En el nombre de Dios, les saludo cordialmente esperando estén muy bien.
Esta semana continuamos con la saga “La historia de la vida del Profeta Moisés (la paz sea con él)” y este cuento es ya la sexta parte del programa de LOS CUENTOS DE LA SEMANA que se ha dedicado al profeta Moisés o Musa como se le conoce en el idioma del Corán, el árabe. Como dije antes, su historia es muy extensa, razón por la cual seguiremos viendo muchas más entregas a lo largo de las próximas semanas, así que arranquemos ya con el cuento de hoy que sabemos será de mucho interés.
El profeta Moisés y los magos del Faraón
Recordando un poco el cuento de la semana anterior, habíamos dicho que Moisés fue designado como Profeta, justo en el momento que el retornaba a su natal Egipto desde la ciudad de Madyan. En el momento en que él es designado a la misión Profética, Dios, Exaltado Sea le ordenó se presentase ante Faraón y le invitara a la guía y también a que no oprimiese más a su pueblo y a los Hijos de Israel.
Moisés también a como Dios le designó tal misión y la bendición de ser de entre los elegidos para ser Su mensajero (de Dios), tenía dos peticiones especiales para Dios mismo con tal de tener el éxito en su misión; una de estas peticiones era que su hermano Aarón estuviese con él en esta misión divina.
Leemos en el Corán que Dios entonces ordenó a Moisés y Aarón:
فَأْتِيَا فِرْعَوْنَ فَقُولَا إِنَّا رَسُولُ رَبِّ الْعَالَمِينَ ﴿۱۶﴾
“Id, pues, al Faraón y decidle: “En verdad, somos Mensajeros del Señor del Universo.”
El Corán, capítulo 26, versículo 16
أَنْ أَرْسِلْ مَعَنَا بَنِي إِسْرَائِيلَ ﴿۱۷﴾
“…Para que dejes ir con nosotros a los Hijos de Israel.»”
El Corán, capítulo 26, versículo 17
De hecho, Dios le ordenó a Moisés que le dijera a Faraón: “He venido de parte de Dios y soy el Mensajero de Dios, te pido a ti Faraón, que liberes a los hijos de Israel.”
Y es que el contexto histórico en ese momento era que, tal como ya hemos mencionado los hijos de Israel quienes a su vez formaban parte del grupo de los Sebtian, era oprimidos por Faraón y trabajaban para él y la élite corrupta conocida por el nombre de Ghebtian; como esclavos, bajo condiciones infrahumanas y muy dolorosas sin distinción alguna, entre géneros o edades.
Moisés al llegar a Egipto, informó a su hermano Aarón sobre la misión divina, que Dios, Exaltado Sea le asignó. Ambos fueron al palacio del Faraón para hablar con él y para cumplir exactamente el mandato que Dios había dado.
Cuando Faraón oyó que Moisés le hablaba de la manera tal como lo hacía y con el mensaje que Dios le envió, dijo:
قَالَ أَلَمْ نُرَبِّكَ فِينَا وَلِيدًا وَلَبِثْتَ فِينَا مِنْ عُمُرِكَ سِنِينَ ﴿۱۸﴾
“Dijo [Faraón]: « ¿Acaso no te hemos criado entre nosotros de pequeño y permaneciste entre nosotros muchos años de tu vida.”
El Corán, capítulo 26, versículo 18
Primero que todo, Faraón trató de negar la profecía de Moisés y de demostrarles a los presentes y en especial a sus amigos y más cercanos, que él no era un profeta.
Por eso dijo a Moisés:
“Acaso ¿No te sacamos del Nilo? Si no lo hubiéramos hecho, te habrías ahogado en él. Oh Moisés en ese tiempo, existía una ley que obligaba a dar muerte sin tregua a todo infante varón que se diera a Luz por aquellas fechas, pero dicha ley no te afectó nunca y de paso contratamos a una nana, para que te amamantase. Y te otorgamos un ambiente seguro y bendecido, en donde fuiste criado, siendo que tal como un igual viviste entre nosotros durante muchos años, entonces, ¿cómo es posible que seas el Profeta de Dios?”
El Faraón continuó su discurso y dijo:
وَفَعَلْتَ فَعْلَتَكَ الَّتِي فَعَلْتَ وَأَنْتَ مِنَ الْكَافِرِينَ ﴿۱۹﴾
“Y luego hiciste lo que hiciste? Eres de los desagradecidos.»”
El Corán, capítulo 26, versículo 19
Sí, tal como contamos en cuentos anteriores, hacía años atrás que Moisés por accidente mató a uno de los Ghebtian mientras defendía a un hombre de entre los hijos de Israel, de un ataque, el cual era perpretado por quien muriese tras la intervención de Moisés, este hombre era uno de lo que comentían injusticias.
Debido a ese incidente, Moisés había sido condenado a muerte, razón por la que huyó de Egipto y fue a parar a Madyan. Faraón recordó eso en presencia de sus seguidores y dijo que: “no solo no eres profeta, sino que también eres un asesino, pues has dado muerte a un hombre de entre los nuestros.“
Después de las malas palabras de Faraón, Moisés le dijo:
قَالَ فَعَلْتُهَا إِذًا وَأَنَا مِنَ الضَّالِّينَ ﴿۲۰﴾
“[Moisés] dijo: ¡Hice eso cuando no estaba consciente! [Y no sabía que el hombre ghebti sería asesinado con mi puño en defensa de un oprimido].”
El Corán, capítulo 26, versículo 20
Moisés se explicó así: “Ciertamente maté a un hombre de entre los enemigos de Dios, mas no tenía intención de matarle en absoluto, tan solo quería defender a una persona oprimida, razón por la que después de ese terrible suceso, huí.”
فَفَرَرْتُ مِنْكُمْ لَمَّا خِفْتُكُمْ فَوَهَبَ لِي رَبِّي حُكْمًا وَجَعَلَنِي مِنَ الْمُرْسَلِينَ ﴿۲۱﴾
“y huí porque tuve miedo de vosotros, pero mi Señor me otorgó juicio [y conocimiento] y me hizo uno de Sus Mensajeros.”
El Corán, capítulo 26, versículo 21
Luego Moisés dio respuesta a lo dicho por Faraón que decía: "Yo te he criado y te salvé".
وَتِلْكَ نِعْمَةٌ تَمُنُّهَا عَلَيَّ أَنْ عَبَّدْتَ بَنِي إِسْرَائِيلَ ﴿۲۲﴾
“Y éste es e l favor que me has hecho: esclavizar a los Hijos de Israel.»”
El Corán, capítulo 26, versículo 22
Moisés prosiguió así: "Crecí en tus manos, porque ordenaste que mataran a todos los bebés varones de Egipto, y mi madre me arrojó a las aguas del Nilo por miedo a que me matasen. Es así que tú mismo lo causaste, y es por ello que crecí en tu palacio y eso no es sino por la gracia y el poder de Dios. Dios mismo designó que la caja en la que estaba flotando en esas aguas viniera hasta tu palacio, por eso es que así, no ha sido más que la opresión que tú mismo has ejercido sobre los hijos de Israel, que cada uno de estos sucesos, se dieran razón por la que entonces no debes hacerme recriminación alguna, sobre lo que ha sucedido bajo la guía de Dios o aquello que me haya sido dado.”
Luego de tan magnifica respuesta por parte de Moisés a Faraón, este último no pudo responder nada a quien fuese rescatado de las aguas para llevar el mensaje de Dios a todo Egipto, es así entonces que ante su incapacidad de responderle con hechos sensatos, Faraón se dispuso a negar las palabras de Moisés, más no solo negando la Profecía de quien fuese su protegido en una época, si no también negando a Dios. Dice el Sagrado Corán respecto a esto lo siguiente:
قَالَ فِرْعَوْنُ وَمَا رَبُّ الْعَالَمِينَ ﴿۲۳﴾
“Faraón dijo: «¿Y qué es eso de ‘el Señor del Universo’?»”
El Corán, capítulo 26, versículo 23
Por lo que Moisés le dijo:
قَالَ رَبُّ السَّمَاوَاتِ وَالْأَرْضِ وَمَا بَيْنَهُمَا إِنْ كُنْتُمْ مُوقِنِينَ ﴿۲۴﴾
“Dijo: «El Señor de los cielos y de la Tierra y de lo que hay entre ambos, si es que sois gente de certezas.»”
El Corán, capítulo 26, versículo 24
Se sabe que Moisés explicó que todos los cielos con toda su grandeza, y la tierra con toda su vastedad y sus diversas criaturas, fueron todos creados por el Dio único, el del Tawhid, es decir Dios del cosmos. Moisés también continuó explicándole; “El mundo que tú habitas, tu palacio y todas las áreas en las que gobiernas es muy pequeño e insignificante ante lo magnánimo de Dios y lo que Él posee.
Pero cuando el Faraón escuchó esas palabras, provenientes de Moisés, éste comenzó a burlarse de él, y se volvió a sus seguidores con orgullo y prepotencia, diciendo: ¿No escucháis acaso lo que dice Moisés?
Y es que había personas alrededor de Faraón que consideraban a éste como un dios y le atribuían a este ser el creador del mundo.
Con el poder dado por Faraón a estas personas, oprimieron a otros y amasaron riquezas para sí mismos de forma corrupta e inmoral y siempre estuvieron al servicio de su pseudo-dios, Faraón, con la única intención de cumplir las órdenes de éste y verse ampliamente beneficiados.
Había llegado el momento en que Moisés regresase a Egipto y se llamase a las gentes de Egipto al camino de Dios y se proclamase también Mensajero de Dios, un Dios verdadero que no era Faraón, Dios, el Creador de los cielos y la tierra, razón por la que entonces Faraón no quería que las palabras de Moisés, se hiciesen eco y afectaran la creencia errónea de quienes le rodeaban y seguían sus caprichos. Por eso empezó a burlarse de Moisés, pero este muy sabiamente se volvió hacia los seguidores de Faraón sin ningún temor dijo:
قَالَ رَبُّكُمْ وَرَبُّ آبَائِكُمُ الْأَوَّلِينَ ﴿۲۶﴾
“Dijo. «Es vuestro Señor y Señor de vuestros antepasados...»”
El Corán, capítulo 26, versículo 26
Esta vez, Faraón se volvió de nuevo a sus seguidores y dijo que Moisés estaba loco al decir esto:
قَالَ إِنَّ رَسُولَكُمُ الَّذِي أُرْسِلَ إِلَيْكُمْ لَمَجْنُونٌ ﴿۲۷﴾
“Dijo: «¡En verdad, ese Mensajero que os ha sido enviado está loco!»”
El Corán, capítulo 26, versículo 27
Pero Moisés hablaba por mandato Divino y sin importar lo que dijera Faraón, dijo:
قَالَ رَبُّ الْمَشْرِقِ وَالْمَغْرِبِ وَمَا بَيْنَهُمَا إِنْ كُنْتُمْ تَعْقِلُونَ ﴿۲۸﴾
“ Dijo: «El Señor del Oriente y del Occidente y de lo que entre ambos hay, si es que razonáis.»”
El Corán, capítulo 26, versículo 28
Entonces Moisés les explicó que el verdadero gobierno de su Señor, abarca tanto el Oriente como el Occidente del mundo y todo lo que se encuentra en medio, siendo que el alba y el ocaso del sol y el orden que prevalece en el mundo, es en sí mismo un signo de la grandeza de Dios, pero no razonaban ya que no tenían la costumbre de pensar en absoluto. Moisés explicó que no estaba loco; loco era aquel que viendo tantas señales en el mundo no logran ver el poder de Dios Todopoderoso.
Esta respuesta decisiva enfureció al Faraón y comenzó a amenazar a Moisés:
قَالَ لَئِنِ اتَّخَذْتَ إِلَهًا غَيْرِي لَأَجْعَلَنَّكَ مِنَ الْمَسْجُونِينَ ﴿۲۹﴾
“Dijo: «Si tomas otro dios diferente a mí, te pondré entre los que están en la cárcel.»”
El Corán, capítulo 26, versículo 29
Así que Moisés decidió usar los dos milagros que Dios le había enseñado, pues sabía que sus palabras no tendrían efecto alguno sobre Faraón y sus seguidores.
Entonces le dijo al Faraón:
قَالَ أَوَلَوْ جِئْتُكَ بِشَيْءٍ مُبِينٍ ﴿۳۰﴾
قَالَ فَأْتِ بِهِ إِنْ كُنْتَ مِنَ الصَّادِقِينَ ﴿۳۱﴾
فَأَلْقَى عَصَاهُ فَإِذَا هِيَ ثُعْبَانٌ مُبِينٌ ﴿۳۲﴾
وَنَزَعَ يَدَهُ فَإِذَا هِيَ بَيْضَاءُ لِلنَّاظِرِينَ ﴿۳۳﴾
“Dijo: «¿Aunque te traiga algo evidente?»”
“Dijo: «¡Tráelo pues, si eres de los que dicen la verdad!»”
Entonces, lanzó su bastón y fue claramente una serpiente
y sacó su mano y era blanca [luminosa] para los que observaban.”
El Corán, capítulo 26, versículos 30 al 33
De hecho, estos dos grandes milagros fueron una señal del temor de Dios, señal la cual, tanto incrédulos como opresores, siempre deben saber que si continúan su opresión, sufrirán el castigo divino y el segundo milagro el cual era la luz, no era más que una señal de la misericordia de Dios, para con los fieles y las personas virtuosas, quienes deben saber que las bendiciones divinas les alcanzarán en este mundo y en el más allá.
El Faraón estaba aterrorizado al ver esta escena, pero no quería mostrar su debilidad y miedo frente a sus seguidores, por lo que dijo:
قَالَ لِلْمَلَإِ حَوْلَهُ إِنَّ هَذَا لَسَاحِرٌ عَلِيمٌ ﴿۳۴﴾
“Dijo a los principales que había a su alrededor: «¡En verdad, éste es un mago muy experto!”
El Corán, capítulo 26, versículo 34
يُرِيدُ أَنْ يُخْرِجَكُمْ مِنْ أَرْضِكُمْ بِسِحْرِهِ فَمَاذَا تَأْمُرُونَ ﴿۳۵﴾
Quiere echaros de vuestra tierra por medio de su magia, así pues, ¿Qué queréis que haga? [Es decir ¿Qué me aconsejáis hacer?]»
El Corán, capítulo 26, versículo 35
En la época de Moisés, la magia era muy común entre la gente. Había muchos magos en todo Egipto. Por eso el Faraón les dijo a sus seguidores que estos no son profetas y que lo visto no era un milagro sino magia.
Los seguidores del Faraón aceptaron las palabras del su líder corrupto y tomaron una nueva decisión con el Faraón. Dijeron que reunirían a los mejores magos de Egipto para luchar contra Moisés ante la mirada de todo el pueblo y así le derrotarían.
قَالُوا أَرْجِهْ وَأَخَاهُ وَابْعَثْ فِي الْمَدَائِنِ حَاشِرِينَ ﴿۳۶﴾
يَأْتُوكَ بِكُلِّ سَحَّارٍ عَلِيمٍ ﴿۳۷﴾
فَجُمِعَ السَّحَرَةُ لِمِيقَاتِ يَوْمٍ مَعْلُومٍ ﴿۳۸﴾
“Dijeron: «Dales un plazo a él y a su hermano y envía unos emisarios a las ciudades. Que te traigan todos los magos expertos.»
Así pues, fueron congregados los magos en el lugar acordado para el encuentro el día establecido.”
El Corán, capítulo 26, versículos 36 al 38
El día establecido para dicho reto, había sido destinado en una de las famosas festividades propias de los Egipcios de aquella época, fecha la cual Moisés estableció con el objetivo de darle a la gente más oportunidades de estar en el escenario, siendo testigos del poder de Dios, puesto que estaba seguro de la victoria y quería que toda la gente así el milagro llevarse a cabo con la fuerza de Dios y dejar también evidente la debilidad del Faraón y sus seguidores.
Los faraones también, quienes contaban con la presencia de magos fuertes y famosos, tenían grandes esperanzas de victoria, razón por la que invitaron a todo el pueblo a ser testigos de lo que ocurriría en este campo de batalla:
وَقِيلَ لِلنَّاسِ هَلْ أَنْتُمْ مُجْتَمِعُونَ ﴿۳۹﴾
لَعَلَّنَا نَتَّبِعُ السَّحَرَةَ إِنْ كَانُوا هُمُ الْغَالِبِينَ ﴿۴۰﴾
y se dijo a la gente: «¿Queréis acudir?»
«Quizás así sigamos a los magos si son ellos los vencedores.»
El Corán, capítulo 26, versículos 39 y 40
En el imaginativo de los faraones, contar con la presencia de un gran número de personas y su aliento haría posible que los magos hiciesen todo lo posible para ganar y así asustar a Moisés, conduciéndole así al fracaso.
Sí, los agentes de Faraón querían llevar al pueblo al campo de batalla con estas esperanzas e ilusiones, siendo que al mismo tiempo Moisés le pidió a Dios la presencia de mucha gente que pudiera ser testigo en ese instante, de los milagros que acontecerían y que eran propios de Dios solamente.
Antes de que comenzase el enfrentamiento entre magos y Moisés, los primeros le dijeron al Faraón:
فَلَمَّا جَاءَ السَّحَرَةُ قَالُوا لِفِرْعَوْنَ أَئِنَّ لَنَا لَأَجْرًا إِنْ كُنَّا نَحْنُ الْغَالِبِينَ ﴿۴۱﴾
“Así que, cuando llegaron los magos, dijeron al Faraón: «¿Obtendremos una recompensa si somos los vencedores?»”
El Corán, capítulo 26, versículo 41
Por lo que Faraón, quien tenía mucho miedo de perder el reto, dijo de inmediato:
قَالَ نَعَمْ وَإِنَّكُمْ إِذًا لَمِنَ الْمُقَرَّبِينَ ﴿۴۲﴾
“Dijo: «Sí. Y, en verdad, seréis entonces de los cercanos a mí.»”
El Corán, capítulo 26, versículo 42
En ello lo que el Faraón les quería decir era lo siguiente: ¿Qué queréis, riqueza o posición y poder?. ¡Os doy todos! Simplemente id y derrotad a Moisés.
Los magos se alegraron mucho después de oír las palabras de Faraón y fueron a prepararse con tal luchar en contra de Moisés, derrotarle y ganar todo aquello que el déspota Faraón les prometió.
Durante días practicaban una y otra vez sus hechizos, esperanzados con llevarse el éxito, hasta que así pasó el tiempo y finalmente, llegó el día en que se llevaría a cabo el reto.
قَالُوا يَا مُوسَى إِمَّا أَنْ تُلْقِيَ وَإِمَّا أَنْ نَكُونَ نَحْنُ الْمُلْقِينَ ﴿۱۱۵﴾
“Dijeron (los magos): «¡Oh, Moisés! ¿Lanzas tú o lanzamos nosotros?»”
El Corán, capítulo 7, versículo 115
Moisés, confiando en Dios, estaba seguro en la victoria le sería concedida, así que les dijo:
قَالَ لَهُمْ مُوسَى أَلْقُوا مَا أَنْتُمْ مُلْقُونَ ﴿۴۳﴾
“Moisés les dijo: «¡Lanzad lo que tengáis que lanzar!»”
El Corán, capítulo 26, versículo 43
Los magos, llenos de orgullo y usando su máximo poder y con la esperanza de que se llevarían la victoria, por la propia sugerencia de Moisés, comenzaron la lucha primero:
فَأَلْقَوْا حِبَالَهُمْ وَعِصِيَّهُمْ وَقَالُوا بِعِزَّةِ فِرْعَوْنَ إِنَّا لَنَحْنُ الْغَالِبُونَ ﴿۴۴﴾
“Así pues, lanzaron sus cuerdas y bastones y dijeron: «¡Por el poder del Faraón! ¡Con seguridad, seremos los vencedores!»”
El Corán, capítulo 26, versículo 44
El Corán explica que cuando Moisés les dijo que comenzaran primero, arrojaron sus cuerdas y bastones, y aparecieron unas serpientes reptando por el suelo.
قَالَ بَلْ أَلْقُوا فَإِذَا حِبَالُهُمْ وَعِصِيُّهُمْ يُخَيَّلُ إِلَيْهِ مِنْ سِحْرِهِمْ أَنَّهَا تَسْعَى ﴿۶۶﴾
“Dijo: «¡Lanzad pues!» Entonces le pareció, por efecto de su magia, que sus cuerdas y bastones caminaban”
El Corán, capítulo 20, versículo 66
Deliberada mente eligieron algunas de sus herramientas mágicas que parecían bastones para competir con el bastón de Moisés que sí era real. De hecho, querían mostrarle a la gente y a otros magos, que con unas cuerdas que habían fabricado y mediante ilusiones propias de su arte del engaño, hacerles creer que eran bastones reales que se habían transformado en serpientes reales, y que entonces ellos era mejores que Moisés y que éste no era Profeta de Dios, sino un mago más pero no talentoso.
En este momento, se alzó la gente espectadora de tal evento en una sola voz de alegría y aliento, apoyando a Faraón, el cual también estaba muy alegre ante tal espectáculo. La escena creada por los magos fue muy impresionante y la cantidad de magos era muy grande y había muchas supuestas serpientes las cuales recreaban una escena aterradora.
El Corán dice:
فَأَوْجَسَ فِي نَفْسِهِ خِيفَةً مُوسَى ﴿۶۷﴾
“y Moisés sintió miedo en su interior.”
El Corán, capítulo 20, versículo 67
La escena era tan dantesca y aterradora que incluso Moisés sintió un poco de temor en su corazón. Por supuesto, su miedo no se debía a la escena en la que se veía a las supuestas serpientes reptar, sino a que la gente podría volverse escéptica a las palabras de Moisés, luego de ver ese espectáculo llevado a cabo por los magos de Faraón.
Es así entonces que Moisés no dio mucho tiempo a los magos para ganar fama mediante sus artimañas y comenzó su milagro rápidamente.
فَأَلْقَى مُوسَى عَصَاهُ فَإِذَا هِيَ تَلْقَفُ مَا يَأْفِكُونَ ﴿۴۵﴾
“Entonces, Moisés lanzó su bastón y éste engulló inmediatamente lo que ellos habían transformado.”
El Corán, capítulo 26, versículo 45
Es así que el bastón de Moisés se convirtió en un gran reptil parecido a un dragón, y en un abrir y cerrar de ojos se tragó todas las falsas serpientes que habían inventado los magos de Faraón. El silencio y la sorpresa llenaban todos los espacios habidos en el lugar, algunas personas huyeron espantadas por tal milagro. Las bocas de los magos quedaron desencajadas de su cara ante tal evento, llenos de sorpresa, puesto que antes de comenzar el reto, pensaban que Moisés era un mago al igual que ellos, pero era imposible que la magia que ellos conocían como tal, fuese capaz nunca de hacer lo que Moisés había hecho.
Entonces, esos magos que eran maestros en brujería, se dieron cuenta de que lo hecho por Moisés no era más que un milagro Divino y que lo ocurrido no podría haber sido hecho por manos humanas jamás.
Repentinamente:
فَأُلْقِيَ السَّحَرَةُ سَاجِدِينَ ﴿۴۶﴾
قَالُوا آمَنَّا بِرَبِّ الْعَالَمِينَ ﴿۴۷﴾
رَبِّ مُوسَى وَهَارُونَ ﴿۴۸﴾
“Los magos cayeron prosternados.
Dijeron: «¡Creemos en el Señor del Universo!
El Señor de Moisés y de Aarón.»”
El Corán, capítulo 26, versículos 46 al 48
Es así como el Corán nos cuenta como estos magos salieron de oscuridad directo hacia la luz en un breve momento. Las promesas de riqueza y posición que habían sido hechas por Faraón ya no eran valiosas para ellos.
Tan solo ellos en ese momento querían llegar a Dios y alcanzar las bendiciones divinas, eternas e infinitas, siendo que la complacencia de Dios se había vuelto más importante para ellos que cualquier otra cosa.
Así Faraón, que se consideraba a sí mismo como el dios del mundo, se enojó mucho con la decisión de los magos (de convertirse en creyentes) y les dijo:
قَالَ آمَنْتُمْ لَهُ قَبْلَ أَنْ آذَنَ لَكُمْ إِنَّهُ لَكَبِيرُكُمُ الَّذِي عَلَّمَكُمُ السِّحْرَ فَلَسَوْفَ تَعْلَمُونَ لَأُقَطِّعَنَّ أَيْدِيَكُمْ وَأَرْجُلَكُمْ مِنْ خِلَافٍ وَلَأُصَلِّبَنَّكُمْ أَجْمَعِينَ ﴿۴۹﴾
“Dijo: «¿Habéis creído en él antes de que yo os diera permiso? En verdad, él es el mayor de vosotros y quien os ha enseñado la magia. ¡Vais a saber! ¡Os cortaré las manos y los pies opuestos y os crucificare a todos!»”
El Corán, capítulo 26, versículo 49
Entonces los magos, cuyos corazones se llenaron de fe en Dios, después de ver el milagro de Moisés, dijeron:
قَالُوا لَا ضَيْرَ إِنَّا إِلَىٰ رَبِّنَا مُنقَلِبُونَ ﴿٥٠﴾
إِنَّا نَطْمَعُ أَنْ يَغْفِرَ لَنَا رَبُّنَا خَطَايَانَا أَنْ كُنَّا أَوَّلَ الْمُؤْمِنِينَ ﴿٥۱﴾
“Dijeron: «¡No importa! [No nos perjudicará.] En verdad, nosotros regresaremos a nuestro Señor.
Verdaderamente, tenemos esperanza de que nuestro Señor perdone nuestros errores por haber sido los primeros en creer.»”
El Corán, capítulo 26, versículos 50 y 51
El Faraón cumplió su promesa y los martirizó a todos de la peor manera posible, pero ellos no renunciaron a su fe para ir al encuentro con su Señor.
El imperio de Faraón estuvo muy cerca de desaparecer y así es que el sueño de Faraón se fue develando y finalmente por sí solo interpretando poco a poco, con la verdad de los hechos.
Después de ver el milagro de Moisés y la fe de los hechiceros en él, el pueblo ya no podía considerar al Faraón como su dios y esta lucha, contraria a los deseos del Faraón, acercó al pueblo a la guía de Dios.
Bueno, llegamos al final de este cuento. Los versículos del Corán que les leí esta semana están en las páginas 367, 368, 369, así como en las páginas 164 y 316 del último libro celestial. También en la transcripción del cuento que siempre publicamos su enlace en la descripción en YouTube, así podrás buscar directamente cada versículo con plena exactitud.
Espero volver con un nuevo cuento lo antes posible y estar al servicio de todos ustedes, por favor, cuídense mucho y hasta el próximo cuento