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Descripción

En este episodio exploramos cómo el Corán vincula de forma directa la unicidad de Dios con el respeto y la gratitud hacia los padres. A través de diversos versículos, descubrimos que honrar a los padres no es solo un deber moral, sino un mandato divino que ocupa un lugar central en la fe islámica.

🎙 Locutora: Fátima Saquina Issa
✍️ Escrito por: Seyed Mostafa

Transcripción

Junto a Su Unicidad: Dios y el Honor a los Padres

Aunque las emociones humanas y el sentido de gratitud son, por sí solos, motivos suficientes para honrar a los padres, el Islam, que no deja ningún aspecto de la vida en el silencio, incluso en aquellos temas donde la razón parece tener autonomía y las emociones lo perciben con claridad, ofrece directrices precisas para subrayar la importancia de este deber. El respeto hacia los padres ocupa un lugar tan preeminente que resulta difícil encontrar otro tema en el que se insista con igual vehemencia.

En cuatro suras del Sagrado Corán, la exhortación a la bondad hacia los padres sigue inmediatamente al mandato de la unicidad de Dios (Tawhid). Esta cercanía entre ambos preceptos refleja el altísimo valor que el Islam otorga al respeto filial.

En la sura Al-Baqara (2:83), leemos:

لَا تَعْبُدُونَ إِلَّا اللَّهَ وَبِالْوَالِدَيْنِ إِحْسَانًا

“No adoréis a nadie excepto a Dios, y sed bondadosos con los padres.”

En la sura An-Nisá (4:36), encontramos:

وَاعْبُدُوا اللَّهَ وَلَا تُشْرِكُوا بِهِ شَيْئًا وَبِالْوَالِدَيْنِ إِحْسَانًا

“Adorad a Dios y no asociéis nada con Él, y sed bondadosos con los padres.”

Asimismo, en la sura Al-An’am (6:151), Dios dice:

قُلْ تَعَالَوْا أَتْلُ مَا حَرَّمَ رَبُّكُمْ عَلَيْكُمْ أَلَّا تُشْرِكُوا بِهِ شَيْئًا وَبِالْوَالِدَيْنِ إِحْسَانًا

“Di: Venid, os recitaré lo que vuestro Señor os ha prohibido: que no asociéis nada con Él, y sed bondadosos con vuestros padres.”

De igual modo, en la sura Al-Isrá (17:23) se menciona la unicidad de Dios junto con la bondad hacia los padres:

وَقَضَىٰ رَبُّكَ أَلَّا تَعْبُدُوا إِلَّا إِيَّاهُ وَبِالْوَالِدَيْنِ إِحْسَانًا

“Y tu Señor ha decretado que no adoréis a nadie más que a Él, y que seáis bondadosos con vuestros padres.”

La relevancia de este mandato es tal que, tanto en el Corán como en las narraciones, se insiste en que, incluso si los padres son incrédulos, el respeto hacia ellos sigue siendo una obligación. En la sura Luqmán (31:15), se nos dice:

وَإِن جَاهَدَاكَ عَلَىٰ أَن تُشْرِكَ بِي مَا لَيْسَ لَكَ بِهِ عِلْمٌ فَلَا تُطِعْهُمَا وَصَاحِبْهُمَا فِي الدُّنْيَا مَعْرُوفًا وَاتَّبِعْ سَبِيلَ مَنْ أَنَابَ إِلَيَّ ثُمَّ إِلَيَّ مَرْجِعُكُمْ فَأُنَبِّئُكُم بِمَا كُنتُمْ تَعْمَلُونَ

“Y si [tus padres] te insisten en que Me asocies algo de lo que no tienes conocimiento, no les obedezcas, pero trátalos con bondad en este mundo y sigue el camino de quien se vuelva a Mí. Luego, a Mí será vuestro retorno, y os informaré de lo que hacíais.”

El agradecimiento a los padres por sus esfuerzos también se destaca en el Corán, colocándose al mismo nivel que el agradecimiento a Dios por Sus incontables bendiciones. En la sura Luqmán (31:14), esta conexión se expresa de manera elocuente:

وَوَصَّيْنَا الْإِنسَانَ بِوَالِدَيْهِ حَمَلَتْهُ أُمُّهُ وَهْنًا عَلَىٰ وَهْنٍ وَفِصَالُهُ فِي عَامَيْنِ أَنِ اشْكُرْ لِي وَلِوَالِدَيْكَ إِلَيَّ الْمَصِيرُ

“Y hemos ordenado al ser humano [ser bondadoso] con sus padres; su madre lo llevó con debilidad sobre debilidad, y su lactancia culmina a los dos años. Sé agradecido Conmigo y con tus padres, pues a Mí es el retorno.”

Este versículo subraya la profundidad y amplitud de los derechos de los padres, recordándonos que la gratitud hacia ellos es inseparable de la gratitud hacia Dios, ya que en ambos casos estamos reconociendo el origen y el sustento de nuestra existencia.

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En este episodio exploramos cómo el Corán vincula de forma directa la unicidad de Dios con el respeto y la gratitud hacia los padres. A través de diversos versículos, descubrimos que honrar a los padres no es solo un deber moral, sino un mandato divino que ocupa un lugar central en la fe islámica.

🎙 Locutora: Fátima Saquina Issa
✍️ Escrito por: Seyed Mostafa

Junto a Su Unicidad: Dios y el Honor a los Padres

Aunque las emociones humanas y el sentido de gratitud son, por sí solos, motivos suficientes para honrar a los padres, el Islam, que no deja ningún aspecto de la vida en el silencio, incluso en aquellos temas donde la razón parece tener autonomía y las emociones lo perciben con claridad, ofrece directrices precisas para subrayar la importancia de este deber. El respeto hacia los padres ocupa un lugar tan preeminente que resulta difícil encontrar otro tema en el que se insista con igual vehemencia.

En cuatro suras del Sagrado Corán, la exhortación a la bondad hacia los padres sigue inmediatamente al mandato de la unicidad de Dios (Tawhid). Esta cercanía entre ambos preceptos refleja el altísimo valor que el Islam otorga al respeto filial.

En la sura Al-Baqara (2:83), leemos:

لَا تَعْبُدُونَ إِلَّا اللَّهَ وَبِالْوَالِدَيْنِ إِحْسَانًا

“No adoréis a nadie excepto a Dios, y sed bondadosos con los padres.”

En la sura An-Nisá (4:36), encontramos:

وَاعْبُدُوا اللَّهَ وَلَا تُشْرِكُوا بِهِ شَيْئًا وَبِالْوَالِدَيْنِ إِحْسَانًا

“Adorad a Dios y no asociéis nada con Él, y sed bondadosos con los padres.”

Asimismo, en la sura Al-An’am (6:151), Dios dice:

قُلْ تَعَالَوْا أَتْلُ مَا حَرَّمَ رَبُّكُمْ عَلَيْكُمْ أَلَّا تُشْرِكُوا بِهِ شَيْئًا وَبِالْوَالِدَيْنِ إِحْسَانًا

“Di: Venid, os recitaré lo que vuestro Señor os ha prohibido: que no asociéis nada con Él, y sed bondadosos con vuestros padres.”

De igual modo, en la sura Al-Isrá (17:23) se menciona la unicidad de Dios junto con la bondad hacia los padres:

وَقَضَىٰ رَبُّكَ أَلَّا تَعْبُدُوا إِلَّا إِيَّاهُ وَبِالْوَالِدَيْنِ إِحْسَانًا

“Y tu Señor ha decretado que no adoréis a nadie más que a Él, y que seáis bondadosos con vuestros padres.”

La relevancia de este mandato es tal que, tanto en el Corán como en las narraciones, se insiste en que, incluso si los padres son incrédulos, el respeto hacia ellos sigue siendo una obligación. En la sura Luqmán (31:15), se nos dice:

وَإِن جَاهَدَاكَ عَلَىٰ أَن تُشْرِكَ بِي مَا لَيْسَ لَكَ بِهِ عِلْمٌ فَلَا تُطِعْهُمَا وَصَاحِبْهُمَا فِي الدُّنْيَا مَعْرُوفًا وَاتَّبِعْ سَبِيلَ مَنْ أَنَابَ إِلَيَّ ثُمَّ إِلَيَّ مَرْجِعُكُمْ فَأُنَبِّئُكُم بِمَا كُنتُمْ تَعْمَلُونَ

“Y si [tus padres] te insisten en que Me asocies algo de lo que no tienes conocimiento, no les obedezcas, pero trátalos con bondad en este mundo y sigue el camino de quien se vuelva a Mí. Luego, a Mí será vuestro retorno, y os informaré de lo que hacíais.”

El agradecimiento a los padres por sus esfuerzos también se destaca en el Corán, colocándose al mismo nivel que el agradecimiento a Dios por Sus incontables bendiciones. En la sura Luqmán (31:14), esta conexión se expresa de manera elocuente:

وَوَصَّيْنَا الْإِنسَانَ بِوَالِدَيْهِ حَمَلَتْهُ أُمُّهُ وَهْنًا عَلَىٰ وَهْنٍ وَفِصَالُهُ فِي عَامَيْنِ أَنِ اشْكُرْ لِي وَلِوَالِدَيْكَ إِلَيَّ الْمَصِيرُ

“Y hemos ordenado al ser humano [ser bondadoso] con sus padres; su madre lo llevó con debilidad sobre debilidad, y su lactancia culmina a los dos años. Sé agradecido Conmigo y con tus padres, pues a Mí es el retorno.”

Este versículo subraya la profundidad y amplitud de los derechos de los padres, recordándonos que la gratitud hacia ellos es inseparable de la gratitud hacia Dios, ya que en ambos casos estamos reconociendo el origen y el sustento de nuestra existencia.