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Descripción

"La Puerta Olvidada" nos transporta a un relato atemporal, anclado en la riqueza de la tradición y la devoción. En un mundo donde las personas buscan soluciones detrás de puertas de poder terrenal, esta historia nos invita a recordar una puerta que a menudo olvidamos, una puerta que trasciende el tiempo y las limitaciones humanas: la puerta de la divina providencia.
A través de la narración de Abu Abbas Ahmad Ibn Fahd Al Hil-li, nos encontramos con Muhammad bin Ajlan, un hombre acosado por la pobreza y las deudas, que busca ayuda en la figura poderosa del Emir de Medina. Sin embargo, su primo, Muhammad bin Abdullah, le guía hacia una comprensión más profunda: la verdadera fuente de ayuda y provisión está en Dios, el Generoso y Misericordioso.
Las palabras del Profeta, transmitidas a través de las generaciones, resuenan con una verdad eterna: Dios es la fuente última de todo bien, y Su puerta siempre está abierta para aquellos que llaman a Él con sinceridad. Esta historia nos recuerda que, incluso en nuestros momentos más desesperados, no debemos olvidar la puerta que nos conduce a la misericordia divina.
Con una narrativa rica en detalles históricos y espirituales, "La Puerta Olvidada" nos invita a reflexionar sobre nuestras propias vidas y prioridades. ¿Dónde buscamos ayuda cuando enfrentamos dificultades? ¿Nos aferramos a las puertas del poder humano, o recordamos la puerta de la gracia divina?
Acompáñanos en este viaje hacia la puerta olvidada, donde la fe y la devoción nos guían hacia la verdadera fuente de bendiciones y provisión. En un mundo lleno de distracciones y preocupaciones mundanas, esta historia nos ofrece un recordatorio oportuno de volvernos hacia Aquel que sostiene todo en Sus manos. ¡No te pierdas este relato inspirador que toca el corazón y alimenta el alma!

Transcripción

 En el nombre de Dios. Hola.

 

La gente, o, mejor dicho, aquellas personas que están distraídas de Dios, tienen la costumbre de desperdiciar horas, días y semanas para satisfacer sus necesidades detrás de puertas que quizás nunca se abrirán ante ellos.

 

Pasan horas, días y semanas esperando para ver a un gobernante o príncipe sin saber si obtendrán una respuesta negativa con indiferencia o una respuesta positiva a cambio de algo que el príncipe ha decidido y luego, por supuesto, deben recompensar la generosidad del príncipe de alguna otra manera.

 

Habiendo también una puerta de la que a menudo nos olvidamos y la cual sabemos que está ahí, pero la olvidamos por completo en momentos críticos e importantes.

 

Es así que quizás, alguien tenga que despertarnos de nuestro sueño de distracción y ponernos la dirección de esta casa y esta puerta en la palma de nuestra mano y llevarnos a la puerta misma de esa casa llena de bendición.

 

Aquí hay una puerta que no requiere tiempo previo, ni limitaciones para estar presente en ella. Todos son bienvenidos en cualquier momento que lleguen a la puerta de esta casa con amabilidad.

 

La historia de hoy es la historia que nos muestra de la dirección de esta misma casa a la cual podemos acudir siempre.

 

"La Puerta Olvidada"

 

Abu Abbas Ahmad Ibn Fahd Al Hil-li (árabe: ابوالعَبّاس أحمَد بن محمد بن فَهد الحلي ), fue uno de nuestros eruditos que vivió entre el año 757 y 841 d. H. Y quien narró una historia de una persona llamada Muhammad bin Ajlan محمد بن عجلان en su noble libro ʿUddat al-dāʿī (árabe: عُدّةُ الدّاعی)  [que significa el viático o la alforja de los suplicantes], obra que es para cada uno de nosotros OBLIGATORIO poder alguna vez revisar.

 

El mismo Muhammad bin Ajlan narró que:

 

"[En un momento de mi vida] estuve rodeado de extrema pobreza y penurias y no tenía amigos que me ayudaran a salir de estas penurias.

 

Para ese entonces yo tenía una gran deuda y un acreedor que era muy persistente en exigir su derecho.

 

Entonces, mientras tanto, debido a la relación entre Hassan bin Zayd y yo, fui a su casa. Él era el emir de Medina en ese momento [y debido a su riqueza y poder, pensé que podía resolver mi problema y sacarme de esta difícil situación].

 

[Mientras me dirigía a la casa del Emir de Medina] en medio del camino, mi primo Muhammad bin Abdullah, el hijo del Imam As Sajjad (P), a quien conocíamos, [me vio y tan pronto como] entendió el asunto que me acosaba, tomó mi mano y dijo:

 

“[Cree] si haces tal cosa, tu necesidad no será satisfecha y él [el Emir de Medina] no te ayudará con tu pedido. Por lo que debes ir a la casa, de quien en verdad puede ayudarte con tu situación (de Aquel que puede hacer esto por ti), ese quien es el más generoso de los generosos, y puedes pedirle lo que deseas.”

 

فَإِنِّي سَمِعْتُ اِبْنَ عَمِّي جَعْفَرَ بْنَ مُحَمَّدٍ يُحَدِّثُ عَنْ أَبِيهِ عَنْ جَدِّهِ عَنْ أَبِيهِ اَلْحُسَيْنِ بْنِ عَلِيٍّ عَنْ أَبِيهِ عَلِيِّ بْنِ أَبِي طَالِبٍ عَلَيْهِ السَّلاَمُ عَنِ اَلنَّبِيِّ صَلَّى اَللَّهُ عَلَيْهِ وَ آلِهِ قَالَ:

 

Escuché a mi primo Jaafar bin Muhammad (el Imam Sadiq) hablar con la autoridad de su padre, con la autoridad de su abuelo, con la autoridad de su padre, Al-Hussein bin Ali, con la autoridad de su padre Ali ibn Abi Talib el cual narra del Profeta (BPD) que dijo:

أَوْحَى اَللَّهُ عَزَّ وَ جَلَّ إِلَى بَعْضِ أَنْبِيَائِهِ فِي بَعْضِ وَحْيِهِ إِلَيْهِ

"Dios reveló a algunos de sus profetas en algunas de sus revelaciones que:

وَ عِزَّتِي وَ جَلاَلِي لَأُقَطِّعَنَّ أَمَلَ كُلِّ مُؤَمِّلٍ غَيْرِي بِالْإِيَاسِ وَ لَأَكْسُوَنَّهُ ثَوْبَ اَلْمَذَلَّةِ فِي اَلنَّارِ وَ لَأُبْعِدَنَّهُ مِنْ فَرَجِي وَ فَضْلِي

¡Juro por mi honor y majestad que cortaré la esperanza de todo esperanzado que tiene esperanza en otro que no sea yo, con desesperación y desesperanza y lo cubriré con la ropa de la humillación entre la gente y lo haré lejano de mi alivio y mi gracia!

أَ يُؤَمِّلُ عَبْدِي فِي اَلشَّدَائِدِ غَيْرِي وَ اَلشَّدَائِدُ بِيَدِي

¿Mi siervo tiene esperanza en alguien más que en mí, en las dificultades cuando todas las dificultades están en Mis manos?

أَوْ يَرْجُو سِوَايَ وَ أَنَا اَلْغَنِيُّ اَلْجَوَادُ بِيَدِي مَفَاتِيحُ اَلْأَبْوَابِ وَ هِيَ مُغْلَقَةٌ وَ بَابِي مَفْتُوحٌ لِمَنْ دَعَانِي

[¿Él espera a alguien más que a Mí, mientras yo soy el Generoso y completamente Independiente y Autosuficiente?!

¡Tengo las llaves de puertas cerradas y mi puerta está abierta para cualquiera que me llame!

أَ لَمْ يَعْلَمْ أَنَّهُ مَا أَوْهَنَتْهُ نَائِبَةٌ لَمْ يَمْلِكْ كَشْفَهَا عَنْهُ غَيْرِي فَمَا لِي أَرَاهُ بِأَمَلِهِ مُعْرِضاً عَنِّي قَدْ أَعْطَيْتُهُ بِجُودِي وَ كَرَمِي مَا لَمْ يَسْأَلْنِي فَأَعْرَضَ عَنِّي وَ لَمْ يَسْأَلْنِي وَ سَأَلَ فِي نَائِبَتِهِ غَيْرِي وَ أَنَا اَللَّهُ أَبْتَدِئُ بِالْعَطِيَّةِ قَبْلَ اَلْمَسْأَلَةِ

¿No sabes que quienquiera que esté acosado por un problema, no está en el poder de nadie más que de Mí, para resolver [y descubrir] ese problema?

 

Es así que He dado lo que quiera con mi bondad y gracia aunque no me haya pedido, entonces, ¿por qué veo cuando mi siervo tiene esperanza en alguien que no sea yo y en su situación [y arresto] pide a alguien que no sea Yo? Mientras que yo soy el mismo Dios que concedo a mis siervos antes de que me pidan.

 

أَ فَأُسْأَلُ فَلاَ أُجِيبُ كَلاَّ أَ وَ لَيْسَ اَلْجُودُ وَ اَلْكَرَمُ لِي أَ وَ لَيْسَ اَلدُّنْيَا وَ اَلْآخِرَةُ بِيَدِي

¿Entonces se me pedirá y yo no seré generoso [y no cumpliré con esa solicitud]? ¡Nunca! ¿No es la generosidad y la benevolencia algo propio de Mí? ¿No están el mundo y la otra vida en mi poder?

فَلَوْ أَنَّ أَهْلَ سَبْعِ سَمَاوَاتٍ وَ أَرَضِينَ سَأَلُونِي جَمِيعاً فَأَعْطَيْتُ كُلَّ وَاحِدٍ مِنْهُمْ مَسْأَلَتَهُ مَا نَقَصَ ذَلِكَ مِنْ مُلْكِي مِثْلَ جَنَاحِ بَعُوضَةٍ وَ كَيْفَ يَنْقُصُ مُلْكٌ أَنَا قَيِّمُهُ

Entonces, si todos los habitantes de los siete cielos y las tierras me pidieran algo y les otorgara lo que cada uno solicitara, incluso así, el valor de mi reino no disminuiría ni siquiera en la medida del ala de un mosquito, [en absoluto] ¿Cómo sería posible que la propiedad de la que soy el guardián disminuirá?! [Imposible]!

فَيَا بُؤْساً لِمَنْ عَصَانِي وَ لَمْ يُرَاقِبْنِي

Entonces, ¡Ay de aquel, ¡qué triste en verdad para quien me desobedece y no me vigila y no me mostró respeto!"

فَقُلْتُ لَهُ يَا اِبْنَ رَسُولِ اَللَّهِ أَعِدْ عَلَيَّ هَذَا اَلْحَدِيثَ فَأَعَادَهُ ثَلاَثاً

Entonces le dije: "Oh, hijo del Mensajero de Dios, por favor repite esto para mí". Y él lo repitió tres veces.

فَقُلْتُ لاَ وَ اَللَّهِ لاَ سَأَلْتُ أَحَداً بَعْدَ هَذَا حَاجَةً فَمَا لَبِثْتُ أَنْ جَاءَنِي اَللَّهُ بِرِزْقٍ وَ فَضْلٍ مِنْ عِنْدِهِ.

Cuando escuché esto, juro por Dios que no pedí a nadie por ninguna otra necesidad después de eso. No pasó mucho tiempo antes de que Dios me trajera un sustento de sí mismo y resolviera todos mis problemas.

Quizá todos hemos perdido el camino. Hemos considerado al gobernador de tal ciudad, al jefe de tal distrito, al alcalde de tal ciudad, y al líder de tal país para encontrar solución a nuestros asuntos, algunas veces, pensamos en acudir a otros con menos poder, pero hemos olvidado a Dios que es el creador de todo esto y el sustentador de todo el universo.

 

Si hay una puerta digna de ser golpeada, es esa puerta, la que seguramente es la de la casa de aquel que, a través de Su generosidad, gracia y sabiduría, satisface las necesidades de todos los necesitados.

 

Regresemos a esa puerta y junto con la familia del Profeta, el Ahlul-Bait (la paz sea con ellos) y en su nombre, que son los más cercanos a Dios, pidamos que Él nos conceda solución a todas nuestras necesidades grandes y pequeñas. Inshallah

 

Hasta pronto.

  

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Internacional de Creative Commons Attribution 4.0.

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Transcripción

"La Puerta Olvidada" nos transporta a un relato atemporal, anclado en la riqueza de la tradición y la devoción. En un mundo donde las personas buscan soluciones detrás de puertas de poder terrenal, esta historia nos invita a recordar una puerta que a menudo olvidamos, una puerta que trasciende el tiempo y las limitaciones humanas: la puerta de la divina providencia.
A través de la narración de Abu Abbas Ahmad Ibn Fahd Al Hil-li, nos encontramos con Muhammad bin Ajlan, un hombre acosado por la pobreza y las deudas, que busca ayuda en la figura poderosa del Emir de Medina. Sin embargo, su primo, Muhammad bin Abdullah, le guía hacia una comprensión más profunda: la verdadera fuente de ayuda y provisión está en Dios, el Generoso y Misericordioso.
Las palabras del Profeta, transmitidas a través de las generaciones, resuenan con una verdad eterna: Dios es la fuente última de todo bien, y Su puerta siempre está abierta para aquellos que llaman a Él con sinceridad. Esta historia nos recuerda que, incluso en nuestros momentos más desesperados, no debemos olvidar la puerta que nos conduce a la misericordia divina.
Con una narrativa rica en detalles históricos y espirituales, "La Puerta Olvidada" nos invita a reflexionar sobre nuestras propias vidas y prioridades. ¿Dónde buscamos ayuda cuando enfrentamos dificultades? ¿Nos aferramos a las puertas del poder humano, o recordamos la puerta de la gracia divina?
Acompáñanos en este viaje hacia la puerta olvidada, donde la fe y la devoción nos guían hacia la verdadera fuente de bendiciones y provisión. En un mundo lleno de distracciones y preocupaciones mundanas, esta historia nos ofrece un recordatorio oportuno de volvernos hacia Aquel que sostiene todo en Sus manos. ¡No te pierdas este relato inspirador que toca el corazón y alimenta el alma!

 En el nombre de Dios. Hola.

 

La gente, o, mejor dicho, aquellas personas que están distraídas de Dios, tienen la costumbre de desperdiciar horas, días y semanas para satisfacer sus necesidades detrás de puertas que quizás nunca se abrirán ante ellos.

 

Pasan horas, días y semanas esperando para ver a un gobernante o príncipe sin saber si obtendrán una respuesta negativa con indiferencia o una respuesta positiva a cambio de algo que el príncipe ha decidido y luego, por supuesto, deben recompensar la generosidad del príncipe de alguna otra manera.

 

Habiendo también una puerta de la que a menudo nos olvidamos y la cual sabemos que está ahí, pero la olvidamos por completo en momentos críticos e importantes.

 

Es así que quizás, alguien tenga que despertarnos de nuestro sueño de distracción y ponernos la dirección de esta casa y esta puerta en la palma de nuestra mano y llevarnos a la puerta misma de esa casa llena de bendición.

 

Aquí hay una puerta que no requiere tiempo previo, ni limitaciones para estar presente en ella. Todos son bienvenidos en cualquier momento que lleguen a la puerta de esta casa con amabilidad.

 

La historia de hoy es la historia que nos muestra de la dirección de esta misma casa a la cual podemos acudir siempre.

 

"La Puerta Olvidada"

 

Abu Abbas Ahmad Ibn Fahd Al Hil-li (árabe: ابوالعَبّاس أحمَد بن محمد بن فَهد الحلي ), fue uno de nuestros eruditos que vivió entre el año 757 y 841 d. H. Y quien narró una historia de una persona llamada Muhammad bin Ajlan محمد بن عجلان en su noble libro ʿUddat al-dāʿī (árabe: عُدّةُ الدّاعی)  [que significa el viático o la alforja de los suplicantes], obra que es para cada uno de nosotros OBLIGATORIO poder alguna vez revisar.

 

El mismo Muhammad bin Ajlan narró que:

 

"[En un momento de mi vida] estuve rodeado de extrema pobreza y penurias y no tenía amigos que me ayudaran a salir de estas penurias.

 

Para ese entonces yo tenía una gran deuda y un acreedor que era muy persistente en exigir su derecho.

 

Entonces, mientras tanto, debido a la relación entre Hassan bin Zayd y yo, fui a su casa. Él era el emir de Medina en ese momento [y debido a su riqueza y poder, pensé que podía resolver mi problema y sacarme de esta difícil situación].

 

[Mientras me dirigía a la casa del Emir de Medina] en medio del camino, mi primo Muhammad bin Abdullah, el hijo del Imam As Sajjad (P), a quien conocíamos, [me vio y tan pronto como] entendió el asunto que me acosaba, tomó mi mano y dijo:

 

“[Cree] si haces tal cosa, tu necesidad no será satisfecha y él [el Emir de Medina] no te ayudará con tu pedido. Por lo que debes ir a la casa, de quien en verdad puede ayudarte con tu situación (de Aquel que puede hacer esto por ti), ese quien es el más generoso de los generosos, y puedes pedirle lo que deseas.”

 

فَإِنِّي سَمِعْتُ اِبْنَ عَمِّي جَعْفَرَ بْنَ مُحَمَّدٍ يُحَدِّثُ عَنْ أَبِيهِ عَنْ جَدِّهِ عَنْ أَبِيهِ اَلْحُسَيْنِ بْنِ عَلِيٍّ عَنْ أَبِيهِ عَلِيِّ بْنِ أَبِي طَالِبٍ عَلَيْهِ السَّلاَمُ عَنِ اَلنَّبِيِّ صَلَّى اَللَّهُ عَلَيْهِ وَ آلِهِ قَالَ:

 

Escuché a mi primo Jaafar bin Muhammad (el Imam Sadiq) hablar con la autoridad de su padre, con la autoridad de su abuelo, con la autoridad de su padre, Al-Hussein bin Ali, con la autoridad de su padre Ali ibn Abi Talib el cual narra del Profeta (BPD) que dijo:

أَوْحَى اَللَّهُ عَزَّ وَ جَلَّ إِلَى بَعْضِ أَنْبِيَائِهِ فِي بَعْضِ وَحْيِهِ إِلَيْهِ

"Dios reveló a algunos de sus profetas en algunas de sus revelaciones que:

وَ عِزَّتِي وَ جَلاَلِي لَأُقَطِّعَنَّ أَمَلَ كُلِّ مُؤَمِّلٍ غَيْرِي بِالْإِيَاسِ وَ لَأَكْسُوَنَّهُ ثَوْبَ اَلْمَذَلَّةِ فِي اَلنَّارِ وَ لَأُبْعِدَنَّهُ مِنْ فَرَجِي وَ فَضْلِي

¡Juro por mi honor y majestad que cortaré la esperanza de todo esperanzado que tiene esperanza en otro que no sea yo, con desesperación y desesperanza y lo cubriré con la ropa de la humillación entre la gente y lo haré lejano de mi alivio y mi gracia!

أَ يُؤَمِّلُ عَبْدِي فِي اَلشَّدَائِدِ غَيْرِي وَ اَلشَّدَائِدُ بِيَدِي

¿Mi siervo tiene esperanza en alguien más que en mí, en las dificultades cuando todas las dificultades están en Mis manos?

أَوْ يَرْجُو سِوَايَ وَ أَنَا اَلْغَنِيُّ اَلْجَوَادُ بِيَدِي مَفَاتِيحُ اَلْأَبْوَابِ وَ هِيَ مُغْلَقَةٌ وَ بَابِي مَفْتُوحٌ لِمَنْ دَعَانِي

[¿Él espera a alguien más que a Mí, mientras yo soy el Generoso y completamente Independiente y Autosuficiente?!

¡Tengo las llaves de puertas cerradas y mi puerta está abierta para cualquiera que me llame!

أَ لَمْ يَعْلَمْ أَنَّهُ مَا أَوْهَنَتْهُ نَائِبَةٌ لَمْ يَمْلِكْ كَشْفَهَا عَنْهُ غَيْرِي فَمَا لِي أَرَاهُ بِأَمَلِهِ مُعْرِضاً عَنِّي قَدْ أَعْطَيْتُهُ بِجُودِي وَ كَرَمِي مَا لَمْ يَسْأَلْنِي فَأَعْرَضَ عَنِّي وَ لَمْ يَسْأَلْنِي وَ سَأَلَ فِي نَائِبَتِهِ غَيْرِي وَ أَنَا اَللَّهُ أَبْتَدِئُ بِالْعَطِيَّةِ قَبْلَ اَلْمَسْأَلَةِ

¿No sabes que quienquiera que esté acosado por un problema, no está en el poder de nadie más que de Mí, para resolver [y descubrir] ese problema?

 

Es así que He dado lo que quiera con mi bondad y gracia aunque no me haya pedido, entonces, ¿por qué veo cuando mi siervo tiene esperanza en alguien que no sea yo y en su situación [y arresto] pide a alguien que no sea Yo? Mientras que yo soy el mismo Dios que concedo a mis siervos antes de que me pidan.

 

أَ فَأُسْأَلُ فَلاَ أُجِيبُ كَلاَّ أَ وَ لَيْسَ اَلْجُودُ وَ اَلْكَرَمُ لِي أَ وَ لَيْسَ اَلدُّنْيَا وَ اَلْآخِرَةُ بِيَدِي

¿Entonces se me pedirá y yo no seré generoso [y no cumpliré con esa solicitud]? ¡Nunca! ¿No es la generosidad y la benevolencia algo propio de Mí? ¿No están el mundo y la otra vida en mi poder?

فَلَوْ أَنَّ أَهْلَ سَبْعِ سَمَاوَاتٍ وَ أَرَضِينَ سَأَلُونِي جَمِيعاً فَأَعْطَيْتُ كُلَّ وَاحِدٍ مِنْهُمْ مَسْأَلَتَهُ مَا نَقَصَ ذَلِكَ مِنْ مُلْكِي مِثْلَ جَنَاحِ بَعُوضَةٍ وَ كَيْفَ يَنْقُصُ مُلْكٌ أَنَا قَيِّمُهُ

Entonces, si todos los habitantes de los siete cielos y las tierras me pidieran algo y les otorgara lo que cada uno solicitara, incluso así, el valor de mi reino no disminuiría ni siquiera en la medida del ala de un mosquito, [en absoluto] ¿Cómo sería posible que la propiedad de la que soy el guardián disminuirá?! [Imposible]!

فَيَا بُؤْساً لِمَنْ عَصَانِي وَ لَمْ يُرَاقِبْنِي

Entonces, ¡Ay de aquel, ¡qué triste en verdad para quien me desobedece y no me vigila y no me mostró respeto!"

فَقُلْتُ لَهُ يَا اِبْنَ رَسُولِ اَللَّهِ أَعِدْ عَلَيَّ هَذَا اَلْحَدِيثَ فَأَعَادَهُ ثَلاَثاً

Entonces le dije: "Oh, hijo del Mensajero de Dios, por favor repite esto para mí". Y él lo repitió tres veces.

فَقُلْتُ لاَ وَ اَللَّهِ لاَ سَأَلْتُ أَحَداً بَعْدَ هَذَا حَاجَةً فَمَا لَبِثْتُ أَنْ جَاءَنِي اَللَّهُ بِرِزْقٍ وَ فَضْلٍ مِنْ عِنْدِهِ.

Cuando escuché esto, juro por Dios que no pedí a nadie por ninguna otra necesidad después de eso. No pasó mucho tiempo antes de que Dios me trajera un sustento de sí mismo y resolviera todos mis problemas.

Quizá todos hemos perdido el camino. Hemos considerado al gobernador de tal ciudad, al jefe de tal distrito, al alcalde de tal ciudad, y al líder de tal país para encontrar solución a nuestros asuntos, algunas veces, pensamos en acudir a otros con menos poder, pero hemos olvidado a Dios que es el creador de todo esto y el sustentador de todo el universo.

 

Si hay una puerta digna de ser golpeada, es esa puerta, la que seguramente es la de la casa de aquel que, a través de Su generosidad, gracia y sabiduría, satisface las necesidades de todos los necesitados.

 

Regresemos a esa puerta y junto con la familia del Profeta, el Ahlul-Bait (la paz sea con ellos) y en su nombre, que son los más cercanos a Dios, pidamos que Él nos conceda solución a todas nuestras necesidades grandes y pequeñas. Inshallah

 

Hasta pronto.