En el nombre de Dios. ¡Hola!
Hoy estamos orgullosos de nuevo, a tu servicio con una historia la cual ha sido tomada de las narraciones pertenecientes a la tradición del Profeta Muhammad y su familia bendita, la paz de Dios sea con todos ellos.
Así que Bienvenidos a FátimaTV y su sección “Los cuentos de la semana” y sin más vamos juntos a escuchar esta nueva historia que sabemos trae saberes que iluminan el alma y enriquecen el intelecto.
أَعُوذُ بِاللهِ من الشَّيْطَانِ الرَّجِيمِ
بِسْمِ اللهِ الرَّحْمَٰنِ الرَّحِيمِ
تُسَبِّحُ لَهُ السَّمَاوَاتُ السَّبْعُ وَالْأَرْضُ وَمَن فِيهِنَّ وَإِن مِّن شَيْءٍ إِلَّا يُسَبِّحُ بِحَمْدِهِ وَلَٰكِن لَّا تَفْقَهُونَ تَسْبِيحَهُمْ إِنَّهُ كَانَ حَلِيمًا غَفُورًا
Los siete cielos y la Tierra y quienes en ellos están Le glorifican y no hay cosa alguna que no le glorifique con su forma de glorificar, pero vosotros no comprendéis sus glorificaciones. En verdad Él es indulgente, perdonador.
Corán, Capítulo 17, Versículo 44
Según los versos del Corán y las palabras de los inmaculados, es decir el Profeta Muhammad y su bendita familia, el Ahlul Bait (P), los animales también tienen percepciones, sentidos, sentimientos y emociones, por lo que Dios nos ha dado derechos y deberes sobre ellos.
Es posible que hayas escuchado la historia del Imam Hassan Al Mujtaba (P) hijo del Imam Ali (P), la cual cuenta que una vez una persona vio al Imam Al Hassan comiendo mientras un perro se le acercaba hambriento y el mismo Imam le dió un bocado al perro y luego comía su propio bocado, dándole siempre prioridad al animal necesitado.
Esta persona que fue testigo del hecho le dijo al Imam Hassan (P):
“Señor,¿Quiere que le quite el perro?
A lo que el Imam respondió:
"Déjalo. Me avergonzaría ante Dios, si una criatura con alma, me mirase a los ojos mientras como y no sea capaz de darle alimento.”
Hoy, para aclararles la importancia, el valor y la recompensa de observar los derechos de los animales, les contaré otra historia del Imam Hassan Al Mojtaba (P).
Así que en este querido mes, en el mes bendito de Ramadán, los invito a escuchar la historia con atención esta historia,
El perro y el esclavo.
El Imam Hassan (P) estaba pasando por algunos de los jardines de Medina cuando vio a un esclavo sentado junto a un jardín. El esclavo tenía un trozo de pan en la mano y había junto a este esclavo un perro negro al cual le daba un trozo de pan cada bocado que ingería, compartiendo su alimento hasta acabar con el pan por completo.
El Imam Al Hassan (P) se acercó al esclavo y lo saludó. El esclavo estaba muy feliz de ver al Imam, a su Señor y Maestro (P) por lo que el Imam Al Hassan le dijo:
“Vi que le diste exactamente la mitad del pan al perro. ¿Qué te hizo compartir con este perro tu comida y darle exactamente tanto pan como a ti?
Ante la pregunta del Imam, el esclavo dijo: “Oh Imam, el animal me miró mientras comía y me avergoncé de tan siquiera pensar en darle menos alimento del que yo mismo comía.”
Entonces el Imam Al Hassan (P) elogió al esclavo y preguntó:
¿De quién eres esclavo?
Y este dijo: Soy el esclavo de Aban Ibn Uthman أبان بن عثمان, mi Señor. Este jardín también pertenece a mi amo Aban.
El Imam dijo: ¿Prometes no ir a ningún lado por un tiempo hasta que regrese?
A lo que el esclavo dijo: Sólo me preocupa que mi dueño me reprenda por llegar tarde a casa.
El Imam dijo: No te preocupes en absoluto.
Una hora más tarde, el Imam regresó y después de saludar al esclavo, dijo:
¡Te he comprado de Aban Ibn Uthman y ya no eres su esclavo!
Una chispa de alegría brilló en los ojos del esclavo que inmediatamente dijo:
“Mi obediencia es a Dios, al Mensajero de Dios y a usted, mi señor. ¡Qué felicidad que sea su sirviente!”
A lo que sin pensarlo el Imam Hassan sonrió y puso su mano sobre el hombro del esclavo y le dijo:
“Eres libre para Dios de ahora en adelante. También he comprado este jardín a Aban y ahora te lo daré como regalo.”
El esclavo, que estaba muy contento, dijo:
“Yo también daré este jardín como regalo a aquel para quien me liberaste. (Es decir en el camino de Dios)
Este hadiz ha sido narrado por el Imam Sadiq (P) el cual dice:
“A Abu Dharr, que había sido exiliado a Rabadah الرَّبَذَة, se le preguntó:
Oh Abu Dharr, ¿No tienes acaso a nadie que le dé agua a tu burro, por lo que lo estás haciendo tú mismo?
Abu Dharr respondió:
Escuché al Mensajero de Dios, el Profeta Muhammad (BPD) decir:
El animal le dice a Dios todas las mañanas:
¡Oh Dios!, concédeme un dueño honesto que me sacie de forraje y de agua y no me obligue a hacer más de lo que pueda.
Por eso me gusta darle agua yo mismo.”
También se ha narrado del Profeta Muhammad (BPD) que dijo:
Durante la noche del Meray o Ascensión, mientras miraba hacia el Paraíso vi a una mujer adúltera y pregunté: ¿Cómo es su situación?
Y me fue dicho:
Esa mujer una vez pasó junto a un perro sediento y estaban al lado de un pozo de agua, por lo cual ella, con tal de saciar la sed del sediento animal, arrojó su ropa al pozo y cuando el agua del pozo empapó la ropa, ella las escurrió en la boca del perro para que este saciase su sed, y por esta acción Dios, Exaltado Sea le perdonó su pecado.
Gracias a estas historias y tradiciones del Profeta Muhammad (BPD) y su descendencia, aprendimos que la misericordia para con todas las criaturas de Dios, incluyendo los animales es vital para ganar el paraíso inshallah y el perdón de nuestras faltas, es muestra de misericordia y un alto grado de entendimiento y conocimiento de Dios.
Bueno, hemos llegado al final de este podcast. Espero que te haya gustado, y espero encontrarme contigo el otro sábado con nuevos contenidos e historias, por favor cuídate, ruego a Dios te otorgue lo mejor de esta y la otra vida a tí y a los que amas, inshallah. Hasta pronto.
FátimaTV
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