Hola esta semana traemos un nuevo cuento de la saga de la Historia del Profeta Moisés (la paz de Dios sea con él), cuento que esperamos sea de interés para todos ustedes.
El Profeta Moisés (P) y el asesinato de uno de los crueles Faraones.
Cuando Moisés era un joven adolescente, (y que según se cuenta no pasaba los 15 años), durante un viaje a una ciudad del Egipto de aquel entonces; no más entrando de bienvenida, fue testigo de que dos personas estaban discutiendo con violencia y golpeándose entre sí.
Era uno de los contrincantes, perteneciente a los hijos de Israel o como ya en otro cuento lo explicamos, era parte de los “Sebtian” mismos que eran discriminados por la élite política y adinerada de los Egipcios, estos últimos, grandes opresores y corruptos cercanos al Faraón, y nombrados como GHEBTIAN, siendo el segundo contrincante de paso, un abusador de este grupo en particular el cual estaba cometiendo una grave acción opresiva de forma muy injusta.
En ese instante la persona que era de los Bani Israil o hijos de Israel, le pidió ayuda a Moisés quien tan solo estaba pasando por ahí, pero por su instinto de la verdad y la justicia, no dudo en ayudar y defender al oprimido.
Dado que Moisés sabía que los Ghebtian, eran tiranos, grandes corruptos y desenfrenados sin moral, y desmesurados abusadores de los hijos de Israel, se apresuró a prestar ayudar y decidió hacerlo con tal de frenar una mala acción.
Es así que Moisés corrió en auxilio de quien desesperadamente pedía socorro ante la violencia del Egipcio, siendo así que Moisés le dio un puñetazo muy fuerte en el pecho al hombre de los del grupo de Faraón, perdiendo este el equilibrio cayendo al suelo abruptamente y resultando que a raíz del fuerte impacto en la caída, el hombre opresor murió.
Moisés no tenía la intención de matarlo y estaba muy alterado por lo sucedido, y no es que el no estuviese consciente de que el opresor sin alma, no mereciese un castigo por su acción; sino que sabía que matarlo sería causa de terribles consecuencias para él y también para los hijos de Israel.
Además, Moisés se reprochaba que el pudo haber actuado mejor, posiblemente mediante otro método, como intervenir y separar a los luchadores, a como prohibir el mal o haber detenido la pelea, evitando el inmiscuirse en la agresión y la subsecuentemente muerte de este Egipcio, por lo que de corazón Moisés se lamentó y pidió perdón a Dios.
El último libro celestial, el Sagrado Corán sobre esta historia dice:
وَدَخَلَ الْمَدِينَةَ عَلَى حِينِ غَفْلَةٍ مِنْ أَهْلِهَا فَوَجَدَ فِيهَا رَجُلَيْنِ يَقْتَتِلَانِ هَذَا مِنْ شِيعَتِهِ وَهَذَا مِنْ عَدُوِّهِ فَاسْتَغَاثَهُ الَّذِي مِنْ شِيعَتِهِ عَلَى الَّذِي مِنْ عَدُوِّهِ فَوَكَزَهُ مُوسَى فَقَضَى عَلَيْهِ قَالَ هَذَا مِنْ عَمَلِ الشَّيْطَانِ إِنَّهُ عَدُوٌّ مُضِلٌّ مُبِينٌ
“Y entró en la ciudad cuando sus gentes estaban distraídas y encontró en ella a dos hombres que se estaban golpeando, uno de su grupo y el otro de sus enemigos. Y el que era de su grupo le pidió ayuda contra el que era de sus enemigos y Moisés le dio un puñetazo y acabó con él. Dijo: «Esto es obra de Satanás. En verdad, él es un enemigo, un extraviador declarado.»”
قَالَ رَبِّ إِنِّي ظَلَمْتُ نَفْسِي فَاغْفِرْ لِي فَغَفَرَ لَهُ إِنَّهُ هُوَ الْغَفُورُ الرَّحِيمُ
“Dijo: «¡Dios mío! Verdaderamente, me he oprimido a mí mismo. ¡Perdóname pues!» y Él le perdonó. En verdad, Él es el Perdonador, el Misericordiosísimo.”
قَالَ رَبِّ بِمَا أَنْعَمْتَ عَلَيَّ فَلَنْ أَكُونَ ظَهِيرًا لِلْمُجْرِمِينَ
“Dijo: « ¡Señor mío! Por el favor que me has otorgado, nunca más ayudaré a los pecadores.»”
Corán, capítulo 28, versículo 15 al 17
Después de ocurrido esto, Moisés estaba muy preocupado y cargaba un gran estrés, pues sabía que en cualquier momento algo terrible le sucedería a él y a los hijos de Israel que habitaban las tierras de los faraones.
Sin embargo, al día siguiente, Moisés volvió a ver a otro hombre de los del grupo de faraón agrediendo al mismo hombre de los hijos de Israel. Y esa persona, tal como el día anterior, volvió a pedirle ayuda a Moisés, quien se acercó a él para defenderlo y evitar la opresión una vez más, de forma instintiva.
Sobre esto el Corán dice:
فَأَصْبَحَ فِي الْمَدِينَةِ خَائِفًا يَتَرَقَّبُ فَإِذَا الَّذِي اسْتَنْصَرَهُ بِالْأَمْسِ يَسْتَصْرِخُهُ قَالَ لَهُ مُوسَى إِنَّكَ لَغَوِيٌّ مُبِينٌ
“Y amaneció en la ciudad, temeroso, vigilante. Y cuando aquel a quien había ayudado el día anterior le pidió ayuda nuevamente a gritos, Moisés le dijo: «Eres claramente un desviado.”
فَلَمَّا أَنْ أَرَادَ أَنْ يَبْطِشَ بِالَّذِي هُوَ عَدُوٌّ لَهُمَا قَالَ يَا مُوسَى أَتُرِيدُ أَنْ تَقْتُلَنِي كَمَا قَتَلْتَ نَفْسًا بِالْأَمْسِ إِنْ تُرِيدُ إِلَّا أَنْ تَكُونَ جَبَّارًا فِي الْأَرْضِ وَمَا تُرِيدُ أَنْ تَكُونَ مِنَ الْمُصْلِحِينَ
“Y cuando quiso separarle de quien era enemigo de ambos, él dijo: «¡Oh, Moisés! ¿Acaso quieres matarme como al que mataste ayer? ¡No quieres más que ser un tirano en la Tierra en lugar de querer mejorarla!»”
Corán, capítulo 28, versículo 18 al 19
Por lo tanto, el Profeta Moisés de inmediato recordó el incidente ocurrido tan solo un día antes, el cual había causado la muerte accidental de un Egipcio de entre los del equipo corrupto de Faraón.
Y es por ello, que también vino a su mente las posibles consecuencias que surgirían para los hijos de Israel debido a la muerte de ese hombre, quien cometía tal opresión, así que esta vez decidió no involucrarse y evitó entonces pelear.
El Faraón y sus compañeros se enteraron del asesinato y en su deliberación, a modo de juicio extrajudicial sobre lo acontecido, condenaron a muerte a Moisés sin más impedimentos.
Uno de los parientes de Faraón llamado Ezequiel o HEZGHIL en árabe y quien llegase más tarde a ser conocido como el creyente de la familia de Faraón, se enteró de la noticia acerca de la deliberación llevada a cabo por Faraón y su séquito de malvados que inevitablemente condenaban a Moisés a una muerte despiadada, por lo que Ezequiel fue rápidamente a donde Moisés (pues este hombre, Ezequiel creía en secreto en la misión profética de Moisés o Musa como se le conoce en árabe) y le dijo:
“¡Oh Moisés! "Esta gente (es decir Faraón y sus compañeros) se han reunido para deliberar sobre tu castigo, por el cual, has sido condenado a la ejecución; por lo tanto sal rápidamente de esta ciudad y lleva contigo mis mejores deseos.".
El Sagrado Corán cuenta de la siguiente manera dicha historia:
وَجَاءَ رَجُلٌ مِنْ أَقْصَى الْمَدِينَةِ يَسْعَى قَالَ يَا مُوسَى إِنَّ الْمَلَأَ يَأْتَمِرُونَ بِكَ لِيَقْتُلُوكَ فَاخْرُجْ إِنِّي لَكَ مِنَ النَّاصِحِينَ
“Y de lo más alejado de la ciudad vino un hombre corriendo. Dijo: «¡Oh, Moisés! Los notables están deliberando sobre ti para matarte. Por tanto ¡Sal! En verdad, soy para ti un buen consejero.»”
Corán, capítulo 28, versículo 20
Entonces es así como Moisés (la paz sea con él) decidió ir a la tierra de MADYAN مَدْینْ, ciudad ubicada al sur de SHAM (hoy conocida como Siria) y al norte del Hijaz, lo que conocemos como Arabia Saudita hoy día, y la cual no tenía influencia de las leyes egipcias, ni estaba sometida a Faraón, siendo que no fue si no hasta que Moisés llegase a este lugar, que se sintió a salvo de los crueles e infames opresores de entre los Ghebtian.
A pesar de que sería un largo viaje, y a su vez carecía de agua y alimento para emprender dicha extensa travesía, no tuvo más remedio que huir rápidamente de la ciudad, y abandonando Egipto bajo la confianza de que Dios protegería a los desposeídos y oprimidos.
Dice el Corán en el Capítulo 20 versiculos del 21 al 22:
فَخَرَجَ مِنْهَا خَائِفًا يَتَرَقَّبُ قَالَ رَبِّ نَجِّنِي مِنَ الْقَوْمِ الظَّالِمِينَ
“Así pues, salió de ella temeroso, vigilante. Dijo: «¡Señor mío! ¡Sálvame del pueblo opresor!»”
وَلَمَّا تَوَجَّهَ تِلْقَاءَ مَدْيَنَ قَالَ عَسَى رَبِّي أَنْ يَهْدِيَنِي سَوَاءَ السَّبِيلِ
“Y cuando se dirigía a Madyan dijo: «¡Quizás mi Señor me dirija por el camino recto.»”
Así es como Dios salvó a su profeta Moisés, de ser asesinado por el faraón y sus soldados, por un hecho que aconteció con uno de los seguidores de la tiranía y la desobediencia descarada a los mandatos de Dios por parte de los Ghebtian.
…
Bien. Hemos llegado al final de esta parte.
Esta semana hemos entregado la parte número 3 de las historias de Moisés. Como dije antes, se han contado muchas historias sobre el Profeta Moisés (la paz sea con él) y el pueblo de Israel y es que como estas historias son muy largas, iremos contándolas en varias entregas o secciones, para así poder compartir muchas bellas enseñanzas y sobre todo mostrar una historia que la humanidad verdaderamente debe valorar.
Así que hasta la otra semana con otra historia mas, esperando la paz de Dios sea con todos ustedes y se cuiden siempre.
Hasta Pronto.