Hola, ¿cómo estás?
Sabías que los profetas de Dios fueron 124.000, desde Adán, el primero de los humanos, hasta Muhammad (la paz sean con él y su familia), el último de los mensajeros celestiales. De todos los profetas enviados de Dios, cinco tuvieron una función especial por haber traído una Ley Revelada. Ellos son: Noé, Abraham, Moisés, Jesús y Muhammad (la paz de Dios sea con todos ellos). Queremos felicitarte por estarse conmemorando el nacimiento del profeta Jesús (la paz sea con él). En tal sentido, esta semana hemos elegido un cuento acerca de este Profeta tan querido por Dios.
Les deseamos mucha felicidad por el nacimiento de Jesús y un feliz año nuevo colmado de éxitos, afecto, salud y prosperidad. Igualmente, suplicamos a Dios para que cure a los enfermos en todo el mundo.
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Escuchemos el cuento de este sábado:
La petición de Jesús
Jesús (P) les dijo a sus discípulos: “Tengo una petición para haceros, si me prometéis aceptarla”. Los apóstoles contestaron: “Cualquier cosa que nos ordenes, la cumpliremos”. Jesús (P) entonces se levantó y empezó a lavar los pies de los apóstoles, uno por uno. Ellos mostraron inquietud por esto, pero debido a que se habían comprometido a aceptar su petición, no se opusieron y permitieron que Jesús (P) continuara lavando sus pies. Después de terminar, los apóstoles le dijeron: “Tú eres nuestro maestro y éramos nosotros quienes debíamos lavar tus pies, no al revés”. Jesús (P) les dijo: “Hice esto para enseñaros que el más digno de brindar servicio a la gente es el sabio, aunque en apariencias tenga que humillarse. Vosotros debéis aprender esta lección de humildad, aceptar esta enseñanza y conducir a la gente después de mí, estableciendo vuestro camino en la humildad y el servicio a la gente. Pues la sabiduría crece en el terreno de la humildad, no en el campo del orgullo, al igual que una planta crece en una tierra blanda (y fértil), no en una roca dura y montañosa.”