En el nombre de Dios, Hola.
Bienvenidos al programa LOS CUENTOS DE LA SEMANA.
Hoy daremos seguimiento a la saga sobre la historia de la vida del profeta Moisés. Si recuerdas, Moisés (P) por milagro divino y por la gracia de Dios, partió el mar y así los hijos de Israel pudieron atravesarlo, siendo este comienzo de una nueva vida para los hijos de Israel o Bani Israil.
Siguiendo entonces con esta historia, veamos qué fue lo que hicieron los hijos de Israel a cambio de esta gran bendición.
Así que no les atraso más y comencemos con el cuento de esta semana.
Moisés y la solicitud de su gente para crear ídolos a quienes adorar.
Los hijos de Israel históricamente siempre fueron esclavizados y vivieron bajo la opresión del Faraón, hasta que Dios tuvo misericordia con ellos y envió a Moisés para que con su liderazgo pudiesen derrotar al tiránico Faraón y destruir así a sus enemigos.
Este milagro divino fue una gran gracia de parte Dios, debido a que los hijos de Israel en ese crucial instante se vieron más que nunca, muy cercanos a la muerte, cuando de repente vieron que el mar se les había abierto de una forma única en un gran camino para escapar de los faraones sin mayor dificultad y este mar, por orden de Dios, volvió a su forma luego de que pasaron por él, destruyendo a todos los faraones, mostrando que ningún poder No es más alto que el poder Divino.
Es así que desde ese momento, los Bani Israil o Hijos de Israel ya no eran más esclavos y podían vivir libremente, disfrutando en esta condición de todas las bendiciones Divinas.
Así mismo, todos los demás milagros llevados a cabo por Moisés, con el permiso de Dios, y de los cuales los hijos de Israel fueron testigos, no eran más que otra de las tantas gracias dadas por Dios, Exaltado Sea, con el objetivo que se volvieran a Él, con total sinceridad y fe, para así alcanzar la felicidad plena, tanto en este mundo como en el más allá.
Pero, lamentablemente, estos seres humanos olvidadizos y amantes del mundo y sus placeres engañosos, a pesar de haber sido testigos de tantas mercedes Divinas y de los milagros que les llevaron a su liberación, fueron contumaces con su deseo de desviarse del camino correcto.
El Corán se refiere a otra parte fundamental de la historia de los hijos de Israel que tuvo lugar después de su victoria sobre los faraones.
De hecho, con la destrucción de Faraón, se produjeron mayores problemas para Moisés, puesto que comenzó su conflicto con los Bani Israil o los Hijos de Israel, que eran ignorantes, rebeldes y tercos en su accionar, y tal como dijimos estos problemas fueron más severos para Moisés que el conflicto con el Faraón y sus seguidores; siendo que sobre esto el Corán dice lo siguiente:
أعوذ بِاللَّهِ مِنَ الشَّیطَانِ الرَّجِیمِ
بِسْمِ اللَّهِ الرَّحْمَٰنِ الرَّحِيمِ
وَجَاوَزْنَا بِبَنِي إِسْرَائِيلَ الْبَحْرَ فَأَتَوْا عَلَى قَوْمٍ يَعْكُفُونَ عَلَى أَصْنَامٍ لَهُمْ قَالُوا يَا مُوسَى اجْعَلْ لَنَا إِلَهًا كَمَا لَهُمْ آلِهَةٌ قَالَ إِنَّكُمْ قَوْمٌ تَجْهَلُونَ
“E hicimos que los Hijos de Israel cruzasen el mar y llegasen junto a una gente que rendía pleitesía a unos ídolos que poseían. Dijeron: «¡Oh, Moisés! ¡Tráenos un dios semejante a los dioses que ellos tienen!» Dijo (Moisés): «¡En verdad, sois un pueblo ignorante!”
Corán, capítulo 7, versículo 138
El ignorante e ingrato pueblo de Israel, cuando se encontraron con el pueblo que adoraba ídolos en su camino, se conmovió tanto por esta escena que inmediatamente se acercaron a Moisés y le dijeron:
“Establécenos un dios igual al de estas personas que adoran ídolos, para que le adoremos también, como ellos.”
Rápidamente se olvidaron del poder de Dios, los milagros y las bendiciones que Éste Dios Único les otorgó, llegando vilmente a desear tener dioses, como los ídolos de esta gente a quienes se encontraron en su camino.
Después de toda la gracia y bendiciones que habían recibido de Dios Todo poderoso, todavía querían y deseaban adorar ídolos, ante lo cual Moisés se molestó tremendamente, sobre todo debido a esta petición y a la ignorancia desagradecida que mostraba su gente, a quien Dios había agraciado con la libertad, por lo que se volvió a ellos y les dijo:
"¡Sois un pueblo ignorante"!
De hecho, había muchas personas ingratas entre los hijos de Israel, que como bien dije, aunque vieron todos estos milagros no llevaron a sus corazones la luz de la guía, a pesar de triunfar sobre la tiranía con el favor de Dios, de ver como la falsedad era evidenciada frente a sus ojos y como su enemigo que los hacía esclavos moría con su falsedad; todo esto lo olvidaron hasta llegar al punto de solicitar a Moisés, crear ídolos para ellos, con tal de adorarles como si fuesen Dios.
Por supuesto, si prestas atención a nuestro programa “LOS CUENTOS DE LA SEMANA” y a las historias de la gente a lo largo de la historia de la humanidad no te sorprenderás, puesto que vemos como una y otra vez y otra vez, la historia se repite y la gente no aprende de su propio pasado y lo que el destino les otorgó por sus acciones.
En el libro la “Cumbre de la Elocuencia” Nahj al-Balaghah en árabe, en el que se recogen algunos valiosos discursos de Amir al-Mu'minin, el Príncipe de los creyentes El Imam Ali (P), leemos que uno de los judíos de la época, dijo y mencionó este error que los mismos Bani Israil o hijos de Israel, habían perpetrado en el pasado, solo que ahora aquejaba a los musulmanes ( en el tiempo en que se cuenta este sermón) y que lo recordaba (el judío) a modo de burla en presencia del mismo Imam Ali (as) y diciendo:
"Aún vosotros musulmanes no habéis enterrado a vuestro profeta, que estáis en disputa".
Y es que por más en tono de burla que haya sido, en esta ocasión el judío tenía razón, puesto que a pesar de que el Profeta Muhammad (BPD) había presentado repetidamente al Imam Ali como su sucesor, especialmente en Ghadir (por cierto historia que ya hemos contado), y estando aún el cuerpo bendito del Profeta aún sin enterrar y siendo que el Imam Ali estaba en los preparativos fúnebres de su más amado cercano, algunas personas tomaron otro rumbo diferente al designado por Dios y su mensajero, traicionando a todos por igual y tomando una decisión nefasta en nombre de toda la comunidad musulmana.
Y es que en este mismo libro (el Nahj al-Balaghah o la cumbre de la Elocuencia), leemos que el Imam Ali (P) en respuesta a este hombre judío que se burlaba de los musulmanes y que quería usar esto para concluir la superioridad de los judíos sobre los musulmanes, se refirió a la historia de esta semana (que estamos contando) y respondió de la siguiente manera:
"Diferimos acerca de los mandamientos y palabras recibidas de nuestro Profeta, no sobre el Profeta mismo y su profecía (y mucho menos sobre la divinidad de Dios), pero (vosotros) no os habíais secado los pies del agua del mar, que le sugeristeis a vuestro Profeta (Moisés), haceros de un dios como el de los idólatras que tenían muchos dioses. Y Moisés os respondió: "¡Sois un pueblo inmerso en la ignorancia"!
Sí, el Imam Ali se refirió a esta historia y le respondió al judío: “Mira te acababan de rescatar del mar cuando pediste idolatría.”
Volviendo a la historia:
Para completar su discurso, Moisés dijo a los hijos de Israel:
إِنَّ هَٰؤُلَاءِ مُتَبَّرٌ مَّا هُمْ فِيهِ وَبَاطِلٌ مَّا كَانُوا يَعْمَلُونَ
“Aquello de lo que se ocupan está llamado a perecer y sus obras no les servirán de nada.”
Corán, capítulo 7, versículo 139
Moisés le explicó a su pueblo: “La gente idólatra que ves está finalmente condenada y lo que están haciendo es falso y sin fundamento.”
Y nuevamente para enfatizar dijo:
قَالَ أَغَيْرَ اللَّهِ أَبْغِيكُمْ إِلَهًا وَهُوَ فَضَّلَكُمْ عَلَى الْعَالَمِينَ
“Dijo (Moisés): «¿Voy a buscar otro dios diferente de Dios, cuando Él os ha favorecido más que a nadie en el Universo?”
Corán, capítulo 7, versículo 140
Luego Dios le recordó a los hijos de Israel, una de sus grandes bendiciones, para que el sentido de gratitud se despertase en ellos de acuerdo con esta gran bendición y pudiesen así saber que digno de adoración y sumisión es la naturaleza de Dios solamente, y que no había razón para postrarse ante los ídolos que no tienen la menor ganancia. Entonces Dios dice:
وَإِذْ أَنْجَيْنَاكُمْ مِنْ آلِ فِرْعَوْنَ يَسُومُونَكُمْ سُوءَ الْعَذَابِ يُقَتِّلُونَ أَبْنَاءَكُمْ وَيَسْتَحْيُونَ نِسَاءَكُمْ وَفِي ذَلِكُمْ بَلَاءٌ مِنْ رَبِّكُمْ عَظِيمٌ
“Y (recordad) cuando os salvamos de la gente del Faraón que os infligía un duro castigo. Mataban a vuestros hijos varones y dejaban con vida a vuestras mujeres. Con ello os sometió vuestro Señor a una dura prueba.”
Corán, capítulo 7, versículo 141
Después de recordarles las muchas bendiciones que les había dado a los hijos de Israel, Dios Exaltado Sea, da una nueva misión y le pide a los hijos de Israel que se muden a Tierra Santa.
El Corán describe la llegada de los hijos de Israel a Tierra Santa de la siguiente manera:
يَا قَوْمِ ادْخُلُوا الْأَرْضَ الْمُقَدَّسَةَ الَّتِي كَتَبَ اللَّهُ لَكُمْ وَلَا تَرْتَدُّوا عَلَى أَدْبَارِكُمْ فَتَنْقَلِبُوا خَاسِرِينَ
«¡Oh, pueblo mío! Entrad en la tierra sagrada que Dios ha dispuesto para vosotros y no retrocedáis pues os convertiríais en perdedores.»
Corán, capítulo 5, versículo 21
En este mandato divino, que es otra prueba para medir la fe de los hijos de Israel, Dios les enfatiza que tendrán dificultades para entrar a Tierra Santa, pero al confiar en Dios, no deberán tener miedo a estos problemas que enfrentarán y deberán ser constantes en su intento y si no siguen esta directriz de parte de Dios, serán de los perdedores.
Hay diferentes puntos de vista sobre qué era o donde estaba exactamente la "Tierra Santa" geográficamente. Pero no es improbable que tierra santa signifique toda la región de SHAM, porque esta región ha sido la cuna de los Profetas Divinos y la tierra del surgimiento de grandes religiones, zona que cubría parte de Jordania, Siria, Palestina y Líbano.
Y a lo largo de la historia, ha sido esta zona, durante mucho tiempo, el centro del monoteísmo y el teísmo y el de la difusión de las enseñanzas de los Profetas de Dios, y por eso se le ha dado el nombre de Tierra Santa, sin embargo, este nombre se usa a veces, especialmente en el área de BEITUL MUGHADDAS - بیت المقدس - o casa Sagrada.
Ahora veamos lo que los hijos de Israel, respondieron a Moisés respecto a este mandato:
قَالُوا يَا مُوسَى إِنَّ فِيهَا قَوْمًا جَبَّارِينَ وَإِنَّا لَنْ نَدْخُلَهَا حَتَّى يَخْرُجُوا مِنْهَا فَإِنْ يَخْرُجُوا مِنْهَا فَإِنَّا دَاخِلُونَ
“Ellos dijeron: «¡Oh, Moisés! En verdad, en ella habita un pueblo de gigantes y no entraremos en ella mientras ellos no salgan. Si ellos la abandonan nosotros entraremos.»”
Corán, capítulo 5, versículo 22
Esta respuesta de los hijos de Israel muestra claramente cuán mal Faraón había afectado a sus descendientes a lo largo de los años. Pero los hijos de Israel debían ganar la Tierra Santa mediante su devoción, esfuerzo y en especial su esfuerzo supremo o yihad.
Supongamos que si contrariamente a la tradición Divina, todos los enemigos fuesen aniquilados con un milagro sin ninguna acción, y los hijos de Israel se asentaran y expandieran sin sufrimiento y sin ningún esfuerzo, los herederos de esta región ciertamente no habrían apreciado esta bendición de ninguna forma.
Tampoco lograron administrarlo y no mostraron interés en preservar lo que no les había molestado o costado en obtenerlo, de modo que no estaban preparados ni calificados para crear una vida de acuerdo con las leyes divinas.
El Corán continúa narrando esta historia:
قَالَ رَجُلَانِ مِنَ الَّذِينَ يَخَافُونَ أَنْعَمَ اللَّهُ عَلَيْهِمَا ادْخُلُوا عَلَيْهِمُ الْبَابَ فَإِذَا دَخَلْتُمُوهُ فَإِنَّكُمْ غَالِبُونَ وَعَلَى اللَّهِ فَتَوَكَّلُوا إِنْ كُنْتُمْ مُؤْمِنِينَ
“Dos hombres de los que temían a Dios y a los que Dios había agraciado dijeron: «Atacadles por la puerta. Cuando consigáis entrar, habréis vencido. Y confiad en Dios si sois creyentes.»”
Corán, capítulo 5, versículo 23
La mayoría de los comentaristas han escrito sobre quiénes eran estos dos hombres:
Yūshoaʿ3 Ibn Nūn (یوشع بن نون) y Ka'lib ibn Yufanna, کالِب بن یوفَنّا quienes fueron nobles entre los hijos de Israel.
Yūshoaʿ Ibn Nūn (یوشع بن نون ) estaba entre los profetas de Israel y era el sucesor del profeta Moisés (P). Éste era descendiente de Jusuf o el Profeta José (P). Yushoa (P) es considerado uno de los compañeros más leales de Moisés y era también uno de los líderes de las doce tribus de Israel.
Los hijos de Israel no aceptaron ninguna de estas ofertas, y debido a la debilidad de su fe, se dirigieron explícitamente a Moisés, diciendo:
قَالُوا يَا مُوسَى إِنَّا لَنْ نَدْخُلَهَا أَبَدًا مَا دَامُوا فِيهَا فَاذْهَبْ أَنْتَ وَرَبُّكَ فَقَاتِلَا إِنَّا هَاهُنَا قَاعِدُونَ
“Dijeron: «¡Oh, Moisés! Jamás entraremos mientras ellos continúen allí. ¡Id tú y tu Señor y combatidles! Nosotros nos quedaremos aquí sentados."
Corán, capítulo 5, versículo 24
Aquí los hijos de Israel habían maximizado su audacia y falta de respeto hacia su Profeta, porque primero se opusieron abiertamente a la palabra "Jamás".
Y en segundo lugar, humillaron a Moisés y sus promesas diciendo: "Tú y tu Señor vayan y peleen, nosotros estamos aquí sentados cómodamente".
De hecho, demostraron que no creían en las promesas de Dios.
Ante lo cual Moisés también oró y le dijo a Dios:
قَالَ رَبِّ إِنِّي لَا أَمْلِكُ إِلَّا نَفْسِي وَأَخِي فَافْرُقْ بَيْنَنَا وَبَيْنَ الْقَوْمِ الْفَاسِقِينَ
“Dijo [Moisés]: ¡Dios mío! No tengo poder excepto sobre mí mismo y sobre mi hermano. Aléjanos de la gente transgresora.»"
Corán, capítulo 5, versículo 25
Finalmente, la oración de Moisés fue respondida y los hijos de Israel fueron recompensados por sus malas acciones, siendo que Dios le reveló a Moisés que:
"Esta población no podrá entrar en esta tierra santa, que estaba llena de bendiciones materiales y espirituales, durante cuarenta años".
قَالَ فَإِنَّهَا مُحَرَّمَةٌ عَلَيْهِمْ أَرْبَعِينَ سَنَةً يَتِيهُونَ فِي الْأَرْضِ فَلَا تَأْسَ عَلَى الْقَوْمِ الْفَاسِقِينَ
“Dijo [Dios]: «Estará prohibida para ellos. Cuarenta años vagarán por la Tierra. No te entristezcas por ese pueblo transgresor.»”
Corán, capítulo 5, versículo 26
Debido a su desobediencia, fueron destinados a vagar por los desiertos durante cuarenta años sin un lugar fijo y seguro, ni permanente.
A esto es que entonces Dios le dice a Moisés, que cualquier cosa que le suceda a este pueblo durante este período, es el resultado de sus acciones y que se merecen estos castigos y problemas, por lo que no deberá afligirse entonces por ellos y su situación.
Ciertamente, estos castigos y problemas no eran más que para volverse a Dios y aprender de sus errores.
La frase - No te entristezcas por ese pueblo transgresor - puede deberse a que después de la sentencia de los hijos de Israel durante cuarenta años, las emociones de Moisés se despertasen hacia su pueblo y tal vez, como se dice en la presente Torá, pidió el perdón de Dios para ellos.
Pero pronto le dijeron que no merecían el perdón de Dios, ya que como dice el Corán, eran malvados y desobedientes, y quien sea así, ese destino será para él.
Cabe señalar que esta privación de cuarenta años nunca tuvo un aspecto vengativo (como no lo tiene ninguno de los castigos divinos, sino que es constructivo o el resultado de las acciones de las personas al fin y al cabo).
Quizás tenía una filosofía, que los hijos de Israel habían vivido bajo la opresión del faraón durante muchos años, y que este período había creado un sentido de humillación en sus almas, y no aceptaron cambiarse a ellos mismos en poco tiempo bajo un gran líder como Moisés.
Ellos debieron vagar por los desiertos durante muchos años, y la generación existente, esa que era generación débil, debía desaparecer gradualmente a la espera de una nueva generación la cual debía ser educada en el desierto, o sea en un ambiente libre de las viejas enseñanzas de Faraón y la esclavitud y definitivamente crecer con enseñanzas frescas que fuesen Divinas y correctas.
Además, permitió que esta generación creciera en medio de las dificultades y penurias que empoderan el alma humana, para que pudiesen así luchar y establecer el gobierno de la verdad en las tierras santas.
Este castigo hizo que un grupo entre los hijos de Israel se arrepintiera profundamente de todas las acciones y se volviera a Dios, y Dios misericordioso les envió muchas bendiciones nuevamente.
Hemos llegado al final del cuento de esta semana, en la siguiente entrega, Dios primero, describiremos las bendiciones y peticiones del pueblo de Israel a Moisés.
Así que por favor cuídense, les deseo lo mejor de esta y la otra vida tanto para sus seres queridos como para ustedes, que Dios les bendiga y hasta la próxima historia.
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