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Descripción

Esta semana damos continuidad al relato o historia sobre el Profeta Moisés (P) que veníamos narrando durante el año que recién terminó.
Si recuerdan, dijimos que los Hijos de Israel después de ser salvados de los faraones y de ser testigos del milagro de la división del mar y otros, nuevamente se mostraron indiferentes hacia el monoteísmo, y cuando vieron a un grupo de idólatras le pidieron a Moisés que les pusiera un ídolo para que lo adoraran; de lo contrario desobedecerían las órdenes de su Profeta.
En esta continuación veremos como ellos buscaron las facilidades materiales propias de lo mundanal en vez de buscar el favor de Dios, cumpliendo con lo que Su Señor, les había ordenado llevar a cabo, y quedando así vagando en el desierto con tal de que la siguiente generación fuese quien por medio de su arrepentimiento, experiencia y reformación, se convirtieran en los merecedores del favor de Dios en las nuevas tierras que les había sido dadas.

Transcripción

“Los hijos de Israel y la espera en el desierto.”

En el nombre de Dios el Clemente el Misericordioso

Sean una vez más bienvenidos al programa “Los Cuentos de la Semana”. Esta semana vamos a continuar con la historia del Profeta Moisés (la paz sea con él) y la tribu de los Hijos de Israel, dando continuidad a la historia de este gran Profeta de Dios, que veníamos narrando durante el año que recién terminó.

Si recuerdan, dijimos que los Hijos de Israel después de ser salvados de los faraones y de ser testigos del milagro de la división del mar y otros, nuevamente se mostraron indiferentes hacia el monoteísmo, y cuando vieron a un grupo de idólatras le pidieron a Moisés que les pusiera un ídolo para que le adoraran; de lo contrario desobedecerían las órdenes de su Profeta.

Al final, por mandato de Dios ante su conducta, erraron por el desierto durante cuarenta años, para así dar tiempo a que la nueva generación reemplazara la generación anterior.

Finalmente, después de transcurridos todos estos años y lamentando las acciones de sus antecesores, esta nueva generación se arrepintió ante Dios, y Éste, Exaltado Sea, por Su parte abrió para ellos las puertas de la misericordia y los incluyó en Sus bendiciones milagrosas.

A continuación, explicaremos algunas de estas bendiciones mencionadas en el Sagrado Corán.

وَظَلَّلْنَا عَلَيْكُمُ الْغَمَامَ وَأَنْزَلْنَا عَلَيْكُمُ الْمَنَّ وَالسَّلْوَى كُلُوا مِنْ طَيِّبَاتِ مَا رَزَقْنَاكُمْ وَمَا ظَلَمُونَا وَلَكِنْ كَانُوا أَنْفُسَهُمْ يَظْلِمُونَ

“Y os dimos la sombra de la nube e hicimos descender sobre vosotros el maná y las codornices (salwá): «¡Comed de lo bueno de lo que os hemos provisto!» No fueron injustos con Nosotros, fueron injustos con ellos mismos.” (Capítulo 2, versículo 57)

Según una narración transmitida del Mensajero de Dios (la paz y las bendiciones sean con él y su bendita familia) dice lo siguiente: El maná es un tipo de hongo”. Lo que dilucida que eran hongos comestibles que crecían en esa región.

Y respecto al salwa”, aunque algunos exegetas lo han explicado como miel” otro grupo, y según una opinión unánime, lo ha interpretado como un tipo de ave” que, desde lugares cercanos, se trasladaban en bandadas a esa tierra, y los Hijos de Israel dispusieron de su carne para consumo.

La gracia especial de Dios hacia los Hijos de Israel, durante el tiempo que estuvieron errando por el desierto del Sinaí; provocó que estas aves estuviesen allí en abundancia durante ese tiempo, para que así pudieran beneficiarse de ellas; de lo contrario les hubiese sido difícil recibir tal bendición.

Nuevamente Dios señala otra bendición importante que le fue otorgada a los hijos de Israel, y esta es cuando Moisés, estando en el quemante y seco desierto, pidió a Dios que enviara agua a su tribu y Él, Exaltado Sea aceptó su petición, tal y como el Sagrado Corán e:

وَإِذِ اسْتَسْقَى مُوسَى لِقَوْمِهِ فَقُلْنَا اضْرِبْ بِعَصَاكَ الْحَجَرَ فَانْفَجَرَتْ مِنْهُ اثْنَتَا عَشْرَةَ عَيْنًا قَدْ عَلِمَ كُلُّ أُنَاسٍ مَشْرَبَهُمْ كُلُوا وَاشْرَبُوا مِنْ رِزْقِ اللَّهِ وَلَا تَعْثَوْا فِي الْأَرْضِ مُفْسِدِينَ

“…y le dijimos: «¡Golpea con tu bastón la roca (especial)!» Y (de repente) brotaron (con velocidad e intensidad) de ella doce fuentes (exactamente el mismo número de las tribus de Israel). (Cada fuente comenzó a fluir hacia cada una de las tribus y así fue como) cada tribu supo con certeza de cuál beber…”.

Por un lado, Dios hizo descender para ellos el maná” y el salwá” es decir los hongos y las codornices y, por otro, puso a su disposición agua suficiente y les dijo según el Corán en el Capítulo 2, versículo 60 : «¡Comed y bebed de la provisión de Dios y no causéis daño en la Tierra, corrompiendo!»”.

En realidad, Dios les advirtió que por lo menos, por agradecimiento a estas grandes bendiciones dejasen a un lado su terquedad, su desobediencia y su persecución a los Profetas Divinos.

Después de las muchas bendiciones que Dios otorgó a los Hijos de Israel, el Corán refleja su incredulidad e ingratitud ante estos grandes favores y muestra qué gente tan terca era, quizás nunca la historia antes había visto algo similar; gente tan malagradecida y rebelde ante todas las bendiciones que Dios les había otorgado.

Primero dice el Corán en el Capítulo 2, versículo 61:

وَإِذْ قُلْتُمْ يَا مُوسَى لَنْ نَصْبِرَ عَلَى طَعَامٍ وَاحِدٍ فَادْعُ لَنَا رَبَّكَ يُخْرِجْ لَنَا مِمَّا تُنْبِتُ الْأَرْضُ مِنْ بَقْلِهَا وَقِثَّائِهَا وَفُومِهَا وَعَدَسِهَا وَبَصَلِهَا

“Y cuando dijisteis: «¡Oh Moisés! No soportamos comer siempre lo mismo. Ruega por nosotros a tu Señor que haga salir para nosotros de lo que da la tierra, algo de legumbres, verduras, pepinos, ajos, lentejas y cebollas».

 قَالَ أَتَسْتَبْدِلُونَ الَّذِي هُوَ أَدْنَى بِالَّذِي هُوَ خَيْرٌ اهْبِطُوا مِصْرًا فَإِنَّ لَكُمْ مَا سَأَلْتُمْ

[Moisés] Dijo: «¿Cambiaréis lo que es mejor por lo que es peor? ¡Bajad a una ciudad! ¡Allí encontraréis (y está preparado) lo que queréis!»

 وَضُرِبَتْ عَلَيْهِمُ الذِّلَّةُ وَالْمَسْكَنَةُ وَبَاءُوا بِغَضَبٍ مِنَ اللَّهِ ذَلِكَ بِأَنَّهُمْ كَانُوا يَكْفُرُونَ بِآيَاتِ اللَّهِ وَيَقْتُلُونَ النَّبِيِّينَ بِغَيْرِ الْحَقِّ ذَلِكَ بِمَا عَصَوْا وَكَانُوا يَعْتَدُون

Fueron golpeados por la humillación y la miseria e incurrieron en la ira de Dios por desmentir las indicaciones de Dios y matar a los profetas sin derecho. Eso les ocurrió porque desobedecieron y fueron transgresores”.

En forma más clara, Dios los dejó en el desierto para que se auto-formaran y en cambio ellos buscaron la variedad en los alimentos, en vez de generar un cambio veraz que les abriera las puertas a la bendición Divina. Y así, en vez de corregir sus malas acciones hacia su Profeta, exigieron cosas materiales a éste, el cual también les mostró el camino a la ciudad, la cual estaba destinada a ellos y en la cual no había dificultad ni deber en relación a su reforma, pero esta gente, negó nuevamente los signos divinos y pecaron.

En conclusión, Moisés trabajó intensamente para que esta nación de Israel fuera guiada, pero seguía descarriada y sin intención de corrección.

Esta vez en la siguiente parte, trataremos la extraña petición del Profeta Moisés a Dios, así que No dejen de acompañarnos la próxima semana en este espacio “Los Cuentos de la Semana”.

Bueno, hemos llegado al final de este podcast, espero que la historia contada haya sido de interés, así ruego a Dios, nos dé lo mejor de esta y la otra vida, no solamente para ustedes, si no también para sus seres amados, nos haga invisibles a las calamidades, traiga salud y bienestar a quienes estén enfermos, inshallah y nos permita reencontrarnos el próximo sábado.

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Esta semana damos continuidad al relato o historia sobre el Profeta Moisés (P) que veníamos narrando durante el año que recién terminó.
Si recuerdan, dijimos que los Hijos de Israel después de ser salvados de los faraones y de ser testigos del milagro de la división del mar y otros, nuevamente se mostraron indiferentes hacia el monoteísmo, y cuando vieron a un grupo de idólatras le pidieron a Moisés que les pusiera un ídolo para que lo adoraran; de lo contrario desobedecerían las órdenes de su Profeta.
En esta continuación veremos como ellos buscaron las facilidades materiales propias de lo mundanal en vez de buscar el favor de Dios, cumpliendo con lo que Su Señor, les había ordenado llevar a cabo, y quedando así vagando en el desierto con tal de que la siguiente generación fuese quien por medio de su arrepentimiento, experiencia y reformación, se convirtieran en los merecedores del favor de Dios en las nuevas tierras que les había sido dadas.

“Los hijos de Israel y la espera en el desierto.”

En el nombre de Dios el Clemente el Misericordioso

Sean una vez más bienvenidos al programa “Los Cuentos de la Semana”. Esta semana vamos a continuar con la historia del Profeta Moisés (la paz sea con él) y la tribu de los Hijos de Israel, dando continuidad a la historia de este gran Profeta de Dios, que veníamos narrando durante el año que recién terminó.

Si recuerdan, dijimos que los Hijos de Israel después de ser salvados de los faraones y de ser testigos del milagro de la división del mar y otros, nuevamente se mostraron indiferentes hacia el monoteísmo, y cuando vieron a un grupo de idólatras le pidieron a Moisés que les pusiera un ídolo para que le adoraran; de lo contrario desobedecerían las órdenes de su Profeta.

Al final, por mandato de Dios ante su conducta, erraron por el desierto durante cuarenta años, para así dar tiempo a que la nueva generación reemplazara la generación anterior.

Finalmente, después de transcurridos todos estos años y lamentando las acciones de sus antecesores, esta nueva generación se arrepintió ante Dios, y Éste, Exaltado Sea, por Su parte abrió para ellos las puertas de la misericordia y los incluyó en Sus bendiciones milagrosas.

A continuación, explicaremos algunas de estas bendiciones mencionadas en el Sagrado Corán.

وَظَلَّلْنَا عَلَيْكُمُ الْغَمَامَ وَأَنْزَلْنَا عَلَيْكُمُ الْمَنَّ وَالسَّلْوَى كُلُوا مِنْ طَيِّبَاتِ مَا رَزَقْنَاكُمْ وَمَا ظَلَمُونَا وَلَكِنْ كَانُوا أَنْفُسَهُمْ يَظْلِمُونَ

“Y os dimos la sombra de la nube e hicimos descender sobre vosotros el maná y las codornices (salwá): «¡Comed de lo bueno de lo que os hemos provisto!» No fueron injustos con Nosotros, fueron injustos con ellos mismos.” (Capítulo 2, versículo 57)

Según una narración transmitida del Mensajero de Dios (la paz y las bendiciones sean con él y su bendita familia) dice lo siguiente: El maná es un tipo de hongo”. Lo que dilucida que eran hongos comestibles que crecían en esa región.

Y respecto al salwa”, aunque algunos exegetas lo han explicado como miel” otro grupo, y según una opinión unánime, lo ha interpretado como un tipo de ave” que, desde lugares cercanos, se trasladaban en bandadas a esa tierra, y los Hijos de Israel dispusieron de su carne para consumo.

La gracia especial de Dios hacia los Hijos de Israel, durante el tiempo que estuvieron errando por el desierto del Sinaí; provocó que estas aves estuviesen allí en abundancia durante ese tiempo, para que así pudieran beneficiarse de ellas; de lo contrario les hubiese sido difícil recibir tal bendición.

Nuevamente Dios señala otra bendición importante que le fue otorgada a los hijos de Israel, y esta es cuando Moisés, estando en el quemante y seco desierto, pidió a Dios que enviara agua a su tribu y Él, Exaltado Sea aceptó su petición, tal y como el Sagrado Corán e:

وَإِذِ اسْتَسْقَى مُوسَى لِقَوْمِهِ فَقُلْنَا اضْرِبْ بِعَصَاكَ الْحَجَرَ فَانْفَجَرَتْ مِنْهُ اثْنَتَا عَشْرَةَ عَيْنًا قَدْ عَلِمَ كُلُّ أُنَاسٍ مَشْرَبَهُمْ كُلُوا وَاشْرَبُوا مِنْ رِزْقِ اللَّهِ وَلَا تَعْثَوْا فِي الْأَرْضِ مُفْسِدِينَ

“…y le dijimos: «¡Golpea con tu bastón la roca (especial)!» Y (de repente) brotaron (con velocidad e intensidad) de ella doce fuentes (exactamente el mismo número de las tribus de Israel). (Cada fuente comenzó a fluir hacia cada una de las tribus y así fue como) cada tribu supo con certeza de cuál beber…”.

Por un lado, Dios hizo descender para ellos el maná” y el salwá” es decir los hongos y las codornices y, por otro, puso a su disposición agua suficiente y les dijo según el Corán en el Capítulo 2, versículo 60 : «¡Comed y bebed de la provisión de Dios y no causéis daño en la Tierra, corrompiendo!»”.

En realidad, Dios les advirtió que por lo menos, por agradecimiento a estas grandes bendiciones dejasen a un lado su terquedad, su desobediencia y su persecución a los Profetas Divinos.

Después de las muchas bendiciones que Dios otorgó a los Hijos de Israel, el Corán refleja su incredulidad e ingratitud ante estos grandes favores y muestra qué gente tan terca era, quizás nunca la historia antes había visto algo similar; gente tan malagradecida y rebelde ante todas las bendiciones que Dios les había otorgado.

Primero dice el Corán en el Capítulo 2, versículo 61:

وَإِذْ قُلْتُمْ يَا مُوسَى لَنْ نَصْبِرَ عَلَى طَعَامٍ وَاحِدٍ فَادْعُ لَنَا رَبَّكَ يُخْرِجْ لَنَا مِمَّا تُنْبِتُ الْأَرْضُ مِنْ بَقْلِهَا وَقِثَّائِهَا وَفُومِهَا وَعَدَسِهَا وَبَصَلِهَا

“Y cuando dijisteis: «¡Oh Moisés! No soportamos comer siempre lo mismo. Ruega por nosotros a tu Señor que haga salir para nosotros de lo que da la tierra, algo de legumbres, verduras, pepinos, ajos, lentejas y cebollas».

 قَالَ أَتَسْتَبْدِلُونَ الَّذِي هُوَ أَدْنَى بِالَّذِي هُوَ خَيْرٌ اهْبِطُوا مِصْرًا فَإِنَّ لَكُمْ مَا سَأَلْتُمْ

[Moisés] Dijo: «¿Cambiaréis lo que es mejor por lo que es peor? ¡Bajad a una ciudad! ¡Allí encontraréis (y está preparado) lo que queréis!»

 وَضُرِبَتْ عَلَيْهِمُ الذِّلَّةُ وَالْمَسْكَنَةُ وَبَاءُوا بِغَضَبٍ مِنَ اللَّهِ ذَلِكَ بِأَنَّهُمْ كَانُوا يَكْفُرُونَ بِآيَاتِ اللَّهِ وَيَقْتُلُونَ النَّبِيِّينَ بِغَيْرِ الْحَقِّ ذَلِكَ بِمَا عَصَوْا وَكَانُوا يَعْتَدُون

Fueron golpeados por la humillación y la miseria e incurrieron en la ira de Dios por desmentir las indicaciones de Dios y matar a los profetas sin derecho. Eso les ocurrió porque desobedecieron y fueron transgresores”.

En forma más clara, Dios los dejó en el desierto para que se auto-formaran y en cambio ellos buscaron la variedad en los alimentos, en vez de generar un cambio veraz que les abriera las puertas a la bendición Divina. Y así, en vez de corregir sus malas acciones hacia su Profeta, exigieron cosas materiales a éste, el cual también les mostró el camino a la ciudad, la cual estaba destinada a ellos y en la cual no había dificultad ni deber en relación a su reforma, pero esta gente, negó nuevamente los signos divinos y pecaron.

En conclusión, Moisés trabajó intensamente para que esta nación de Israel fuera guiada, pero seguía descarriada y sin intención de corrección.

Esta vez en la siguiente parte, trataremos la extraña petición del Profeta Moisés a Dios, así que No dejen de acompañarnos la próxima semana en este espacio “Los Cuentos de la Semana”.

Bueno, hemos llegado al final de este podcast, espero que la historia contada haya sido de interés, así ruego a Dios, nos dé lo mejor de esta y la otra vida, no solamente para ustedes, si no también para sus seres amados, nos haga invisibles a las calamidades, traiga salud y bienestar a quienes estén enfermos, inshallah y nos permita reencontrarnos el próximo sábado.