En el nombre de Dios, hola
Bienvenidos amigos y amigas una vez más al programa LOS CUENTOS DE LA SEMANA. Hoy queremos contarles unos breves cuentos cargados de saberes que iluminan el alma y que compartimos con el deseo de que estos cuentos cargados de valores y espiritualidad, sean también un modo de alimentar de forma gratificante el conocimiento. Es así que demos inicio con los cuentos de esta semana, los cuales se dividen en un par de cuentos cortos, que se relacionan entre sí por la temática de la “Adoración y los niveles que existen en el acto de adorar.” Vamos allá:
La ayuda o la asistencia al necesitado.
Se cuenta que un día Safuán, un compañero del Imam As Sadiq (P) se encontraba sentado junto a éste, cuando a ellos se acercó un hombre oriundo de la cuidad de la Meca, en busca de la intervención de Dios, por medio de los inmaculados de la casa del Profeta Muhammad (PBD).
Es así que este hombre de corazón esperanzado, tomó asiento junto al Imam As Sadiq (P) y le comenzó a explicar que se encontraba en medio de un problema de alquiler, el cual se había tornado imposible de solucionar para él.
Luego de escuchar el problema que le aquejaba a este hombre y ante tal situación, el Imam (P) le ordenó a Safuán su compañero, que de inmediato corriese a resolver el problema de este hombre, quien era también su hermano en la fe, siendo que Safuán inmediatamente acató la orden del Imam (P), se retiró y logró resolver favorablemente el asunto que aquejaba al pobre hombre que vino ante el Imam As Sadiq (P) en busca de ayuda.
Cuando Safuán regresó ante el Imam (P), éste le preguntó:
¿Qué ha ocurrido?
Y Safuán le respondió:
“Dios, Exaltado Sea Ha solucionado este asunto.”
Entonces el Imam (P) le dijo:
“Oh, Safuán, debes saber que este asunto que para ti es algo menor y el cual te ha tomado muy poco tiempo en solucionar, es mejor que dar las siete vueltas a la Kaaba (es decir que el Hajj o peregrinación a la Kaaba en Meca, y el cual es uno de los actos devocionales más importantes para los musulmanes)”
Luego de esto el Imam Sadiq (P) relató lo siguiente:
“Una vez un hombre tenía un grave problema y se presentó ante el Imam al Hassan (P) para poder solicitar su ayuda, el Imam Hassan (P) al oírle, inmediatamente se colocó su calzado y partió rápidamente a resolver el problema que aquejaba a este hombre, quien vino a buscar su ayuda.
En el camino el Imam se encontró con su hermano menor, el Imam Al Hussain (P) el cual estaba rezando. Entonces en eso el Imam Hassan le preguntó al hombre necesitado:
¿Por qué no te detuviste a pedirle ayuda a Al Hussain y le mencionaste a él sobre tu asunto? A lo que el hombre le dijo:
“Yo venía con intención de pedirle ayuda a él, pero me dijeron algunas personas que el Imam, se encontraba ocupado llevando a cabo algunos actos de devoción como súplicas y rezos y que no me iba a poder atender, por esa razón es que no le dije nada.”
Es entonces que el Imam Hassan (P) dijo:
“Pero si él se hubiera puesto en marcha con todo para ayudarte, esto hubiera sido mejor para él, que todo un mes de súplicas y alabanzas (como las que estaba llevando a cabo)”.
Veamos como nos enseñan los purificados de la casa de Ahlul Bait, que la adoración a Dios no está solamente circunscrita en rezos, súplicas y otras acciones de devoción, si no que le acompañan otras acciones que son de carácter material también, los cuales al llevarse a cabo, se transforman en recompensas espirituales mucho más importantes y de peso que los rezos y súplicas en muchas acciones, ya que ellos son el vivo ejemplo de la acción de la fe, una forma en que se materializa la creencia en Dios y como se comparten las mercedes Divinas para con todas las criaturas, en el ejemplo del derecho del hermano, y de cómo esta creencia, se libera de dogmas y entra en el campo del humanismo, velando por el bienestar de los desamparados también. Y esto para Dios, Exaltado Sea, es mucho más valioso que la adoración, es adoración en acción y ejemplo para otros, convirtiendo la fe en un hecho de hechos para ser compartidos con otros mediante la colaboración y búsqueda del bienestar ajeno.
Bien, vamos con el segundo cuento relacionado a este tema, este tiene como título
¿Quién es más devoto o siervo obediente o “abd” como se dice en árabe?
Era una vez que uno de los seguidores del Imam As Sadiq (P) quien siempre le acompañaba en sus clases y participaba activamente de ellas, interactuando con otros seguidores estudiantes del Imam (P), de un momento a otro dejó de asistir a las clases, por lo cual el Imam (P) le preguntó a los otros seguidores y a los amigos de este hombre:
“Por cierto ¿Cómo está fulano? Hace ya un tiempo que no le veo junto a nosotros.”
A lo que le contestaron:
“Oh ¡Hijo del Profeta! Él recientemente empobreció mucho y por falta de recursos no puede asistir a estas reuniones.”
Entonces el Imam As Sadiq (P) preguntó:
“¿Y cómo maneja su vida (es decir ¿Cómo sobrelleva todos sus gastos?) a lo que los compañeros estudiantes dijeron:
“Uno de sus amigos ha aceptado pagar todos sus gastos comunes. Entonces el Imam (P) dijo: “!Por Dios, que su amigo en verdad es más devoto que él!”
Este cuento nos deja una profunda enseñanza, del carácter social del Islam y de cómo según las tradiciones del Ahlul Bait (P) o gente de la casa del Profeta Muhammad (BPD) nos inspiran a velar por los menos afortunados de nuestra sociedad, siendo que la más pura y gran adoración a Dios, es el dar a los demás parte de que se nos entrega u otorga como bienestar en esta vida, parte del sustento de Dios, por lo que el compartir parte de esta bendición Divina es adorar la fuente de la Bendición y la Misericordia.
Si se han dado cuenta, la temática del cuento de esta semana ha sido diferente a la de las semanas anteriores, las cuales se referían a la historia del Profeta Moisés (P) sin embargo, una de las razones por la que hemos dado valor a esta temática, en esta semana en particular, es que estamos entrando en el mes del calendario islámico de Safar, el cual es un mes funesto y cargado de dificultades para las personas y en especial los creyentes, un mes en que se recomienda entre tantas cosas, el dar caridad a los necesitados.
Y es que para muchos, el dar caridad o ayudar a los necesitados de muchas formas que existen, se convierte en una tarea pesada, por desconocimiento de lo que esto trae en sí para quien lo lleva a cabo.
Es por eso que conscientes de las dimensiones de la caridad, sea la forma que sea, a como se dé, es que sabemos podemos beneficiar a muchos tanto por el dar la caridad como con el recibirlo.
La caridad y sus mercedes no es más que un acto de devoción supremo, es dar aquello que tenemos en mano, puede ser tan solo en ayudar a otros a alcanzar una meta, a solucionar un problema o simplemente dar un consejo, el hecho de pensar en caridad, no es solo aportar económicamente, tiene muchos ángulos y esta es la forma en que Dios, Todo Poderoso, transfiere su poder a las criaturas, para que de esta manera llegue a todo rincón del mundo y que la indiferencia por medio de la consciencia prime entre los seres humanos, para así romper con la injusticia, la inequidad y la miseria de los pueblos.
El hecho de que la pobreza impere entre las naciones, no es si no a causa de la corrupción que se empodera por medio de quienes ostentan ese poder de forma corrupta y por medio de aquellos quienes callan ante la opresión e injusticia y se vuelven duros consigo mismos, al rechazar ayudar a otros, dando pie a sistemas sociales y económicos que han deshumanizado a los hombres y mujeres, quienes ante la carencia se vuelven más duros de ayudar y también quienes ante la opulencia, también vuelven la espalda a quienes lo necesitan, entrando en un ciclo enfermo que nos destruye, a cuenta de nuestras propias decisiones y acciones.
La familia del Profeta del Islam (BPD) nos muestran la importancia y el valor de un simple acto que nos llevará a niveles muy elevados ante Dios mismo y como esto, tendrán un impacto muy positivo entre las personas del mundo entero.
Si no lo hicimos antes intentemos empezar ahora, con la esperanza de un cambio de bien para toda la humanidad.
No me despido sin antes agradecer nuevamente por su atención, esperando pronto Dios Primero, la otra semana volver a traerles nuevas enseñanzas, ruego a Dios les otorgue lo mejor de esta y la otra vida, inshallah tanto a ustedes como a sus seres amados, por favor cuídense y no nos olviden en sus oraciones.
Hasta pronto.