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Descripción

Hoy te traemos una historia la cual está cargada de reflexión en cuanto al derecho usurpado y como la verdad siempre sale a relucir, así como también una reflexión en la cual no hay comparación entre la verdad y la falsedad y entre los conocedores de Dios y lo que no le conocieron ni conocerán. En esta historia veremos como gracias a la sabiduría proveniente de Dios, Exaltado Sea, una gran bendición llegó tanto para un monje de Bizancio, como para los necesitados de Medina, le otorgó honor al más digno de honor en esos momentos y como la verdad prevaleció por encima de cualquier falsedad evidente.

Transcripción

En el nombre de Dios. Hola. Bienvenidos.

Nuevamente te traemos el cuento de la semana, con una fascinante historia la cual sabemos te será de gran interés. Estoy muy feliz de estar a tu servicio una vez más a través de FátimaTV y como siempre, te recuerdo suscribirte a nuestro canal de YouTube/FatimaTVes en donde encontrarás saberes que iluminan el alma y enriquecen el saber.

Lo que Dios no tiene

Se narra que en los tiempos de Abu Bakr un grupo de bizantinos entró en Medina y entre ellos se encontraba un monje cristiano, el cual se dirigió a la mezquita del Santo Profeta (BPD) llevando consigo un camello cargado de una gran cantidad de oro y plata. 

Mientras Abu Bakr se encontraba en la mezquita junto con un grupo de emigrantes - los Al-Muhājirūn (Arabic: المهاجرون) y Ansar, el monje aprovechando el momento se acercó a ellos, los saludó y bendijo.

Durante unos instantes los observó minuciosamente y en seguida preguntó:

  • ¿Quién de ustedes es el califa del Profeta y el digno de confianza de esta nación en cuanto a su religión?

La audiencia señaló a Abu Bakr.

El monje volteó hacia Abu Bakr y le interrogó:

  • ¡Oh, Sheikh! ¿cómo te llamas?
  • ‘Atiq عَتیق – contesó Abu Bakr

El monje preguntó: ¿Cuál es tu otro nombre?

  • Siddiq صِدّیق – respondió Abu Bakr.

Una vez más el monje dijo: ¿Qué otro?

  • Aparte de estos dos, no tengo otro más –Abu Bakr contestó.
  • Tú no eres la persona que ando buscando –le dijo el monje.

Entonces Abu Bakr le preguntó: ¿Qué necesitas?

El monje respondió: 

“He venido desde las tierras de Bizancio y he traído un camello cargado de mucho oro y plata para preguntarle algo al “amin de esta comunidad” es decir al digno de confianza, de esta nación. 

Si esa persona responde a mis preguntas, me convertiré en musulmán, obedeceré cualquier orden y dividiré esta fortuna entre ustedes. Pero si es incapaz de responder, regresaré con esta carga que he traído sin convertirme al Islam.”

Entonces Abu Bakr dijo: Pregunta lo que quieras.

El monje aclaró: ¡Juro por Dios, no hablaré a menos que antes me prometas protección de cualquier agresión tuya y de tus compañeros!

  • Cuenta con ella, no te preocupes; pregunta lo que quieras –dijo Abu Bakr.

El monje preguntó: Dime ¿qué (cosa), no tiene Dios? y ¿qué (cosa), no es de Él? y ¿qué es lo que no conoce?

Abu Bakr tembló y no pudo contestar. Después de unos momentos pidió a sus compañeros que llamaran a Umar.

Sus compañeros fueron en busca de Umar y lo trajeron. Él también se sentó junto a Abu Bakr. Entonces Abu Bakr dijo al monje: 

  • ¡Oye, monje! Haz tus preguntas a este hombre.

El monje se volteó hacia Umar y repitió sus preguntas. Umar tampoco pudo contestarlas.

Luego llegó Uzman, y lo mismo que había sucedido entre el monje, Abu Bakr y Umar, sucedió entre el monje y Uzman.

El monje dijo: 

  • Ustedes son importantes personalidades, pero en cuanto al conocimiento del islam son inmaduros. 

Se levantó para irse, pero ese momento Abu Bakr exclamó: 

  • ¡Oh, enemigo de Dios, si no te hubiera prometido protección, enrojecería la tierra con tu sangre!

En eso, Salmán se levantó y fue a ver al Imam ‘Ali ibn Abi Tálib (la paz sea con él) quien se encontraba sentado con Hasan y Husein en el patio de su casa. Salmán relató lo sucedido al Imam Ali.

‘El imam Ali, al escuchar esto, se levantó y acompañado por Hasan y Husein se dirigió a la mezquita. En cuanto los ojos de los presentes vieron aparecer al Imam ‘Ali, gritaron ¡¡Al.lahu Akbar!!, alabaron a Dios y todos lo rodearon. Entonces el Imam ‘Ali entró en la mezquita y se sentó.

Abu Bakr dijo: 

  • ¡Monje, pregunta a este hombre, que él, es aquél a quien buscas!

El monje se volteó hacia Imam ‘Ali (a.s) y preguntó:

  • ¿Cuál es su nombre?

Imam Ali dijo:

«اسْمِی عِنْدَ الْیَهُودِ إِلْیَا وَ عِنْدَ النَّصَارَى إِیلِیَا وَ عِنْدَ وَالِدِی عَلِیٌّ وَ عِنْدَ أُمِّی حَیْدَرَة»

  • Mi nombre entre los judíos es “Elya - إِلْیَا”, entre los cristianos “ilia - إِیلِیَا”, para mi padre soy ‘Ali y para mi madre soy Haidara - حَیْدَرَه.
  • ¿Qué relación tienes con el Profeta? –le preguntó el monje.

El Imam ‘Ali contestó:

أَخِی وَ صِهْرِی وَ ابْنُ عَمِّی لَحًّا

  • Él es mi hermano, es padre de mi esposa y mi primo próximo (es decir él es hijo del hermano de mi padre).

El monje exclamó: 

  • ¡Juro por el Dios de Jesús que tú eres a quien busco! Di ¿qué cosa, Dios no lo tiene? y ¿qué es lo que no pertenece a Dios? y ¿qué es lo que no sabe?

Imam ‘Alí dijo: 

«عَلَى الْخَبِیرِ سَقَطْتَ»

  • Te encontraste con una persona experta y sabia.

«أَمَّا قَوْلُکَ مَا لَیْسَ لِلَّهِ فَإِنَّ اللَّهَ تَعَالَى أَحَدٌ لَیْسَ لَهُ صَاحِبَةٌ وَ لَا وَلَدٌ» 

Pero en relación a tu pregunta de ¿qué cosa, Dios no lo tiene?, Dios no tiene esposa ni hijo.

«وَ أَمَّا قَوْلُکَ وَ لَا مِنْ عِنْدِ اللَّهِ فَلَیْسَ مِنْ عِنْدِ اللَّهِ ظُلْمٌ لِأَحَدٍ» 

Y en cuanto a ¿qué es lo que no pertenece a Dios? lo que no pertenece a Dios  es la opresión y en él no existe opresión hacia nadie.

«وَ أَمَّا قَوْلُکَ لَا یَعْلَمُهُ اللَّهُ فَإِنَّ اللَّهَ لَا یَعْلَمُ لَهُ شَرِیکاً فِی الْمُلْک‏»

Pero respecto a ¿qué es lo que no reconoce y no sabe? Dios no reconoce ni considera asociado (socio) para Su Reino.  

El monje se levantó de su lugar y rompió la faja que llevaba amarrada a su cintura (Es decir, el mismo cinturón que debían llevar los seguidores de otras religiones celestiales para entrar en tierras islámicas). Luego abrazó la cabeza de ‘Ali, besó su frente y dijo:

Atestiguo que no hay dios sino Allah y Muhammad es Su Enviado; y atestiguo que tú eres el califa y el digno de confianza de esta nación, eres la mina de la religión y sabiduría, y eres el origen y la fuente de la fe y autoridad. En la Torá, leí tu nombre “Elya إِلْیَا”, en la Biblia, “ilia إِیلِیَا”, en el Corán, “‘Ali”, en los libros anteriores, encontré Haidara حَیْدَرَه, y después del Profeta eres su sucesor y heredero, y eres el más digno para liderar a la gente que cualquier otro. Dime, ¿Qué estatus y posición ocupas entre esta gente?

El Imam ‘Ali (a.s) le dio una respuesta. El monje se levantó y entregó todos sus bienes a él. El Imam ‘Ali a su vez y antes de levantarse repartió esos bienes entre los indigentes de Medina y entre los necesitados; y el monje regresó a su patria después haberse convertido al Islam.

Hemos llegado al final de esta historia, ruego a Dios que te otorgue lo mejor de esta y la otra vida, tanto a tí como a tus seres queridos, por favor cuídense, que Dios te bendiga y hasta Pronto.

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Hoy te traemos una historia la cual está cargada de reflexión en cuanto al derecho usurpado y como la verdad siempre sale a relucir, así como también una reflexión en la cual no hay comparación entre la verdad y la falsedad y entre los conocedores de Dios y lo que no le conocieron ni conocerán. En esta historia veremos como gracias a la sabiduría proveniente de Dios, Exaltado Sea, una gran bendición llegó tanto para un monje de Bizancio, como para los necesitados de Medina, le otorgó honor al más digno de honor en esos momentos y como la verdad prevaleció por encima de cualquier falsedad evidente.

En el nombre de Dios. Hola. Bienvenidos.

Nuevamente te traemos el cuento de la semana, con una fascinante historia la cual sabemos te será de gran interés. Estoy muy feliz de estar a tu servicio una vez más a través de FátimaTV y como siempre, te recuerdo suscribirte a nuestro canal de YouTube/FatimaTVes en donde encontrarás saberes que iluminan el alma y enriquecen el saber.

Lo que Dios no tiene

Se narra que en los tiempos de Abu Bakr un grupo de bizantinos entró en Medina y entre ellos se encontraba un monje cristiano, el cual se dirigió a la mezquita del Santo Profeta (BPD) llevando consigo un camello cargado de una gran cantidad de oro y plata. 

Mientras Abu Bakr se encontraba en la mezquita junto con un grupo de emigrantes - los Al-Muhājirūn (Arabic: المهاجرون) y Ansar, el monje aprovechando el momento se acercó a ellos, los saludó y bendijo.

Durante unos instantes los observó minuciosamente y en seguida preguntó:

  • ¿Quién de ustedes es el califa del Profeta y el digno de confianza de esta nación en cuanto a su religión?

La audiencia señaló a Abu Bakr.

El monje volteó hacia Abu Bakr y le interrogó:

  • ¡Oh, Sheikh! ¿cómo te llamas?
  • ‘Atiq عَتیق – contesó Abu Bakr

El monje preguntó: ¿Cuál es tu otro nombre?

  • Siddiq صِدّیق – respondió Abu Bakr.

Una vez más el monje dijo: ¿Qué otro?

  • Aparte de estos dos, no tengo otro más –Abu Bakr contestó.
  • Tú no eres la persona que ando buscando –le dijo el monje.

Entonces Abu Bakr le preguntó: ¿Qué necesitas?

El monje respondió: 

“He venido desde las tierras de Bizancio y he traído un camello cargado de mucho oro y plata para preguntarle algo al “amin de esta comunidad” es decir al digno de confianza, de esta nación. 

Si esa persona responde a mis preguntas, me convertiré en musulmán, obedeceré cualquier orden y dividiré esta fortuna entre ustedes. Pero si es incapaz de responder, regresaré con esta carga que he traído sin convertirme al Islam.”

Entonces Abu Bakr dijo: Pregunta lo que quieras.

El monje aclaró: ¡Juro por Dios, no hablaré a menos que antes me prometas protección de cualquier agresión tuya y de tus compañeros!

  • Cuenta con ella, no te preocupes; pregunta lo que quieras –dijo Abu Bakr.

El monje preguntó: Dime ¿qué (cosa), no tiene Dios? y ¿qué (cosa), no es de Él? y ¿qué es lo que no conoce?

Abu Bakr tembló y no pudo contestar. Después de unos momentos pidió a sus compañeros que llamaran a Umar.

Sus compañeros fueron en busca de Umar y lo trajeron. Él también se sentó junto a Abu Bakr. Entonces Abu Bakr dijo al monje: 

  • ¡Oye, monje! Haz tus preguntas a este hombre.

El monje se volteó hacia Umar y repitió sus preguntas. Umar tampoco pudo contestarlas.

Luego llegó Uzman, y lo mismo que había sucedido entre el monje, Abu Bakr y Umar, sucedió entre el monje y Uzman.

El monje dijo: 

  • Ustedes son importantes personalidades, pero en cuanto al conocimiento del islam son inmaduros. 

Se levantó para irse, pero ese momento Abu Bakr exclamó: 

  • ¡Oh, enemigo de Dios, si no te hubiera prometido protección, enrojecería la tierra con tu sangre!

En eso, Salmán se levantó y fue a ver al Imam ‘Ali ibn Abi Tálib (la paz sea con él) quien se encontraba sentado con Hasan y Husein en el patio de su casa. Salmán relató lo sucedido al Imam Ali.

‘El imam Ali, al escuchar esto, se levantó y acompañado por Hasan y Husein se dirigió a la mezquita. En cuanto los ojos de los presentes vieron aparecer al Imam ‘Ali, gritaron ¡¡Al.lahu Akbar!!, alabaron a Dios y todos lo rodearon. Entonces el Imam ‘Ali entró en la mezquita y se sentó.

Abu Bakr dijo: 

  • ¡Monje, pregunta a este hombre, que él, es aquél a quien buscas!

El monje se volteó hacia Imam ‘Ali (a.s) y preguntó:

  • ¿Cuál es su nombre?

Imam Ali dijo:

«اسْمِی عِنْدَ الْیَهُودِ إِلْیَا وَ عِنْدَ النَّصَارَى إِیلِیَا وَ عِنْدَ وَالِدِی عَلِیٌّ وَ عِنْدَ أُمِّی حَیْدَرَة»

  • Mi nombre entre los judíos es “Elya - إِلْیَا”, entre los cristianos “ilia - إِیلِیَا”, para mi padre soy ‘Ali y para mi madre soy Haidara - حَیْدَرَه.
  • ¿Qué relación tienes con el Profeta? –le preguntó el monje.

El Imam ‘Ali contestó:

أَخِی وَ صِهْرِی وَ ابْنُ عَمِّی لَحًّا

  • Él es mi hermano, es padre de mi esposa y mi primo próximo (es decir él es hijo del hermano de mi padre).

El monje exclamó: 

  • ¡Juro por el Dios de Jesús que tú eres a quien busco! Di ¿qué cosa, Dios no lo tiene? y ¿qué es lo que no pertenece a Dios? y ¿qué es lo que no sabe?

Imam ‘Alí dijo: 

«عَلَى الْخَبِیرِ سَقَطْتَ»

  • Te encontraste con una persona experta y sabia.

«أَمَّا قَوْلُکَ مَا لَیْسَ لِلَّهِ فَإِنَّ اللَّهَ تَعَالَى أَحَدٌ لَیْسَ لَهُ صَاحِبَةٌ وَ لَا وَلَدٌ» 

Pero en relación a tu pregunta de ¿qué cosa, Dios no lo tiene?, Dios no tiene esposa ni hijo.

«وَ أَمَّا قَوْلُکَ وَ لَا مِنْ عِنْدِ اللَّهِ فَلَیْسَ مِنْ عِنْدِ اللَّهِ ظُلْمٌ لِأَحَدٍ» 

Y en cuanto a ¿qué es lo que no pertenece a Dios? lo que no pertenece a Dios  es la opresión y en él no existe opresión hacia nadie.

«وَ أَمَّا قَوْلُکَ لَا یَعْلَمُهُ اللَّهُ فَإِنَّ اللَّهَ لَا یَعْلَمُ لَهُ شَرِیکاً فِی الْمُلْک‏»

Pero respecto a ¿qué es lo que no reconoce y no sabe? Dios no reconoce ni considera asociado (socio) para Su Reino.  

El monje se levantó de su lugar y rompió la faja que llevaba amarrada a su cintura (Es decir, el mismo cinturón que debían llevar los seguidores de otras religiones celestiales para entrar en tierras islámicas). Luego abrazó la cabeza de ‘Ali, besó su frente y dijo:

Atestiguo que no hay dios sino Allah y Muhammad es Su Enviado; y atestiguo que tú eres el califa y el digno de confianza de esta nación, eres la mina de la religión y sabiduría, y eres el origen y la fuente de la fe y autoridad. En la Torá, leí tu nombre “Elya إِلْیَا”, en la Biblia, “ilia إِیلِیَا”, en el Corán, “‘Ali”, en los libros anteriores, encontré Haidara حَیْدَرَه, y después del Profeta eres su sucesor y heredero, y eres el más digno para liderar a la gente que cualquier otro. Dime, ¿Qué estatus y posición ocupas entre esta gente?

El Imam ‘Ali (a.s) le dio una respuesta. El monje se levantó y entregó todos sus bienes a él. El Imam ‘Ali a su vez y antes de levantarse repartió esos bienes entre los indigentes de Medina y entre los necesitados; y el monje regresó a su patria después haberse convertido al Islam.

Hemos llegado al final de esta historia, ruego a Dios que te otorgue lo mejor de esta y la otra vida, tanto a tí como a tus seres queridos, por favor cuídense, que Dios te bendiga y hasta Pronto.

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