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Descripción

La semana pasada, contábamos como el Profeta Moisés, decidió luego de varios años en el exilio, regresar a su tierra natal, Egipto. Hoy les contaré lo que sucede en este viaje, así que prepárense para disfrutar de un nuevo cuento sobre la vida del profeta Moisés…

Transcripción

En el nombre de Dios. Les saludo cordialmente agradeciendo su compañía una vez más. La semana pasada, contábamos como el Profeta Moisés, decidió luego de varios años en el exilio, regresar a su tierra natal, Egipto. Hoy les contaré lo que sucede en este viaje, así que prepárense para disfrutar de un nuevo cuento sobre la vida del profeta Moisés…

 

La designación de Moisés como Profeta de Dios.

Cuando Moisés regresó a Egipto desde la ciudad de Madyan, en una parte del camino se extravió; se conjetura que posiblemente evitó la ruta que usaban otros viajeros para así evadir posibles situaciones de incomodidad, puesto que llevaban toda una caravana repleta de enceres de su hogar, ganado, ovejas y demás, sumado a que querían esquivar potenciales ataques de bandas de asaltantes que en aquel entonces inundaban los caminos y también de que los soldados del Faraón se percataran de su presencia y destino.

Durante su trayecto en el cual como ya indicamos, se vieron extraviados, tanto Moisés, como su familia y ganado, sufrieron del embate de violentas tormentas, con vientos huracanados lo que complicaba el avance de la caravana; sumado a que en precisamente en esos momentos de pena y dificultad, la esposa de Moisés que recordamos era una de las hijas de Shoaib y que partió de Madyan en estado de embarazo, comenzó a dar a luz.

Debido al mal tiempo que les afectaba, y el frío que les aquejaba de forma tan repentina, el Profeta Moisés se vio desesperadamente necesitado de fuego, pero en medio del desierto que les rodeaba y emboscaba sin piedad, no encontró elemento alguno, el cual pudiese acumular para encender tan siquiera una fogata; sin embargo de repente, Moisés logró ver un fuego, situación la cual el Bendito Corán menciona de la siguiente manera:

فَلَمَّا قَضَىٰ مُوسَى الْأَجَلَ وَسَارَ بِأَهْلِهِ آنَسَ مِن جَانِبِ الطُّورِ نَارًا قَالَ لِأَهْلِهِ امْكُثُوا إِنِّي آنَسْتُ نَارًا لَّعَلِّي آتِيكُم مِّنْهَا بِخَبَرٍ أَوْ جَذْوَةٍ مِّنَ النَّارِ لَعَلَّكُمْ تَصْطَلُونَ ﴿٢٩﴾

“Y cuando Moisés completó el plazo y partió con su familia, divisó un fuego en las cercanías del monte y dijo a su familia: « ¡Esperad! He divisado un fuego. Puede que os traiga de él alguna noticia o una brasa del fuego para que, quizás así, podáis calentaros.»”

Corán, capítulo 28, versículo 29

Es así que cuando Moisés llegó al fuego, noto que éste no era como otros fuegos comunes, puesto que este, no tenía calor y no ardía, era solo luz. Sorprendido por ello, Moisés de repente escuchó una voz desde un árbol a su derecha en esa tierra bendita, situación que podemos encontrar mencionada en el Corán así:

فَلَمَّا أَتَاهَا نُودِيَ مِنْ شَاطِئِ الْوَادِ الْأَيْمَنِ فِي الْبُقْعَةِ الْمُبَارَكَةِ مِنَ الشَّجَرَةِ أَنْ يَا مُوسَىٰ إِنِّي أَنَا اللَّهُ رَبُّ الْعَالَمِينَ ﴿٣٠﴾

“Y cuando se aproximó a él, fue llamado desde el lugar bendito en el que se encontraba un árbol, en el lado derecho del valle: «¡Oh, Moisés! En verdad, yo soy Dios, Señor del Universo.”

Corán, capítulo 28, versículo 30

No cabe duda, de que Dios, Exaltado Sea, tiene el poder de crear ondas sonoras en cualquier cosa que Él quiera. Aquí, Dios hizo un sonido desde el árbol, porque quería hablar con Moisés. Por supuesto, muchas veces los profetas recibieron revelación a través de inspiración interior y en otras veces, mediante visiones en  sus sueños, mientras estos dormían, pero en otras ocasiones fue mediante mensajes o sonidos.

Es así que Moisés dio un paso hacia la derecha, en dirección a una orilla y se acercó al fuego, notando que desde el interior de una rama verde, la luz de ese fuego nunca antes visto por él brillaba cada vez más con más intensidad y se volvía más hermosa con el pasar de los minutos.

Luego de ver es, Moisés se inclinó con una pequeña rama en la mano para encenderla, pero el fuego se adelantó hacia Moisés y fue ahí cuando Moisés sintió temor y dio un paso atrás, siendo que de repente escuchó la voz de la revelación que decía:

إِنِّي أَنَا رَبُّكَ فَاخْلَعْ نَعْلَيْكَ إِنَّكَ بِالْوَادِ الْمُقَدَّسِ طُوًى ﴿١٢﴾‏

“¡En verdad, Yo soy tu Señor! Así pues, quítate tus sandalias. Estás, en verdad, en el valle sagrado de Tuwa.”

Corán, capítulo 20, versículo 12

Es así, que entonces a Moisés se le ordenó quitarse el calzado en honor a esa tierra Sagrada y caminar en ella con humildad, para de esta manera escuchar la palabra de la verdad y recibir el mandato de la misión profética. En el último libro celestial, el Corán, esta historia se menciona con tanto detalle que los invito a escucharla.

وَأَنَا اخْتَرْتُكَ فَاسْتَمِعْ لِمَا يُوحَىٰ ﴿١٣﴾‏

Y Yo te he elegido, así que escucha lo que te ha sido revelado.

إِنَّنِي أَنَا اللَّهُ لَا إِلَٰهَ إِلَّا أَنَا فَاعْبُدْنِي وَأَقِمِ الصَّلَاةَ لِذِكْرِي ﴿١٤﴾

En verdad, Yo soy Dios. No hay más dios que Yo. Así pues ¡Adórame solo a Mí y haz la oración para recordarme!

إِنَّ السَّاعَةَ آتِيَةٌ أَكَادُ أُخْفِيهَا لِتُجْزَىٰ كُلُّ نَفْسٍ بِمَا تَسْعَىٰ ﴿١٥﴾‏

En verdad, el Día de la Resurrección viene. He querido mantenerla oculta para que cada alma sea recompensada conforme a su esfuerzo.

فَلَا يَصُدَّنَّكَ عَنْهَا مَن لَّا يُؤْمِنُ بِهَا وَاتَّبَعَ هَوَاهُ فَتَرْدَىٰ ﴿١٦﴾‏

Que no te aparten de ella quienes no creen en ella y siguen sus pasiones y seas aniquilado.

Corán, capítulo 20, versículo 13 al 16

Después de escuchar estas palabras, Moisés se dio cuenta de que había sido elegido por Dios para una gran causa, sabía que se le había dado la Profecía o asignado finalmente la misión, pero le intrigaba el ¿cómo demostraría a los demás que era el, un mensajero de Dios?

 Es así que para que las gentes creyeran en su misión Profética, en su mensaje, o en él como enviado y siguiesen los mandatos de Dios, sin duda alguna, requería de un milagro o milagros, de forma tal que ellos corroborasen el aspecto divino de su Profecía y especialmente que la gente comprendiese que era un designio Divino y no una falsedad, ya que como sabemos los profetas necesitaban milagros para probar su relación con Dios.

No hay otra forma más que los milagros para distinguir entre la verdad y la falsedad de los profetas en especial de que esos milagros de Dios y dados a la gente por medio de los profetas, eran apropiados o acordes para su época y las gentes de esa época, según sus necesidades y evolución científica, material, intelectual y espiritual.

Por ejemplo, Jesús (La paz de Dios sea con él) sanó a los enfermos y resucitó a los muertos con el poder de Dios. Los milagros le dan al Profeta el poder de invitar a las personas a Dios más fácilmente.

Entonces, ahora que Moisés recibía el mensaje de la Profecía, necesitaba un milagro y es por ello que Dios le dio dos milagros esa noche.

Ahora veamos cómo Dios, Exaltado Sea, mostró a Moisés de que le habían sido otorgados estos dos milagros. Podemos observar en el Corán en el Capítulo 20, versículo 17, esta historia cuando Dios le pregunta a Moisés:

وَمَا تِلْكَ بِيَمِينِكَ يَا مُوسَىٰ ﴿١٧﴾‏

¿Y qué es eso ¡Oh, Moisés! que tienes en tu mano derecha?»

Queridos míos, en la diestra de Moisés solo había un bastón, pero Moisés quería hablar más con su Señor, ese mismo Dios que siempre le bendijo, que siempre le cuidó y el que le Amaba. Entonces Moisés respondió:

قَالَ هِيَ عَصَايَ أَتَوَكَّأُ عَلَيْهَا وَأَهُشُّ بِهَا عَلَىٰ غَنَمِي وَلِيَ فِيهَا مَآرِبُ أُخْرَىٰ ﴿١٨﴾‏

«Es mi bastón. En él me apoyo y con él vareo los árboles para alimentar a mi ganado y también le doy otros usos.»

Corán, capítulo 20, versículo 18

Con eso sencillamente Dios quería enseñarle a Moisés con esto, que ese bastón que portaba en su mano derecha, era ya en sí un milagro y que con ese mismo, obraría milagros sorprendentes y así le ordenó:

قَالَ أَلْقِهَا يَا مُوسَىٰ ﴿١٩﴾‏

”Dijo [Dios]: « ¡Lánzalo! ¡Oh, Moisés!»”

فَأَلْقَاهَا فَإِذَا هِيَ حَيَّةٌ تَسْعَىٰ ﴿٢٠﴾‏

“Y lo arrojó y fue una serpiente reptando veloz.”

قَالَ خُذْهَا وَلَا تَخَفْ سَنُعِيدُهَا سِيرَتَهَا الْأُولَىٰ ﴿٢١﴾‏

“Dijo [Dios]: « ¡Tómalo y no tengas miedo! Lo devolveremos a su condición primera.”

Corán, capítulo 20, versículo 19 al 21

Moisés debía entender que en la presencia del Señor, Todo Poderoso hay total seguridad y por ello no hay lugar para el miedo.

Ahora Dios quería enseñarle a Moisés su segundo milagro, entonces Él, Exaltado Sea, le dijo a Moisés:

اسْلُكْ يَدَكَ فِي جَيْبِكَ تَخْرُجْ بَيْضَاءَ مِنْ غَيْرِ سُوءٍ وَاضْمُمْ إِلَيْكَ جَنَاحَكَ مِنَ الرَّهْبِ فَذَانِكَ بُرْهَانَانِ مِن رَّبِّكَ إِلَىٰ فِرْعَوْنَ وَمَلَئِهِ إِنَّهُمْ كَانُوا قَوْمًا فَاسِقِينَ ﴿٣٢﴾‏

“Introduce tu mano en tu costado y saldrá blanca, sin defecto. Pon tu mano sobre tu corazón si sientes temor. Estas son dos pruebas procedentes de tu Señor para el Faraón y sus notables. En verdad, ellos son una gente corruptora.»”

Corán, capítulo 28, versículo 32

Ahora que Moisés había reconocido sus dos milagros, con los guiar al pueblo, tenía que comenzar su misión. Con esos dos milagros a saber; (tanto el bastón de Moisés, que si lo arrojaba al suelo, se convertiría en una serpiente y su mano luminosa que esparció Luz, que era visible para todos) Dios le dijo:

اذْهَبْ إِلَىٰ فِرْعَوْنَ إِنَّهُ طَغَىٰ ﴿٢٤﴾‏

«Y ve al Faraón. En verdad, él se ha endiosado.»

Corán, capítulo 20, versículo 24

Así Dios, finalmente le dijo a Moisés. Sí, este grupo de faraones Me han desobedecido, están oprimiendo al pueblo, ya es ahora de tu deber, oh Moisés, id a aconsejarlos y combatirlos.”

Moisés, que siempre fue obediente a los mandamientos de Dios, se preparó para esta misión y oró a Dios por la victoria. En el Corán leemos que Moisés pidió algunas cosas a Dios, Exaltado Sea, antes de ir con Faraón:

قَالَ رَبِّ اشْرَحْ لِي صَدْرِي﴿٢٥﴾‏ وَيَسِّرْ لِي أَمْرِي﴿٢٦﴾‏وَاحْلُلْ عُقْدَةً مِّن لِّسَانِي ﴿٢٧﴾‏ يَفْقَهُوا قَوْلِي ﴿٢٨﴾‏

“Dijo [Moisés]: « ¡Señor mío! Ensancha mi pecho [es decir aumenta mi tolerancia al hacer esta misión] y facilita mi misión y desata el nudo de mi lengua para que entiendan mis palabras.”

Corán, capítulo 20, versículos 25 al 28

وَاجْعَل لِّي وَزِيرًا مِّنْ أَهْلِي ﴿٢٩﴾‏ هَارُونَ أَخِي ﴿٣٠﴾‏ اشْدُدْ بِهِ أَزْرِي ﴿٣١﴾‏ وَأَشْرِكْهُ فِي أَمْرِي ﴿٣٢﴾‏ كَيْ نُسَبِّحَكَ كَثِيرًا ﴿٣٣﴾‏ وَنَذْكُرَكَ كَثِيرًا ﴿٣٤﴾‏ إِنَّكَ كُنتَ بِنَا بَصِيرًا ﴿٣٥﴾‏

“Y ponme un ayudante de mi familia. A Aarón, mi hermano. Fortalece con él mi poder y asóciale a mi misión para que Te glorifiquemos mucho y Te recordemos mucho. En verdad, Tú siempre has estado informado de nuestra situación.»”

Corán, capítulo 20, versículos 29 al 35

Dios también le dijo:

قَالَ قَدْ أُوتِيتَ سُؤْلَكَ يَا مُوسَىٰ ﴿٣٦﴾‏

“Dijo [Dios]: «Ciertamente te he concedido tus peticiones ¡Oh, Moisés!”

Corán, capítulo 20, versículo 36

Sí, Dios Misericordioso y Compasivo, aceptó todas las oraciones de Moisés, hasta el punto en que Moisés fue donde Faraón con un corazón tranquilo y completamente lleno de confianza, con la misión de aconsejarle al Faraón que adorase a Dios y no oprimiese más a la gente de su pueblo.

Moisés fue elegido para llevar a su pueblo a Dios mismo, a través de un mensaje Divino, es por eso que el regresó a Egipto con tal de llevar así a cabo esta gran misión.

Bueno, llegamos al f inal de este podcast. En la siguiente parte veremos lo que les sucede a Moisés y su hermano Aarón en el palacio de Faraón. Hasta otra semana y otro cuento, cuídense y hasta pronto.

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Transcripción

La semana pasada, contábamos como el Profeta Moisés, decidió luego de varios años en el exilio, regresar a su tierra natal, Egipto. Hoy les contaré lo que sucede en este viaje, así que prepárense para disfrutar de un nuevo cuento sobre la vida del profeta Moisés…

En el nombre de Dios. Les saludo cordialmente agradeciendo su compañía una vez más. La semana pasada, contábamos como el Profeta Moisés, decidió luego de varios años en el exilio, regresar a su tierra natal, Egipto. Hoy les contaré lo que sucede en este viaje, así que prepárense para disfrutar de un nuevo cuento sobre la vida del profeta Moisés…

 

La designación de Moisés como Profeta de Dios.

Cuando Moisés regresó a Egipto desde la ciudad de Madyan, en una parte del camino se extravió; se conjetura que posiblemente evitó la ruta que usaban otros viajeros para así evadir posibles situaciones de incomodidad, puesto que llevaban toda una caravana repleta de enceres de su hogar, ganado, ovejas y demás, sumado a que querían esquivar potenciales ataques de bandas de asaltantes que en aquel entonces inundaban los caminos y también de que los soldados del Faraón se percataran de su presencia y destino.

Durante su trayecto en el cual como ya indicamos, se vieron extraviados, tanto Moisés, como su familia y ganado, sufrieron del embate de violentas tormentas, con vientos huracanados lo que complicaba el avance de la caravana; sumado a que en precisamente en esos momentos de pena y dificultad, la esposa de Moisés que recordamos era una de las hijas de Shoaib y que partió de Madyan en estado de embarazo, comenzó a dar a luz.

Debido al mal tiempo que les afectaba, y el frío que les aquejaba de forma tan repentina, el Profeta Moisés se vio desesperadamente necesitado de fuego, pero en medio del desierto que les rodeaba y emboscaba sin piedad, no encontró elemento alguno, el cual pudiese acumular para encender tan siquiera una fogata; sin embargo de repente, Moisés logró ver un fuego, situación la cual el Bendito Corán menciona de la siguiente manera:

فَلَمَّا قَضَىٰ مُوسَى الْأَجَلَ وَسَارَ بِأَهْلِهِ آنَسَ مِن جَانِبِ الطُّورِ نَارًا قَالَ لِأَهْلِهِ امْكُثُوا إِنِّي آنَسْتُ نَارًا لَّعَلِّي آتِيكُم مِّنْهَا بِخَبَرٍ أَوْ جَذْوَةٍ مِّنَ النَّارِ لَعَلَّكُمْ تَصْطَلُونَ ﴿٢٩﴾

“Y cuando Moisés completó el plazo y partió con su familia, divisó un fuego en las cercanías del monte y dijo a su familia: « ¡Esperad! He divisado un fuego. Puede que os traiga de él alguna noticia o una brasa del fuego para que, quizás así, podáis calentaros.»”

Corán, capítulo 28, versículo 29

Es así que cuando Moisés llegó al fuego, noto que éste no era como otros fuegos comunes, puesto que este, no tenía calor y no ardía, era solo luz. Sorprendido por ello, Moisés de repente escuchó una voz desde un árbol a su derecha en esa tierra bendita, situación que podemos encontrar mencionada en el Corán así:

فَلَمَّا أَتَاهَا نُودِيَ مِنْ شَاطِئِ الْوَادِ الْأَيْمَنِ فِي الْبُقْعَةِ الْمُبَارَكَةِ مِنَ الشَّجَرَةِ أَنْ يَا مُوسَىٰ إِنِّي أَنَا اللَّهُ رَبُّ الْعَالَمِينَ ﴿٣٠﴾

“Y cuando se aproximó a él, fue llamado desde el lugar bendito en el que se encontraba un árbol, en el lado derecho del valle: «¡Oh, Moisés! En verdad, yo soy Dios, Señor del Universo.”

Corán, capítulo 28, versículo 30

No cabe duda, de que Dios, Exaltado Sea, tiene el poder de crear ondas sonoras en cualquier cosa que Él quiera. Aquí, Dios hizo un sonido desde el árbol, porque quería hablar con Moisés. Por supuesto, muchas veces los profetas recibieron revelación a través de inspiración interior y en otras veces, mediante visiones en  sus sueños, mientras estos dormían, pero en otras ocasiones fue mediante mensajes o sonidos.

Es así que Moisés dio un paso hacia la derecha, en dirección a una orilla y se acercó al fuego, notando que desde el interior de una rama verde, la luz de ese fuego nunca antes visto por él brillaba cada vez más con más intensidad y se volvía más hermosa con el pasar de los minutos.

Luego de ver es, Moisés se inclinó con una pequeña rama en la mano para encenderla, pero el fuego se adelantó hacia Moisés y fue ahí cuando Moisés sintió temor y dio un paso atrás, siendo que de repente escuchó la voz de la revelación que decía:

إِنِّي أَنَا رَبُّكَ فَاخْلَعْ نَعْلَيْكَ إِنَّكَ بِالْوَادِ الْمُقَدَّسِ طُوًى ﴿١٢﴾‏

“¡En verdad, Yo soy tu Señor! Así pues, quítate tus sandalias. Estás, en verdad, en el valle sagrado de Tuwa.”

Corán, capítulo 20, versículo 12

Es así, que entonces a Moisés se le ordenó quitarse el calzado en honor a esa tierra Sagrada y caminar en ella con humildad, para de esta manera escuchar la palabra de la verdad y recibir el mandato de la misión profética. En el último libro celestial, el Corán, esta historia se menciona con tanto detalle que los invito a escucharla.

وَأَنَا اخْتَرْتُكَ فَاسْتَمِعْ لِمَا يُوحَىٰ ﴿١٣﴾‏

Y Yo te he elegido, así que escucha lo que te ha sido revelado.

إِنَّنِي أَنَا اللَّهُ لَا إِلَٰهَ إِلَّا أَنَا فَاعْبُدْنِي وَأَقِمِ الصَّلَاةَ لِذِكْرِي ﴿١٤﴾

En verdad, Yo soy Dios. No hay más dios que Yo. Así pues ¡Adórame solo a Mí y haz la oración para recordarme!

إِنَّ السَّاعَةَ آتِيَةٌ أَكَادُ أُخْفِيهَا لِتُجْزَىٰ كُلُّ نَفْسٍ بِمَا تَسْعَىٰ ﴿١٥﴾‏

En verdad, el Día de la Resurrección viene. He querido mantenerla oculta para que cada alma sea recompensada conforme a su esfuerzo.

فَلَا يَصُدَّنَّكَ عَنْهَا مَن لَّا يُؤْمِنُ بِهَا وَاتَّبَعَ هَوَاهُ فَتَرْدَىٰ ﴿١٦﴾‏

Que no te aparten de ella quienes no creen en ella y siguen sus pasiones y seas aniquilado.

Corán, capítulo 20, versículo 13 al 16

Después de escuchar estas palabras, Moisés se dio cuenta de que había sido elegido por Dios para una gran causa, sabía que se le había dado la Profecía o asignado finalmente la misión, pero le intrigaba el ¿cómo demostraría a los demás que era el, un mensajero de Dios?

 Es así que para que las gentes creyeran en su misión Profética, en su mensaje, o en él como enviado y siguiesen los mandatos de Dios, sin duda alguna, requería de un milagro o milagros, de forma tal que ellos corroborasen el aspecto divino de su Profecía y especialmente que la gente comprendiese que era un designio Divino y no una falsedad, ya que como sabemos los profetas necesitaban milagros para probar su relación con Dios.

No hay otra forma más que los milagros para distinguir entre la verdad y la falsedad de los profetas en especial de que esos milagros de Dios y dados a la gente por medio de los profetas, eran apropiados o acordes para su época y las gentes de esa época, según sus necesidades y evolución científica, material, intelectual y espiritual.

Por ejemplo, Jesús (La paz de Dios sea con él) sanó a los enfermos y resucitó a los muertos con el poder de Dios. Los milagros le dan al Profeta el poder de invitar a las personas a Dios más fácilmente.

Entonces, ahora que Moisés recibía el mensaje de la Profecía, necesitaba un milagro y es por ello que Dios le dio dos milagros esa noche.

Ahora veamos cómo Dios, Exaltado Sea, mostró a Moisés de que le habían sido otorgados estos dos milagros. Podemos observar en el Corán en el Capítulo 20, versículo 17, esta historia cuando Dios le pregunta a Moisés:

وَمَا تِلْكَ بِيَمِينِكَ يَا مُوسَىٰ ﴿١٧﴾‏

¿Y qué es eso ¡Oh, Moisés! que tienes en tu mano derecha?»

Queridos míos, en la diestra de Moisés solo había un bastón, pero Moisés quería hablar más con su Señor, ese mismo Dios que siempre le bendijo, que siempre le cuidó y el que le Amaba. Entonces Moisés respondió:

قَالَ هِيَ عَصَايَ أَتَوَكَّأُ عَلَيْهَا وَأَهُشُّ بِهَا عَلَىٰ غَنَمِي وَلِيَ فِيهَا مَآرِبُ أُخْرَىٰ ﴿١٨﴾‏

«Es mi bastón. En él me apoyo y con él vareo los árboles para alimentar a mi ganado y también le doy otros usos.»

Corán, capítulo 20, versículo 18

Con eso sencillamente Dios quería enseñarle a Moisés con esto, que ese bastón que portaba en su mano derecha, era ya en sí un milagro y que con ese mismo, obraría milagros sorprendentes y así le ordenó:

قَالَ أَلْقِهَا يَا مُوسَىٰ ﴿١٩﴾‏

”Dijo [Dios]: « ¡Lánzalo! ¡Oh, Moisés!»”

فَأَلْقَاهَا فَإِذَا هِيَ حَيَّةٌ تَسْعَىٰ ﴿٢٠﴾‏

“Y lo arrojó y fue una serpiente reptando veloz.”

قَالَ خُذْهَا وَلَا تَخَفْ سَنُعِيدُهَا سِيرَتَهَا الْأُولَىٰ ﴿٢١﴾‏

“Dijo [Dios]: « ¡Tómalo y no tengas miedo! Lo devolveremos a su condición primera.”

Corán, capítulo 20, versículo 19 al 21

Moisés debía entender que en la presencia del Señor, Todo Poderoso hay total seguridad y por ello no hay lugar para el miedo.

Ahora Dios quería enseñarle a Moisés su segundo milagro, entonces Él, Exaltado Sea, le dijo a Moisés:

اسْلُكْ يَدَكَ فِي جَيْبِكَ تَخْرُجْ بَيْضَاءَ مِنْ غَيْرِ سُوءٍ وَاضْمُمْ إِلَيْكَ جَنَاحَكَ مِنَ الرَّهْبِ فَذَانِكَ بُرْهَانَانِ مِن رَّبِّكَ إِلَىٰ فِرْعَوْنَ وَمَلَئِهِ إِنَّهُمْ كَانُوا قَوْمًا فَاسِقِينَ ﴿٣٢﴾‏

“Introduce tu mano en tu costado y saldrá blanca, sin defecto. Pon tu mano sobre tu corazón si sientes temor. Estas son dos pruebas procedentes de tu Señor para el Faraón y sus notables. En verdad, ellos son una gente corruptora.»”

Corán, capítulo 28, versículo 32

Ahora que Moisés había reconocido sus dos milagros, con los guiar al pueblo, tenía que comenzar su misión. Con esos dos milagros a saber; (tanto el bastón de Moisés, que si lo arrojaba al suelo, se convertiría en una serpiente y su mano luminosa que esparció Luz, que era visible para todos) Dios le dijo:

اذْهَبْ إِلَىٰ فِرْعَوْنَ إِنَّهُ طَغَىٰ ﴿٢٤﴾‏

«Y ve al Faraón. En verdad, él se ha endiosado.»

Corán, capítulo 20, versículo 24

Así Dios, finalmente le dijo a Moisés. Sí, este grupo de faraones Me han desobedecido, están oprimiendo al pueblo, ya es ahora de tu deber, oh Moisés, id a aconsejarlos y combatirlos.”

Moisés, que siempre fue obediente a los mandamientos de Dios, se preparó para esta misión y oró a Dios por la victoria. En el Corán leemos que Moisés pidió algunas cosas a Dios, Exaltado Sea, antes de ir con Faraón:

قَالَ رَبِّ اشْرَحْ لِي صَدْرِي﴿٢٥﴾‏ وَيَسِّرْ لِي أَمْرِي﴿٢٦﴾‏وَاحْلُلْ عُقْدَةً مِّن لِّسَانِي ﴿٢٧﴾‏ يَفْقَهُوا قَوْلِي ﴿٢٨﴾‏

“Dijo [Moisés]: « ¡Señor mío! Ensancha mi pecho [es decir aumenta mi tolerancia al hacer esta misión] y facilita mi misión y desata el nudo de mi lengua para que entiendan mis palabras.”

Corán, capítulo 20, versículos 25 al 28

وَاجْعَل لِّي وَزِيرًا مِّنْ أَهْلِي ﴿٢٩﴾‏ هَارُونَ أَخِي ﴿٣٠﴾‏ اشْدُدْ بِهِ أَزْرِي ﴿٣١﴾‏ وَأَشْرِكْهُ فِي أَمْرِي ﴿٣٢﴾‏ كَيْ نُسَبِّحَكَ كَثِيرًا ﴿٣٣﴾‏ وَنَذْكُرَكَ كَثِيرًا ﴿٣٤﴾‏ إِنَّكَ كُنتَ بِنَا بَصِيرًا ﴿٣٥﴾‏

“Y ponme un ayudante de mi familia. A Aarón, mi hermano. Fortalece con él mi poder y asóciale a mi misión para que Te glorifiquemos mucho y Te recordemos mucho. En verdad, Tú siempre has estado informado de nuestra situación.»”

Corán, capítulo 20, versículos 29 al 35

Dios también le dijo:

قَالَ قَدْ أُوتِيتَ سُؤْلَكَ يَا مُوسَىٰ ﴿٣٦﴾‏

“Dijo [Dios]: «Ciertamente te he concedido tus peticiones ¡Oh, Moisés!”

Corán, capítulo 20, versículo 36

Sí, Dios Misericordioso y Compasivo, aceptó todas las oraciones de Moisés, hasta el punto en que Moisés fue donde Faraón con un corazón tranquilo y completamente lleno de confianza, con la misión de aconsejarle al Faraón que adorase a Dios y no oprimiese más a la gente de su pueblo.

Moisés fue elegido para llevar a su pueblo a Dios mismo, a través de un mensaje Divino, es por eso que el regresó a Egipto con tal de llevar así a cabo esta gran misión.

Bueno, llegamos al f inal de este podcast. En la siguiente parte veremos lo que les sucede a Moisés y su hermano Aarón en el palacio de Faraón. Hasta otra semana y otro cuento, cuídense y hasta pronto.