En el nombre de Dios, el Compasivo, el Misericordioso.

Hola, hoy queremos compartir contigo este nuevo episodio que hemos titulado: La salud. Parte IV.

Los granos

El Profeta y los inmaculados de su casa (la paz y las bendiciones sean con todos ellos) mencionan a los granos o legumbres en numerosas ocasiones. Nos referimos a las semillas secas, separadas de la vaina, que son de diversos tamaños y colores. Constituyen un alimento muy popular en muchas culturas del mundo, tanto de Oriente como en Occidente. En castellano existen muchos sinónimos: fríjol, frijol, haba, caraota, poroto, alubia, judía; pero también se consideran legumbres las lentejas, los guisantes y los garbanzos. Las legumbres frescas, en cambio, son hortalizas que se cosechan verdes, como los guisantes, las judías verdes, habichuelas o vainitas.

Con respecto a estos el imam Yáfar Sadeq (la paz sea con él) dijo:

Comer habichuelas fortalece los huesos de las piernas, los hace más sólidos y mejora la salud del cerebro, y hace que se cree sangre ligera (fluida).

Coman habichuelas con su cáscara, si las comen de esta forma se limpia a fondo el estómago.

Quien coma habichuelas, porotos (granos) con su cáscara Dios Poderoso e Imponente sacará tanto defecto y malestar tanto como comió.

Estas sacan lo malo y en ellas no hay nada malo.

Las frutas

En cuanto a las frutas en general, se cuenta que al imam Yáfar Sadeq no le gustaba pelar o descascarar las frutas; obviamente estamos hablando de una manzana, una pera, un durazno y no de una banana. Aunque, a lo mejor, esta costumbre del imam puede aplicarse a todas las frutas y referirse a algunos beneficios que poseen las cáscaras o conchas de estas; pero ese ya es otro tema. También dijo: Cada fruta también lleva consigo algo tóxico así que si las preparas, si las disponen o hacen que se sumerjan en agua (es decir, comprarlas y ponerlas en un recipiente con agua, para que queden sumergidas), de esta manera se irá lo tóxico de las mismas. Obviamente, puedes pensar que eso es un asunto de higiene, cosa que hoy en día todos sabemos, pero recordemos que estas narraciones datan de aproximadamente mil cuatrocientos años atrás.

También se narra que las frutas se deben comer cuando están maduras, porque es cuando adquieren toda su capacidad curativa. Como dice el dicho del altísimo en el sagrado Corán: comed de sus frutos cuando llegue el momento de su cosecha.

Con respecto a las frutas en general tenemos la siguiente narración del Mensajero de Dios (con él sea la Bendición y la Paz y con su Descendencia purificada): quien coma frutas y por supuesto comience con el nombre de Dios éstas no le perjudicarán. Y esta otra: quien coma frutas que coma de a una. Es decir, no se trata de comer kilos y kilos de frutas por el solo hecho de que hacen bien a la salud; en cambio, comer una sola no hará ningún mal.  

De estas narraciones se deduce que en el Islam las plantas y frutas comestibles se consideran un favor divino y se le asigna un valor muy especial en la vida del ser humano, porque cubren sus necesidades nutritivas y son medicinas para el cuerpo. Todas son beneficiosas; no obstante, algunas de ellas juegan un papel más importante y más directo: las legumbres, hortalizas, uvas, dátiles, manzanas, granadas, son algunas de ellas.

Hemos llegado al final de este episodio. Nos despedimos de ti con profundo afecto y respeto, seguros de que cada día compartirás con nosotros estas enseñanzas que abrirán tu corazón y tu pensamiento. ¡Hasta mañana!

ESTE PODCAST ESTÁ BASADO EN UN VIDEO QUE REGISTRA UNO DE LOS PROGRAMAS EN VIVO DEL SHEIJ FEISAL MORHELL, TRANSMITIDO POR FÁTIMA TV, EL 21 DE NOVIEMBRE DE 2017.