como un océano de misericordia y amabilidad, y nunca pretendía castigar a nadie; tan sólo quería responder a la pregunta y propuesta de Sahl de una forma diferente y le dijo a éste:

¡No te preocupes! Yo te perdoné.

En ese momento, un hombre llamado Harun Al Makki - هـارون مکی - , uno de los fieles compañeros y seguidores del Imam, entró descalzo a la reunión y lo saludó mientras sostenía sus sandalias en la mano y el Imam inmediatamente le respondió el saludo y le dijo:

¡Tira tus sandalias al suelo, entra y siéntate en el horno!

¡Harun por su fe, confianza y obediencia que tenía en el Imam As Sadiq (P) dejó caer sus sandalias e inmediatamente entró al horno lleno de incandescente fuego abrasador con total calma!

Sahl ante tal acto, miraba el horno con gran sorpresa y preocupación y el Imam As Sadiq (P) continuó su conversación con Sahl y le contó sobre la situación en el Khorasan.

El dominio del Imam era tal que él mismo parecía ser un testigo y observador cercano de la situación y los acontecimientos del Khorasan, mientras Sahl todavía estaba en el asombro y con miedo de la suerte de Harun Al Makki, quien se había arrojado al horno, sin dudar de la orden de su Imam. 

En eso el Imam Sadiq (P) le pidió a Sahl que fuese frente al horno y mirase dentro de éste y contemplase la situación de Harun, a lo que Sahl se aproximó cautelosamente al horno, y cuando se asomó dentro, tan solo vio que Aaron o Harun como se le dice en árabe, estaba sentado de rodillas en medio de las llamas y cuando Harun volvió su vista a Sahl, se decidió a salir del horno y con simpleza, le saludó de nuevo.

Con el favor de Dios, este milagro del Imam, el fuego hizo con Harun Al Makki, lo que había hecho con el Profeta Ibrahim (Abraham en español) en medio del fuego de Namrūd (نَمرود) y no le quemó.

Ahora luego de esto, el Imam Sadiq respondió a la pregunta de Sahl quien cuestionaba al Imam la razón de no levantarse a pesar de que tenía 100 mil seguidores que se suponía estaban listos para estar bajo su mando y reivindicar así el derecho justo del Ahlul Bait (P).

Entonces el Imam Sadiq (P) le dijo a Sahl:

¿Cuántos chiítas y ayudantes como Harun Al Makki se pueden encontrar en  el Khorasan?

A lo que Sahl respondió:

¡Juro por Dios!  Que no se puede encontrar ni una sola persona como él.

Entonces el Imam As Sadiq (P) dijo:

¡Sí! ¡Juro por Dios! Que no se puede encontrar ni una sola persona igual y si se encontrase a cinco personas con la fe y obediencia de este hombre, así y solo así  nos levantaríamos!

Todos estamos a la espera del verdadero salvador, el Imam Al Mahdi, quien se levantará y difundirá la justicia en la tierra, para así de ese modo también revivir la religión de su antepasado el Profeta Muhammad (la paz sea con él y su familia bendita) y para enseñarnos un correcto estilo de vida y convertir así, al mundo entero en un paraíso para nuestro bien y disfrute. 

Pero surge una pregunta ¿Acaso el Imam Al Mahdi tiene ahora mismo entre nosotros, la cantidad de fieles seguidores en medida de los números de los dedos de una mano, igual de fieles como Harun Al Makki? Bueno, así que la próxima vez que nos preguntemos sobre el zohur del Imam Sahib Az Zaman, tan solo reflexionemos en no solo la cantidad, si no la calidad de seguidores del Imam para apoyar su levantamiento y misión salvadora.

Hasta otro sábado en dónde nos encontraremos si Dios así lo quiere, con una nueva historia, ruego a Dios, Todopoderoso, te de lo mejor de esta y la otra vida a tí y a tus seres queridos, por favor cuídate y Dios te bendiga.

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Ante el Imam As Sadiq (P) llegó una vez un hombre quien preguntó la razón por la que el Bendito Imam, descendencia purificada del Profeta Muhammad (P) no había hasta el momento, iniciado un levantamiento para reivindicar el justo derecho del Ahlul Bait (P), sobre todo siendo que en la zona del Khorasán, habían según su conocimiento al menos 100 mil hombres listos para apoyarle en contra de la injusticia y tiranía reinante, históricamente sobre él y su familia purificada. A lo que el Imam quiso darle una respuesta la cual asombró a este hombre, no solo por el milagro que Dios permitió al convertir al fuego en frescor y seguridad para alguien que siguió sin titubear la orden de su Imam y con ello nos dejase no solo una respuesta para el momento, si no que una enseñanza que nos sirviese hasta hoy día, para entender la razón por la cual aún el Salvador del Mundo aún no inicia su misión rectificadora y llena de Misericordia. Así que te invito a oír todo el cuento y conocer las razones que empujaron muchas veces al silencio y quietud de los Imames.

En el nombre de Dios. Hola. Bienvenidos.

Nuevamente te traemos el cuento de la semana, con una fascinante historia la cual sabemos te será de gran interés. Estoy muy feliz de estar a tu servicio una vez más a través de FátimaTV y como siempre, te recuerdo suscribirte a nuestro canal de YouTube/FatimaTVes en donde encontrarás saberes que iluminan el alma y enriquecen el saber. Ahora sin más preámbulos vamos juntos a escuchar el cuento de la semana.

Tranquilo sentado en el fuego.

Un día un hombre estaba sentado ante el Imam Sadiq (P), cuando de repente Sahl ibn Hassan Al Khorasani سَهْل بْن حَسَن اَلْخُرَاسَانِی entró al cuarto donde estábamos, saludó al Imam y se sentó junto a él (P).

Luego le dijo al Imam:

¡Oh Hijo del Profeta de Dios!, Imamat (es decir liderazgo de la comunidad) por el derecho que te corresponde y por el derecho de tu familia, la cual está llena de compasión y misericordia, ¿por qué no, Oh mi maestro, Se levanta usted para reivindicar vuestro derecho? ¡Hay en este instante más de cien mil de vuestros seguidores con espadas listos y dispuestos a luchar contra vuestros enemigos al lado suyo!

A lo que el Imam As-Sadiq (P) le respondió:

¡Sahl! Espera hasta que la verdad sea clara para ti y comprenderás la respuesta a  tu pregunta.

Entonces el Imam ordenó que encendieran el horno y cuando el fuego ya estaba encendido y las enormes e incandescentes llamas casi fundían la parte superior del horno, el Imam se volvió hacia Sahl y le dijo:

-¡Oh Sahl! ¡Levántate y siéntate dentro de ese horno!

Entonces Sahl, quien estaba muy sorprendido por la solicitud del Imam, comenzó a disculparse y dijo:

¡Oh Hijo del Profeta de Dios! ¡No me castigues con el fuego y perdóname!

A lo que el Imam As-Sadiq (P) , quien era como un océano de misericordia y amabilidad, y nunca pretendía castigar a nadie; tan sólo quería responder a la pregunta y propuesta de Sahl de una forma diferente y le dijo a éste:

¡No te preocupes! Yo te perdoné.

En ese momento, un hombre llamado Harun Al Makki - هـارون مکی - , uno de los fieles compañeros y seguidores del Imam, entró descalzo a la reunión y lo saludó mientras sostenía sus sandalias en la mano y el Imam inmediatamente le respondió el saludo y le dijo:

¡Tira tus sandalias al suelo, entra y siéntate en el horno!

¡Harun por su fe, confianza y obediencia que tenía en el Imam As Sadiq (P) dejó caer sus sandalias e inmediatamente entró al horno lleno de incandescente fuego abrasador con total calma!

Sahl ante tal acto, miraba el horno con gran sorpresa y preocupación y el Imam As Sadiq (P) continuó su conversación con Sahl y le contó sobre la situación en el Khorasan.

El dominio del Imam era tal que él mismo parecía ser un testigo y observador cercano de la situación y los acontecimientos del Khorasan, mientras Sahl todavía estaba en el asombro y con miedo de la suerte de Harun Al Makki, quien se había arrojado al horno, sin dudar de la orden de su Imam. 

En eso el Imam Sadiq (P) le pidió a Sahl que fuese frente al horno y mirase dentro de éste y contemplase la situación de Harun, a lo que Sahl se aproximó cautelosamente al horno, y cuando se asomó dentro, tan solo vio que Aaron o Harun como se le dice en árabe, estaba sentado de rodillas en medio de las llamas y cuando Harun volvió su vista a Sahl, se decidió a salir del horno y con simpleza, le saludó de nuevo.

Con el favor de Dios, este milagro del Imam, el fuego hizo con Harun Al Makki, lo que había hecho con el Profeta Ibrahim (Abraham en español) en medio del fuego de Namrūd (نَمرود) y no le quemó.

Ahora luego de esto, el Imam Sadiq respondió a la pregunta de Sahl quien cuestionaba al Imam la razón de no levantarse a pesar de que tenía 100 mil seguidores que se suponía estaban listos para estar bajo su mando y reivindicar así el derecho justo del Ahlul Bait (P).

Entonces el Imam Sadiq (P) le dijo a Sahl:

¿Cuántos chiítas y ayudantes como Harun Al Makki se pueden encontrar en  el Khorasan?

A lo que Sahl respondió:

¡Juro por Dios!  Que no se puede encontrar ni una sola persona como él.

Entonces el Imam As Sadiq (P) dijo:

¡Sí! ¡Juro por Dios! Que no se puede encontrar ni una sola persona igual y si se encontrase a cinco personas con la fe y obediencia de este hombre, así y solo así  nos levantaríamos!

Todos estamos a la espera del verdadero salvador, el Imam Al Mahdi, quien se levantará y difundirá la justicia en la tierra, para así de ese modo también revivir la religión de su antepasado el Profeta Muhammad (la paz sea con él y su familia bendita) y para enseñarnos un correcto estilo de vida y convertir así, al mundo entero en un paraíso para nuestro bien y disfrute. 

Pero surge una pregunta ¿Acaso el Imam Al Mahdi tiene ahora mismo entre nosotros, la cantidad de fieles seguidores en medida de los números de los dedos de una mano, igual de fieles como Harun Al Makki? Bueno, así que la próxima vez que nos preguntemos sobre el zohur del Imam Sahib Az Zaman, tan solo reflexionemos en no solo la cantidad, si no la calidad de seguidores del Imam para apoyar su levantamiento y misión salvadora.

Hasta otro sábado en dónde nos encontraremos si Dios así lo quiere, con una nueva historia, ruego a Dios, Todopoderoso, te de lo mejor de esta y la otra vida a tí y a tus seres queridos, por favor cuídate y Dios te bendiga.

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