Hola una vez más les saludo, muy feliz de estar nuevamente con todos ustedes en este espacio del cuento de la semana.
Hoy les traigo una nueva historia muy interesante, con un contenido muy enriquecedor tanto para el conocimiento como para la fe. Así que sin más preámbulo vamos a escuchar el cuento que tenemos para esta semana.
El vendedor de pepinos.
En el siglo II de la Hégira lunar ,el tema de pronunciar el divorcio de la mujer 3 veces en un mismo lugar y momento era tema de controversia y debates entre los sabios.
Muchos eruditos sostenían que era lícito pronunciar el repudio 3 veces en un mismo momento, sin separación alguna entre cada ocasión.
Pero los eruditos chiítas por seguir a los Imames de la Buena Guía (P) consideraban este acto como algo incorrecto e inválido y sostenían que en caso de que surgiera este asunto, el hombre debía realizar su repudio en 3 ocasiones separadas y que podía retornar a su mujer hasta la tercera vez, luego de lo cual no podía volver con ella ni volver a casarse con ella hasta que ella se casase antes con otro hombre y se divorciase de él o enviudase, entonces, así y solo así, podía volver a casarse con ella nuevamente.
Un hombre de Kufa repudió a su mujer 3 veces en una misma reunión, y luego de esto se arrepintió, porque en realidad estaba enamorado de ella y sólo había actuado de esta manera por un problema insignificante y por su parte, la mujer quería a su marido y no quería separarse de él, razón por la que ambos consultaron con los eruditos shiítas quienes les dijeron que ese divorcio era inválido y que ellos podían seguir con su matrimonio legal.
Pero ante otras personas, el divorcio era válido y les advirtieron que no podían continuar con su matrimonio.
Entonces surgió para ellos un gran problema, pues ellos querían seguir con su matrimonio, pero temían que el divorcio fuese legal y que sus relaciones fuesen ilícitas y si tuviesen otros hijos, que los mismos fuesen ilegales.
El hombre decidió poner en práctica la fatua de los eruditos shiítas pero su mujer le dijo:
“Ve personalmente ante el Imam Sadiq (P) a preguntarle por el asunto. De lo contrario, yo no estaré tranquila al respecto.”
En esa época, el Imam Sadiq (P) se encontraba viviendo en la antigua ciudad de Hirah (cerca de Kufa) por la razón de que el califa Saffah le había solicitado que se presentase ante él.
Este califa había hecho que saliera de Medina y se quedará en esa ciudad bajo su control, sin permitirle encontrarse con nadie ni hablar con nadie y mucho menos recibir visitas. Es así como este hombre, quien tenía dudas de su repudio y divorcio, puso en práctica algunas ideas para poder visitar al Imam (P) pero fracasó.
Un día se hallaba cerca del lugar de detención del Imam (P) pensando en cómo encontrar un camino y forma en la que finalmente pudiese visitarlo y de repente vio a un campesino de los alrededores de Kufa con una bandeja sobre su cabeza gritando: “¡Pepinos! ¡Pepinos!”
Entonces una idea iluminó su mente como un rayo y rápidamente fue ante esa persona y le preguntó cuánto pedía por toda la bandeja con su contenido.
El hombre dijo: “Un dírham”.
Así este esposo que deseaba encontrar una solución de boca de la misma fuente pura del conocimiento Divino, pagó por la mercadería de este vendedor de pepinos y le pidió al campesino que le prestara su ropa, comprometiéndo a devolvérsela muy pronto.
El campesino accedió y así el hombre quedó vestido tal como si fuera un vendedor de pepinos, proveniente del campo y comenzó a gritar como lo hacía el campesino, llegando a detenerse frente a la casa del Imam (P).
Fue en ese momento cuando salió un sirviente que lo llamó y lo hizo entrar en la casa.
Gracias a esa suspicaz idea, este hombre deseoso de conocer al Imam y consultar sobre su situación, pudo pasar fácilmente ante los guardias del gobierno sin que sospecharan nada, y pudo llegar al Imam (P) quien le dijo:
“¡Bravo! Haz usado un excelente plan. Ahora dime qué deseas preguntar.”
A lo que el hombre dijo:
“¡Oh, hijo del Mensajero de Dios! Yo me he divorciado así y así (y le contó lo sucedido) y he venido para poder estar tranquilo al respecto.”
A lo que el Imam (P) le dijo:
“Ve tranquilo, que tu divorcio no ha sido válido y vosotros sois un matrimonio legal.”
Con este cuento tan corto pero tan cargado de hechos históricos y enseñanzas sobre el método científico y el conocimiento Divino de los aima de Ahlul Bait, llegamos a comprender las difíciles condiciones en las que vivían los inmaculados descendientes del Profeta Muhammad (BPD) así como de el asedio que los califas corruptos emprendían sobre ellos con tal de evitar a toda costa, la expansión del Islam verdadero, del mensaje esperanzador, Divino y enfocado a la humanidad para una vida llena de luz, felicidad y perfección, que estos mismos seres viles al poder y que oprimieron a los puros descendientes del Mensajero de Dios, evitaron generando la realidad en la que hoy día no solo el mundo islámico sufre, si no la humanidad en general.
Pero también aprendimos de cómo el amor y el deseo por la buena guía, llevaron a este hombre a satisfacer su deseo de conocimiento, buena guía y de llevar paz y tranquilidad a su hogar y a su esposa, de mano de quien mejor guía no podía ser en su época.
Hemos llegado al final de este cuento, deseoso de que todo esto sea de su agrado y bienestar, ruego a Dios les otorgue a cada uno de ustedes el gran éxito y lo mejor para sus familias.
Hasta pronto.