Hola
¿Como estás?
Te felicitamos por el aniversario del natalicio del imam Ali, la paz sea con él. Por tan especial ocasión queremos regalarte un nuevo cuento. Sí, hoy es jueves, y el programa de los cuentos de la semana se publica todos los sábados, pero hoy es un gran día y preparamos este cuento para ti.
Si sueles escuchar todos los sábados un cuento nuevo, no te preocupes, porque si Dios quiere, el próximo sábado regresaremos con otro cuento interesante que te va a encantar.
En el nacimiento del imam Ali, ocurrió un gran milagro, un suceso maravilloso que se ha mencionado en muchos libros sunnitas y shiitas.
En fin, en este cuento te contamos cuál fue ese acontecimiento divino. Bueno. Vamos a escuchar el cuento de hoy.
Nacido en la Kaaba
El difunto Muhaddez Nouri y Al.lame Maylisí, así como otros distinguidos personajes han transmitido del Príncipe de los Creyentes, el Imam Ali (la paz sea con él), la siguiente narración:
En una ocasión, Hazrate Fátima Zahra estaba cocinando y yo le ayudaba a limpiar unas lentejas. En ese momento, el Profeta del Islam llegó a casa; entró y vio a Fátima Zahra cocinando junto a la estufa, luego me vio a mí, que estaba ayudándola, y dijo:
“¡Oh, padre de Hasan! Escucha mis palabras y ten en cuenta que no digo palabra alguna a menos que Dios me lo haya ordenado”.
Y continuó diciendo:
“Cualquier hombre que ayude a su esposa en las labores de la casa, por cada pelo que tenga en el cuerpo le será registrada la recompensa de un año de adoración, oración y ayuno; y Dios también lo premiará con la recompensa del paciente.
Y aquél que ayude a su compañera y esposa en las labores de la casa y no se lo eche en cara, Dios registrará su nombre en las filas de los mártires y los honestos.”
Luego agregó:
“Debes saber que una hora de servir en la casa es mejor que realizar un año de rezos preferentes. Por ello, todo hombre que sirva a su esposa sin echárselo en cara, entrará en el Paraíso sin tener que dar cuentas. Servir a la esposa es la expiación de los pecados capitales; decrecerá la ira y el enojo de Dios, incrementará la bondad y elevará el grado.”
El Mensajero de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él y su bendita familia) continuó diciendo al Imam ‘Ali (la paz sea con él):
“¡Oh, padre de Hasan! Debes saber también que nadie ayuda a su compañera y esposa a menos que crea en el Origen y la Resurrección, y su propósito de obtener el agrado de Dios, la felicidad de este mundo y el Más Allá”.
***
El Imam Ali (la paz sea con él) es el primer Imam de los shi’itas y sucesor del último de los Mensajeros de Dios, el honorable Muhammad (la paz y las bendiciones de Dios sean con él y su bendita familia). En un día como este, 13 de Rayab, nació en la Meca y dentro de la Ka’ba. Su madre fue Fátima, la hija de Asad y su padre fue Abu Taleb, tío del Profeta: ellos, Abu Talib y Fátima eran primos paternos.
Cuando Fátima, la hija de Asad, sintió los dolores del parto, se dirigió hacia la Mezquita del Haram, se acercó a uno de los muros de la Ka’ba y dijo así:
“¡Oh, Dios! Tengo fe firme en Ti, en los profetas y en los Libros que han sido revelados de Tu parte y también en las palabras de mi ancestro Abraham, constructor de esta Casa.
¡Oh, Señor! En honor a quien construyó esta Casa y por el derecho del niño que llevo en mis entrañas, ¡haz que este parto sea fácil para mí!”
No pasó mucho tiempo antes de que el muro sureste de la Kaaba se agrietara ante los ojos de Abbas ebn Abdul-Muttalib y Yazid ebn Taef. Fátima entró en la Ka’ba y la grieta se cerró. Ella fue invitada de Dios durante tres días en el lugar más honorable del Universo, en donde dio a luz a su bebé. Al cuarto día, la hija de Assad salió por la misma grieta, creada en el muro que había sido reabierta y se dirigió a su casa. Abu Talib se puso feliz al ver a su hijo.
Fátima, la hija de Asad, dijo:
“Escuché un mensaje de lo oculto que decía ‘llámalo Ali’”.
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El Sheij Mofid, a este respecto, dijo:
“Ningún niño, fuera de Ali, fue parido antes ni después de él en la Ka’ba, la Casa de Dios, y esto se debió a la gloria y grandeza de la posición de este honorable por parte de Dios Todopoderoso”.