En el nombre de Dios. Hola.
Hay muchas en las que la vida se ve envuelta en dificultades que transforman nuestros días en horas amargas, esas mismas en las que hablamos con nosotros mismos, ideando planes para poder encontrar la forma de salir de estas situaciones apremiantes o difíciles, en las que recorremos los minutos y segundos pensado sin cesar y llegamos a muchas conclusiones, sean correctas o incorrectas, independientemente de que si esos posibles métodos para resolver nuestra situación, realmente conducirán a una mejora o no del problema.
Y es que posiblemente, si no se logra ningún resultado, muy pronto este mismo camino equivocado que elegimos como posible solución al problema principal, pondrá otras dificultades y obstáculos en nuestro camino y el trabajo finalmente, será más complicado de lo que era y la situación será más complicada que nunca.
Entonces ¿Qué debemos hacer? ¿Y en las palabras de quién se debe confiar? Acaso ¿Significa esto, de que nadie ha desarrollado una receta idónea para nuestras dificultades?
La historia de hoy es sobre un anciano cuyos problemas eran interminables, tal como una tormenta o un tornado, los cuales habían arrojado el barco de su vida hacia el caos y la miseria, pero este anciano llegó a la orilla de la paz usando las palabras de la persona que realmente era el capitán de su barco de vida.
Quizás estas palabras sean como una receta para todos nosotros, y puedan ser una guía en este momento turbulento y doloroso en el que podamos estar pasando. Así que, sin más, vayamos juntos a escuchar la historia de esta semana, traído a ustedes por FATIMATV.es
La Clave Para Resolver Problemas
Qutbuddin Rawandi (قُطبُ الدینِ راوَندی), quien fuese uno de nuestros grandes y piadosos eruditos entre el 500 y el 600 d. H., narró esta historia en su libro Al-Da-a-waat الدَعَوات de Ibn Abbas.
La historia cuenta que un día una persona llamada Auf ibn Malik Ashjai - عَوف بن مالک أشجعی se acercó al Profeta (BPD) y le dijo:
"¡Oh Mensajero de Dios! Mi hijo ha sido tomado prisionero por el enemigo y este asunto me ha puesto muy triste... y se me ha acabado la paciencia [y no sé qué hacer]; así que dime ¿Qué debo hacer?
Aparentemente el caso era que los politeístas habían capturado al hijo de esta persona -cuyo nombre era Salem سالم- y él había logrado escribirle a escondidas una carta a su padre en el mismo cautiverio y afirmaba que los politeístas muchas veces lo tenían hambriento y lo mantenían en prisión y le pidió a su padre que informara al Profeta sobre su situación, por lo que, en resumen, este tema era muy doloroso para este anciano y no podía soportarlo.
Por otro lado, este anciano ya era viejo y no tenía fuerzas para hacer nada, razón además de que no le era posible vivir sin la ayuda de su hijo y sin su presencia, le era muy difícil incluso satisfacer las necesidades más básicas, razón por la que entonces el anciano se encontraba atribulado por esta situación en particular.
Fue así como entonces que el Profeta Muhammad (BPD) en respuesta a la consulta de este anciano, dijo:
قال: آمرك أن تكثر من قول "لا حولَ ولا قُوَّةَ إلّا بالله" في كل حال
“Te mando a temer a Dios (a tener taqwa o piedad divina] y en cualquier situación, di muchas veces “No hay poder ni fuerza sino en Dios (la haula wa la quwatah il·la bil·lah en árabe)”
El significado de esta oración es muy hermoso y solo pensar en ello es realmente relajante, ya que su significado es que, no hay cambio en absoluto y no hay fuerza ni poder excepto aquello que está en las manos de Dios y si Dios no quiere, no se obtendrá ni el cambio ni el poder y si las personas tienen miedo al cambio y a perder algo, si tienen miedo a la pobreza y a los problemas de la vida, o si buscan riqueza, poder, fuerza, bienestar y salud, entonces deben saber de qué estas cosas están en manos de Dios, y Él es quien puede llevar a cabo cualquier cambio y obligar a crear y ejecutar cualquier cosa.
Después de la respuesta del Profeta, este anciano regresó sin dejar de decir:
"لا حولَ ولا قُوّةَ إلا بالله"؛
"No hay poder ni fuerza sino en Dios (la haula wa la quwatah il·la bil·lah)" y siempre recordaba el consejo del Profeta de tener piedad divina.
El anciano, entonces se mantuvo así, constantemente mencionando esta frase que le dijo el Mensajero de Dios, sin dejar un solo instante de mencionar esta oración, cuando de repente un día se sorprendió al ver que su hijo llegó sano y salvo y con el venían cien camellos los cuales eran de su propiedad.
El asunto en medio de todo esto, fue que el hijo de este anciano, cuyo nombre recordamos era Salem, había tenido una oportunidad de huir de la cautividad y fue como entonces aprovechando este momento, se había escapado y en su huida había visto que sus captores, los politeístas habían descuidado esos camellos. Así que Salem aprovechado al máximo la oportunidad, los había llevado consigo, con mucha agilidad y astucia, logrando de esta forma obtener un buen botín de sus enemigos captores.
Fue así como ahora el anciano tenía no solo a hijo amado de vuelta, si no que habían obtenido la gracia de Dios con una gran riqueza en su haber.
Entonces Auf عَوف, el anciano de nuestra historia [quien debe haber estado complacido y sorprendido de ver estos eventos] fue a ver al Mensajero de Dios y narró este [evento] al Profeta con mucha satisfacción, por lo que los versículos 2 y 3 de la Aleya 65 del Corán fueron revelados, diciendo:
وَمَن يَتَّقِ اللَّهَ يَجْعَل لَّهُ مَخْرَجًا ﴿٢﴾ وَيَرْزُقْهُ مِنْ حَيْثُ لَا يَحْتَسِبُ
“… a quien tenga (piedad) temor de Dios, Él le dará una solución, [65:2] y le dará sustento de donde no lo esperaba…” [65:3]
Lo cual significa que quien practica la piedad de Dios, Dios le abrirá un camino o solución para salir de cualquier problema y dificultad y además dará sustento de donde no sospecha.
Qué hermoso sería si, en lugar de pensar y tratar de ganar el mundo (el dunia) dedicáramos una hora del día, a tan solo prestar atención a alguien, cuyo recuerdo sea el de Dios y su piedad la llave para abrir todas las puertas cerradas que tenemos para nosotros.
الدعوات راوندی [مستدرکات از بحار و مستدرک]، ص296: و قال ابن عباس: جاء عون بن مالك الأشجعي إلى النبي [صلی الله علیه وآله] فقال يا رسول الله! إن ابني قد أسره العدو و قد اشتد غمي و عيل صبري فما تأمرني؟ قال: آمرك أن تكثر من قول "لا حول و لا قوة إلا بالله" في كل حال؛ فانصرف و هو يقول "لا حول و لا قوة إلا بالله" على كل حال فبينا هو كذلك إذ أتاه ابنه معه مائة من الإبل غفل عنها المشركون فاستاقها فأتى الأشجعي رسول الله [صلی الله علیه وآله] فذكر له: ذلك فنزلت هذه الآية و من يتق الله يجعل له مخرجا و يرزقه من حيث لا يحتسب.
و در: بحار الأنوار، ج90، ص274 و مستدرک الوسائل، ج5، ص373.
Me despido no sin antes agradecer el que semana a semana, seas parte de todos estos saberes que iluminan el alma y enriquecen el conocimiento, les deseo lo mejor de esta y la otra vida tanto a tí en particular, como para tus seres queridos.
Hasta pronto.