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Descripción

En este episodio de Voces de la Fe reflexionamos sobre la importancia de la castidad y el respeto dentro de la familia. A través de ejemplos del Corán y de las enseñanzas del Profeta y su familia, descubrimos cómo la pureza, el pudor y el buen trato son pilares esenciales para construir hogares llenos de armonía y fe.

🎙 Locutora: Adriana González
✍️ Escrito por: Seyed Mostafa

Transcripción

La Castidad y el Respeto en la Familia


En el nombre de Dios. Hola, soy Adriana, la voz de FátimaTV, y te doy la bienvenida a Voces de la Fe.

¿Sabes algo? Tú también puedes formar parte de este proyecto. Solo necesitas tu voz para leer los textos y pódcast que preparamos en FátimaTV, y así compartirlos con los demás para que todos puedan beneficiarse.

La sociedad se parece a un gran océano que se alimenta de ríos y arroyos: las familias. Si esos ríos se contaminan, el agua que llega al océano tampoco será limpia. Lo mismo ocurre con la vida social: cuando las familias se debilitan, también la sociedad se resiente. Escuelas, universidades, ciudades y pueblos nacen y se sostienen gracias a las familias. Por eso, el Islam concede una atención especial y profunda a esta institución fundamental.

El Profeta Muhammad (la paz sea con él y su familia purificada) dijo:

«خَیرُکُم خَیرُکُم لِأَهلِهِ، وأنا خَیرُکُم لِأَهلی»

"El mejor de vosotros es el mejor con su familia, y yo soy el mejor de vosotros con mi familia."
 Wasā’il al-Shi‘a, vol. 20, p. 171

Con estas palabras nos enseñó que no basta con mostrarse amable en público, con colegas o amigos; la verdadera bondad también debe reflejarse dentro del hogar, en el trato con la propia familia.

También dijo:

«ما أکرَمَ النِّساءَ إلّاکَریمٌ، وما أهانَهُنَّ إلّالَئیمٌ»

"Solo un noble honra a las mujeres, y solo un vil las humilla."

 Nahj al-Fasahah, p. 472

Y en otro hadiz enfatizó:

مَلْعُونٌ مَلْعُونٌ مَنْ أَلْقَى كَلَّهُ عَلَى اَلنَّاسِ مَلْعُونٌ مَلْعُونٌ مَنْ ضَيَّعَ مَنْ يَعُولُ .

“Maldito, maldito sea quien impone su carga sobre la gente. Maldito, maldito sea quien desatiende a los que dependen de él, es decir, los derechos de su familia.”


 Al-Kāfī, vol. 4, p. 12


Estos son puntos que se mencionan en nuestra religión, en los versículos y en las narraciones, y no encontrarás ninguna institución, ningún centro, ninguna religión que hable de los derechos de la familia, con la belleza con la que lo hacen el Islam y el Corán.

Uno de esos derechos y de los temas más importantes en la ética familiar es el tema del hiyab y de la castidad. Leamos algunos versículos y narraciones sobre este asunto, tanto para hombres como para mujeres. Quiero mostrarte dos personajes que el Corán presenta como ejemplos de pudor, castidad y recato: el profeta Yusuf (José) y Maryam (María). El Corán alaba a ambos.

La historia de Yusuf, muy resumida, es la siguiente: siendo niño fue llevado como esclavo a Egipto por una caravana, y luego fue comprado por Putifar, mencionado en el Corán como el “Aziz” de Egipto. Este título, en aquellos tiempos, se usaba para referirse al primer ministro, al jefe de los soldados o al mayordomo principal del faraón. Yusuf vivía en la casa de Putifar y trabajaba para él y su esposa. Cuando Yusuf creció, la esposa del Aziz, llamada Zulayja, se sintió atraída por su extraordinaria belleza y deseaba tener una relación con él. Entonces preparó un plan: lo invitó a su habitación, un cuarto con siete puertas, y cerró cada una con llave. Después trató de obligarlo a ceder a sus deseos. Pero Yusuf buscó refugio en Dios y corrió hacia las puertas, y por permiso de Dios, estas se fueron abriendo una tras otra, de manera que él pudo mantener su pureza y su castidad. Dios relata esta historia en el Corán, sura 12, aleya 24:

وَلَقَدْ هَمَّتْ بِهِ ۖ وَهَمَّ بِهَا لَوْلَا أَن رَّأَىٰ بُرْهَانَ رَبِّهِ ۚ كَذَٰلِكَ لِنَصْرِفَ عَنْهُ السُّوءَ وَالْفَحْشَاءَ ۚ إِنَّهُ مِنْ عِبَادِنَا الْمُخْلَصِينَ ‎﴿٢٤﴾

“Ella lo deseó, y él la habría deseado si no hubiera visto la prueba de su Señor. Así fue como apartamos de él el mal y la indecencia. Ciertamente, era uno de Nuestros siervos sinceros.” (12:24)

🔹 El segundo ejemplo es Maryam. Ella era la mujer más hermosa, y nunca se casó. Es decir, debido a su pureza y santidad, nadie tenía la dignidad suficiente para casarse con ella. Algo semejante se encuentra en las narraciones sobre Fátima al-Zahra: muchos pidieron al Profeta casarse con ella, pero él respondía que esa decisión estaba solo en manos de Dios. Y en los hadices leemos que, si no hubiera sido por el Imam Ali, nadie habría sido digno de casarse con ella.

Escuchemos la historia de Maryam en palabras del Corán, sura Maryam, aleyas 16 a 21:

وَاذْكُرْ فِي الْكِتَابِ مَرْيَمَ إِذِ انتَبَذَتْ مِنْ أَهْلِهَا مَكَانًا شَرْقِيًّا ‎﴿١٦﴾‏

Y recuerda a María en la Escritura, cuando dejó a su familia para retirarse a un lugar de Oriente.

 

فَاتَّخَذَتْ مِن دُونِهِمْ حِجَابًا فَأَرْسَلْنَا إِلَيْهَا رُوحَنَا فَتَمَثَّلَ لَهَا بَشَرًا سَوِيًّا ‎﴿١٧﴾‏

Y tendió un velo para ocultarse de ellos. Nosotros enviamos para ella a Nuestro Espíritu, que se presentó ante ella con la forma de un ser humano completo.

قَالَتْ إِنِّي أَعُوذُ بِالرَّحْمَٰنِ مِنكَ إِن كُنتَ تَقِيًّا ‎﴿١٨﴾‏

María dijo: Me refugio de ti en el Compasivo, si es que temes a Dios.

قَالَ إِنَّمَا أَنَا رَسُولُ رَبِّكِ لِأَهَبَ لَكِ غُلَامًا زَكِيًّا ‎﴿١٩﴾‏

Él respondió: Yo soy únicamente un mensajero de tu Señor, para darte un hijo puro.

قَالَتْ أَنَّىٰ يَكُونُ لِي غُلَامٌ وَلَمْ يَمْسَسْنِي بَشَرٌ وَلَمْ أَكُ بَغِيًّا ‎﴿٢٠﴾‏

Ella dijo: ¿Cómo voy a tener un hijo si ningún hombre me ha tocado y no soy una mujer inmoral?

قَالَ كَذَٰلِكِ قَالَ رَبُّكِ هُوَ عَلَيَّ هَيِّنٌ ۖ وَلِنَجْعَلَهُ آيَةً لِّلنَّاسِ وَرَحْمَةً مِّنَّا ۚ وَكَانَ أَمْرًا مَّقْضِيًّا ‎﴿٢١﴾

Él dijo: Así será. Tu Señor dice: Esto es fácil para Mí, y haremos de él una señal para la humanidad y una misericordia de Nosotros. Y esto ya estaba decretado.”

Tanto Maryam como Yusuf son modelos de castidad y pudor. El Corán presenta a Yusuf como ejemplo para los hombres y a Maryam como ejemplo para las mujeres.

En algunas narraciones se dice que, en el Día del Juicio, a los hombres que hayan caído en pecados de fornicación, libertinaje o inmoralidad se les preguntará: “¿Por qué cometisteis este pecado?”. Ellos responderán: “Éramos jóvenes, éramos hermosos.” Entonces se traerá a Yusuf y se les dirá: “¿Quién era más bello, tú o Yusuf?”.

Y a las mujeres pecadoras se les preguntará: “¿Por qué cometisteis este pecado?”. Responderán: “Éramos jóvenes, éramos bellas.” Entonces se presentará Maryam, la madre de Jesús, y se les dirá: “Compárate con Maryam: ¿quién tiene más belleza?”. Y se recordará que, a pesar de su extraordinaria hermosura, Maryam nunca cometió pecado alguno.


El Corán, en la Sura 33, versículo 59, Dios dice:

«يَـٰٓأَيُّهَا ٱلنَّبِىُّ قُل لِّأَزْوَٰجِكَ وَبَنَاتِكَ وَنِسَآءِ ٱلْمُؤْمِنِينَ يُدْنِينَ عَلَيْهِنَّ مِن جَلَـٰبِيبِهِنَّ ۚ ذَٰلِكَ أَدْنَىٰٓ أَن يُعْرَفْنَ فَلَا يُؤْذَيْنَ ۗ وَكَانَ ٱللَّهُ غَفُورًۭا رَّحِيمًۭا»

"Oh Profeta, di a tus esposas, a tus hijas y a las mujeres de los creyentes que cubran sus cuerpos con sus mantos. Esto es más adecuado para que sean reconocidas y no sean molestadas. Y Dios es Perdonador, Misericordioso."

Primero, un líder debe corregir su propia familia antes de dar consejos a la comunidad. Dios comenzó con las mujeres del Profeta, luego sus hijas y finalmente todas las mujeres creyentes. El Yilbab, como un manto largo, protege el cuerpo y distingue a la mujer creyente de las demás, otorgándole dignidad y libertad dentro de la práctica de la fe.

Cuando el profeta Moisés vio que las hijas del Profeta Shu-aib caminaban delante de él y el viento levantaba sus ropas, les dijo: “Vosotras id detrás de mí, yo caminaré delante para no veros”. Ellas, sorprendidas, respondieron: “Pero tú no conoces el camino”. Entonces Moisés explicó: “Yo avanzo delante, y si me desvío, arrojad una piedra para indicarme la dirección”. Así, ellas lo guiaban desde atrás sin necesidad de caminar delante de él.

Este es otro ejemplo de la modestia y la castidad que practicaban los profetas y los siervos justos de Dios.

El demonio le dijo al profeta Yahya (Juan): “Dos son mis armas más poderosas para desviar a los seres humanos. La primera es la ira: cuando una persona se enfurece, puede matar, insultar y cometer crímenes. La segunda son las mujeres sin fe y sin piedad; ellas son mi alegría y el brillo de mis ojos. Tanto, que cuando los justos y los rectos me vencen y destrozan a mis ejércitos, y ya no encuentro otro camino, me acerco a este tipo de mujeres y les susurro al oído: ‘Ahora es vuestro turno’.

Por eso, a través de la ira y de la lujuria, Satanás puede arrastrar fácilmente al ser humano hacia el pecado y apartarlo de Dios. La castidad, el pudor y la pureza son un gran obstáculo frente a sus planes perversos.

Queridos oyentes, a lo largo de la historia, una de las armas que siempre han utilizado los enemigos de la religión para desviar a la sociedad ha sido precisamente esta: la falta de recato y la propagación de la corrupción en la comunidad.

El Corán promete que las mujeres que mantengan su pudor:

  1. No serán molestadas.
  2. Serán reconocidas como mujeres creyentes.

Cuando los vínculos y relaciones se mantienen dentro de los límites permitidos por Dios, la unidad familiar y social se preserva.

Gracias por escuchar Voces de la Fe. Que Dios les proteja y guíe a todas las familias hacia la pureza, el respeto y la armonía. Hasta la próxima.

El sitio web de FatimaTV está licenciado bajo una Licencia
Internacional de Creative Commons Attribution 4.0.

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En este episodio de Voces de la Fe reflexionamos sobre la importancia de la castidad y el respeto dentro de la familia. A través de ejemplos del Corán y de las enseñanzas del Profeta y su familia, descubrimos cómo la pureza, el pudor y el buen trato son pilares esenciales para construir hogares llenos de armonía y fe.

🎙 Locutora: Adriana González
✍️ Escrito por: Seyed Mostafa

La Castidad y el Respeto en la Familia


En el nombre de Dios. Hola, soy Adriana, la voz de FátimaTV, y te doy la bienvenida a Voces de la Fe.

¿Sabes algo? Tú también puedes formar parte de este proyecto. Solo necesitas tu voz para leer los textos y pódcast que preparamos en FátimaTV, y así compartirlos con los demás para que todos puedan beneficiarse.

La sociedad se parece a un gran océano que se alimenta de ríos y arroyos: las familias. Si esos ríos se contaminan, el agua que llega al océano tampoco será limpia. Lo mismo ocurre con la vida social: cuando las familias se debilitan, también la sociedad se resiente. Escuelas, universidades, ciudades y pueblos nacen y se sostienen gracias a las familias. Por eso, el Islam concede una atención especial y profunda a esta institución fundamental.

El Profeta Muhammad (la paz sea con él y su familia purificada) dijo:

«خَیرُکُم خَیرُکُم لِأَهلِهِ، وأنا خَیرُکُم لِأَهلی»

"El mejor de vosotros es el mejor con su familia, y yo soy el mejor de vosotros con mi familia."
 Wasā’il al-Shi‘a, vol. 20, p. 171

Con estas palabras nos enseñó que no basta con mostrarse amable en público, con colegas o amigos; la verdadera bondad también debe reflejarse dentro del hogar, en el trato con la propia familia.

También dijo:

«ما أکرَمَ النِّساءَ إلّاکَریمٌ، وما أهانَهُنَّ إلّالَئیمٌ»

"Solo un noble honra a las mujeres, y solo un vil las humilla."

 Nahj al-Fasahah, p. 472

Y en otro hadiz enfatizó:

مَلْعُونٌ مَلْعُونٌ مَنْ أَلْقَى كَلَّهُ عَلَى اَلنَّاسِ مَلْعُونٌ مَلْعُونٌ مَنْ ضَيَّعَ مَنْ يَعُولُ .

“Maldito, maldito sea quien impone su carga sobre la gente. Maldito, maldito sea quien desatiende a los que dependen de él, es decir, los derechos de su familia.”


 Al-Kāfī, vol. 4, p. 12


Estos son puntos que se mencionan en nuestra religión, en los versículos y en las narraciones, y no encontrarás ninguna institución, ningún centro, ninguna religión que hable de los derechos de la familia, con la belleza con la que lo hacen el Islam y el Corán.

Uno de esos derechos y de los temas más importantes en la ética familiar es el tema del hiyab y de la castidad. Leamos algunos versículos y narraciones sobre este asunto, tanto para hombres como para mujeres. Quiero mostrarte dos personajes que el Corán presenta como ejemplos de pudor, castidad y recato: el profeta Yusuf (José) y Maryam (María). El Corán alaba a ambos.

La historia de Yusuf, muy resumida, es la siguiente: siendo niño fue llevado como esclavo a Egipto por una caravana, y luego fue comprado por Putifar, mencionado en el Corán como el “Aziz” de Egipto. Este título, en aquellos tiempos, se usaba para referirse al primer ministro, al jefe de los soldados o al mayordomo principal del faraón. Yusuf vivía en la casa de Putifar y trabajaba para él y su esposa. Cuando Yusuf creció, la esposa del Aziz, llamada Zulayja, se sintió atraída por su extraordinaria belleza y deseaba tener una relación con él. Entonces preparó un plan: lo invitó a su habitación, un cuarto con siete puertas, y cerró cada una con llave. Después trató de obligarlo a ceder a sus deseos. Pero Yusuf buscó refugio en Dios y corrió hacia las puertas, y por permiso de Dios, estas se fueron abriendo una tras otra, de manera que él pudo mantener su pureza y su castidad. Dios relata esta historia en el Corán, sura 12, aleya 24:

وَلَقَدْ هَمَّتْ بِهِ ۖ وَهَمَّ بِهَا لَوْلَا أَن رَّأَىٰ بُرْهَانَ رَبِّهِ ۚ كَذَٰلِكَ لِنَصْرِفَ عَنْهُ السُّوءَ وَالْفَحْشَاءَ ۚ إِنَّهُ مِنْ عِبَادِنَا الْمُخْلَصِينَ ‎﴿٢٤﴾

“Ella lo deseó, y él la habría deseado si no hubiera visto la prueba de su Señor. Así fue como apartamos de él el mal y la indecencia. Ciertamente, era uno de Nuestros siervos sinceros.” (12:24)

🔹 El segundo ejemplo es Maryam. Ella era la mujer más hermosa, y nunca se casó. Es decir, debido a su pureza y santidad, nadie tenía la dignidad suficiente para casarse con ella. Algo semejante se encuentra en las narraciones sobre Fátima al-Zahra: muchos pidieron al Profeta casarse con ella, pero él respondía que esa decisión estaba solo en manos de Dios. Y en los hadices leemos que, si no hubiera sido por el Imam Ali, nadie habría sido digno de casarse con ella.

Escuchemos la historia de Maryam en palabras del Corán, sura Maryam, aleyas 16 a 21:

وَاذْكُرْ فِي الْكِتَابِ مَرْيَمَ إِذِ انتَبَذَتْ مِنْ أَهْلِهَا مَكَانًا شَرْقِيًّا ‎﴿١٦﴾‏

Y recuerda a María en la Escritura, cuando dejó a su familia para retirarse a un lugar de Oriente.

 

فَاتَّخَذَتْ مِن دُونِهِمْ حِجَابًا فَأَرْسَلْنَا إِلَيْهَا رُوحَنَا فَتَمَثَّلَ لَهَا بَشَرًا سَوِيًّا ‎﴿١٧﴾‏

Y tendió un velo para ocultarse de ellos. Nosotros enviamos para ella a Nuestro Espíritu, que se presentó ante ella con la forma de un ser humano completo.

قَالَتْ إِنِّي أَعُوذُ بِالرَّحْمَٰنِ مِنكَ إِن كُنتَ تَقِيًّا ‎﴿١٨﴾‏

María dijo: Me refugio de ti en el Compasivo, si es que temes a Dios.

قَالَ إِنَّمَا أَنَا رَسُولُ رَبِّكِ لِأَهَبَ لَكِ غُلَامًا زَكِيًّا ‎﴿١٩﴾‏

Él respondió: Yo soy únicamente un mensajero de tu Señor, para darte un hijo puro.

قَالَتْ أَنَّىٰ يَكُونُ لِي غُلَامٌ وَلَمْ يَمْسَسْنِي بَشَرٌ وَلَمْ أَكُ بَغِيًّا ‎﴿٢٠﴾‏

Ella dijo: ¿Cómo voy a tener un hijo si ningún hombre me ha tocado y no soy una mujer inmoral?

قَالَ كَذَٰلِكِ قَالَ رَبُّكِ هُوَ عَلَيَّ هَيِّنٌ ۖ وَلِنَجْعَلَهُ آيَةً لِّلنَّاسِ وَرَحْمَةً مِّنَّا ۚ وَكَانَ أَمْرًا مَّقْضِيًّا ‎﴿٢١﴾

Él dijo: Así será. Tu Señor dice: Esto es fácil para Mí, y haremos de él una señal para la humanidad y una misericordia de Nosotros. Y esto ya estaba decretado.”

Tanto Maryam como Yusuf son modelos de castidad y pudor. El Corán presenta a Yusuf como ejemplo para los hombres y a Maryam como ejemplo para las mujeres.

En algunas narraciones se dice que, en el Día del Juicio, a los hombres que hayan caído en pecados de fornicación, libertinaje o inmoralidad se les preguntará: “¿Por qué cometisteis este pecado?”. Ellos responderán: “Éramos jóvenes, éramos hermosos.” Entonces se traerá a Yusuf y se les dirá: “¿Quién era más bello, tú o Yusuf?”.

Y a las mujeres pecadoras se les preguntará: “¿Por qué cometisteis este pecado?”. Responderán: “Éramos jóvenes, éramos bellas.” Entonces se presentará Maryam, la madre de Jesús, y se les dirá: “Compárate con Maryam: ¿quién tiene más belleza?”. Y se recordará que, a pesar de su extraordinaria hermosura, Maryam nunca cometió pecado alguno.


El Corán, en la Sura 33, versículo 59, Dios dice:

«يَـٰٓأَيُّهَا ٱلنَّبِىُّ قُل لِّأَزْوَٰجِكَ وَبَنَاتِكَ وَنِسَآءِ ٱلْمُؤْمِنِينَ يُدْنِينَ عَلَيْهِنَّ مِن جَلَـٰبِيبِهِنَّ ۚ ذَٰلِكَ أَدْنَىٰٓ أَن يُعْرَفْنَ فَلَا يُؤْذَيْنَ ۗ وَكَانَ ٱللَّهُ غَفُورًۭا رَّحِيمًۭا»

"Oh Profeta, di a tus esposas, a tus hijas y a las mujeres de los creyentes que cubran sus cuerpos con sus mantos. Esto es más adecuado para que sean reconocidas y no sean molestadas. Y Dios es Perdonador, Misericordioso."

Primero, un líder debe corregir su propia familia antes de dar consejos a la comunidad. Dios comenzó con las mujeres del Profeta, luego sus hijas y finalmente todas las mujeres creyentes. El Yilbab, como un manto largo, protege el cuerpo y distingue a la mujer creyente de las demás, otorgándole dignidad y libertad dentro de la práctica de la fe.

Cuando el profeta Moisés vio que las hijas del Profeta Shu-aib caminaban delante de él y el viento levantaba sus ropas, les dijo: “Vosotras id detrás de mí, yo caminaré delante para no veros”. Ellas, sorprendidas, respondieron: “Pero tú no conoces el camino”. Entonces Moisés explicó: “Yo avanzo delante, y si me desvío, arrojad una piedra para indicarme la dirección”. Así, ellas lo guiaban desde atrás sin necesidad de caminar delante de él.

Este es otro ejemplo de la modestia y la castidad que practicaban los profetas y los siervos justos de Dios.

El demonio le dijo al profeta Yahya (Juan): “Dos son mis armas más poderosas para desviar a los seres humanos. La primera es la ira: cuando una persona se enfurece, puede matar, insultar y cometer crímenes. La segunda son las mujeres sin fe y sin piedad; ellas son mi alegría y el brillo de mis ojos. Tanto, que cuando los justos y los rectos me vencen y destrozan a mis ejércitos, y ya no encuentro otro camino, me acerco a este tipo de mujeres y les susurro al oído: ‘Ahora es vuestro turno’.

Por eso, a través de la ira y de la lujuria, Satanás puede arrastrar fácilmente al ser humano hacia el pecado y apartarlo de Dios. La castidad, el pudor y la pureza son un gran obstáculo frente a sus planes perversos.

Queridos oyentes, a lo largo de la historia, una de las armas que siempre han utilizado los enemigos de la religión para desviar a la sociedad ha sido precisamente esta: la falta de recato y la propagación de la corrupción en la comunidad.

El Corán promete que las mujeres que mantengan su pudor:

  1. No serán molestadas.
  2. Serán reconocidas como mujeres creyentes.

Cuando los vínculos y relaciones se mantienen dentro de los límites permitidos por Dios, la unidad familiar y social se preserva.

Gracias por escuchar Voces de la Fe. Que Dios les proteja y guíe a todas las familias hacia la pureza, el respeto y la armonía. Hasta la próxima.