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Descripción

Para el imam Sadiq (la paz sea con él) “La humildad en el noble incrementa su nobleza”. Sin nobleza resulta imposible ganarse la estima y el corazón de la gente. De igual modo, nadie puede guiar política y espiritualmente a un pueblo si no fundamenta su corazón y sus acciones en este valor: “No se alzó entre su pueblo ningún profeta sino con la benevolencia y la humildad”, dijo el mismo imam.

Transcripción

Hola, hoy queremos compartir contigo este nuevo episodio que hemos titulado: La humildad. Parte V.

Para el imam Sadiq (la paz sea con él) “La humildad en el noble incrementa su nobleza”. Sin nobleza resulta imposible ganarse la estima y el corazón de la gente.  De igual modo, nadie puede guiar política y espiritualmente a un pueblo si no fundamenta su corazón y sus acciones en este valor: “No se alzó entre su pueblo ningún profeta sino con la benevolencia y la humildad”, dijo el mismo imam.

Siempre que nos sintamos en el centro de las adversidades, elijamos la humildad como el camino franco para reencontrarnos con Dios y superar la prueba de la vida terrenal: “La benevolencia y la humildad son tesoros de la esencia humana y conforman una nobleza en el Más Allá”, dijo el imam Sadiq.

Durante la vida nuestra alma debe luchar por la causa de Dios y solo la humildad nos coloca ante su Presencia y propicia la buena relación con las personas. Al respecto, podemos leer algunos de los buenos consejos que el sabio e infalible imam Sadiq nos hace llegar a través de estas narraciones: “Es parte de la humildad saludar a quien te encuentras”. “Es parte de la humildad el que te sientas complacido de participar tanto en una reunión como en otra, que saludes a cualquiera que te encuentres, que no discutas aunque tengas la razón y que no te guste ser elogiado por tu piedad”.

Por último, queremos compartir una serie de reflexiones del imam Sadiq acerca de la noción de humildad. En ellas propuso un conjunto de rasgos que contribuyen a conceptualizar, con más precisión doctrinal, esta virtud que es estratégica para comprender nuestra dimensión humana y social:

  1. No forma parte de la humildad ocupar la cabecera de una reunión a la cual se precipitan los que pretenden grandeza.
  2. Es parte de la humildad que el que se encuentre con otra persona exprese el saludo, ya que eso pone de manifiesto el bienestar del alma y que la misma se encuentra desprovista de egoísmo.
  3. Es parte de la humildad dejar de lado la discusión, esto es, la controversia, especialmente en cuestiones del saber, si es que la intención de ello es exhibir superioridad sobre otro.
  4. Es parte de la humildad que a la persona no le guste ser elogiada por el conocimiento, comportamiento ético y piedad religiosa que posea, puesto que el hecho de que a uno le agrade ser ensalzado pone de manifiesto el gusto por mostrarse y la pomposidad, lo cual no contiene ni un atisbo de humildad.

Hemos llegado al final de este episodio. Nos despedimos de ti con profundo afecto y respeto, seguros de que cada día compartirás con nosotros estas enseñanzas que abrirán tu corazón y tu pensamiento. ¡Hasta mañana!

 

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Para el imam Sadiq (la paz sea con él) “La humildad en el noble incrementa su nobleza”. Sin nobleza resulta imposible ganarse la estima y el corazón de la gente. De igual modo, nadie puede guiar política y espiritualmente a un pueblo si no fundamenta su corazón y sus acciones en este valor: “No se alzó entre su pueblo ningún profeta sino con la benevolencia y la humildad”, dijo el mismo imam.

Hola, hoy queremos compartir contigo este nuevo episodio que hemos titulado: La humildad. Parte V.

Para el imam Sadiq (la paz sea con él) “La humildad en el noble incrementa su nobleza”. Sin nobleza resulta imposible ganarse la estima y el corazón de la gente.  De igual modo, nadie puede guiar política y espiritualmente a un pueblo si no fundamenta su corazón y sus acciones en este valor: “No se alzó entre su pueblo ningún profeta sino con la benevolencia y la humildad”, dijo el mismo imam.

Siempre que nos sintamos en el centro de las adversidades, elijamos la humildad como el camino franco para reencontrarnos con Dios y superar la prueba de la vida terrenal: “La benevolencia y la humildad son tesoros de la esencia humana y conforman una nobleza en el Más Allá”, dijo el imam Sadiq.

Durante la vida nuestra alma debe luchar por la causa de Dios y solo la humildad nos coloca ante su Presencia y propicia la buena relación con las personas. Al respecto, podemos leer algunos de los buenos consejos que el sabio e infalible imam Sadiq nos hace llegar a través de estas narraciones: “Es parte de la humildad saludar a quien te encuentras”. “Es parte de la humildad el que te sientas complacido de participar tanto en una reunión como en otra, que saludes a cualquiera que te encuentres, que no discutas aunque tengas la razón y que no te guste ser elogiado por tu piedad”.

Por último, queremos compartir una serie de reflexiones del imam Sadiq acerca de la noción de humildad. En ellas propuso un conjunto de rasgos que contribuyen a conceptualizar, con más precisión doctrinal, esta virtud que es estratégica para comprender nuestra dimensión humana y social:

  1. No forma parte de la humildad ocupar la cabecera de una reunión a la cual se precipitan los que pretenden grandeza.
  2. Es parte de la humildad que el que se encuentre con otra persona exprese el saludo, ya que eso pone de manifiesto el bienestar del alma y que la misma se encuentra desprovista de egoísmo.
  3. Es parte de la humildad dejar de lado la discusión, esto es, la controversia, especialmente en cuestiones del saber, si es que la intención de ello es exhibir superioridad sobre otro.
  4. Es parte de la humildad que a la persona no le guste ser elogiada por el conocimiento, comportamiento ético y piedad religiosa que posea, puesto que el hecho de que a uno le agrade ser ensalzado pone de manifiesto el gusto por mostrarse y la pomposidad, lo cual no contiene ni un atisbo de humildad.

Hemos llegado al final de este episodio. Nos despedimos de ti con profundo afecto y respeto, seguros de que cada día compartirás con nosotros estas enseñanzas que abrirán tu corazón y tu pensamiento. ¡Hasta mañana!