Lista de descargas

MP3 SoundCloud iVoox
Descripción

¿Alguna vez te has preguntado qué impacto real tiene creer en la Resurrección?
En este episodio de Voces de la Fe, descubrimos cómo esta creencia transforma la manera en que pensamos, actuamos y sentimos. A través del Corán y de ejemplos inspiradores, reflexionamos sobre cómo la fe en la otra vida nos hace más justos, pacientes, generosos y conscientes de cada decisión que tomamos.
🎧 Acompáñanos a entender por qué recordar el Día del Juicio no es motivo de miedo, sino una fuente de fuerza, esperanza y sentido.
💫 Vive con propósito. Actúa con conciencia. Cree en la recompensa eterna.

🎙 Locutora: Yordis Moreno
✍️ Escrito por: Seyed Mostafa

Transcripción

La Resurrección y Sus Efectos en Nuestra Vida

En el nombre de Dios. Hola. Bienvenidos a FátimaTV. Soy Yordis Moreno, la voz de FátimaTV, y estoy contigo en el programa Voces de la Fe.
 Nos encantaría que tú también fueras una de las voces de este programa. Tenemos textos preparados, como el de este pódcast que estás escuchando ahora. Tú solo tienes que grabarlo con tu voz. Te esperamos con ilusión. Envíanos un mensaje o escríbelo en los comentarios.

Hoy queremos hablar sobre el Día de la Resurrección. Acompáñame hasta el final.

Dios dice en el Corán, Sura 33, Aleya 63:

 يَسْأَلُكَ النَّاسُ عَنِ السَّاعَةِ قُلْ إِنَّمَا عِلْمُهَا عِنْدَ اللَّهِ وَمَا يُدْرِيكَ لَعَلَّ السَّاعَةَ تَكُونُ قَرِيبًا

La gente te pregunta sobre la Hora [final]. Di: «Sólo Alá tiene conocimiento de ella». ¿Quién sabe? Quizá la Hora esté próxima...

La gente que le preguntaba al Profeta (la paz sea con él y su familia purificada) sobre el momento de la Resurrección probablemente eran hipócritas, o idólatras, o creyentes curiosos que planteaban estas preguntas.

El Corán dice: Oh, Profeta, di: el momento de la Resurrección solo lo sabe Dios. Es por sabiduría divina que el momento de ocurrir el Día del Juicio Final permanezca oculto.

Si la gente supiera que, por ejemplo, el Juicio Final será dentro de cuatro mil años, dirían: “Todavía nos quedan dos mil años”. Esto también aplica para la muerte. Si supiéramos el momento exacto de nuestra propia muerte o la de nuestros seres queridos, actuaríamos de manera muy diferente.

El momento de la llegada del Redentor del mundo, el Imam Mahdi (que Dios apresure su llegada), también es desconocido. Esto forma parte de la sabiduría divina.

Si la gente hubiera sabido desde el comienzo de su ocultación que esperarían a su Imam durante siglos, quizá el concepto de “espera” no tendría sentido en sus vidas. Es por sabiduría que algunas cosas permanezcan ocultas.

Ahora bien, ¿qué significa realmente la “espera”?

La espera es estar pendiente, con esperanza, del regreso de alguien, y al mismo tiempo preparar el terreno para la victoria final de la verdad sobre la falsedad.

En psicología, la espera es un estado del alma que mantiene a la persona en alerta, lista para aquello que aguarda.

En el Islam, la espera es la convicción de que en el final de los tiempos se establecerá la justicia y la felicidad universal bajo el gobierno del Redentor prometido.

Tanto la llegada del Imam Mahdi como el Día de la Resurrección permanecen ocultos, aunque cercanos. El verso que acabas de escuchar se refiere precisamente a esto:

 وَمَا يُدْرِيكَ لَعَلَّ السَّاعَةَ تَكُونُ قَرِيبًا

¿Quién sabe? Quizá la Hora esté próxima...

A continuación, en las aleyas 64 y 65 de la Sura 33, Dios describe la maldición sobre los que niegan la verdad y su castigo en el Infierno:

إِنَّ اللَّهَ لَعَنَ الْكَافِرِينَ وَأَعَدَّ لَهُمْ سَعِيرًا ‎﴿٦٤﴾‏

En verdad, Dios ha maldecido a los infieles y les ha preparado un fuego abrasador.

خَالِدِينَ فِيهَا أَبَدًا لَّا يَجِدُونَ وَلِيًّا وَلَا نَصِيرًا ‎﴾٦٥﴿

Donde permanecerán por toda la eternidad. No encontrarán quién les proteja ni quién les auxilie.

La mayoría de las aleyas sobre el castigo, especialmente aquellas que hablan de la permanencia eterna en el Infierno, se refieren a los infieles e incrédulos, quienes rechazan conscientemente la verdad.

Quienes querían escapar de aceptar la Resurrección, generalmente adoptaban dos tipos de posturas:

  1. La negación del principio de la Resurrección.

La primera postura que adoptaban quienes huían de la idea del Ma’ad (o la Resurrección) era negar el principio mismo de que la Resurrección y el Día del Juicio ocurrirían. Negar algo es la forma más fácil de evadir su aceptación.
El Sagrado Corán, capítulo 45, versículo 24 lo describe:

وَقَالُوا مَا هِيَ إِلَّا حَيَاتُنَا الدُّنْيَا نَمُوتُ وَنَحْيَا وَمَا يُهْلِكُنَا إِلَّا الدَّهْرُ وَمَا لَهُمْ بِذَلِكَ مِنْ عِلْمٍ إِنْ هُمْ إِلَّا يَظُنُّون

Y dicen: «No hay más vida que ésta nuestra de acá. Morimos y vivimos, y nada sino la acción fatal del Tiempo nos hace perecer». Pero no tienen ningún conocimiento de eso, no hacen sino conjeturar.

Algunas personas niegan la Unicidad de Dios (Tawhid), lo que en realidad implica también negar la Resurrección. Dicen: “Todo lo que existe es este mundo”.

Este es un pensamiento muy presente hoy en el mundo occidental, que promueve la idea de que solo existe lo material, instando a disfrutar y saciar todos los deseos personales sin límite.

Al respecto, el Imam Sadiq (la paz sea con él) narró: Un hombre llamado 'Ubayy ibn Khalaf (اُبَی بن خلف) se acercó al Profeta (la paz sea con él y su familia purificada). Arrancó un hueso podrido de una pared, lo desmenuzó en sus manos y dijo: “¿Acaso cuando seamos huesos putrefactos y dispersos seremos creados y resucitados de nuevo?”.

Entonces, Dios reveló estas aleyas:

وَضَرَبَ لَنَا مَثَلًا وَنَسِيَ خَلْقَهُ قَالَ مَن يُحْيِي الْعِظَامَ وَهِيَ رَمِيمٌ ‎﴿٧٨﴾‏

Nos propone una parábola y se olvida de su propia creación. Dice: “¿Quién dará vida a los huesos cuando estén podridos?”.

قُلْ يُحْيِيهَا الَّذِي أَنشَأَهَا أَوَّلَ مَرَّةٍ وَهُوَ بِكُلِّ خَلْقٍ عَلِيم٧٩﴾‏﴿

Di: “Les dará vida Quien los creó la primera vez, y Él conoce toda la creación”.


 

  1. Sembrar dudas sobre la Resurrección

La segunda postura de quienes huían de aceptar la Resurrección era sembrar dudas. Decían: “De acuerdo, aceptamos que exista la Resurrección, pero ¿cuándo sucederá? ¿Por qué no llega ya?”.

El Corán cita sus palabras en la Sura 10, aleya 48:

وَيَقُولُونَ مَتَىٰ هَٰذَا الْوَعْدُ إِن كُنتُمْ صَادِقِينَ ‎﴿٤٨﴾

 Y dicen: “¿Cuándo ocurrirá esta promesa, si es verdad lo que decís...?”

El Corán responde a estas dudas con diferentes argumentos.

1. La creación inicial
 La primera respuesta del Corán es llamar la atención hacia la creación inicial del ser humano.

En la Sura 7, aleya 29, Dios dice:

كَمَا بَدَأَكُمْ تَعُودُونَ

«Del mismo modo que os creó al comienzo, volveréis a Él».

Es decir: ya os creamos una vez de la nada, así que, ¿por qué negar que podamos daros vida de nuevo? Para Dios, devolveros a la vida no solo es posible, sino aún más sencillo.

En la Sura 30, aleya 27, Dios afirma:

وَهُوَ الَّذِي يَبْدَأُ الْخَلْقَ ثُمَّ يُعِيدُهُ وَهُوَ أَهْوَنُ عَلَيْهِ وَلَهُ الْمَثَلُ الْأَعْلَىٰ فِي السَّمَاوَاتِ وَالْأَرْضِ وَهُوَ الْعَزِيزُ الْحَكِيمُ ‎﴿٢٧﴾

Él es Quien inicia la creación y luego la repite, y esto es aún más fácil para Él. Suyos son los atributos más sublimes en los cielos y en la tierra. Y Él es el Poderoso, el Sabio.

El mismo Dios que creó el mundo en seis días y dio existencia a todas las criaturas, es Quien también las hará regresar de nuevo a la vida.


2. La renovación de la naturaleza

La segunda respuesta del Corán a quienes dudaban de la Resurrección es poner como ejemplo la vida de la naturaleza.

En la Sura ar-Rum, aleya 19, Dios dice:

يُخْرِجُ الْحَيَّ مِنَ الْمَيِّتِ وَيُخْرِجُ الْمَيِّتَ مِنَ الْحَيِّ وَيُحْيِي الْأَرْضَ بَعْدَ مَوْتِهَا وَكَذَٰلِكَ تُخْرَجُونَ ‎﴿١٩﴾

«Él hace salir lo vivo de lo muerto y lo muerto de lo vivo. Da vida a la tierra después de haber estado muerta. Así también seréis resucitados».

Lo vemos cada año: las plantas y los árboles se secan en otoño y mueren en invierno, pero con la llegada de la primavera vuelven a renacer y a cubrirse de verdor. Ese mismo proceso es un ejemplo de cómo los seres humanos serán devueltos a la vida después de la muerte.

3. La razón y la sabiduría

Otra respuesta del Sagrado Corán a quienes no creen en la Resurrección es a través de la razón y la sabiduría.
 La inteligencia nos dice: ¿acaso un Dios Sabio, Conocedor y Justo podría haber creado a los seres humanos sin propósito, sin que exista un día de la Resurrección en el que cada persona vea el resultado de sus actos?

En la Sura 23, aleya 115, Dios dice:

أَفَحَسِبْتُمْ أَنَّمَا خَلَقْنَاكُمْ عَبَثًا وَأَنَّكُمْ إِلَيْنَا لَا تُرْجَعُونَ ‎﴿١١٥﴾‏

«¿Acaso pensasteis que os habíamos creado sin ningún propósito y que no ibais a ser devueltos a Nosotros?»

Si una persona construyera un edificio enorme sin ningún objetivo, la gente lo tomaría por un necio. ¿Y vamos a suponer que Dios ha creado esta inmensa creación sin finalidad alguna?

El Corán nos dice que, en realidad, la negación de la Resurrección no se debe a una falta de pruebas, sino al deseo del ser humano de vivir sin frenos y cometer pecados con libertad.

Dios dice:

بَلْ يُرِيدُ الْإِنسَانُ لِيَفْجُرَ أَمَامَهُ ‎﴿٥﴾‏ يَسْأَلُ أَيَّانَ يَوْمُ الْقِيَامَةِ ‎﴿٦﴾

Más bien, el ser humano quiere seguir pecando libremente a lo largo de su vida. Y pregunta: “¿Cuándo será el Día de la Resurrección?”
 (Sura 75, versículos 5 y 6).

No es que realmente piense que no habrá un Día del Juicio. Lo que sucede es que, refugiándose en la duda, busca escapar de esa creencia, porque sabe que aceptar la Resurrección lo obliga a rendir cuentas. La fe en la otra vida es un freno poderoso contra el pecado, y como no quiere ese freno, prefiere negarlo. Por eso, con un tono burlón, pregunta: “¿Cuándo será ese día?”.

Quienes rechazan la Resurrección lo hacen porque quieren pecar sin que nadie los limite. Niegan la otra vida para huir de la responsabilidad. Porque si creen en ella, tendrán que cumplir con sus deberes: rezar, evitar la mentira, abstenerse de la difamación y de otros pecados.

Los Efectos de Creer en la Resurrección

La fe en la resurrección tiene diversos efectos en la vida del ser humano. Algunos de ellos son:

1. Rectitud

El primer efecto de creer en la resurrección es realizar buenas obras. El último versículo de la sura 18 dice:

فَمَن كَانَ يَرْجُو لِقَاءَ رَبِّهِ فَلْيَعْمَلْ عَمَلًا صَالِحًا وَلَا يُشْرِكْ بِعِبَادَةِ رَبِّهِ أَحَدًا ‎﴿١١٠﴾‏

«Así pues, quien espere el encuentro con su Señor, que haga obras rectas y que no asocie a nadie en la adoración de su Señor».

Quien cree en el encuentro con Dios y en la resurrección, procura hacer el bien, porque sabe que volverá a Dios y recibirá allí la recompensa de sus actos.

El Imam Alí (la paz sea con él), en la noche de su boda, vio que su esposa Fátima (la paz sea con ella) lloraba. Le preguntó la causa, y ella respondió:
 «¡Oh Alí! Hoy he salido de la casa de mi padre y he entrado en tu casa. Esto me hizo recordar otro traslado: un día también saldré de tu casa para ir a la casa de la tumba».
 Fátima (la paz sea con ella), en la misma noche de su boda, recordó la Resurrección.

 (Al-Irshad de Al-Mufid, tomo 1, pág. 270)

También se relata que uno de los ansar tenía una palmera en la casa de otro hombre. Este solía entrar sin permiso para ocuparse de su árbol, y el dueño de la casa se quejó al Profeta (la paz sea con él y su familia purificada). El Profeta le propuso al propietario de la palmera:
 «Véndeme tu palmera a cambio de una palmera en el Paraíso».
 Pero él respondió: «No lo haré».
 El Profeta insistió: «Véndemela a cambio de un jardín en el Paraíso».
 Y él volvió a decir: «No lo haré». Y se marchó.

Entonces, أَبُو اَلدَّحْدَاح - Abú Ad-Dahdáh fue a comprarle la palmera y luego se la entregó al Mensajero de Dios diciendo:
 «¡Oh Mensajero de Dios! Toma esta palmera y concédeme aquel jardín que ofreciste en el Paraíso».
 El Profeta le dijo:
 «En el Paraíso tendrás no solo un jardín, sino varios jardines».

En relación con este suceso, Dios reveló los siguientes versículos de la sura 92:

فَأَمَّا مَنْ أَعْطَىٰ وَاتَّقَىٰ ‎﴿٥﴾‏ وَصَدَّقَ بِالْحُسْنَىٰ ‎﴿٦﴾‏ فَسَنُيَسِّرُهُ لِلْيُسْرَىٰ ‎﴿٧﴾‏

«En cuanto a quien da y tiene temor [de Dios] (5), y cree en la mejor recompensa (6), le facilitaremos el camino hacia la facilidad, es decir, hacia el bien, hacia la felicidad (7).

وَأَمَّا مَن بَخِلَ وَاسْتَغْنَىٰ ‎﴿٨﴾‏ وَكَذَّبَ بِالْحُسْنَىٰ ‎﴿٩﴾‏ فَسَنُيَسِّرُهُ لِلْعُسْرَىٰ ‎﴿١٠﴾‏ وَمَا يُغْنِي عَنْهُ مَالُهُ إِذَا تَرَدَّىٰ ‎﴿١١﴾‏

Pero en cuanto a quien es avaro, se considera autosuficiente (8) y desmiente la mejor recompensa (9), le facilitaremos el acceso a la mayor adversidad, (10).
 ¿Y de qué le servirá su riqueza cuando caiga en la perdición? (11)»

 (La Noche, 5-11)

2. Abnegación y Sacrificio

El segundo fruto de creer en la Resurrección es la generosidad y el sacrificio. Quien tiene fe en la otra vida comparte lo que tiene, incluso si es poco.
 Un ejemplo único de esta virtud lo encontramos en la familia del Profeta: ‘Ali, Fátima, Hasan y Husain. Durante tres días seguidos, mientras ayunaban, dieron su comida al necesitado, al huérfano y al cautivo, quedándose ellos sin probar bocado más que agua.
 Por este sacrificio, Dios reveló el capítulo El ser humano del Corán, honrando su generosidad y pureza de intención.

Si quieres escuchar la narración completa de esta historia, te invito a visitar nuestro canal de YouTube FatimaTVes, donde la encontrarás con el título:
 
📌 Tres toques a la puerta de la generosidad.

 

3. Resistencia

El tercer fruto de la fe en la Resurrección es la resistencia.
 Las personas que creen en la Resurrección son firmes.

Cuando los Hijos de Israel, bajo el mando de Saúl (Ṭālūt), fueron a combatir contra Goliat (Ŷālūt), eran muchos menos que el ejército enemigo. El Corán, capítulo 2, versículo 249 nos cuenta:

فَلَمَّا فَصَلَ طَالُوتُ بِالْجُنُودِ قَالَ إِنَّ اللَّهَ مُبْتَلِيكُم بِنَهَرٍ فَمَن شَرِبَ مِنْهُ فَلَيْسَ مِنِّي وَمَن لَّمْ يَطْعَمْهُ فَإِنَّهُ مِنِّي إِلَّا مَنِ اغْتَرَفَ غُرْفَةً بِيَدِهِ ۚ فَشَرِبُوا مِنْهُ إِلَّا قَلِيلًا مِّنْهُمْ ۚ فَلَمَّا جَاوَزَهُ هُوَ وَالَّذِينَ آمَنُوا مَعَهُ قَالُوا لَا طَاقَةَ لَنَا الْيَوْمَ بِجَالُوتَ وَجُنُودِهِ ۚ قَالَ الَّذِينَ يَظُنُّونَ أَنَّهُم مُّلَاقُو اللَّهِ كَم مِّن فِئَةٍ قَلِيلَةٍ غَلَبَتْ فِئَةً كَثِيرَةً بِإِذْنِ اللَّهِ وَاللَّهُ مَعَ الصَّابِرِينَ ‎﴿٢٤٩﴾‏

«Y cuando Ṭālūt (Saúl) fue designado como jefe del ejército de los Hijos de Israel y salió con sus tropas, les dijo: “Dios os pondrá a prueba con un río. Aquellos que beban de él (cuando tengan sed) no serán de los míos; y quienes no lo prueben, serán de los míos, excepto quien tome un solo sorbo con la mano”. Sin embargo, todos bebieron de él, excepto unos pocos. Luego, cuando él y los que habían creído con él (y superaron la prueba) cruzaron el río, se preocuparon al ver lo reducido de su número, y algunos dijeron: “Hoy no tenemos fuerzas para enfrentarnos a Ŷālūt (Goliat) y a su ejército”. Pero aquellos que estaban convencidos de que se encontrarían con Dios (y creían en la Resurrección) dijeron: “¡Cuántas veces grupos pequeños, con el permiso de Dios, han vencido a ejércitos numerosos!”. Y Dios está con los pacientes y perseverantes».

Los creyentes en la Resurrección no temieron al ejército más numeroso y decían: Podemos vencer.
 Este es el efecto de la fe en la Resurrección.
 En la batalla de Badr, 313 hombres vencieron a un ejército de mil.

Un ejemplo de esta resistencia lo encontramos en Muhammad ibn Abi Umayr محمد بن ابی عمیر, un hombre muy piadoso y creyente. Él vivió en la época de tres imames: el Imam Kazim, el Imam Ridá y el Imam Yawad —la paz sea con ellos—.

Los enemigos informaron al gobernador de que Muhammad ibn Abi Umayr conocía los nombres de los chiíes. El gobernador le ordenó que revelara esos nombres. Como él se negó, ordenó que lo desnudaran y lo azotaran con cien latigazos en medio del mercado.

El propio Ibn Abi Umayr relató:
 «Cuando recibí los cien latigazos, sentía un dolor insoportable y estuve a punto de revelar los nombres. Pero, de repente, escuché la voz de Muhammad ibn Yunus ibn Abdulrahmán que me decía:
 “¡Oh Muhammad ibn Abi Umayr, recuerda tu posición ante Dios Altísimo!”
 Con esa frase recobré fuerzas, tuve paciencia y no dije nada».

 (Riŷāl al-Kashí, t. 2, p. 855)

Cuando estemos a punto de cometer un pecado, de engañar en la medida, o de mirar lo prohibido, tengamos siempre presente esta única frase:

«Recuerda que tendrás que estar de pie ante Dios Altísimo».

4. Justicia Económica

El cuarto efecto de la creencia en la Resurrección es la justicia económica. La persona que cree en la Resurrección no hace trampa ni engaña en sus negocios. El Corán dice: ¿Acaso los que defraudan no creen en la Resurrección?

بِسْمِ اللَّهِ الرَّحْمَٰنِ الرَّحِيمِ

وَيْلٌ لِّلْمُطَفِّفِينَ ‎﴿١﴾‏ الَّذِينَ إِذَا اكْتَالُوا عَلَى النَّاسِ يَسْتَوْفُونَ ‎﴿٢﴾‏ وَإِذَا كَالُوهُمْ أَو وَّزَنُوهُمْ يُخْسِرُونَ ‎﴿٣﴾‏

«¡Ay de los defraudadores, que, cuando piden a otros la medida, la exigen exacta, pero que, cuando ellos miden o pesan para otros, dan menos de lo debido!

أَلَا يَظُنُّ أُولَٰئِكَ أَنَّهُم مَّبْعُوثُونَ ‎﴿٤﴾‏ لِيَوْمٍ عَظِيمٍ ‎﴿٥﴾‏ يَوْمَ يَقُومُ النَّاسُ لِرَبِّ الْعَالَمِينَ ‎﴿٦﴾‏

¿Acaso no piensan que serán resucitados para un Día grandioso, el Día en que la gente se presentará ante el Señor de todos los mundos?»
 (Sura 83, ve
rsículos 1 al 6)

5. Responsabilidad
 El quinto efecto de la creencia en la Resurrección es la responsabilidad. Quien cree en la Resurrección cumple bien con sus deberes y obligaciones.

6. Respeto de los derechos
 Otro efecto de la creencia en la Resurrección es respetar los derechos de las personas. Quien cree en la Resurrección cuida de no infringir los derechos de los demás. El Corán dice:

أَرَأَيْتَ الَّذِي يُكَذِّبُ بِالدِّينِ ‎﴿١﴾‏

¿Has visto a quien desmiente el Día de la Recompensa?

فَذَٰلِكَ الَّذِي يَدُعُّ الْيَتِيمَ ‎﴿٢﴾‏

Es el mismo que aparta de sí violentamente al huérfano.
 (Sura 107, versículos 1 y 2)

Se cuenta que Abu Sufyán solía sacrificar dos camellos cada semana. Tenía riquezas, pero cuando un huérfano acudió a él pidiendo ayuda, lo echó con su bastón. Estas palabras del Corán fueron reveladas acerca de él.

7. Control de los deseos
 El séptimo efecto de la creencia en la Resurrección es el control de los instintos y deseos. Una persona que cree en la vida después de la muerte no permite que sus deseos se satisfagan por medios prohibidos.

8. Propósito en la vida
 El octavo efecto de la creencia en la Resurrección es tener un propósito. Una persona creyente no vive sin rumbo, sino que actúa con cuidado, porque cree en la palabra del Corán:

أَفَحَسِبْتُمْ أَنَّمَا خَلَقْنَاكُمْ عَبَثًا وَأَنَّكُمْ إِلَيْنَا لَا تُرْجَعُونَ ‎﴿١١٥﴾

¿Acaso pensasteis que os creamos sin propósito y que no seríais devueltos a Nosotros?
 (Sura 23, versículo 115)

9. Relaciones sociales sanas
 El noveno efecto de la creencia en la Resurrección es mantener relaciones sociales saludables. Quien cree en la Resurrección controla su ira, no abusa de los demás, se comporta correctamente con su cónyuge, y mantiene relaciones justas y equilibradas.

10. Adoración correcta
 El décimo efecto de la creencia en la Resurrección es realizar correctamente los actos de adoración. Quien cree en la Resurrección sabe que la oración es luz en la tumba y fuente de bienestar en esta vida y en la otra; por eso realiza sus oraciones correctamente y con atención.


Y así llegamos al final de nuestro episodio de hoy. Hemos explorado cómo la creencia en la Resurrección transforma nuestra vida: nos hace responsables, justos, generosos, pacientes, y nos guía en nuestros actos y relaciones. Que estas enseñanzas nos inspiren a vivir con conciencia, con fe y con propósito, recordando siempre que nuestras acciones tienen significado y recompensa.

Gracias por acompañarnos y no olvides seguirnos en FátimaTV para más reflexiones y relatos que nutren el alma. Hasta la próxima.

 

El sitio web de FatimaTV está licenciado bajo una Licencia
Internacional de Creative Commons Attribution 4.0.

Fatima TV

Fatima TV

Descripción

Transcripción

¿Alguna vez te has preguntado qué impacto real tiene creer en la Resurrección?
En este episodio de Voces de la Fe, descubrimos cómo esta creencia transforma la manera en que pensamos, actuamos y sentimos. A través del Corán y de ejemplos inspiradores, reflexionamos sobre cómo la fe en la otra vida nos hace más justos, pacientes, generosos y conscientes de cada decisión que tomamos.
🎧 Acompáñanos a entender por qué recordar el Día del Juicio no es motivo de miedo, sino una fuente de fuerza, esperanza y sentido.
💫 Vive con propósito. Actúa con conciencia. Cree en la recompensa eterna.

🎙 Locutora: Yordis Moreno
✍️ Escrito por: Seyed Mostafa

La Resurrección y Sus Efectos en Nuestra Vida

En el nombre de Dios. Hola. Bienvenidos a FátimaTV. Soy Yordis Moreno, la voz de FátimaTV, y estoy contigo en el programa Voces de la Fe.
 Nos encantaría que tú también fueras una de las voces de este programa. Tenemos textos preparados, como el de este pódcast que estás escuchando ahora. Tú solo tienes que grabarlo con tu voz. Te esperamos con ilusión. Envíanos un mensaje o escríbelo en los comentarios.

Hoy queremos hablar sobre el Día de la Resurrección. Acompáñame hasta el final.

Dios dice en el Corán, Sura 33, Aleya 63:

 يَسْأَلُكَ النَّاسُ عَنِ السَّاعَةِ قُلْ إِنَّمَا عِلْمُهَا عِنْدَ اللَّهِ وَمَا يُدْرِيكَ لَعَلَّ السَّاعَةَ تَكُونُ قَرِيبًا

La gente te pregunta sobre la Hora [final]. Di: «Sólo Alá tiene conocimiento de ella». ¿Quién sabe? Quizá la Hora esté próxima...

La gente que le preguntaba al Profeta (la paz sea con él y su familia purificada) sobre el momento de la Resurrección probablemente eran hipócritas, o idólatras, o creyentes curiosos que planteaban estas preguntas.

El Corán dice: Oh, Profeta, di: el momento de la Resurrección solo lo sabe Dios. Es por sabiduría divina que el momento de ocurrir el Día del Juicio Final permanezca oculto.

Si la gente supiera que, por ejemplo, el Juicio Final será dentro de cuatro mil años, dirían: “Todavía nos quedan dos mil años”. Esto también aplica para la muerte. Si supiéramos el momento exacto de nuestra propia muerte o la de nuestros seres queridos, actuaríamos de manera muy diferente.

El momento de la llegada del Redentor del mundo, el Imam Mahdi (que Dios apresure su llegada), también es desconocido. Esto forma parte de la sabiduría divina.

Si la gente hubiera sabido desde el comienzo de su ocultación que esperarían a su Imam durante siglos, quizá el concepto de “espera” no tendría sentido en sus vidas. Es por sabiduría que algunas cosas permanezcan ocultas.

Ahora bien, ¿qué significa realmente la “espera”?

La espera es estar pendiente, con esperanza, del regreso de alguien, y al mismo tiempo preparar el terreno para la victoria final de la verdad sobre la falsedad.

En psicología, la espera es un estado del alma que mantiene a la persona en alerta, lista para aquello que aguarda.

En el Islam, la espera es la convicción de que en el final de los tiempos se establecerá la justicia y la felicidad universal bajo el gobierno del Redentor prometido.

Tanto la llegada del Imam Mahdi como el Día de la Resurrección permanecen ocultos, aunque cercanos. El verso que acabas de escuchar se refiere precisamente a esto:

 وَمَا يُدْرِيكَ لَعَلَّ السَّاعَةَ تَكُونُ قَرِيبًا

¿Quién sabe? Quizá la Hora esté próxima...

A continuación, en las aleyas 64 y 65 de la Sura 33, Dios describe la maldición sobre los que niegan la verdad y su castigo en el Infierno:

إِنَّ اللَّهَ لَعَنَ الْكَافِرِينَ وَأَعَدَّ لَهُمْ سَعِيرًا ‎﴿٦٤﴾‏

En verdad, Dios ha maldecido a los infieles y les ha preparado un fuego abrasador.

خَالِدِينَ فِيهَا أَبَدًا لَّا يَجِدُونَ وَلِيًّا وَلَا نَصِيرًا ‎﴾٦٥﴿

Donde permanecerán por toda la eternidad. No encontrarán quién les proteja ni quién les auxilie.

La mayoría de las aleyas sobre el castigo, especialmente aquellas que hablan de la permanencia eterna en el Infierno, se refieren a los infieles e incrédulos, quienes rechazan conscientemente la verdad.

Quienes querían escapar de aceptar la Resurrección, generalmente adoptaban dos tipos de posturas:

  1. La negación del principio de la Resurrección.

La primera postura que adoptaban quienes huían de la idea del Ma’ad (o la Resurrección) era negar el principio mismo de que la Resurrección y el Día del Juicio ocurrirían. Negar algo es la forma más fácil de evadir su aceptación.
El Sagrado Corán, capítulo 45, versículo 24 lo describe:

وَقَالُوا مَا هِيَ إِلَّا حَيَاتُنَا الدُّنْيَا نَمُوتُ وَنَحْيَا وَمَا يُهْلِكُنَا إِلَّا الدَّهْرُ وَمَا لَهُمْ بِذَلِكَ مِنْ عِلْمٍ إِنْ هُمْ إِلَّا يَظُنُّون

Y dicen: «No hay más vida que ésta nuestra de acá. Morimos y vivimos, y nada sino la acción fatal del Tiempo nos hace perecer». Pero no tienen ningún conocimiento de eso, no hacen sino conjeturar.

Algunas personas niegan la Unicidad de Dios (Tawhid), lo que en realidad implica también negar la Resurrección. Dicen: “Todo lo que existe es este mundo”.

Este es un pensamiento muy presente hoy en el mundo occidental, que promueve la idea de que solo existe lo material, instando a disfrutar y saciar todos los deseos personales sin límite.

Al respecto, el Imam Sadiq (la paz sea con él) narró: Un hombre llamado 'Ubayy ibn Khalaf (اُبَی بن خلف) se acercó al Profeta (la paz sea con él y su familia purificada). Arrancó un hueso podrido de una pared, lo desmenuzó en sus manos y dijo: “¿Acaso cuando seamos huesos putrefactos y dispersos seremos creados y resucitados de nuevo?”.

Entonces, Dios reveló estas aleyas:

وَضَرَبَ لَنَا مَثَلًا وَنَسِيَ خَلْقَهُ قَالَ مَن يُحْيِي الْعِظَامَ وَهِيَ رَمِيمٌ ‎﴿٧٨﴾‏

Nos propone una parábola y se olvida de su propia creación. Dice: “¿Quién dará vida a los huesos cuando estén podridos?”.

قُلْ يُحْيِيهَا الَّذِي أَنشَأَهَا أَوَّلَ مَرَّةٍ وَهُوَ بِكُلِّ خَلْقٍ عَلِيم٧٩﴾‏﴿

Di: “Les dará vida Quien los creó la primera vez, y Él conoce toda la creación”.


 

  1. Sembrar dudas sobre la Resurrección

La segunda postura de quienes huían de aceptar la Resurrección era sembrar dudas. Decían: “De acuerdo, aceptamos que exista la Resurrección, pero ¿cuándo sucederá? ¿Por qué no llega ya?”.

El Corán cita sus palabras en la Sura 10, aleya 48:

وَيَقُولُونَ مَتَىٰ هَٰذَا الْوَعْدُ إِن كُنتُمْ صَادِقِينَ ‎﴿٤٨﴾

 Y dicen: “¿Cuándo ocurrirá esta promesa, si es verdad lo que decís...?”

El Corán responde a estas dudas con diferentes argumentos.

1. La creación inicial
 La primera respuesta del Corán es llamar la atención hacia la creación inicial del ser humano.

En la Sura 7, aleya 29, Dios dice:

كَمَا بَدَأَكُمْ تَعُودُونَ

«Del mismo modo que os creó al comienzo, volveréis a Él».

Es decir: ya os creamos una vez de la nada, así que, ¿por qué negar que podamos daros vida de nuevo? Para Dios, devolveros a la vida no solo es posible, sino aún más sencillo.

En la Sura 30, aleya 27, Dios afirma:

وَهُوَ الَّذِي يَبْدَأُ الْخَلْقَ ثُمَّ يُعِيدُهُ وَهُوَ أَهْوَنُ عَلَيْهِ وَلَهُ الْمَثَلُ الْأَعْلَىٰ فِي السَّمَاوَاتِ وَالْأَرْضِ وَهُوَ الْعَزِيزُ الْحَكِيمُ ‎﴿٢٧﴾

Él es Quien inicia la creación y luego la repite, y esto es aún más fácil para Él. Suyos son los atributos más sublimes en los cielos y en la tierra. Y Él es el Poderoso, el Sabio.

El mismo Dios que creó el mundo en seis días y dio existencia a todas las criaturas, es Quien también las hará regresar de nuevo a la vida.


2. La renovación de la naturaleza

La segunda respuesta del Corán a quienes dudaban de la Resurrección es poner como ejemplo la vida de la naturaleza.

En la Sura ar-Rum, aleya 19, Dios dice:

يُخْرِجُ الْحَيَّ مِنَ الْمَيِّتِ وَيُخْرِجُ الْمَيِّتَ مِنَ الْحَيِّ وَيُحْيِي الْأَرْضَ بَعْدَ مَوْتِهَا وَكَذَٰلِكَ تُخْرَجُونَ ‎﴿١٩﴾

«Él hace salir lo vivo de lo muerto y lo muerto de lo vivo. Da vida a la tierra después de haber estado muerta. Así también seréis resucitados».

Lo vemos cada año: las plantas y los árboles se secan en otoño y mueren en invierno, pero con la llegada de la primavera vuelven a renacer y a cubrirse de verdor. Ese mismo proceso es un ejemplo de cómo los seres humanos serán devueltos a la vida después de la muerte.

3. La razón y la sabiduría

Otra respuesta del Sagrado Corán a quienes no creen en la Resurrección es a través de la razón y la sabiduría.
 La inteligencia nos dice: ¿acaso un Dios Sabio, Conocedor y Justo podría haber creado a los seres humanos sin propósito, sin que exista un día de la Resurrección en el que cada persona vea el resultado de sus actos?

En la Sura 23, aleya 115, Dios dice:

أَفَحَسِبْتُمْ أَنَّمَا خَلَقْنَاكُمْ عَبَثًا وَأَنَّكُمْ إِلَيْنَا لَا تُرْجَعُونَ ‎﴿١١٥﴾‏

«¿Acaso pensasteis que os habíamos creado sin ningún propósito y que no ibais a ser devueltos a Nosotros?»

Si una persona construyera un edificio enorme sin ningún objetivo, la gente lo tomaría por un necio. ¿Y vamos a suponer que Dios ha creado esta inmensa creación sin finalidad alguna?

El Corán nos dice que, en realidad, la negación de la Resurrección no se debe a una falta de pruebas, sino al deseo del ser humano de vivir sin frenos y cometer pecados con libertad.

Dios dice:

بَلْ يُرِيدُ الْإِنسَانُ لِيَفْجُرَ أَمَامَهُ ‎﴿٥﴾‏ يَسْأَلُ أَيَّانَ يَوْمُ الْقِيَامَةِ ‎﴿٦﴾

Más bien, el ser humano quiere seguir pecando libremente a lo largo de su vida. Y pregunta: “¿Cuándo será el Día de la Resurrección?”
 (Sura 75, versículos 5 y 6).

No es que realmente piense que no habrá un Día del Juicio. Lo que sucede es que, refugiándose en la duda, busca escapar de esa creencia, porque sabe que aceptar la Resurrección lo obliga a rendir cuentas. La fe en la otra vida es un freno poderoso contra el pecado, y como no quiere ese freno, prefiere negarlo. Por eso, con un tono burlón, pregunta: “¿Cuándo será ese día?”.

Quienes rechazan la Resurrección lo hacen porque quieren pecar sin que nadie los limite. Niegan la otra vida para huir de la responsabilidad. Porque si creen en ella, tendrán que cumplir con sus deberes: rezar, evitar la mentira, abstenerse de la difamación y de otros pecados.

Los Efectos de Creer en la Resurrección

La fe en la resurrección tiene diversos efectos en la vida del ser humano. Algunos de ellos son:

1. Rectitud

El primer efecto de creer en la resurrección es realizar buenas obras. El último versículo de la sura 18 dice:

فَمَن كَانَ يَرْجُو لِقَاءَ رَبِّهِ فَلْيَعْمَلْ عَمَلًا صَالِحًا وَلَا يُشْرِكْ بِعِبَادَةِ رَبِّهِ أَحَدًا ‎﴿١١٠﴾‏

«Así pues, quien espere el encuentro con su Señor, que haga obras rectas y que no asocie a nadie en la adoración de su Señor».

Quien cree en el encuentro con Dios y en la resurrección, procura hacer el bien, porque sabe que volverá a Dios y recibirá allí la recompensa de sus actos.

El Imam Alí (la paz sea con él), en la noche de su boda, vio que su esposa Fátima (la paz sea con ella) lloraba. Le preguntó la causa, y ella respondió:
 «¡Oh Alí! Hoy he salido de la casa de mi padre y he entrado en tu casa. Esto me hizo recordar otro traslado: un día también saldré de tu casa para ir a la casa de la tumba».
 Fátima (la paz sea con ella), en la misma noche de su boda, recordó la Resurrección.

 (Al-Irshad de Al-Mufid, tomo 1, pág. 270)

También se relata que uno de los ansar tenía una palmera en la casa de otro hombre. Este solía entrar sin permiso para ocuparse de su árbol, y el dueño de la casa se quejó al Profeta (la paz sea con él y su familia purificada). El Profeta le propuso al propietario de la palmera:
 «Véndeme tu palmera a cambio de una palmera en el Paraíso».
 Pero él respondió: «No lo haré».
 El Profeta insistió: «Véndemela a cambio de un jardín en el Paraíso».
 Y él volvió a decir: «No lo haré». Y se marchó.

Entonces, أَبُو اَلدَّحْدَاح - Abú Ad-Dahdáh fue a comprarle la palmera y luego se la entregó al Mensajero de Dios diciendo:
 «¡Oh Mensajero de Dios! Toma esta palmera y concédeme aquel jardín que ofreciste en el Paraíso».
 El Profeta le dijo:
 «En el Paraíso tendrás no solo un jardín, sino varios jardines».

En relación con este suceso, Dios reveló los siguientes versículos de la sura 92:

فَأَمَّا مَنْ أَعْطَىٰ وَاتَّقَىٰ ‎﴿٥﴾‏ وَصَدَّقَ بِالْحُسْنَىٰ ‎﴿٦﴾‏ فَسَنُيَسِّرُهُ لِلْيُسْرَىٰ ‎﴿٧﴾‏

«En cuanto a quien da y tiene temor [de Dios] (5), y cree en la mejor recompensa (6), le facilitaremos el camino hacia la facilidad, es decir, hacia el bien, hacia la felicidad (7).

وَأَمَّا مَن بَخِلَ وَاسْتَغْنَىٰ ‎﴿٨﴾‏ وَكَذَّبَ بِالْحُسْنَىٰ ‎﴿٩﴾‏ فَسَنُيَسِّرُهُ لِلْعُسْرَىٰ ‎﴿١٠﴾‏ وَمَا يُغْنِي عَنْهُ مَالُهُ إِذَا تَرَدَّىٰ ‎﴿١١﴾‏

Pero en cuanto a quien es avaro, se considera autosuficiente (8) y desmiente la mejor recompensa (9), le facilitaremos el acceso a la mayor adversidad, (10).
 ¿Y de qué le servirá su riqueza cuando caiga en la perdición? (11)»

 (La Noche, 5-11)

2. Abnegación y Sacrificio

El segundo fruto de creer en la Resurrección es la generosidad y el sacrificio. Quien tiene fe en la otra vida comparte lo que tiene, incluso si es poco.
 Un ejemplo único de esta virtud lo encontramos en la familia del Profeta: ‘Ali, Fátima, Hasan y Husain. Durante tres días seguidos, mientras ayunaban, dieron su comida al necesitado, al huérfano y al cautivo, quedándose ellos sin probar bocado más que agua.
 Por este sacrificio, Dios reveló el capítulo El ser humano del Corán, honrando su generosidad y pureza de intención.

Si quieres escuchar la narración completa de esta historia, te invito a visitar nuestro canal de YouTube FatimaTVes, donde la encontrarás con el título:
 
📌 Tres toques a la puerta de la generosidad.

 

3. Resistencia

El tercer fruto de la fe en la Resurrección es la resistencia.
 Las personas que creen en la Resurrección son firmes.

Cuando los Hijos de Israel, bajo el mando de Saúl (Ṭālūt), fueron a combatir contra Goliat (Ŷālūt), eran muchos menos que el ejército enemigo. El Corán, capítulo 2, versículo 249 nos cuenta:

فَلَمَّا فَصَلَ طَالُوتُ بِالْجُنُودِ قَالَ إِنَّ اللَّهَ مُبْتَلِيكُم بِنَهَرٍ فَمَن شَرِبَ مِنْهُ فَلَيْسَ مِنِّي وَمَن لَّمْ يَطْعَمْهُ فَإِنَّهُ مِنِّي إِلَّا مَنِ اغْتَرَفَ غُرْفَةً بِيَدِهِ ۚ فَشَرِبُوا مِنْهُ إِلَّا قَلِيلًا مِّنْهُمْ ۚ فَلَمَّا جَاوَزَهُ هُوَ وَالَّذِينَ آمَنُوا مَعَهُ قَالُوا لَا طَاقَةَ لَنَا الْيَوْمَ بِجَالُوتَ وَجُنُودِهِ ۚ قَالَ الَّذِينَ يَظُنُّونَ أَنَّهُم مُّلَاقُو اللَّهِ كَم مِّن فِئَةٍ قَلِيلَةٍ غَلَبَتْ فِئَةً كَثِيرَةً بِإِذْنِ اللَّهِ وَاللَّهُ مَعَ الصَّابِرِينَ ‎﴿٢٤٩﴾‏

«Y cuando Ṭālūt (Saúl) fue designado como jefe del ejército de los Hijos de Israel y salió con sus tropas, les dijo: “Dios os pondrá a prueba con un río. Aquellos que beban de él (cuando tengan sed) no serán de los míos; y quienes no lo prueben, serán de los míos, excepto quien tome un solo sorbo con la mano”. Sin embargo, todos bebieron de él, excepto unos pocos. Luego, cuando él y los que habían creído con él (y superaron la prueba) cruzaron el río, se preocuparon al ver lo reducido de su número, y algunos dijeron: “Hoy no tenemos fuerzas para enfrentarnos a Ŷālūt (Goliat) y a su ejército”. Pero aquellos que estaban convencidos de que se encontrarían con Dios (y creían en la Resurrección) dijeron: “¡Cuántas veces grupos pequeños, con el permiso de Dios, han vencido a ejércitos numerosos!”. Y Dios está con los pacientes y perseverantes».

Los creyentes en la Resurrección no temieron al ejército más numeroso y decían: Podemos vencer.
 Este es el efecto de la fe en la Resurrección.
 En la batalla de Badr, 313 hombres vencieron a un ejército de mil.

Un ejemplo de esta resistencia lo encontramos en Muhammad ibn Abi Umayr محمد بن ابی عمیر, un hombre muy piadoso y creyente. Él vivió en la época de tres imames: el Imam Kazim, el Imam Ridá y el Imam Yawad —la paz sea con ellos—.

Los enemigos informaron al gobernador de que Muhammad ibn Abi Umayr conocía los nombres de los chiíes. El gobernador le ordenó que revelara esos nombres. Como él se negó, ordenó que lo desnudaran y lo azotaran con cien latigazos en medio del mercado.

El propio Ibn Abi Umayr relató:
 «Cuando recibí los cien latigazos, sentía un dolor insoportable y estuve a punto de revelar los nombres. Pero, de repente, escuché la voz de Muhammad ibn Yunus ibn Abdulrahmán que me decía:
 “¡Oh Muhammad ibn Abi Umayr, recuerda tu posición ante Dios Altísimo!”
 Con esa frase recobré fuerzas, tuve paciencia y no dije nada».

 (Riŷāl al-Kashí, t. 2, p. 855)

Cuando estemos a punto de cometer un pecado, de engañar en la medida, o de mirar lo prohibido, tengamos siempre presente esta única frase:

«Recuerda que tendrás que estar de pie ante Dios Altísimo».

4. Justicia Económica

El cuarto efecto de la creencia en la Resurrección es la justicia económica. La persona que cree en la Resurrección no hace trampa ni engaña en sus negocios. El Corán dice: ¿Acaso los que defraudan no creen en la Resurrección?

بِسْمِ اللَّهِ الرَّحْمَٰنِ الرَّحِيمِ

وَيْلٌ لِّلْمُطَفِّفِينَ ‎﴿١﴾‏ الَّذِينَ إِذَا اكْتَالُوا عَلَى النَّاسِ يَسْتَوْفُونَ ‎﴿٢﴾‏ وَإِذَا كَالُوهُمْ أَو وَّزَنُوهُمْ يُخْسِرُونَ ‎﴿٣﴾‏

«¡Ay de los defraudadores, que, cuando piden a otros la medida, la exigen exacta, pero que, cuando ellos miden o pesan para otros, dan menos de lo debido!

أَلَا يَظُنُّ أُولَٰئِكَ أَنَّهُم مَّبْعُوثُونَ ‎﴿٤﴾‏ لِيَوْمٍ عَظِيمٍ ‎﴿٥﴾‏ يَوْمَ يَقُومُ النَّاسُ لِرَبِّ الْعَالَمِينَ ‎﴿٦﴾‏

¿Acaso no piensan que serán resucitados para un Día grandioso, el Día en que la gente se presentará ante el Señor de todos los mundos?»
 (Sura 83, ve
rsículos 1 al 6)

5. Responsabilidad
 El quinto efecto de la creencia en la Resurrección es la responsabilidad. Quien cree en la Resurrección cumple bien con sus deberes y obligaciones.

6. Respeto de los derechos
 Otro efecto de la creencia en la Resurrección es respetar los derechos de las personas. Quien cree en la Resurrección cuida de no infringir los derechos de los demás. El Corán dice:

أَرَأَيْتَ الَّذِي يُكَذِّبُ بِالدِّينِ ‎﴿١﴾‏

¿Has visto a quien desmiente el Día de la Recompensa?

فَذَٰلِكَ الَّذِي يَدُعُّ الْيَتِيمَ ‎﴿٢﴾‏

Es el mismo que aparta de sí violentamente al huérfano.
 (Sura 107, versículos 1 y 2)

Se cuenta que Abu Sufyán solía sacrificar dos camellos cada semana. Tenía riquezas, pero cuando un huérfano acudió a él pidiendo ayuda, lo echó con su bastón. Estas palabras del Corán fueron reveladas acerca de él.

7. Control de los deseos
 El séptimo efecto de la creencia en la Resurrección es el control de los instintos y deseos. Una persona que cree en la vida después de la muerte no permite que sus deseos se satisfagan por medios prohibidos.

8. Propósito en la vida
 El octavo efecto de la creencia en la Resurrección es tener un propósito. Una persona creyente no vive sin rumbo, sino que actúa con cuidado, porque cree en la palabra del Corán:

أَفَحَسِبْتُمْ أَنَّمَا خَلَقْنَاكُمْ عَبَثًا وَأَنَّكُمْ إِلَيْنَا لَا تُرْجَعُونَ ‎﴿١١٥﴾

¿Acaso pensasteis que os creamos sin propósito y que no seríais devueltos a Nosotros?
 (Sura 23, versículo 115)

9. Relaciones sociales sanas
 El noveno efecto de la creencia en la Resurrección es mantener relaciones sociales saludables. Quien cree en la Resurrección controla su ira, no abusa de los demás, se comporta correctamente con su cónyuge, y mantiene relaciones justas y equilibradas.

10. Adoración correcta
 El décimo efecto de la creencia en la Resurrección es realizar correctamente los actos de adoración. Quien cree en la Resurrección sabe que la oración es luz en la tumba y fuente de bienestar en esta vida y en la otra; por eso realiza sus oraciones correctamente y con atención.


Y así llegamos al final de nuestro episodio de hoy. Hemos explorado cómo la creencia en la Resurrección transforma nuestra vida: nos hace responsables, justos, generosos, pacientes, y nos guía en nuestros actos y relaciones. Que estas enseñanzas nos inspiren a vivir con conciencia, con fe y con propósito, recordando siempre que nuestras acciones tienen significado y recompensa.

Gracias por acompañarnos y no olvides seguirnos en FátimaTV para más reflexiones y relatos que nutren el alma. Hasta la próxima.