En el nombre de Dios, el Compasivo, el Misericordioso.
Hola, hoy queremos compartir contigo este nuevo episodio que hemos titulado: El amor a los padres. El incremento.
Dios recompensa a quienes obran de buena manera. Los Jardines de la misericordia divina están dispuestos para el gozo de aquellos creyentes que durante la vida terrena han destinado el conocimiento al ejercicio del bien. Esta recompensa ilimitada es el resultado de su amor y adoración a Dios. Por haber respetado y practicado sus leyes y disposiciones disfrutarán de las delicias eternas en el Más Allá.
Por otro lado, Dios en su perfecta benevolencia determina el incremento de bienes y gracias para aquellos creyentes que ofrendan su fortuna a la causa de Dios. Igualmente, puede establecer lo contrario y mermar la hacienda de las personas por sus faltas:
“Aquellos que gastan su riqueza en la senda de Dios son semejantes a una semilla que produce siete espigas, en cada una de las cuales hay cien granos. Así incrementa Dios los bienes de quien Él quiere. La bondad de Dios todo lo alcanza, Él todo lo sabe”. (Sagrado Corán, Capítulo 2, Versículo 261).
¿Acaso no saben que Dios incrementa la provisión de quien Él quiere o la disminuye? En verdad, en ello hay señales para gente que tiene fe”. (Sagrado Corán, Capítulo 39, Versículo 52).
Ahora bien, recompensa y incremento son temas recurrentes en el Sagrado Corán. También se mencionan en numerosas narraciones. Algunas de ellas están asociadas al vínculo de parentesco. Tal y como hemos mencionado en otros episodios las obligaciones con nuestros parientes constituyen una disposición divina que no se debe transgredir. Es parte esencial del conocimiento de las cosas y del amor a Dios. Así, el buen trato y respeto a los derechos de nuestros padres y familiares procura el incremento no ya de las provisiones o bienes materiales, sino de la vida misma.
El imam Baquir (la paz sea con él) otorgaba mucha importancia a los lazos familiares. De la generosa acción de estrechar y fortalecer las relaciones de parentesco y cuidar de los padres se obtiene un resultado o beneficio material, espiritual y biológico. Tiene un efecto purificador. Por un lado se incrementan los bienes y por otro se avanza hacia la obtención de la recompensa ilimitada del Más Allá. Aleja las calamidades y prolonga la vida:
“El estrechamiento de los vínculos de parentesco purifica las acciones, produce el incremento de bienes, aleja el infortunio, facilita el cómputo (de las acciones) y hace olvidar (esto es, retrasa) la muerte”.
El imam Rida (la paz sea con él), se destaca más el incremento de los años de vida:
“Si un hombre al que le quedan tres años de vida fortalece los vínculos de parentesco, Dios hace que se vuelvan treinta años; y Dios realiza lo que le place”.
“No conocemos nada que incremente más la vida que el fortalecimiento de los vínculos de parentesco, al punto que si a un hombre que le restan tres años acrecienta los vínculos de parentesco, Dios incrementa treinta años a su vida, volviéndose treinta y tres. Asimismo, si le restaran treinta y tres años de vida y cortara los vínculos de parentesco, Dios le merma treinta años disponiendo que su muerte tenga lugar en tres años”.
El mismo imam Rida narra que su abuelo, el imam Sadiq (la paz sea con él) también se refirió al motivo del incremento de la vida o retraso de la muerte, aunque también menciona el buen trato y la generosidad que se debe tener con nuestra familia; todo ello aplicable a los padres, por supuesto:
“Relaciónate con los parientes aunque sea convidando un sorbo de agua, y la mejor manera de promover los vínculos con el pariente es desistir de ocasionarle molestias. Fortalecer esos vínculos hace olvidar (esto es, retrasa) la muerte y conlleva el cariño en la familia”.
Hemos llegado al final de este episodio. Nos despedimos de ti con profundo afecto y respeto, seguros de que cada día compartirás con nosotros estas enseñanzas que abrirán tu corazón y tu pensamiento. ¡Hasta mañana!