En el nombre de Dios, el Compasivo, el Misericordioso.
Hola, hoy queremos compartir contigo este nuevo episodio que hemos titulado: Los tres grados de la ignorancia. Parte I.
Para el imam Sadiq (la paz sea con él) existen dos llaves. Una abre la puerta que conduce a una escalinata que desciende a los tres estadios de la ignorancia, donde gobierna la oscuridad: la ignorancia simple, la ignorancia compuesta y la negación de la ciencia o de los preceptos divinos. La otra es la llave del conocimiento que tiene el poder de transformar en luz las cualidades corrosivas de esa ignorancia:
“La ignorancia es una modalidad combinada en el hijo de Adán. Su llegada es oscura y su retirada es luz. El siervo se junta con ella como la sombra con el sol. ¿Acaso no has reparado en el hombre? A veces se halla ignorante de las cualidades de su propia alma, más la elogia, aunque al ver sus propios defectos en otro, se indigna. Otras veces lo encuentras conocedor de su carácter e indignado por él, pero es tolerante del mismo cuando está en otra persona. Por lo tanto, él oscila entre el éxito y el fracaso. Si el éxito se le acerca para ayudarlo, acierta; si se le aproxima el fracaso, se equivoca. La llave de la ignorancia es la autocomplacencia y la creencia en sí mismo, mientras que la llave del conocimiento consiste en modificar estas cualidades cuando se tenga capacidad y éxito para ello. El primer grado de la ignorancia es pretender conocer sin merecimiento. El siguiente es el desconocimiento de su propia ignorancia (es decir, la ignorancia compuesta). El último es la negación de la ciencia. No existe objeto alguno cuya afirmación sea en realidad, su negación más que la ignorancia, este mundo y la codicia. Todos ellos son como uno, y uno de ellos equivale a todos."
La vida del ser humano es como un péndulo debido a su ignorancia. Oscila azarosamente entre el dolor y la felicidad, entre el sufrimiento y la complacencia. Irrefutablemente, el verdadero placer y gozo en la vida es adquirir conocimientos y sabiduría. En contraste, el sufrimiento y la consternación son consecuencias de la ignorancia y la insensatez. Privarse del saber nos aferra a placeres materiales y lascivos que aportan solo una relativa y transitoria felicidad. El conocimiento, en cambio, es el más fuerte y puro de todos los goces. Es verdaderamente gratificante, invariable e imperecedero.
Por su parte, el Mensajero de Dios (la paz y las bendiciones sean con él y con su familia) aseveró lo siguiente: “El conocimiento consiste en depósitos cuya llave es la pregunta, así pues, preguntad - que Dios tenga misericordia de vosotros- ya que hay cuatro que serán recompensados: el que pregunta, el que habla, el que presta atención y el que aprecia a éstos.” De hecho, estas son la llaves maestras para decodificar lo Oculto y lo Manifiesto. Son los procesos y métodos de toda Ciencia y las claves para abrir la gran puerta que da acceso a la perfección espiritual.
El Imam Sadiq dijo: “El que obra sin percepción es como el caminante sin rumbo; su velocidad en la marcha no lo incrementa sino en alejamiento."Esto significa que la ignorancia y las aves carroñeras que siempre le acompañan, la vanidad y la avaricia, constituyen las reales amenazas que impedirían nuestro viaje hacia la luz de la sabiduría. Quien no percibe, no comprende o niega la Ciencia, los mandatos de Dios, se sumerge en la vana contemplación de sí mismo, de una belleza y perfección imaginarias. De igual modo, si glorificamos el poder y la riqueza, jamás podremos encontrarnos con Dios ni alcanzar la vida eterna. El pesado y opaco velo de la ignorancia nos alejará de esa finalidad trascendente y sería como morir en vida: “La ignorancia equivale a la muerte", dijo el imam Alí (la paz sea con él).
Hemos llegado al final de este episodio. Nos despedimos de ti con profundo afecto y respeto, seguros de que cada día compartirás con nosotros estas enseñanzas que abrirán tu corazón y tu pensamiento. ¡Hasta mañana!